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domingo, 23 de marzo de 2025

Varios Artistas - Tropicália: ou Panis et Circensis (1968)

La tropicália fue otra utopía hippie indefectiblemente irrealizada o no, desarrollada en un corto lapso de tiempo, con su ebullición y su apogeo, sus rupturas y la consecuente represión aplicada hacia ellos por parte de la dictadura brasilera de turno, lo cual aceleró el concluir de esta experiencia utópica que bien supo destapar ollas y abrir puertas en la cultura de su país. La tropicália no era un movimiento, fue más que eso, fue una iridiscencia que en su poco tiempo de vida marcó el andar de la música popular de Brasil, con influencias decisivas sobre la cultura universal que parten desde la concepción de muchos jóvenes de la época que era la de romper las bases morales e institucionales imperantes para cambiarlas por visiones de mayor amplitud, lo que hace que a su vez sea un movimiento que goce de un halo de polémica, detractores, desprecio por algunos sectores más conservadores, desprecio por sectores universitarios y por parte de los sectores populares a los cuales siempre les costará acercarse a las artes desafiantes o no complacientes comercialmente.

Generalmente los artistas brasileros no temen en estar vinculados a sus raíces culturales, y no temen dejar plasmadas a estas en sus producciones musicales. Esto no fue excepción para la generación tropicalista, que tomó sus raíces y su sentimiento nacionalista para llevarlo lo más alto posible, eso sí, sin antes hacer grandes revisiones sobre lo que ocurría en la escena y cultura de su país, con la valentía de ejercer su arte en medio de dictaduras y con la responsabilidad de oponerse a fenómenos complacientes en la cultura local. Como todo rupturismo, no pudieron salirse de sus contradicciones. Lo que brotó de este fervor juvenil contracultural fue una síntesis que vinculaba cosas contradictorias, elementos de vanguardia con elementos nacionalistas, anticapitalismo con rock hippie estadounidense, etc. 

Eran un movimiento pop y aunque son conocidos por su encuentro con el sentir nacional y su arraigo con las tradiciones, a su vez no fueron a fondo al estilo de otros artistas brasileros, como Nana Vasconcelos o Egberto Gismonti, que bebieron de la fuente misma de la cultura local y sus raíces y que hicieron cosas muy profundas espiritualmente. La generación tropicalista hizo de las suyas sin abandonar muchas influencias de la cultura local pero apoyándose más que nada en el costado art pop y el hipismo, por lo que la contracultura juvenil norteamericana de la época no les resultó indiferente, es más, fue esta un detonante importante en esa generación de jóvenes brasileros que prácticamente vivió un fenómeno similar a la de muchos contemporáneos hippies, comenzando desde los lugares comunes tradicionales para romper los mismos y explorar fusiones y experimentos que replanteaban muchas nuevas bases y formulaciones.

Habiendo bebido de la psicodelia, los cultores del tropicalismo también tomaron sus fuerzas de la política, la resistencia contra las dictaduras locales, las vanguardias, los rupturismos, la poesía, la experimentación, la cultura juvenil, además del fenómeno de la antropofagia, concepto desarrollado en 1928 con el “Manifiesto Antropófago” de Oswald de Andrade, que recupera el símbolo del rito caníbal de los indios tupis que horrorizó a los europeos al llegar al Brasil. La idea de la antropofagia, como símbolo del revitalizarse a través de la adquisición de las virtudes del enemigo al devorar su cuerpo, reforzó la identidad brasilera desde una forma de ruptura de valores extranjeros, aunque a la vez ellos coquetearon con los vanguardismos rupturistas europeos como le dadaísmo o el surrealismo, manifestándose inequívocamente como otro rupturismo, pero calcado a la brasilera, sin foco en la razón sino con la vertiente del optimismo. El manifiesto antropófago recalca: “Antes de que los portugueses descubrieran el Brasil, el Brasil había descubierto la felicidad”. El tropicalismo revivió esta dosis de rebeldía local, para traerla hacia ritos más moderno, sin dejar la esencia rupturista de lado, entre política, valores comunes del país, arte, colores contraculturales y creaciones sin formalidad. Esta suma de poderes sin saberlo, esta búsqueda de sacar lo estático para traer lo vivo a la realidad, hizo foco en la sociedad brasileña y su vivir en comunidad, reviviendo valores comunes locales y acercándolos a las expresiones de ruptura en las artes.

El tropicalismo no solo tuvo su efervescencia cultural en la música, sino que se manifestó en sus varias formas, como en el cine, la arquitectura, el teatro, el diseño, el arte plástico, y es que de hecho fue una muestra del artista Hélio Oiticica, que consistía en un jardín con pájaros y plantas vivos, denominada como ‘’Tropicalia’’ y expuesta en 1967, la que inspiró al movimiento liderado por los jóvenes músicos Caetano Veloso y Gilberto Gil para crear su ‘’tropicalismo’’. Ya había ejemplos y destellos de este tropicalismo que venia brotando de a poco y que no necesariamente estaba ligado a las producciones musicales, esta rebeldía espiritual que se enfocaba en la ruptura del espacio, el tiempo y el abrazar a expresiones artísticas desafiantes, con exposiciones y cine muy ligado a los vanguardismos tipo fluxus o experimentos en el espacio que desafiaban el concepto de ’’arte’’ y de ‘’comercio’’ para proponer así nuevas formas de concebir el arte y la percepción misma del entorno.

Y fue en el ámbito musical, que los representantes de este movimiento juvenil vieron en esta emergente tropicália una oportunidad para reinventarse, viendo una revolución en camino que no dudaron en tomar y estimular, tal vez no de forma tan artísticamente radicaliza como el fluxus y las vanguardias académicas, pero sí con un espiritu rupturista que sí de todas formas causó alborotos y recibió criticas hasta de los intelectuales, basandose en la contracultura y el rock y manifestándose en el ámbito de la canción popular de vanguardia. Estos cultores de la tropicália musical fueron los artistas que iniciaron el movimiento tropicalista en sí, radicalizándolo al mismo, comenzado entre 1967 y 1968, y terminado en 1969 luego de la represión militar y el encarcelamiento con posterior exilio de Caetano Veloso y Gilberto Gil.

Entre estos cultores del espíritu reinventor de todo lo que ocurría en la escena joven brasilera estaban Caetano Veloso, Gilberto Gil y Gal Costa quienes seguramente sean los más famosos de entre ellos, pero también participaron otros personajes importantes, como Nara Leâo, la banda Os Mutantes y el vanguardista Tom Zé, los letristas Torquato Neto y Capinam, y el arreglador Rogério Duprat. De entre tantos artistas sin duda salieron muchos discos solistas de producción colaborativa y apoyo mutuo entre los artistas del movimiento, pero sin dudas en gran disco que brotó de esta experiencia, y que terminaría siendo el manifiesto musical del grupo, sería el mítico ‘’Tropicalia: Ou Panis Et Circencis’’ de 1968.

El trabajo es un hito en la cultura de Latinoamérica, una manifestación que reunía a un grupo de referentes en la cultura local de un país y los ubicaba en una senda que los llevó a personificar con este mismo trabajo al movimiento entero del tropicalismo, como un manifiesto sonoro que refleja el pensamiento innovador de un grupo de jóvenes músicos que traían, como todo joven revolucionario, una serie de innovaciónes a su ámbito, en este caso al ámbito artístico y especialmente en la música joven no convencional. La intención de los tropicalistas era escandalizar y protestar contra el comportamiento complaciente de la música brasileña popular, y para ello comenzaron a expresarse de la misma manera que lo hacían los jóvenes de la contracultura hippie, desde el exceso, la ropa colorida, el pelo largo y una clara influencia del pop art.

Musicalmente es un disco innovador, un choque refrescante para música joven brasilera que tenía como referencia a shows como ‘’La Joven Guardia’’, y un elemento polémico que chocó con todo lo que pudo mientras pudo. El ámbito en el que se maneja el disco es un lugar muy amplio, de canción popular, arreglos corales y de orquesta, bellas canciones hermosamente cantadas y con algunos arreglos sonoros experimentales. Aparecen temas de autoría e interpretación variados y repartidos entre los artistas del grupo, temas de corte popular y fusiones varias entre estilos locales. 

Si se busca en este disco un trabajo de estricta psicodelia, tal vez este puede ‘’decepcionar’’ en ese aspecto, debido a que aquí hay texturas y búsquedas esmeradas que apuntan hacia la visión colectiva del grupo tropicalista y no únicamente hacia la línea estricta del rock, aunque este último fuera una influencia decisiva para ellos. Sin lugar a dudas que trabajos como el ‘’Sgt. Pepper's Lonely Hearts Club Band’’ de The Beatles serían de influencia importante para este disco fundacional tropicalista, lo que hace que la psicodelia esté presente de todas formas, además de que muchos referentes de la psicodelia universal brasilera de la época participarían en este trabajo del movimiento. Aun así se podría decir que las texturas del trabajo son muchas veces no tan rockeras, más bien con influencias de la música popular brasilera, bossa nova, el fado, con orquestaciones y búsquedas sonoras varias que se salen del rock y la propia psicodelia.

