18 feb 2015

Nine Days Wonder - Nine Days Wonder (1971)

La historia de la banda Nine Days' Wonder, grupo alemán de rock underground, comienza allá por finales de 1966, cuando su fundador, Walter Seyffer, empieza a desarrollar un proyecto de banda a partir de composiciones propias. Originalmente el grupo se llamaba ‘The Graves’, pero no sería hasta tres años más tarde cuando la agrupación comenzaría tomar forma, color y estilo.

Seyffer era un cantante y baterista alemán que había transitado por varias bandas a lo largo de los 60s, y seria en 1970 cuando lograría establecer la formación definitiva de la banda a la cual fundaría y lideraría. Es más precisamente en febrero de 1970 cuando la formación del grupo que integrada, compuesta por músico de distintas nacionalidades. A Seyffer lo acompañarían, el alemán Rolf Henning en piano y guitarra, el irlandés John Earle en saxo, flauta, guitarra y voz, el austriaco Karl Mutschlechner en el bajo, y el ingles Martin Roscoe que ocuparía su lugar en la batería.

Juntos comienzan a crear un especie de rock experimental, que por las diversas influencias terminaría siendo progresivo, nacido en base de una fusión de elementos y distintas influencias, convergentes esencialmente en el rock fusión, kraurock, con una marcada influencia de Frank Zappa y del rock progresivo británico de la época.

Ellos grabaron su primer álbum en los  Dierks estudios, en Enero de 1971, y es un gran ejemplo del más extravagante y extraño rock progresivo alemán, claramente inspirado en bandas como King Crimson, Frank Zappa, Soft Machine, Tráficc, Family, Deep Purple, entre otras.

El homónimo álbum debut presenta largas y complejas suites de rock progresivo, plagadas de riffs pesados, jazz fusión, krautrock / heavy prog, zapadas frenéticas y cambios inusuales y rotundos, que van dirigiendo los pasajes por distintas intensidades, elaborado todo en base a una locura generalizada, una despreocupación que los hace explorar ámbitos sonoros únicos, dentro de un rock que intenta ser (y lo es) progresivo pero con una instrumentación no excesiva, es decir, relativamente simple y fácilmente apreciable.


Dicha libertad en la creación los lleva también hacia caminos experimentales, con voces alteradas, algunos toques psicodélicos, efectos sonoros, ruidos y locura en las voces, un estilo que establece deliberadamente al trabajo en el mote de, si me lo permiten decir, ‘avant prog’. El álbum se compone por cuatro piezas, dos de ellas giran alrededor de entre los 12 y 15 minutos y son grandes las grandes atracciones del disco, pero en líneas generales todo el álbum es muy bueno y rico.

En el verano de 1972 la banda se separa y se rearma al poco tiempo, la alineación sufre cambios, tras algunas deserciones que fueron reemplazadas por otros músicos, casi toda la formación queda desarmada a excepción de Seyff que sería el único miembro original que sobreviviría. Con esta nueva alineación, a principios de 1973 comienzan a grabar su segundo disco ‘’We Never Lost Control’’. Para 1974 la formación del grupo vuelve a sufrir cambios, a esta altura la banda se mantenía de forma inestable, con cambios constantes, se convierten en un cuarteto y, en Septiembre de dicho año, graban su tercer disco ‘’Only The Dancers’’, con invitados como el saxofonista de Van den Graaf Generator, Dave Jackson, y el tecladista Steve Robinso, ex miembro de la banda ‘2066 & Then’.

La última encarnación de esta inestable banda tuvo lugar por el verano de 1975, con Seyffer y Gautama como únicos miembros sobrevivientes del la formación del año anterior, vuelven a la estructura de quinteto y graban ‘’Sonnet To Billy Frost’’, un especie de ópera rock.

Nine Days Wonder debutó con un álbum muy interesante, a veces un poco denso pero siempre llenos de energía, pasión y una composición increíble, un sonido que los coloca por lo menos como pioneros del prog alemán.

Cod: #1122

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