Mostrando entradas con la etiqueta Psicodélia Pernambucana. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Psicodélia Pernambucana. Mostrar todas las entradas

jueves, 27 de octubre de 2022

Marconi Notaro - No Sub Reino Dos Metazoários (1973)

El área de Pernambuco, en Brasil, se convirtió con los años en un punto de referencia a revisar dentro de la psicodelia de dicho país, siendo casi una rama dentro de la tropicalia misma, por la considerable cantidad de bandas y discos interesantes que salieron de los artistas que rondaban el área, siendo una dosis de discos como: ‘’Alceu Valença & Geraldo Azevedo’’ de 1972 por Alceu Valença y Geraldo Azevedo, ''Satwa'' de 1973 por Lula Côrtes & Lailson, ''Paêbirú'' de 1975 por Lula Cortes y Zé Ramalho, el homónimo ‘’Flaviola E O Bando Do Sol’’, liderado por Flavio Lira (alias ''Flaviola''). 

Dicha escena estaba liderada por un colectivo de artistas fundado por Lula Côrtes e integrado por pintores, escritores, poetas, filósofos y músicos, entre los que aparecían nombres clave para el quehacer artístico de la región como Zé Ramalho, Marconi Notaro, Zé da Flauta, Lailson, entre otros. El colectivo vivía en una suerte de limbo artístico y espiritual girando en torno al típico espíritu joven de la época, girando en torno a la producción artística, el consumo de alucinógenos, la vida bohemia, las producciones auto gestionadas, el rock y la contracultura, etc, siendo esta escena un oasis en su país debido a la fuerte represión que vivía la cultura local por la dictadura militar que estaban sufriendo en esa época, dictadura que reprimía prácticamente toda la cultura y los medios hasta tal punto que los diarios tenían que poner recetas de cocina en sus portadas ante la incapacidad de poner noticias. La producción del mismo colectivo se vio afectada por esta censura.

Uno de esos artistas, salidos de dicha escena local, sería Marconi Notaro, quien también aportaría un interesante trabajo psicodélico tropicalista, grabado junto a Lula Côrtes y Ramalho, ‘’No Sub Reino Dos Metazoários’’, un artefacto de la psicodelia de la región, con goza de todos los aditivos sonoros de la zona como la especialización acústica en algunas composiciones que aparecen, llegando también a experimentar con efectos y alteraciones de estudio, además de tener una buena dosis de rock, con guitarras eléctricas acidas y buenos solos pesados a lo Jimi Hendrix.

Poco después de grabar el álbum clásico Satwa, Lula volvió al mismo estudio de Recife con su amigo, el poeta de culto y escritor Notaro, para grabar otro álbum igualmente mágico. Este trabajo es fruto de esa sociedad artística, en la que Notaro vuelca sus canciones melosas, aunque también por momento movidas, instrumentadas de forma generalmente acústica, en una mezcla con ritmos folk con tintes tropicales y bossa nova.

Muchas veces el sonido de eleva hacia la psicodelia lisérgica y hacia la espiritualidad, más elementos de la era hippie y que por supuesto también estarían rondando en la onda de los artistas del lugar. Las incursione acústicas dan lugar a que el sonido se volatilice y se sumerja sutilmente hacia ambientes pastorales, con acompañamientos percusivos y aires de bosque y hadas.

La música se eleva por exóticos experimentos eléctricos y efectos de estudio que induce al viaje lisérgico, efecto que es además incrementado por la implementación de aires de la música hindú, por lo que tenemos una buena dosis de psicodelia pura, ambientes de divague, lisérgia, y trance, seguramente ejecutados bajo la producción del mismo Lula Côrtes, quien ya había experimentado con sonidos acústicos y parece revivirlos en este disco, expandiendo su magia hacia otros lugares sonoros.

Algunas de las pistas no gozan de la mejor calidad, perdiéndose el sonido en efectos medianamente logrados y calidad de grabaciones regulares. Aquí hay rock, folk, psicodelia y elementos de música hindú, de ello sale una buena mezcla que no puede faltar en la biblioteca de la tropicalia y en los oídos de los interesados por el hipismo brasilero. Marconi falleció en el año 2000, habiendo vivido una vida en las sombras incluso en su propia ciudad, aunque habiendo dejado siete libros de poesía publicados y este interesante disco tropicalista-pernambucano.