Todos los grandes discos vanguardistas de época que se codearon con la corriente pop de la canción y que a su vez innovaron desde muchos aspectos como orquestación, experimentación, psicodélica, etc., fueron olvidados en su época, poco valorados, muchas veces pasados por alto, subestimados, y vapuleados por la crítica, pero luego, con los años, supieron recobrar un lugar importante en la historia, o por lo menos se supo reconocer el valor histórico de este tipo de registros. Muchas veces las vanguardias son pasadas por alto, pero al final del día sin estas innovaciones no se podría haber entendido los fenómenos que a partir de ellos brotaron o las influencias que estos experimentos brindaron a las generaciones futuras de la música popular. Ese don ambiguo que posee el vanguardismo es como una luz oscura, un páramo de oscuridad brillante, algo que le cuesta mucho al público que generalmente busca algo masticable y rápidamente desechable. Las vanguardias en la música popular son algo subestimado inmediatamente por su carácter artístico profundo, cosa que ocurrió con gran mayoría del arte innovador de aquella época, una época en la que el vanguardismo, las luchas y las innovaciones se confabularon en una misma cosa, un mismo fenómeno. Ese don contradictorio es uno de los grandes valores rupturistas de las vanguardias o por lo menos de los discos rupturistas de la canción popular, generalmente provenientes de los finales años de la década de 1960 y los primeros años de la década siguiente.

Toda esta experiencia tropicalista, plagada de humor ácido y polémicas, protestas, rebeldías, innovaciones, desafíos, desenfreno, manifestaciones, mensajes codificados en letras adrede irrisorias, choques, debates, manifiestos, etc., quedó una experiencia altamente rebelde que por consecuencia no tardaría en llamar la atención, esta experiencia pronto seria reprimida por la dictadura militar brasilera del momento. Ya para 1969 Caetano Veloso y Gilberto Gil se encontraban en el exilio en Europa, y el movimiento relegado a un plano sin sus lideres cultores. Aunque por aquellos años seguirían apareciendo algunos otros grandes discos importantes para el tropicalismo, provenientes de los artistas del grupo en solitario, tal vez el mejor legado dejado por esta experiencia fue el abrir caminos en la escena local, mostrar a la juventud que se podía (y se debía) ser rebelde sin perder la creatividad y la notoriedad. La experiencia no continuó mucho tiempo más pero este fugaz fulgor espiritual impregnó la escena local del rock y la música fusión y dejó una fuerte influencia que de alguna manera u otra continuarían otros artistas con publicaciones discográficas también destacadas e innovadoras.

Cod: #1796

domingo, 16 de marzo de 2025

Barney Wilen And His Amaizing Free Rock Band - Dear Prof. Leary (1968)

Este es un jazz actualizado según las modas del momento, por lo que estos músicos que venían del jazz tradicional llegaron a pasar por dentro de la psicodelia para poder reinventarse, actualizarse, recodificarse de forma nueva en su acercamiento al rock y hasta la lisérgica, agregando aditivos como el delirio, el free jazz y las buenas sesiones improvisadas para enriquecer su producción. Incluso llegaron a reinterpreta algunos temas conocidos del momento y recayeron en algunos tópicos comunes, además de hacer guiños a la contracultura, como con el track ‘’Dear Prof. Leary’’, en el que el delirio se hace presente.

Esta banda se llamaba ‘’Barney Wilen And His Amaizing Free Rock Band’’, con ese concepto de ‘’rock libre’’ como premisa desde el que comenzaba su aventura hacia las tierras de la libertad en el rock, libertad que les daba tanta su formación en jazz como su aventura las por tierras desconocidas de la lisérgica y la exploración musical sin ataduras, por lo que todo esto trata de experimentos instrumentales libres plagados de delirio, búsquedas sonora, muchos solos y atascos instrumentales psicodélicos, en lo que era también un momento de jazz rock temprano por la junta de músicos de jazz elaborando estos sonidos en rock de epoca.

El nombre del disco, ‘’Dear Prof. Leary’’, es también una declaración de intereses, un guiño a la contracultura que hacia 1968 estaba aún álgida, guiño hecho talvez a manera de una búsqueda social o tal vez a manera de una obsecuencia, que no sería del todo comercial ya que esto no es un simple refrito de estándares pop rock, esto es un auténtico experimento instrumental.

En todo esto hay una búsqueda de explorar y experimentar, todas siendo piezas instrumentales que reflejan la virtud de los músicos capaces de manejarse con soltura por lugares varios y sin despeinarse, piezas que en su mayoría terminan volcándose hacia atascos instrumentales, las que a su vez terminan muchas veces volcándose además en el delirio instrumental tipo free jazz pero con el aditivo del rock (¿free rock? ¿free jazz rock?).

Todo el disco es una exploración, un experimento psicodélico de jazz y lisérgica delirante, por parte de unos músicos de jazz que vivían su época y la reconocían, y terminaban acercándose a ella por decantación y creatividad. Hay momentos incluso de vanguardia, de mucha experimentación, de mucha exploración, en tracks como ‘’Loneley Woman’’ en los que hay vanguardia que roza con el free jazz y los vanguardismos.

El disco sabe hacer un guiño a la cultura más pop de la época, algunas piezas del disco son reinterpretaciones de estándares pop de la época, como ‘’Respect’’ de Aretha Franklin, ‘’You Keep Me Hangin' On’’ de The Supremes, ‘’The Fool On The Hill’’ de The Beatles.

Este tipo de incursiones en el rock de la época ejecutada por músicos provenientes del jazz siempre deja experimentos interesantes por escuchar, y un fenómeno particular de estos experimentos es que los músicos de jazz de época supieron ver con muy buenos ojos a la psicodelia, por lo que muchas veces terminaban creando experimentos lisérgicos muy entretenidos y bien entendidos en la materia. Hay varios ejemplos de eso, generalmente de músicos de jazz que comenzaron su carrera en la época de la contracultura de finales de los 60s y que comenzaron sus carreras discográficas con experimentos lisérgicos bastante experimentales, sumado a esto el aditivo del costado jazzero que sabían aportarle a esto, lo que terminaba de cuajar el sonido entre las vanguardias del momento.

Algunos ejemplos de ese fenómeno ocurrió con músicos como John McLaughlin y su ‘’Devotion’’ de 1970, Larry Coryell y su ‘’Lady Coryell’’ de 1969, Pat Martino y su ‘’Baiyina’’ de 1968, Mike Mainieri y su ‘’Journey Thru An Electric Tube’’ de 1969, los primeros discos de The Tony Williams Lifetime, entre tantos otros ejemplos.

Cod: #1795

lunes, 27 de enero de 2025

Fear Itself - Fear Itself (1968)

Poca referencia historica ha quedado sobre esta banda estadounidense con origen en Atlanta, Georgia. Tuvieron una corta vida como grupo, y en su corto paso artístico supieron dejar este fantástico material que muchas veces ha pasado desapercibido por muchos, un trabajo de blues rock con toques psicodélico típico de la época. Es una obra entretenida, con temas de rock variados en su concepción, y buenos atascos rockeros cancioneros.

El grupo nació en 1967 como un cuarteto con 2 guitarras y grabó en Record Plant en Nueva York. A lo largo de su mayor tiempo de vida artística, el grupo residió en la ciudad de Nueva York y formó parte de la escena musical de Greenwich Village. Si bien no es una obra maestra, y no parece estar extremadamente pulida en producción y arreglos, aun así es un disco que es altamente talentoso, de mucha calidad, entretenido para quien disfrute de estos sonidos psicodélicos de rock con influencia del blues de la epoca y de las bandas de rock del momento como Jefferson Airplane o Big Brother and the Holding Company.

Las 10 pistas que contiene el álbum reflejan un sentir eléctrico crudo de rock pesado a la blusera, blues eléctrico algo pesado y bastante crudo, pesado a la Hendrix, con duelos de guitarras eléctricas que no pueden faltar, además del toque distintivo de la voz femenina dominando todas las pistas, una voz también pesada y cruda, con momentos vocales épicos entre arreglos, agregados, además del canto primigenio en las estrofas de los temas.

Todo el disco es psicodélico per se, por pertenecer a una época y estar influenciado por la misma, desde la guitarras fuzz, el sonido blues rock, los buenos solos, la vriedad de composiciones de rock, aunque tal vez algunos de los momentos más psicodélicos del disco ocurra en ‘’In My Time Of Dying’’, una pieza de casi nueve minutos, una canción estirada con atascos internos, zapadas rockeras con ambientes delirantes y búsquedas exploratorias, una canción que bien pasa por momentos de sesión y viaje instrumental rockero.

Otro momento interesante aparece en la pista ‘’Lazarus’’, otro atascos, ya de casi seis minutos, pero sin perder aun esa dosis volátil de atasco con gritos alucinantes de la cantante y buenos solos de guitarra en medio de improvisaciones feroces en la velocidad del blues eléctrico contemporáneo que ejecutaba en su época.

