Aunque desde 1965 el sello toma un camino más hacia el pop y el rock, consiguiendo un gran prestigio en la escena musical por ser uno de los primeros sellos en contratar a artistas de la primera ola de rock psicodélico. Comenzaron a publicar a artistas como: The Paul Butterfield Blues Band, Tim Buckley, Love, The Incredible String Band y, en 1967, los recién nacidos The Doors.
Holzman idea el concepto de un álbum psicodélico basado en los signos zodiacales y, aprovechando el furor por los nuevos sonidos de rock y el éxito por los nuevos lanzamientos del sello, decide darle forma a su visión, contratando a Alex Hassilev, miembro del grupo The Limeliters, para que produzca tal emprendimiento. Hassilev se contacta con Mort Garson, músico y compositor canadiense, junto con quien ya trabajaba en producción, para que escribiera la música. Garson era además un ingeniero en electrónica, compositor de música electrónica, director de orquesta, conocido principalmente por sus trabajos experimentales electrónicos lanzados durante los 60s y 70s, fue uno de los primeros en ejecutar y experimentar con el sintetizador Moog, que por aquel 1967 recién estaba surgiendo.
El equipo encargado del disco se estaba formando y para ello contrataron a varios músicos, todos de enorme calidad, quienes casi ni figuraron ni siquiera entre los créditos del disco. El músico de jazz y pionero en música electrónica, Paul Beaver, fue el encargado de ejecutar el sintetizador, siendo uno de los pocos de la costa oeste en poder setear y ejecutar un sintetizador moog, por aquellos tiempos. El percusionista norteamericano Emil Richards fue el encargado de las percusiones y los distintos agregados percusivos. El bajista Carol Kaye y el baterista Hal Blaine, músicos de sesión muy demandados por entonces, ambos encargados de la sesión rítmica. También se sumaron el flautista Bud Shank y el tecladista Mike Melvoin.
Ellos fueron los encargados de dar vida a este disco, que surge como un trabajo colaborativo eventual, dedicado a reinterpretar musicalmente la visión del hombre hacia lo ‘cósmico’ o ‘místico’ desde la concepción de los signos zodiacales y su supuesta repercusión sobre la vida de las personas. Dudo que el zodiaco pueda tener algún valor intrínseco real, más allá de ser una forma donde generalmente se busca alguna especie de apoyo o consuelo ante la inevitable incertidumbre de la existencia, con la evidente confusión y sufrimiento que esto conlleva; aunque es muy interesante encontrarse con el manifiesto artístico, musical, que todo esto tiene.
‘The Zodiac: Cosmic Sounds’ es, sin duda, un trabajo llamativo que combina música psicodélica, con agregados exóticos y elementos electrónicos, siendo uno de los primerísimos primeros álbumes en el que aparece el sonido del mítico sintetizador Moog. Como el subtítulo del disco lo sugiere, es un ‘contrapunto celestial de palabras y música’, un viaje exótico hacia las orillas de la existencia cual el zodiaco sugiere, reinterpretado desde la visión psicodélica de la época (no podría haber sido por otro género, ya que este es el que más se ha acercado hacia lo ‘introspectivo’), lo cual le da mayor sabor místico aun.
La concepción musical es experimental y evidentemente conceptual, plagado de ambientes de ensueño y sonidos que sugieren un viaje introspectivo La aparición de gran cantidad de efectos y elementos agregados hace de este un placentero tránsito por ambientes inexplorados, inequívocamente psicodélicos pero además elaborados de manera que el sonido, durante varios pasajes, se mantiene cambiante constantemente, lo que le da al sonido una mayor riqueza y calidad. Se entremezclan buena cantidad de estilos, rock psicodélico, melodías orientales con sitiares, pop, folk, pasajes psicodélicos experimentales con flautas, ambientes exóticos y espaciales, y, lo que termina de darle mayor misterio al asunto, la aparición de agregados electrónicos con sintetizador.
Dividido en 12 piezas, cada una dedicada a reflejar musicalmente a cada uno de los signos zodiacales, el trabajo se vuelve un autentica prédica astrológica, un horóscopo psicodélico musical, elaborado con cierta seriedad ya que los textos correspondientes a cada signo se asemejan fielmente a la descripción que cada uno ofrece de la persona; sumado a esto, el hecho de que aquí no hay cantos sino narraciones, con textos elaborados especialmente para cada caso; escritos por Jacques Wilson, siendo el cantante folk Cyrus Faryar el encargado de aportar su voz, para narrar sobre la exótica instrumentación.
No queda muy en claro bajo nombre de quien fue publicado el trabajo, las notas del disco son confusas, y mucho misterio ha rodeado a la concepción y la realización del registro en los años siguientes a su lanzamiento. Suele atribuirse el trabajo a Mort Garson, siendo el compositor de las piezas. Él, como ya se ha dicho, fue un pionero de la música electrónica experimental, quien además dejó una buena cantidad de discos publicados bajo su autoria sobre este género, entre los que es encuentran una serie de 12 discos publicados en 1969 (si, 12 discos publicados en un solo año), con los cuales sigue con la temática zodiacal pero esta vez dedicarle 1 tema a cada signo, le dedica especialmente un disco a cada uno de ellos, el material puede descargar de este blog, junto con sus otros lanzamientos.
Por su parte, Hassilev, durante varios años, continuó produciendo trabajos experimentales, en un estudio que tenía en Los Angeles, llegando a trabajar con el cantante Hoyt Axton, y con Ananda Shankar, este último sobrino de Ravi Shankar. Emil Richards y Hal Blaine, participantes de este disco, también dejaron muy buenos trabajos, como lo es ‘’New Sound Element’’ o ‘’ Psychedelic Percussion’’.
Cod: #1249
Hola, está mal el código, descarga otro disco. Igual está buenísimo, y todo el blog, y la información también
ResponderEliminarhola, listo, ya corregí el error con el enlace, ya se puede descargar el disco correspondiente al código original!
EliminarExcelente muchas gracias.
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