Cod: #1697

domingo, 12 de diciembre de 2021

Flaviola E O Bando Do Sol - Flaviola E O Bando Do Sol (1976)

La escena psicodélica pernambucana, en el Brasil de los años 70s, dio frutos muy ricos en el género, con algunos discos que ilustran el quehacer folk de la región, y marcan un punto de referencia para la música psicodélica dentro del tropicalismo en todo su país. Entre los discos destacados de la región aparecen algunos ejemplos como ‘’Alceu Valença & Geraldo Azevedo’’ de 1972 por Alceu Valença y Geraldo Azevedo, ''Satwa'' de 1973 por Lula Côrtes & Lailson, ''Paêbirú'' de 1975 por Lula Cortes y Zé Ramalho, o ''No Sub Reino dos Metazoários'' de 1973 por Marconi Notaro. Y en esa colección de trabajos de la región aparece otro que parece destacarse, uno de los más tardíos de la región, el homónimo ‘’Flaviola E O Bando Do Sol’’ del artista del mismo nombre, publicado en 1976, con un estilo tropicalista que parece haber perdurado en su momento hasta varios años después de su aparición y fulgor popular.

Dicha escena estaba liderada por un colectivo de artistas fundado por Lula Côrtes e integrado por pintores, escritores, poetas, filósofos y músicos, entre los que aparecían nombres clave para el quehacer artístico de la región como Zé Ramalho, Marconi Notaro, Zé da Flauta, Lailson, entre otros. El colectivo vivía en una suerte de limbo artístico y espiritual girando en torno al típico espíritu joven de la época, girando en torno a la producción artística, el consumo de alucinógenos, la vida bohemia, las producciones auto gestionadas, el rock y la contracultura, etc, siendo esta escena un oasis en su país debido a la fuerte represión que vivía la cultura local por la dictadura militar que estaban sufriendo en esa época, dictadura que reprimía prácticamente toda la cultura y los medios hasta tal punto que los diarios tenían que poner recetas de cocina en sus portadas ante la incapacidad de poner noticias. La producción del mismo colectivo se vio afectada por esta censura.

Liderado por Flavio Lira (alias ''Flaviola''), con una banda que incluía a Zé da Flauta, Robertinho de Recife y Lula Côrtes, en 1976 el colectivo se enlista en otro de sus tantos trabajos, ’’Flaviola E O Bando Do Sol’’. El trabajo permanece dentro de la categoría del estilo tropicalista del momento pero en general lo más psicodélico propiamente dicho que hay en el disco es la pieza introductoria llamada ‘’Canto Fúnebre (Abertura)’’, la cual da pie al comienzo del disco y deja abierta una puerta de colores pero también de decadencia, siendo el resto del trabajo una colección de canciones folk de variada gama. Aunque estas canciones tienen su roce con lo psicodélico, en la aparición de la flauta que adorna dulces melodías por muchos momentos, reflejándose en algunas melodías alocadas, o también retornando esa oscuridad del comienzo del disco.

En esencia es un disco de folk, música brasilera, con aparición de bosa nova, baladas, MPB, además de otras entonaciones algo oscuras propias de la inventiva del autor, ya que estas y las demás interpretaciones parecen estar elaboradas bajo la visión del autor, por lo que se aplican algunos ritmos por momentos alocados, momentos oscuros, aunque también momentos divertidos y alegres que contratan con la eventual oscuridad, alegría típica de la MPB. Un aire de angustia existencial se cierne sobre el disco, desde el instrumental de apertura Canto Fúnebre (Canción fúnebre) hasta Desespêro (Desesperación), una canción sobre la soledad y la futilidad de la existencia.