El álbum fue lanzado originalmente en 1969 en Dot-Records pero no recibió demasiada atención pese a que supieron manejarse por buenos escenarios. El trabajo es una pieza que sabe de experimentación, de un manejo y ejecución interesante que los llevó a situarse en buena forma en su época, además de contener una serie de canciones no solo entretenidas sino variadas en su concepción.

El grupo actuó en los lugares más populares de Nueva York, como Filmore East. El grupo actuó en el minifestival Woodstock Sound-Outs en 1968 (un año antes del famoso Woodstock de 1969). El único álbum de la banda, el homónimo ‘’Fear Itself’’, fue lanzado en 1968 en formato LP, producido por Tom Wilson.

Después de la publicación de su único disco, un miembro de la banda murió en un accidente automovilístico causado por un conductor ebrio. Después de esto, el grupo se separó. McIlwaine luego se mudó a Canadá y comenzó una carrera en solitario. 

Ellen McIlwaine, la fundadora del grupo, hizo una carrera solista internacional como cantante de blues y guitarrista slide, compartiendo cartel con Jimi Hendrix (su principal influencia), Laura Nyro, Howlin' Wolf, Weather Report, Taj Mahal, George Thorogood, Tom Waits, Chicago, Bruce Springsteen y tocó una serie de conciertos con Johnny Winter.

Cod: #1786

sábado, 26 de octubre de 2024

Pat Martino - Baiyina (The Clear Evidence) (1968)

¿Jazz psicodélico? La psicodèlia en sus años mozos alcanzó ciertos coqueteos con muchos géneros, entre ellos la electrónica, las vanguardias o la música sinfónica, y también entre ellos el jazz. Aunque en realidad el jazz ya era algo que andaba dando vueltas por ahí en el caldo común de cultivo del hipismo: como música predilecta de la generación Beat, como un elemento no tan primordial como el rock para el movimiento pero si en ebullición en la época y por ende siendo parte de las miras de muchos jóvenes rockeros del momento, y como una de las tantas decantaciones hacia donde fluyeron los experimentos e influencias que propició la psicodelia. El término ‘’jazz psicodélico’’ puede ser un slogan más de los tantos existentes dentro de todo este caldo primordial de vanguardias rockeras y experimentos aledaños, pero de alguna manera funciona aceptablemente para poder ilustrar en palabras aquella cosa que fue resultado de músicos de jazz acercándose a la tendencia contracultural, o en todo caso resultado de músicos de rock hippie acercándose al jazz.

Es imposible abarcar en una sola concepción lo que podría entenderse como jazz psicodélico, puesto que muchísimos fueron los experimentos que ocurrieron en este fructífero terreno de amalgamas, fusiones e inventos del cual quedaron un sinfín de grabaciones. Como todo estilo psicodélico, el jazz psicodélico, si es que existió algo como tal, tuvo que beber de la cultura de la generación de la flor para poder entender de qué se trataba esa estirpe multicolor de viajes introspectivos, extensas improvisaciones y acercamiento a culturas milenarias. Muchas veces se dice que el jazz fusión se origina del jazz combinado con el rock, pero generalmente se pasa por alto que cuando comenzó a surgir este fenómeno del fusión, el rock se encontraba en su etapa psicodélica y que por ende la psicodelia jugó un rol importante en dicha evolución del jazz. Aunque este jazz también tenía sus miras, con evoluciones previas desde el free jazz, con el comienzo de jazz espiritual, con la llegada de Ravi Shankar y su influencia y acercamiento a músicos de jazz, etc.

El álbum ‘’Baiyina (The Clear Evidence)’’ publicado en 1968 por Pat Martino se encontró en su aparición discográfica entre medio de todos aquellos fenómenos, y sus sonidos no quedaron atrapados en ningún slogan, sino que en el mismo se experimentó mucho, resaltando especialmente que dos de los cuatro tracks del mismo disco son extensas sesiones de improvisación con secciones internas, sonidos de tanpura (instrumento hindú) de fondo en lo que se refleja la influencia de oriente, y el estirpe psicodélico al cual se intenta y seguramente se logra llegar, con ambientes más que de una instrumentación volátil, áurica, cargada de misterio, búsquedas, misticismo, etc.

Se podría tender un puente entre este disco y su relación con algunos estilos del jazz de vanguardia por venir para la época, tanto con el jazz espiritual y el jazz fusión. Es fácil acceder a la relación de este con sonidos espirituales en jazz posteriores logrados por Alice Coltrane, Phaoroah Sanders o Don Cherry. Por otro lado, las extensas sesiones plagadas de misticismo y experimentos dejan una sensación en el aire como de jazz fusión temprano, el jazz está, y la psicodelia también por lo tanto el rock o al menos la influencia de la cultura de la libre improvisación, el delirio y la búsqueda introspectiva.

El álbum es una suite dividida en cuatro pieza, dos tracks por lado del vinilo original de época de 1968, con Pat Martino en guitarra acompañado por Bobby Rose en la segunda guitarra, Gregory Herbert en alto y flauta, el bajista Richard Davis, el baterista Charlie Persip, Reggie Ferguson en tabla y Balakrishna en tampura. En la portada del disco aparece una inscripción que dice ‘’A psychedelic excursion through the magical mysteries of the Koran’’, con una clara referencia a su acercamiento al Corán, libro sagrado de los musulmanes. 

Las piezas del disco llevan nombres de elementos del Corán, incluyendo instrumentos hindúes que dan una sensación psicodélica muy alta en todo el disco, ya que el tanpura aparece de fondo y a lo largo de todo el sonido del disco, sin embargo esta inclusión del tanpura suena algo anticuada y muchas veces parece descompaginada de los demás instrumentos. Aquí hay drones, instrumentos hindúes, extensas improvisaciones en sesiones de extensión, declaraciones de intereses psicodélicos en un sonido proto fusión que aunque a veces anticuado también por momentos con sensaciones de que se está haciendo algo en buena forma para la época pre fusión y con un carácter bastante personal. Los resultados del disco no fueron abiertamente comerciales, es un trabajo con profundidad y un aparente interés y sentimiento por Martino en atreverse a incluir todos estos elementos en una misma cosa.

Al inicio de su carrera el guitarrista estadounidense Pat Martino trabajó para algunos músicos de jazz como Don Patterson, Jimmy Smith, Jack McDuff o Jimmy McGriff, pero hacia 1966 comenzaría a liderar sus propias sesiones y comenzaría a volcar sus propias visiones en sus lanzamientos solistas. Hacia 1968 aparece también otro disco de Martino de declarada influencia oriental, llamado simplemente ‘’East’’.

Cod: #1780

lunes, 5 de agosto de 2024

Clouds - The Clouds Scrapbook (1968)

He aquí otro artefacto de la era proto progresiva, que inspiró a muchos de los artistas continuadores del progresivo, y continuó demostrando que la extravagancia más pretenciosa de las obras psicodélicas sí podían lograr llegar a buen puerto, incluso consolidándose como una fuerza en su época y llegando a dejar una marca en una era.

Con una colección de inventos, cancines pop, momentos sinfónicos y rock de power trio liderado por órganos, Clouds plantea nuevas formas para la época, con una fórmula que cada vez se estaba intensificando cada vez más en el ambiente y que haría que las bandas del momento desencadenaran los sucesos irreversibles en el desarrollo de la música popular a partir de allí.

Hay una extravagancia que manejan muy bien, cierto delirio, cierto descontento artístico, que los lleva a construir este disco que se sale de muchos estándares cancioneros y ofreces muchas alternativas dentro de la canción popular, que para la época ya tenía una plataforma de aparición magistral dentro de trabajos de culto.

La duración promedio de los temas es corta, por lo que se llega a once tracks en el disco, con una cantidad de propuestas variadas de excelente manufactura compositiva. Hay canciones aquí pero también hay búsquedas de romper con la misma, momentos orquestados, momentos de improvisación, rock pero con ese sonido particular del órgano hammond del momento, baladas, y en general queda esa esencia en el aire de rock proto prog, de obra conceptual, de obra psicodélica compleja y rompedora de pisos, con sus búsquedas innovadoras y sus propuestas que vienen de otros lugares.

Podría ubicarse a Clouds, junto a otros artistas que fueron los encargados de marcar la era psicodélica y hacerla direccionar, gracias a sus inventos discográficos, hacia la era progresiva, con gente como Don Shinn, The Crazy World Of Arthur Brown, The Nice, Renaissance, entre otros. 

La historia de la banda no tuvo un desenlace como pudo tener con otros afortunados y talentosos en la escena inglesa, pero Clouds logró varios títulos y membresías entre la consideración del público y de sus contemporáneos, inspirando a músicos, planteando nuevas e inspiradoras formas, codeándose con Brian Epstein en la primavera de 1967, y llegando a publicar ya en 1968 su primer disco, este álbum conceptual que sería un eslabón importante en la escena inglesa.