No es un álbum que inspire mucho más, lejos está de otros trabajos del colectivo como la fusión con estilo del mundo de ‘’Satwa’’ o lejos de la experimentación psicodélica muy amplia de ''Paêbirú''. ‘’Flaviola E O Bando Do Sol’’ es una colección de interesante música acústica pasando por la bossa y la MPB, con toques eventuales psicodélicos que le dan cierto sabor pero que no lo acercan a una obra más de corte experimental, la psicodelia parece haber sido una excusa para publicar en realidad un disco de canciones, aunque hay varios pasajes del disco en los que se puede encontrar cierta experimentación.

Este es otro ejemplo de la psicodélia brasileña del colectivo de músicos underground de Recife, con Flávio Lira (alias ''Flaviola'') en el papel principal, junto a Lula Côrtes, Pablo Raphael, Robertinho de Recife y Zé Da Flauta. El trabajo permaneció durante muchos años en las sombras hasta que el sello ‘’Mr Bongo’’, en 2011, relanzó el trabajo y lo volvió de vuelta al espectro público, previo había habido una reedición pirata por el sello ‘’World Psychedelia Ltd.’’ del año 2005. El disco Fue otro triunfo artístico y coronó un notable estallido de creatividad durante un periodo corto de tiempo. Pero también marcó el final de la comunidad. Côrtes y Zé Ramalho pelearían en una amarga disputa, mientras que Zé da Flauta y Robertinho de Recife comenzaron a perseguir carreras en solitario. 

Ya en los últimos momentos del grupo, Lula Côrtes diseño un último trabajo para establecer el fin artístico del colectivo, volviendo a unir a muchos de ellos en un solo proyecto, ‘’Rosa De Sangue’’, grabado en 1980 con su nueva Mountains Band. A Côrtes y al trío de Ze Rosas, Wellington y Luis Henrique se unieron en el estudio viejos amigos como Alceu Valença, Flaviola, Zé da Flauta y Paulo Rafael. 

Cod: #1624

viernes, 5 de febrero de 2021

Lula Côrtes & Lailson - Satwa (1973)

Esta es una joya de la psicodelia pernambucana, otro producto típico del estilo psicodélico de la región, un estilo post psicodélico, con su dosis contracultural y su acercamiento típico a la música hindú. Satwa fue formado después del regreso de Lula Côrtes y Lailson de sus respectivas excursiones extranjeras, el proyecto duró solo un año. Lailson era de la ex colonia holandesa de Pernambuco, mientras que Côrtes provenía de las salvajes tierras baldías de Paraíba. En 1972 Lailson había vuelto de los Estados Unidos, regresando a su Brasil natal, en el que se encontró con una brutal dictadura. Por su parte, Lula Côrtes también había arribado a Brasil, pero este viniendo desde Marruecos, país del que había traído un sitar consigo.

Lailson era conocido en la comunidad artística under que había en Recife (capital del estado de Pernambuco), su ciudad natal, y cuando el movimiento de estudiantes universitarios decide organizar una feria de artes experimentales, una especie de Woodstock brasilero, deciden convocarlo para que coordine los aspectos musicales del evento; allí es cuando Lula y Lailson se conocen. Con muchas cosas en común, se hacen amigos y pronto comienzan a pasar largas jornadas juntos haciendo música, combinando sus propios estilos y creando un estilo acústico propio. Lula Côrtes con su sitar marroquí y Lailson con su guitarra de doce cuerdas, de lo que saldría una combinación de música folklórica brasilera, música tipo hindú y elementos del mundo de rock & roll que se convertirían en otro aspectos más de la fusión. ‘’Eso era Satwa, el sonido del balance entre dos realidades diferentes’’.

El siguiente paso natural del duo fue grabar su música en un pequeño estudio de grabación local que también tenía un sello discográfico, por lo que podrían financiar y publicar su propio disco por sus propios medios. Grabado en los estudios Rozenblit, en Recife, entre el 20 y el 31 de enero de 1973, el trabajo es una joya que pasó desapercibida en su época pero que hoy es codiciada por los coleccionistas, siendo una pieza de colección prácticamente imposible de hallar. ‘’Teníamos una vaga idea de que lo que hacíamos era algo inusual, pero lo hicimos de forma tan natural que no nos dimos cuenta que estábamos grabando el primer disco independiente de Brasil’’, recuerda Lailson.