Tal vez no lograron el acercamiento a lo masivo, y su historia fue algo incierta, especialmente hacia el final de su corta carrera. Comenzando hacia mediados de los 60s y terminando de separarse hacia 1971. En medio de ello se consolidan como trio, algo power trio peor no de rock pesado sino de un rock fino, de fulguraciones y adelantos para el momento en la escena inglesa y la psicodelia en general.

el grupo tocó mucho en el club Marquee de Londres a finales de los años 60, especialmente hacia principios de 1967, junto a bandas como The Nice, The Syn (posteriormente Yes), Jethro Tull, The Yardbirds y Jimi Hendrix. Un joven David Bowie en su momento escribió un entusiasta artículo de periódico sobre la banda, del que se puede encontrar un facsímil en el sitio web de la banda.

Cod: #1775

domingo, 30 de junio de 2024

Chrysalis - Definition (1968)

Uno de los aspectos determinantes de los procesos evolutivos que aportó la era psicodélica a la cultura popular fue la producción de ‘’grandes álbumes’’, ‘’grandes producciones’’, discos que más que discos era auténticas obras con piezas de culto en su interior, lo que hizo que se instaurara en el inconsciente creativo de los músicos la idea de querer producir grandes discos, de tener la ambición de hacer algo coherente, que esté unido bajo un mismo motivo y sea en su conjunto una gran pieza musical. The Beatles ayudaron en gran medida a la aceleración de la instauración de esta idea en la noción de los músicos y bandas creadoras, especialmente tras la publicación de su Sgt. Pepper's Lonely Hearts Club Band de 1967, disco inspirado a su vez por otra gran obra innovadora como lo fue de Pet Sounds de 1966 por The Beach Boys.

Ahora ya no se publicaban disco como una serie o lista de canciones, sino que muchos tuvieron la ambición de intentar crear una obra en su conjunto que marcara una época o que dejara gran influencia, o por lo menos que sea algo enorme y muy creativo. Esto a su vez se intensificó debido a la noción mucho más creativa y profunda que manejaban los músicos y bandas del momento, lo que hizo que de pronto, bandas que eran poco conocidas sacaran de la manga obras impresionantes, algunas recordadas y algunas otras, muchas, aun hoy poco valoradas. La persecución de crear una obra musical enorme, creó el fenómeno de la aparición de algunos álbumes que eran muy creativos pero que no necesariamente llamaban la atención del público. 

Muchas veces no va de la mano ese fenómeno, generalmente cuanto más se sale de lo convencional y se busca la perfección musical es cuanto más se aleja de los gustos populares, lo que hace que obras fulgurantes en lo creativo queden en un segundo plano en tanto a la memoria popular. Pocos fueron los que lograron conjugar vanguardias con popularidad masiva, como The Beatles, lo que no le quita merito a los álbumes creativos y no populares, tal vez sea todo lo contrario.

Hay ejemplos varios de este fenómeno de álbumes con producciones innovadoras pero olvidados en el tiempo, desde obras como: ‘’Puzzle’’ de 1969 por The Mandrake Memorial, ''Song Cycle’’ de 1968 por Van Dyke Parks, ‘’Rainbow’’ de 1968 por Bobby Callender, entre otros. Y además, aunque The Beatles tengan en su haber el mérito de traer las vanguardias al campo de lo popular, fue el mismísimo George Harrison que con su ‘’Wonderwall Music’’, de 1968, sufrió el mismo efecto de olvido de la consideración popular, e incluso hoy en día sigue habiendo personas que creen que el primer álbum solita de Harrison es ‘’All Things Must Pass’’, ignorando los dos primeros álbumes en solitario que publicó este músico, seguramente por las extravagancias sonora que presentaban los mismos.

Pues bien, tenemos en el álbum ‘’Definition’’ de 1968 por Chrysalis, otro de esos ejemplos de obras maestras poco valoradas que cuentan en su haber una producion asombrosa y una lista de temas memorables. Este trabajo cuenta con una muy pulida producción, en tanto a composición, instrumentación, armado, trabajo de estudio y arreglos vocales, es un disco exquisito que da placer escuchar, con el nivel de las canciones que no se vuelcan a un sinfín de tracks sin razón, esta es una selección de pieza finas, canciones significativas, que evocan emociones y generan placer por su delicadeza y la forma en que la banda se evoca casi devocionalmente a su ejecución, la producción sonora es ejemplo de esto.

Las canciones son emotivas, algunas baladas, otras más frenéticas, en realidad hay muchos inventos y la álgida producción con que cuentan las mismas hace de este disco una aventura de descubrimiento, no por tierras desconocidas, sino por una lista de composiciones muy bien arregladas en la que da gusto inmiscuirse. La propuesta música es muy amplia, desde rock, baladas, pop, y aunque utilizan elementos ya conocidos, y aunque hay diversidad en los sonidos, aun así pareciera que todo estuviera unido bajo un halo único que unifica la propuesta en una sola cosa.

Parece ser un disco hippie pero no hay tanto de lo psicodélico como se esperaría en cuanto a guitarras sucias y solos infernales de ultratumba, tal vez lo psicodélico llega desde lo esmerada de la producción, que hace que sea un disco de época con esas clásicas brillantes producciones y esa búsqueda de hacer una gran obra en vez de un disco solo con canciones, por lo que lo psicodélico llega con eso, con arreglos de todo tipo y muy bien planteados, desde órganos, o pianos, o guitarras acústicas y no solo eléctricas, momentos de guitarras distorsionadas pero no es su totalidad, detalles entre intros y partes, variedad de ritmos, fusiones, proto eclecticismo, y una lista de temas que deja en el aire un sabor de que muchas cosas ocurren y que muchas de esas cosas son variadas y tienen mucho para decir aunque el idioma cantado de las letras nos impida terminar de entender del todo lo que ocurre desde la lírica.

Chrysalis fue un colorido quinteto de Ithaca, Nueva York, que incursionó en todo, desde el folk, el rock y el jazz hasta la música de Oriente Medio. El grupo al momento de la grabación estaba compuesto por J. Spider Barbour en bajo, guitarra y voz, Ralph Kotkov en teclados y voz, Dahaud Elias Shaar en percusión, Paul Album en bajo y voz, Jon Sabin en guitarra, mandolina y voz, y Nancy Nairn en voz. Frank Zappa, que defendió a Chrysalis como "un grupo que aún no ha destruido tu mente", fue el primero en ser invitado a producir el disco, pero estaba en medio de una amarga disputa contractual con MGM/Verve. Al final, ‘’Definition’’ pasó por numerosos equipos de producción que se marcharon por diversas razones (ninguna relacionada con la música o los músicos), lo que hace que sea aún más curioso que suene tan definido y cohesionado. 

La lista de temas del disco es amplia y ofrece una buena variedad de inventos muy bien producidos siempre dentro de la canción. Todo el disco es brillante, aunque tal vez lo más consistente se encuentre hacia el comienzo de la lista. Toda la producción del disco unifica al sonido en una misma cosa, pero los primeros cinco temas del disco gozan de una belleza musical única, entre arreglos de viento y cuerda, arreglos de piano, baladas profundas y búsquedas eclécticas en los ritmos, una belleza de escuchar. El resto de pieza seguramente cuenta con esa virtud también, ya no tanto con canciones memorables sino con algunos inventos también entre eclecticismo, apareciendo algo de sátira y humor, algo de psicodelia e inventos aledaños que completan al disco y lo hacen más profundo aun.

El líder del grupo, Spider Barbour, había participado en los discos ‘’We're Only in It for the Money’’ y ‘’Lumpy Gravy’’ de Frank Zappa,  trayendo de estas experiencias con The Mothers of Invention muchas ideas innovadoras, o elementos que toma prestados como la zatira, para aportarlas como nuevas estéticas al disco de Chrysalis, de ahí nótese el eclecticismo y algunos delirios, zatiras y humor, arreglos atípicos, momentos fuera de lugar, o juego con los ritmoes, que suelen aparecer en este trabajo y que tras conocerse su vínculo con las idas de Frank Zappa todo recobra sentido y tiene una razón del porque existe esa influencia.

‘’Definition’’ es tan amplio como podría serlo, la diversidad de canciones es notoria y toda la propuesta, que está sumida bajo una cohesión de producción, es muy amplia, por lo que mucho puede ser encontrado dentro de este disco. La influencia del Sgt Pepper's está presente, en esa búsqueda de obra con una enorme producción que presenta una lista de composiciones variadas e hipnóticas. Frank Zappa estaba fascinado con este grupo neoyorquino, y fue invitado a producir el disco, pero como estaba en una disputa legal contra MGM, se abstuvo. Lo mismo le ocurrió a Joshua Rifkin, y finalmente fue Jim Friedman, compositor de Judy Collins y Shawn Philipps, quien se mantuvo al mando.

Chrysalis se disolvió en 1970 y casi todos sus miembros se alejaron de la música. Dejando solamente a ‘’Definition’’ como único álbum publicado, y habiendo un potencial segundo álbum a publicarse pero que solo quedó como un demo con un puñado de temas nomas. ‘’Definition’’ pasa a ocupar las lista de joyas perdidas e infravaloradas. Esto depende de los gustos musicales, pero sí vale reconocer que grandes cosas ocurren en la creación y producción de estas canciones, con influencia de los delirios de Frank Zappa, y con baladas folk-pop arregladas con vientos y cuerdas, momentos eclécticos, psicodélicas, melodías memorables, una belleza pocas veces vista, o que se puede encontrar solamente en pocas obras de producciones de imaginería y adelanto.

Cod: #1768

lunes, 8 de abril de 2024

Ultimate Spinach - Ultimate Spinach (1968)

Ultimate Spinach fue una de las bandas más importantes de la escena psicodélica de Boston, probablemente junto a otras bandas como Orpheus y Beacon Street Union, o por lo menos de los más representativos de esta escena psicodélica. El Bosstown Sound fue un término comercial que intentaba englobar al pequeño auge de bandas de rock psicodélico en torno a la escena musical de la ciudad de Boston, y que a su vez se intentó usar para competir contra la escena psicodélica de San Francisco.

Pese a el revuelo del "Bosstown Sound" anticipó mucho éxito, y durante un breve período logró cierto éxito, la escena finalmente no logró registrarse a nivel nacional porque se consideraba que los grupos eran demasiado similares a las bandas de San Francisco. Más allá de ser una movida comercial de empresarios, el fenómeno fue una buena oportunidad para que las bandas locales obtuvieras algún desarrollo, conciertos en vivo, grabación de disco y algo de notoriedad nacional.

Ultimate Spinach es formó en 1967 en la escena de Boston, Massachusetts, que se formó en 1967. Si bien el grupo gozó de corto tiempo de vida, aun así, supieron dejar tres álbumes muy interesantes. La carrera más formal del grupo comenzó cuando firmaron contrato con el empresario de Boston Alan Lorber, quien fue quien produjo sus tres álbumes de estudio publicados en su corta bien.

Cargados con toda la dosis del momento en cuanto a existencialismo acido, lisérgica, experimentación psicodélica, rock acido, solos de guitarra y mucha lirica poética muy a lo hippie, Ultimate Spinach presenta su primer disco, el homónimo ‘’Ultimate Spinach’’ de 1968.

El trabajo es correcto, no extremadamente consistente, con canciones bien logradas y esmerada producción, una psicodelia suave con guitarras acidas, órganos, algo de blues, ritmos dinámicos y buenos atascos que no logran ser un clásico de época, pero sí son un gran logro para la escena Boston y un sonido divertido.

Algo característico Ultimate Spinach, o por lo menos de este primer disco de ellos, es que gozan de una visión psicodelia esmerada en cuanto a la producción musical respecta. Algunos momentos del disco son memorables en cuanto a esto, desde el ‘’Sacrifice Of The Moon (In Four Parts)’’, siendo una pieza instrumental dividida en cuatro partes, un buen trip conceptual y lisérgico que vale la pena rescatar. 

Otro momento del disco es ‘’(Ballad Of) The Hip Death Goddess’’, una ballada bastante acida y que además contiene una sesión de improvisación interna que vuelve a la canción una pieza de ocho minutos plaga de sonidos, efectos, solos de guitarra y otros momentums psicodélicos deliciosos. También destaca los interesantes ‘’Baroque #1’’ y ‘’Pamela’’ que le dan más aires frescos y lisérgicos al disco, y enriquecen la experiencia psicodélica de la propuesta, salvándola del decaimiento.

Y aunque el disco no trata de un clásico ulterior de la psicodélia de la época, de todas formas, es un disco bien conocido por los psiconautas amantes de la psicodelia norteamericana y global, siempre algún disco o canción de la banda hay dando vueltas entre colecciones y selecciones y cualquiera iniciado en la música psicodélica de la época los puede llegar a conocer.

Cod: #1761

sábado, 6 de abril de 2024

Laghonia - Glue (1968)

En 1968 Perú hizo de las suyas con este aporte al desarrollo del rock y la psicodelia latinoamericana. El lanzamiento ‘’Glue‘’, de 1968, por la banda peruana Laghonia, se encuentra en una época temprana en la que muchas cosas en el rock de Latinoamérica todavía estaban por suceder. La banda surge hacia 1965 bajo el nombre de New Juggler Sound, grupo fundado por los hermanos Saúl y Manuel Cornejo, pero que pronto cambiaria su nombre al de Laghonia, incluyendo un órgano hammond en su formación. 

Tras el lanzamiento de algunos simples por parte del grupo cuando aún funcionaban como New Juggler Sound, publican su debut discográfico formal en 1968 ya como Laghonia y bajo el sello discográfico ‘’MAG’’. Este trabajo es una gema del rock peruano, un emprendimiento de rock psicodélico a lo hippie, con temas de rock estándar, ritmos pegadizos, e inclusiones instrumentales fundamentales para su sonido que provienen, primero de guitarras fuzz distorsionadas que rigen con una fuerza cruda y dura, y segundo con la inclusión de un órgano hammond que hace que el sonido se revitalice, reimprimiendo mayor poderío en las interpretaciones. Pocas bandas de la época en Latinoamérica utilizaban ya un hammond B2.

Algunos elementos como agregados de percusiones típicas pueden verse en el disco, como el tema ‘’Billy Morsa’’, buena canción, con un riff y ritmos que llevan un aire rustico y oscuro, siendo la guitarra eléctrica y sus punteos distorsionados ese otro elemento que da al tema, y a muchos otros momentos del trabajo, esa sonoridad proveniente de lo oscuro del under peruano. En general parece un disco sombrío, correcto, pero con elementos que lo sumergen en cavernas rockeras, melancólicas y con mucho que decir desde la instrumentación, ese carácter de oscuridad parece una de sus mayores virtudes.

Pese a tener letras aun en inglés y algunos estándares del rock de la época, el disco tiene una buena personalidad y en general es muy disfrutable. Se dice que el segundo disco del grupo, ‘’Etcetera’’ de 1971, posee un concepto más maduro y elaborado, pero haciendo foco en el debut del grupo, es un gran sonido para el año en que se publicó y posee temas memorables, entre ‘’Neighbor’’, ‘’Billy Morsa’’, y la pegadiza ‘’My Love’’ con su melancolía y su preponderancia de hammonds que dan cierre a la composición.

El sonido del disco cuenta con una clara influencia extranjera, muchas veces los atascos recuerdan a bandas del rock inglés, como The Yardbirds, también la inclusión de solos de guitarra recuerda a la experiencia de Hendrix, Cream, o también se dice hay algo de Santana aquí dando vueltas.

Aunque aun, así y todo, el grupo sabe manejarse perfectamente entre el rock, el pop y la psicodelia, con variedad de ritmos y variedad de intensidades instrumentales. La aparición del órgano hammond es preponderante cada vez que toma lugar en el sonido, aunque no lo hace en todas las canciones, ofreciendo una buena oportunidad para que el grupo se luzca en otra facetas instrumentales y percusivas. Sin bien no es un disco predominantemente de riffs, la guitarra eléctrica aun así tiene un lugar importante aportando muy buenos solos.

Para esta grabación la banda estaba formada por Saul Cornejo en guitarra y voz, Manuel Cornejo en batería, Eddy Zaraus en bajo, David Levane en guitarra y voz, Carlos Salom en órgano y Alex Abad en percusión. El próximo lanzamiento del grupo fue el homónimo ‘’Laghonia’’ de 1971, este junto a su disco debut, ‘’Glue’’ de 1968, forman parte importante de la historia del rock peruano y son hitos del rock latinoamericano.

Mientras grababan su último álbum ‘’Etcetera’’, Eddy y Alex dejaron la banda para emprender un viaje espiritual. Así terminaron el disco Manuel, Saúl, Carlos y David, pero al poco tiempo la banda se separó. Tras el colapso del grupo, Los hermanos Cornejo y Carlos Salom formaron posteriormente We All Together. 

Laghonia es uno de los grupos más emblemáticos del rock peruano de la época, formando parte de la primera época del rock de su país, junto a otros grupos peruanos como Traffic Sound, Pax, Telegraph Avenue, El Alamo, o We All Together. La historia del grupo continuaría hacia otra direcciones, pero este debut discográfico hace la delicia psicodélica pesada y cavernosa que cuenta con su lugar en la historia y que no debe de ser ignorado.

Cod: #1760

viernes, 2 de febrero de 2024

Bit 'A Sweet - Hypnotic 1 (1968)

De los bajos de la escena neoyorkina surge Bit 'A Sweet, un fugaz proyecto compuesto por el tecladista Dennis DeRespino, el baterista Russell Leslie, el bajista Mitch London y el guitarrista Jack Mieczkowski, y con la mente impulsora de Steve Duboff en el trasfondo del sonido. 

En 1967 al grupo publica su primer simple con MGM y debuta con el sencillo firmada con MGM, la banda debutó con el sencillo de 1967  ''Out of Sight Out of Mind'' y ''Is It On - Is It Off?. Uno de los logros de este simple es haber aparecido su música en la película psychploitation ‘’Blonde On a Bum Trip’’ de Raf Mauro. Además de que la banda tuvo un cameo en la película tocando ''Out of Sight Out of Mind'' en la escena de un club.

El único álbum del grupo, ''Hypnotic 1''. fue lanzado en mayo de 1968, una agradable mezcla de pop psicodélico con un carácter general alegre, temas llevaderos y que conducen hacia una buena variedad de propuestas dentro de un pop/rock psicodélico rico en melodías pegadizas y enriquecido con buenas composiciones. 