Con un estilo pastoral totalmente acústico, aunque armonizado con algunas voces sin letra, el trabajo presenta composiciones de aire místico y de una clara influencia de la música hindú, por lo que las estructuras de las piezas se vuelven hacia formas similares a los ragas típicos del estilo, sesiones que, aunque cortas, transitan por diversas intensidades y diversas texturas en un entrecruce de arreglos acústicos de cuerda.

El disco fue grabado y publicado en un momento en el que los censores militares se encontraban en una álgida situación en el poder, en una dictadura que asolaba a todo Brasil, haciendo uso de su corrupción armada censurando a los periódicos que podría contener algún mensaje ‘’subversivo’’, es por esto que el disco no contiene palabras cantadas, para evitar una posible censura, volviéndose las composiciones instrumentales hacia un lugar preponderante en el sonido y convirtiéndose en un disco de ‘’protesta sin palabras’’, con melodías, armonías y construcciones sonoras que trataban de dar a conocer un mensaje de resistencia por medio del sonido.

La música es una sucesión de composiciones áureas de tipo ragas y/o mantras, con juegos entre guitarras o entre guitarra y sitar. Es un estilo de folk acústico instrumental, de corte espiritual, presentando una serie de diversos motivos compositivos que deambulan en ingeniosas armonías e ingeniosas improvisaciones áureas, recordando mucho al estilo acústico experimental similar del colectivo norteamericano de A Cid Symphony, habiendo tomado ambos muchos elementos y concepciones de estilos de oriente para inspirarse tanto en lo artístico como el espiritual y personal. Lailso daría estas palabras sobre el significado espiritual del disco: ‘’Junto con Raja y Rama, Satwa es una de las tres cualidades de la realidad, o Gunas, si lo decimos de una manera menos compleja de explicar. Raja y Tama están en oposición entre ellas y Satwa es el balance, el ritmo, el espíritu que yace entre el cuerpo y el alma. Sutil y luminoso, es como un cristal líquido que brinda claridad a la mente y organiza la fuerza donde el principio del sonido está incluido.‘’

Cod: #1530

miércoles, 18 de abril de 2018

Lula Côrtes e Zé Ramalho - Paêbirú (1975)

'’Paêbirú: Camino de la montaña de sol’’, también conocido simplemente como ‘’Paêbirú’’, es un álbum ideado y realizado por dos brasileros, el pernambucano Lula Côrtes y el paraibano Zé Ramalho (que años después se convertiría en cantante de éxito), grabado entre los meses de octubre y diciembre de 1974, en la discográfica ya desaparecida Rozemblit, en Recife, en el estado de Pernambuco, Brazil, y lanzado en el año 1975; disco del cual participaron como invitados otros músicos como Paulo Rafael, Robertinho de Recife, Geraldo Azevedo y Alceu Valença, entre otros. ‘’Paêbirú’’ fue el primer y único álbum lanzado por asociación entre Cortés y Ramalho, también fue el segundo álbum de Lula Cortés y el primero de Ze Ramalho.

Cuando Zé Ramalho conoció a Lula Côrtes, a mediados de 1974, los dos fueron contagiados por la fascinación por la región Ingá del Bacamarte, en Paraíba, gracias a un amigo en común, el artista Raúl Córdula, cuyo padre estaba ligado a la sociedad Arqueológica de Paraíba. El dúo resolvió hacer un disco conceptual vinculado a esta zona en particular y las maravillas arqueológicas ubicadas en ella, ambos investigaron sobre los ritmos indígenas locales y las leyendas de la región. 

También resolvieron transformar el disco en una especie de trip colectivo, de acuerdo con las costumbres hippies de la época. Lula Côrtes cuenta "Zé Ramalho fue de importancia fundamental, porque él tenía una experiencia muy grande con bandas. Era una persona que tenía cierta disciplina para conducir los ensayos.’’. El sentido de disciplina de Zé Ramalho era fundamental aún por otro motivo: una amplia parte de los músicos del proyecto estaba involucrado con experimentaciones lisérgicas, durante las sesiones de grabación los músicos experimentaron con ácido lisérgico. Côrtes: "La gente que pasaba por Paraíba, en el camino, paraba y comían hongo, era una cuestión astral volcada a la sensibilidad, no para convertirse en una persona grosera y estúpida".