Steve Duboff (que también trabajó con The Cowsills, The Monkees, The Insect Trust y otros) es el encargado de la producción de las canciones y ese es otro campo en el que se destaca el disco, en su esmerada producción de estudio con la que cuenta, un sonido bellamente producido para funcionar con interesantes detalles, llegando a aparecer sitares, arreglos de cuerda, efectos electrónicos tempranos, arreglos corales, introducciones/conclusiones, etc.

Es un trabajo de rock pero edulcorado con una dosis predominante de psicodelia popera bastante pegadiza que abraza la producción y la vuelve agradable al oído sin caer necesariamente en ningún cliché, es más, la producción hace que el sonido se acerque a aires de experimentación y psicodelia propiamente dicha.

El carácter de las composiciones y la forma en la que encararon los ritmos vuelve al sonido con una buena dosis de groove alegre y pegadizo, ya que muchos de los temas cuentan con este carácter y se vuelven fáciles de bailar (siempre al estilo de la época) y fáciles de tararear. Una tarea bien lograda y un groove general que se vuelve un gran acierto, temas como ‘’How can I make you see’’ dan cuenta de ello.

Las canciones no defraudan en ningún momento, son cortes pegadizos que destacan por su buen sonido de época, buena ornamentación, un trabajo entretenido de escuchar en su mayoría. Algunos acercamientos a la lisergia con temas como ‘’With Love’’, que cuenta con voces alteradas y sonidos ácidos, un corte pop digno de grandes bandas. ‘’Speak Softly’’ otro corte que llama la atención, con arreglos corales y de cuerdas, abre el disco con justicia. Sumado a esto la versión movida que hacen de ‘’If I needed Someone’’ que se complementa en el disco de manera indicada.

El disco no tuvo grandes éxitos en las listas de la época ni en ventas por lo que el grupo pronto se separaría, pero el trabajo debió conocer mejor suerte, con muy buenas composiciones y buena producción todo en gran medida por Steve Duboff, un trabajo que podría hipnotizar y llamar la atención de inmediato a cualquier amante de la psicodelia de la época. Y si buscan psicodelia escuchen el tema del disco ‘’A Second Time’’.

Es disco da por tierra a muchos trabajos de ‘’mayor porte popular’’, y que lamentablemente no contó con el éxito que debió contar, otra perla más de la psicodelia de la época que siempre sorprende con grandes producciones y sonidos de vanguardia. Esta época marcó la escucha de muchas generaciones y estableció un estándar de composición e imaginación muy alto que debió ser respondido por las siguientes generaciones con obras mucho más desafiantes, para responder a ese desafío artístico de sus antecesores de la contracultura.

Cod: #1756

lunes, 22 de enero de 2024

101 Strings - Astro Sounds From Beyond The Year 2000 (1969)

Cuando un emprendimiento artístico se desarrolla a lo largo de varios años y su carrera discográfica suele alcanzar la era psicodélica en su camino, se puede apreciar ese fenómeno de que debían volverse hacia las tendencias para vender, por las portadas multicolores que debían presentar en sus publicaciones de por aquellos años. En realidad, para que una propuesta musical tenga éxito comercial asegurado debe, aunque no excepcionalmente y ni en todos los casos ocurre esto, procurar estar bien adaptada a los tiempos que corren, por lo que la propuesta de esta orquesta siempre estuvo entre los moods de tendencia. Hasta que llegaron a la era psicodélica y no tuvieron mas remedio que agregar a su sonido tradicional algunos otros elementos como baterías, ritmos de rock, guitarras distorsionadas y demás elementos del momento.

Estaban ubicados en la era de la carrera espacial y las luchas de los poderes por demostrar quien supuestamente llegaba más lejos con sus cohetes en el espacio, esto repercutió en la cultura musical ya desde los años 50s con algunos discos de lounge e easy listening de tipo ‘‘Music In Orbit’’ de 1958 o ‘’Fantastica: Music From Outer Space’’ también de 1958, broma que afortunadamente terminó transmutándose en la música cósmica de krautrock o hacia la rama espacial del rock progresivo, entre otros.

En el medio de todo ello estuvo la corriente del easy listening que luchó por sobrevivir durante algunos años más, durante la psicodelia y las búsquedas cool de la música moderna, con motocicletas con forma de cafetera y la mediocridad de la vida moderna reformada para seguir vendiendo. A todo esto, la música de fácil escucha también fue importante para este fenómeno, la corriente maistream de la moral tuvo que teñirse de multicolor para sobrevivir (justo exactamente como hoy en día ocurre), apareciendo experimentos como estos en los que las ultimas orquestas del genero hicieron de las suyas.

‘’Astro Sounds From Beyond The Year 2000’’ de1969 es otro de los intentos psicodélicos de la orquesta de easy listening 101 Strings, siendo ‘’Sounds Of Today’’ de 1967 el aparente primer intento hacia esos lugares. Las propuestas de la orquesta generalmente trataban de reinterpretaciones de éxitos populares en refritos easy listening. Es ‘’Sounds Of Today’’ hicieron lo susodicho con todos éxitos de rock de la época, y en este disco ‘’Astro Sounds From Beyond The Year 2000’’ en principio parecieran presentar versiones de autoría propia.

En realidad, no parece que hubieran vendido mucho con este disco ni que les hubiera significado un gran negocio, pero es ahí donde se puede encontrar la acepción y dar lugar a algunos sonidos que, aunque en modos de muy fácil escucha, están teñidos con algunos elementos psicodélicos, orquestación y algo de experimentación, fenómenos de los que a veces suelen brotar fusiones o inventos interesantes. Es música fácil de encarar, con ritmos percusivos siempre constantes y por ende llevaderos, arreglos de cuerda característicos de la orquesta, pero adaptados para funcionar en un formato de rock, por lo que tiene algún merito por haber usado toda una orquesta y no un mellotrón emulándola. 

Toda la producción musical del disco es fácil, de fácil escucha, orquestada en su totalidad, con moods y propuestas sencillas de no más de un par de minutos cada track, con baterías, algunas guitarras, sonidos que buscaban ser más tendencia que la tendencia misma, y tal vez no lo lograron en ventas, pero la pretensión está propuesta en el disco y hay varias cosas que suenan interesantes. No termina de haber una exploración hacia algún terreno particular en lo que la extensión pudiera significar, son solo un puñado de piezas concisas y al pie, cortas y tan pretenciosas como el par de minutos por canción les pueda permitir.

Un detalle, detrás de este lanzamiento estuvo el sello ‘’Alshire’’ que publicó ese mismo año el disco homónimo ‘’The Animated Egg’’, con una banda llamada de la misma manera y habiendo sido creada para funcionar como proyecto de estudio que buscaba inmiscuirse en la psicodelia y obtener réditos comerciales de ello. Lo particular de esta anécdota es que, siendo un sello casi dedicado a la búsqueda comercial per se, las piezas que aparecen en ‘’Astro Sounds From Beyond The Year 2000’’ suenan muy similares a los nombrados amigos de Animated Egg, de hecho, son exactamente las mismas, pero recreadas en una suerte de sampleo con recortes y reimpresión de arreglos de cuerda de la orquesta encima. 

El intento de psicodelia, combinado con algunos sonidos experimentales, junto con el sonido de una orquesta, da un resultado final interesante y que aún hoy en día suele agradar a mucha gente, especialmente amantes de la psicodelia. En realidad, se trata de un refrito de una producción del mismo sello discográfico, retocado con grabaciones de la orquesta para reformularla y proponer algún tipo de ‘’nuevo sonido’’ o ‘’sonido moderno’’. Un invento al que alguien le pareció que a los oyentes de la orquesta estarían listos para dirigirse hacia ese nuevo camino moderno para la época, el invento está y hay cosas interesante aquí para escuchar.

Cod: #1755

domingo, 15 de octubre de 2023

The Holy Ghost Reception Committee #9 - Songs for Liturgical Worship (1968)

Otra interesante perla dentro de lo que es la psicodelia rock cristiana es el material que en su época publicó la agrupación de The Holy Ghost Reception Committee #9. Este quinteto psicodélico cristiano fue una creación de Anthony Myers, un maestro de la Escuela Secundaria Regis de la ciudad de Nueva York, asignado alrededor de 1967 para trabajar con estudiantes para escribir e interpretar canciones de mentalidad contemporánea que pudieran tocarse en Misa. Estudiantes de entre 15 y 16 años fueron alentados y reunidos por Meyer para realizar este proyecto quien reunió a un grupo de músicos provenientes de la escuela: Dennis Blair en bajo, Bob Kearney en guitarra, Mark Puleo en guitarra solista y Larry Johnsen en bajo y órgano. Todas las canciones son originales, pero muchas fueron escritas por estudiantes que no estaban en la banda real. El hecho de que los compositores e intérpretes tengan sólo 15 y 16 años aumenta la maravilla de lo que han logrado.  

El proyecto tuvo éxito y Myers consiguió un contrato de grabación con la editorial ecuménica Paulist Press, y en 1968 el grupo pudo publicar su primer LP. Este primer del grupo se llama ‘’Songs for Liturgical Worship’’, y es exactamente de eso de lo que se trata, música religiosa creada para evangelizar y llevar un mensaje religioso. Este fenómeno litúrgico se suma al ya sentido místico de la psicodelia, por lo que es resultado termina siendo una música con un aura mística propia y prístina, a lo cual hay que sumar el regular resultado de grabación devenido de condiciones en las que fue grabado el material originalmente, dando ese toque de bajo sonido garagero, con algunas canciones pegadizas, y un acercamiento sutil a la psicodelia con el agregado de algunos elementos particulares como algunos sonidos de instrumentos como los órganos, algún que otro efecto agregado, o la calidad general del sonido.

La calidad de las canciones es acertada, no necesariamente una joya perdida o una obra maestra, pero es una pieza interesante para tener en la colección de la ‘’Xian Psych’’ con letras que aunque sean en ingles denotan inmediatamente sus intenciones religiosas, hablando sobre la fe, la verdad y la salvación, y que a la vez, sorprendentemente, hacen referencias inesperadas a Vietnam, el racismo, los derechos civiles y otros temas de protesta popular de la década de 1960. Se mencionan el LSD, el napalm y el KKK. 

Musicalmente se trata de una música rock suave pero oscura, con trazas de folk rock, pop, y rock garagero sesentero. Algunas de las canciones son rockeras y otras tienen un sonido más introspectivo. Las guitarras eléctricas y el bajo lideran el camino, con un toque de teclados y percusión. 

Se dice que supuestamente estos jóvenes probaron alucinógenos y gustaban de la música de los Beatles, lo cual tiene cierto sentido, algunos títulos de canciones y letras son bastante delirantes, y ni hablar de la portada que es un ponche acido que invita al delirio. Si la misión religiosa es captar la atención de la gente, especialmente de los jóvenes, y tratar de que se sumen a su causa, una buena manera de llevarlo a cabo en aquella era época producir una música ‘’contemporánea’’, y la música moderna del momento era el rock y la psicodelia. 

Así nacieron todos los experimentos de estos grupos y sus respectivos lanzamientos discográficos, como un intento de evangelizar, tratando de captar la atención de los jóvenes con un sonido seductor para el gusto del momento. Podría criticarse esta acción de obsecuente pero lo cierto es que de todos estos discos generalmente han quedado artefactos interesantes, experimentos oscuros, y búsquedas cancioneras con interesantes creaciones melódicas.

En 1969, tras el lanzamiento del segundo disco, "The Torchbearers", el grupo se disolvió. En general, tenemos dos álbumes creados en las mejores tradiciones psicodélicas de finales de los años 60, con un sonido único y letras profundas, que no pueden dejar de sorprender, considerando la edad de los músicos entre 16 y 18 años. Quizás no se trate de obras maestras pero las circunstancias envueltas en las creación de los mismos y la peculiaridad entre la fusión entre psicodelia y cristianismo hace que estos discos sea curiosidades muy interesantes.

Cod: #1752

jueves, 9 de marzo de 2023

St. Pius X Seminary Choir - Each One Heard in His Own Language About the Marvels of God (1968)

Dentro de la psicodelia hubo una ínfima pero muy interesante rama religiosa y artística de bandas que, sumadas al género de lo ya delirante y místico, incursionaron además incluyendo en ello sus visiones y sus predicas de lo religioso, o básicamente música religiosa. En realidad, en sí misma la psicodelia ya es mística, con sus inquietudes en la búsqueda de lo sagrado o religioso, incluso en la época había sacerdotes hippies o la psicodelia misma era considerada por los hippies más radicales como un religión que buscaba, a través del uso de alucinógenos, encontrar a dios. Pero fue un selecto grupo de experimentos irrepetibles y bandas fugaces durante la década de los 60 y 70 que crearon esa psicodelia religiosa que con los años se denominó ‘’Xian Psych’’, tratándose de generalmente grupos de artistas relacionados a alguna religión o directamente jóvenes predicadores de alguna religión que volcaron todas sus intenciones religiosas y morales en la psicodelia, el rock y la música en sí.

Hay muchos ejemplos, que funcionaban en los círculos under de la época, manifestándose desde el rock y la psicodelia, música con forma de canciones generalmente sencillas técnicamente, con letras devenidas en predicas religiosas, peor siendo muchas veces experimentos muy interesantes que exigen un acercamiento con una mente desprejuiciada que pueda apreciar este fulgor psicodélico sin caer en el rechazo antes la conexión del disco o la música con alguna religión.

En el caso de St. Pius X Seminary Choir, se trató de un grupo coral dirigido por el reverendo Nicholas Freund, ya ubicados en San Francisco hacia 1968. La partida de Nicholas Freund desde Wisconsin a fines de la década de 1960 rumbo a San Francisco, no solo fue un intento de sumarse a la floreciente escena religiosa de la costa oeste, sino que este hecho implicó un factor importante en su producción musical, ahora su influencia musical principal no era solo lo coral y religioso sino que también tuvo conexiones con la también floreciente escena psicodelia en uno de los puntos hippies por excelencia en los Estados Unidos. Por consiguiente la música del grupo se volvió hacia la psicodelia por añadidura, por obsecuencia, por interés comercial, o por, seguramente, tratar de atraer al público joven hippie al interpretar esos ‘’nuevos sonidos’’ que en aquella época ya habían florecido y era tendencia entre los jóvenes. 

En 1968 publican su album ''Each One Heard in His Own Language About the Marvels of God'', con un portada llamativa y un concepto determinante, y una tirada privada de 600 copias en la etiqueta personalizada de ''Century Records''. El álbum es entretenido, se trata de una interesante colección de canciones que pertenecen a las homilías religiosas típicas, con letras que hablan de las epopeyas de dios y sus enviados en la tierra, canciones muchas veces con formas de predicas que repiten una frase entre medio de alguna otra oración. 

Lo interesante es que ese encuentro con la psicodelia hicieron de esto un interesante experimento, que primero parte desde el folk, la música coral y el góspel, a lo que se le suman los elementos psicodélicos especialmente en la guitarra eléctrica del guitarrista y cantante del grupo Peter Apps, además de unos teclados y baterías que terminan de dar ese gusto psicodélico que tanto vuelve a este sonido como algo interesante y que saca al concepto del disco de ese mero hermetismo religioso.

Otro punto interesante del disco es su comienzo del mismo con dos tracks interesantes. El primero de ellos, con el que comienza el disco, es una pieza puramente coral, solo para voz, que parece sacada de una predica religiosa de alguna iglesia. El segundo track y más interesante aun, es la pieza ‘’Pentecost Sunday’’, en la que el grupo se introduce, solo para esa ocasión, en el vanguardismo, un vanguardismo bastante bien acabado y hasta radical, con un delirio general y la implementación de aplicación electrónicas de corte música concreta creadas por el compositor Dary John Mizelle, una pieza exquisita. Mizelle se instruyó en composición y participó en el New Music Ensemble de la Universidad de California, allí participó en un curso impartido por Karlheinz Stockhausen. Mizelle también es miembro fundador de la revista SOURCE Music of the Avant Garde.

En realidad Nicholas Freund ya había dirigido un disco llamado ‘’Sing To The Lord A New Song’’ hacia 1968, con probablemente algunos de los mismos integrantes del grupo coral, grabado en vivo en 1967 en la iglesia presbiteriana Westminster, en Sacramento, California. Luego grabarían el citado segundo disco ‘’Each One Heard in His Own Language About the Marvels of God’’ de 1968. También Freund dirigiría y produciría otro álbum más dentro de la música religiosa hippie, denominado ‘’Montgomery Chapel’’ por el entonces grupo The Search Party en 1969.

Cod: #1720

martes, 24 de enero de 2023

The Electric Prunes - Mass In F Minor (1968)

Aquí va la segunda entrega de la seccion de discos conceptualizados en Misa Catolica, generalmente albumes conceptuales y/o experimentales que tomaron el formado musica de la misa para recrear sus miras y explayarse hacia trabajos de innovacion y tal vez fervor. Esta vez trata del album ''Mass In F Minor'' de 1968 por la banda The Electric Prunes:

El trasfondo del extraño giro de los eventos que llevaron al álbum ‘’Mass in F Minor’’ de 1968 de The Electric Prunes necesita una conceptualización y tiene una historia por detrás. El LP anterior de The Prunes, ‘’Underground’’, había sido la representación más precisa de su creciente visión psicodélica experimental, particularmente cuando escribieron la mayor parte del material. Sin embargo, no se vendió demasiado bien ni produjo un sencillo exitoso. El productor que había firmado al grupo con su productora independiente, Dave Hassinger, no estaba tan interesado en la experimentación como sí lo estaba en los discos comerciales. Con el manager de The Electric Prunes, Lenny Poncher y el arreglista David Axelrod, se tramó una nueva estrategia en la que Axelrod escribiría y arreglaría un álbum que combinara música clásica, el tipo de voz gregoriana que se escucha en alguna música religiosa y psicodelia de freack-out. Se cantaría íntegramente en latín, nada menos.