Así es como ‘’Paêbirú’’ exhibe una serie de piezas ambientales acústicas, de un carácter relajado y místico, que reflejan intrínsecamente la cultura del tropicalismo y el folklor brasilero, sumado a visiones indígenas y a misticismos tomados de leyendas locales que fueron revividas bajo intensas experiencias alucinógenas que tuvieron los músicos en el proceso de grabación. El sonido se fundamenta por un entrecruce absoluto de sonidos acústicos (en largos pasajes instrumentales), sonidos rituales, ritmos regionales del noreste de Brasil y psicodelia. El trabajo originalmente fue publicado en dos vinilos, en los que, cada lado de cada disco representaba conceptualmente un elemento de la naturaleza, siendo la tierra, el aire, el fuego y el agua, los objetos retratados en cada una de las partes en las que se divide la obra.


Es cierto que cada elemento está representado con algunas características particulares: en la parte correspondiente a la ‘’tierra’’ aparecen algunos tambores y maracas y unos sonidos como de ritual, mientras que para la parte del ‘’aire’’ el sonido es prácticamente acústico, elaborado con arpegios y arreglos en guitarra acústica. Para las piezas correspondientes al ‘’fuego’’, pareciera que el sonido se vuelve más rockero, por así decirlo, aparece la guitarra eléctrica y aparecen sonidos de rock psicodélico, ya no tan acústicos o sutiles. Por último, para el ‘’agua’’, en las piezas correspondientes a este elementos aparecen sonidos de agua, algunos canto tribales de alabanzas, y otros arreglos acústicos, a lo largo de las sesiones.

Aunque por otro lado, las diferencias sonoras son sutiles entre cada parte, en realidad todas están marcadas por lo mismo, por el carácter de ritual, la búsqueda conceptual elaborada como una gran alabanza sonora reivindicatoria a las culturas precolombinas brasileras y sus costumbres místicas. Una de las fuentes de inspiración para el disco fue la ‘’Pedra do Ingá’’, una enorme piedra de 24 metros de longitud y tres metros de altura, ubicada en el municipio brasilero de Inga, en el estado de Paraíba, en una zona de importancia arqueológica, con cuervas y piedras repletas de distintas inscripciones y tallados, algunos zoomorfos, otros representando signos abstractos y otros que representan estrellas.

A su vez, para el trabajo se inspiraron en una variedad de leyendas sobre Sumé, una entidad mitológica en la que los indios locales creían antes de la colonización española. Las letras del disco hacen incontables referencias a estas leyendas y grabados, léase el mismísimo nombre del tema 8, que corresponde a la parte del disco dedicada al fuego, ‘’En las Paredes de la Piedra Encantada, Los Secretos tallados por Sumé’’. Otras entidades importantes de la cultura brasileña como Yemanjá también se citan. Además, el nombre del disco, ‘’Paêbirú’’, hace referencia a "Ruta Paêbirú " o ‘’Camino de la montaña de sol’’, se trata de un camino construido por los indios desde hace más de mil años, que une el Océano Pacífico con el Océano Atlántico.

Cuenta una leyenda, que un suceso involucrado al lanzamiento del disco hizo que el mismo se volviera mucho más codiciado y que le diera un aire aun mas legendario a su historia. La discográfica Rozenblit, que lo grabó, se encontraba a la orilla del río Capiberibe, y luego de su producción en físico, los discos fueron almacenados en un galpón ubicado en las cercanías. Lamentablemente una secuencia de lluvias torrenciales comenzó a llegar a la zona lo que hizo desbordar al rió aledaño, llevándose consigo casas y hasta vidas de algunos lugareños, y con esto, el lote de discos que estaba almacenado también fue afectado. 1000 copias del vinilo fueron arrasadas por el agua, quedando solo unas pocas copias, alrededor de 300, disponibles. (En el 2011 se realizó el documental ‘’En las paredes de la piedra encantada’’, que cuenta la historia de la realización del disco y de la región que inspiró su realización.)

Cod: #1309