Es dudoso si The Electric Prunes eran la banda adecuada para el experimento. Según memorias de los músicos ellos mismos no se terminaban de encontrar ni encajar en la propuesta sinfónica de Axelrod, según dicen estaban lentos para una propuesta tan intrépida, además del hecho de que solo el bajista de la banda podía leer música, lo que dificultaba aún más la grabación del trabajo. Como consecuencia, los miembros de un grupo canadiense, The Collectors (más tarde pasaron a llamarse Chilliwack), fueron reclutados para ayudar a completar a grabar el álbum, aunque Lowe hizo todas las voces principales, y Tulin y el baterista Quint de The Prunes tocan en cada pista. (El ingeniero Richie Podolor también ayudó con la guitarra).

 "Me gusta y respeto a Dave Axelrod", comenta el bajista de la banda, Tulin. "Creo que es un músico brillante y ayudó enormemente a expandir mi conocimiento musical. Sin embargo, él no era nosotros. Éramos una ‘’entidad conocida’’ conectada a un concepto externo, un medio para el fin de otra persona. El problema era que éramos un banda, no un producto artificial inorgánico que pueda manipularse a voluntad". A pesar de las diferencias, el disco es una curiosidad psicodélica ingeniosa, poco habitual, saliéndose de muchos cánones de la época y presentando una obra cuasi sinfónica visionaria que presenta una inusual mezcla de guitarras acid rock abrasadoras y canto gregoriano tenue y armonizado. El efecto cuasi-coral se logró haciendo que el cantante Lowe hiciera doble pista a la mayoría de las voces.

Este trabajo está conceptualizado en la temática de una misa católica, con cantos gregorianos típicos, una atmosfera de misticismo ritual y un sonido general que no consiste en canciones estereotípicas sino que se desenvuelve entre pasajes, diversos arreglos instrumentales y orquestales, donde aparecen arreglos corales, elemento que le da mucho más acercamiento aun a una misa religiosa. No es una obra plana, a menudo aparecen los silencios, que se entremezclan a su vez con diversos pasajes con diversos elementos, algunos cambios de intensidad, donde brotan también los atascos psicodélicos típicos con esas guitarras eléctricas acidas y saturadas. Es una obra intrépida y que se distingue del resto de trabajos de la época. 

Para tratarse de una obra que desde el principio se la pensó como una misa-rock conceptual, y para tratarse además de una creación del mismísimo David Axelrod, la obra no presenta un concepto musical tan bien acabado, su masa musical primordial se basa en una combinación de partes corales con cantos gregorianos cantados en latín aunadas a partes con atascos de guitarra eléctrica acida y reverberante; es desde allí, desde ese visión compositiva, donde aparecen algunas salvedades, algunas alteraciones, sub-partes, elementos, intensidades. Otro aspecto llamativo del disco es que es relativamente corto, no alcanza la media hora de duración, es un obra corta y concisa, un corte justo que deja la sensación de querer escuchar más, pese a que sus contextura musical sea algo repetitiva. Aun así, la obra se sale de los estantes conocidos, erigiéndose como una obra conceptual psicodélica, además de ser una obra de corte religioso que combina este elemento con la psicodelia, una misa psicodélica.

La participación de David Axelrod no es un dato menor, este compositor y arreglista estaba surgiendo por esos años y se convertiría en un compositor aclamado, y sería gracias a la participación en la composición de este disco de The Electric Prunes que cobraría algo de notoriedad gracias a la cual obtendría un contrato discográfico como solista; ese mismo año de 1968 publicaría un impresionante debut discográfico, su ‘’Song Of Innocence’’, otro de sus trabajos destacados sería el ‘’ David Axelrod's Rock Interpretation Of Handel's Messiah’’, de 1971.

"Kyrie Eleison" tal vez pueda seleccionarse como el corte destacado del disco, por no contener los típicos arreglos orquestales que están desparramados a lo largo del resto de las pistas; además puede llegar a ser familiar para muchos de los oyentes, por supuesto, a raíz de su inclusión en la banda sonora de la clásica película de la contracultura de 1969 ‘’Easy Rider’’, protagonizada por Dennis Hopper y Peter Fonda. De alguna manera, "Kyrie Eleison" fue rescatada de la oscuridad y utilizada en las escenas justo después de que Fonda y Hopper llegaran a Nueva Orleans para el Mardi Gras, incluido el que visitan un burdel local.

The Electric Prunes se separó en 1968 durante las sesiones de grabación de "Mass in F Minor". El álbum fue completado por Axelrod y el productor Dave Hassinger junto a músicos de sesión y la banda canadiense The Collectors. Un cuarto álbum "Release of an Oath" fue lanzado en 1968, también compuesto y arreglado por David Axelrod, y producido por Dave Hassinger con músicos de sesión proporcionando la música. Esto fue seguido en 1969 por un "Just Good Old Rock and Roll" grabado por un grupo diferente de músicos bajo el nombre de The Improved New Electric Prunes, ya que el nombre era propiedad legal de su productor Dave Hassinger .

Cod: #1485

martes, 17 de enero de 2023

Emil Richards & The Microtonal Blues Band - Journey To Bliss (1968)

Emil Richards tuvo principalmente una carrera como músico de sesión, llegando a tocar con algunos grandes, pero durante sus jóvenes años lanzó algunas gemas que bien vale la pena repasar, entre las que se encuentran el interesante ‘’New Sound Element Stones’’ de 1966, ya revisitado en este blog. Otra de sus curiosidades trata de sus dos lanzamientos publicados con su ‘’The Microtonal Blues Band’’, una banda direccionada hacia el jazz pero con la que también experimentaría de maneras particulares.

‘’Journey To Bliss’’ de 1968 es uno de esos lanzamientos realizados con dicha banda, un experimento de jazz en el que, como el nombre de la banda lo indica, hay envueltas micro tonalidades en el ejercicio del jazz y sus sesiones. Piezas que no consisten generalmente en cambios de acordes o tonalidades sino en sesiones sobre escalas micro tonales, por supuesto con roces vanguardistas y muy adentrado al mundo psicodélico, con ese delirio típico de la música hippie, entre en caos instrumental, lo psicodélico, lo experimental de tal estirpe, con acercamientos a una jug band por lo orgánico de las ejecuciones y ambientes exóticos que recuerdan a momentos de exactamente eso, exótica de los años 50.

El jazz se hace lugar porque los ejecutantes eran músicos de jazz y parten desde esa base, pero las micro tonalidades aplicadas hacen de la música algo que poco a poco se va diferenciando al jazz, con improvisaciones extrañas al oído, un delirio cacofónico con mucha improvisación, sustentado en la instrumentación y fundamentado por un vibráfono que se vuelve el ejecutante líder de las sesiones.

Obviamente el jazz cumple su lugar, hay alguna guitarra improvisando de fondo y aplicando armonías, hay que sesiones que, aunque caóticas, son de un estirpe extrañamente jazzero, igual que el bajo y los teclados que cumplen un rol de jazz. Son algunas aplicaciones que dotan de esa ‘’microtonalidad’’ tan esperada, las ejecuciones ‘’diversas’’ dela banda, el caos generalizado, el vibráfono, etc.

El primer lado del disco está compuesto por una serie de cuatro piezas ‘’sueltas’’ sin tantos significado conector entre sí pero por supuesto funcionando bajo el aura de la micro tonalidad y experimentos similares, cuatro piezas muy disfrutables que funcionan con agilidad, mucha instrumentación, goce jazzero, improvisaciones y caos microtonal. 

El costado psicodélico está presente, desde ya por tratarse de 1968 cuando este no podía faltar, en el caos, el delirio, la experimentación, la búsqueda sonora, los sonidos prototípicos, las búsquedas en improvisaciones, además de que el segundo lado del disco original está conceptualizado en seis partes, en las que aparecen algunas voces que narran epopeyas metafísicas entre la luz y oscuridad, el sol, el ser, la vida y la existencia, típicas inquietudes místicas de los hippies de la época. Estas narraciones son típicas de la tendencia poéticas y el estado de búsqueda de aquella generación que generalmente se envolvía en la poesía y los vanguardismos literarios, sumado a eso la tendencia en hacer trabajos conceptualizados en alguna temática donde solían aparecer narraciones de textos.

Muchas veces las piezas tiene un bueno groove en percusión, son llevaderas y relativamente accesibles para la escucha. Melodías y armonías simpáticas, con dejos de exótica, easy listening, dejos de exotismo tropical, vanguardismo y experimentación.

Hay varios trabajos que Richards dejó de la época, el nombrado  ‘’Journey To Bliss’’ es uno de ellos, entre un par más de gemas interesantes que vale la pena repasar. Emil Richards no tuvo una carrera como solista tan llamativa pero su rol como músico de sesión es de resaltar ya que lo llevó a tocar con los mejores, demostrando que era un percusionista angelado. En 1954 Richards se mudó a la ciudad de Nueva York, donde tocó con Charles Mingus, Ed Shaughnessy y Ed Thigpen mientras hacía grabaciones de estudio para Perry Como, Ray Charles y Mitchell Ayres.

Cod: #1710