Provenientes de la Alemania de la primer mitad de década de los 70s, contemporáneos a la primer camada de bandas del kraut alemán, Dzyan, un nombre con papiros dentro del género pero con una impronta propia, con caminos trazados hacia un estilo fusionado en el que aparecería también el jazz fusión y el progresivo. El grupo es fundado por el compositor y multi-intrumentista Reinhard Karwatky hacia finales de 1971, surge como un proyecto de estudio con intenciones inciertas al princio pero que inesperadamente comenzaría a tomar forma y terminaría siendo un grupo de grandes trabajos futuros. Karwatky era un músico académico con estudios académicos clásicos, y podía ejecutar gran cantidad de instrumentos, también tenía fascinación en el esoterismo y la metafísica, estos elementos tendrían gran impacto en el grupo, cuyo nombre hace referencia, justamente, a ‘El libro de Dzyan’, es un supuesto antiguo texto de origen tibetano, sirvió de base para La doctrina secreta (1888), una de las obras fundacionales del movimiento teosófico, de Helena Petrovna Blavatsky. La banda se forma originalmente como un quinteto, formación bajo la que publican un primer discos, de un sonido bastante embrionario y de un carácter algo ‘’accidental’’ por así decirlo. La versión en quinteto del grupo no duró mucho tiempo, ni siquiera alcanzaron a tocar en vivo, y al poco tiempo del lanzamiento del primer trabajo el grupo se reduciría a trio, tras la partida de Braun y Kramer. Bajo esta nuevo formación, la banda, compuesta por Eddy Marron en guitarra, Reinhard Karwatky en bajo y Peter Giger en batería, lanzaría sus próximos y últimos dos discos. Su segundo lanzamiento sería ‘’Time Machine’’, de 1973. La música de ‘’Dzyan’’ siempre presenta un reto a la hora de escuchar y analizar, podría decirse que se trata de rock progresivo pero este no corresponde a un estándar o estilo conocido, sino que este tipo de rock cuenta con características propias que llevan a la música a volcarse en concepciones compositivas muy particulares. Nociones de jazz, también aparecen ejecuciones de baglama, lo que le da un aire étnico al asunto, escalas particulares en guitarra, composiciones dentro de un ámbito armónico amplio, etc., distintos elementos que dotan al sonido de un aura inespecífica y muy seductora.
Sin duda una de las fuerzas impulsoras más potentes del sonido de este disco es el guitarrista Eddy Marron, quien a pura potencia derrama un virtuosismo instrumental que completa con aplicaciones alucinantes en guitarra cada rincón habido y vuelve muy complejo lo ya complejo aun. Su versatilidad es prueba de su gran técnica y sus feroces y constantes arreglos constituyen el principal canal melódico y armónico de las sesiones y los diversos pasajes por los que transitan. Algo llamativo de todo esto es que, pese a que nos encontramos con un sonido aplastante y bien nutrido, son solo tres músicos los encargados de llevar adelante la sonoridad y las composiciones, esto demanda a cada uno de los participantes una ejecución exquisita y exigente, que complete y se ramifique de manera que funcionen en una amalgama, y sí que lo logran y con creces, el resultado es una serie de composiciones de un nivel altísimo que rozan con el virtuosismo. Párrafo aparte se podría hacer acerca de la primer pieza que aparece en el disco, ‘’Kabisrain’’, tratándose de una música fusión étnica, con aires espirituales y ambientes acústicos de ensueño donde los músicos se abocan a la creación de un ambiente volátil, soltando al aire diversas aplicaciones, pequeños arreglos e improvisaciones que crean, al final, una masa sonora que se ubica en un limbo musical muy sutil y, como ya se ha dicho antes, espiritual. Es todo un sonido llamativo y, pese a que los arreglos acústicos volverían a aparecer en el sonido del disco, esta pieza muestra una faceta que amplía las visiones de la banda para este lanzamiento. También cabe destacar el nivel de complejidad y fortaleza que despliegan en muchos de los pasajes dentro de las tres primeras piezas del disco pero especialmente en la cuarta y última de ellas, la formidable ‘’Time Machine’’, pieza que da nombre al disco y que se erige como una composición progresiva de un nivel y una complejidad muy alta. En esta pieza se aprecian todas las bondades del sonido ya nombradas anteriormente, desplegadas de manera de construir una intersección de diversos arreglos, progresiones, improvisaciones, riffs, etc.
‘’Jazz Band De Free’’ es un conjunto jazzero argentino formado a principio de la década de los 70s, que no tuvo una gran trayectoria pero que dejó su huella con un disco fantástico y muy ambicioso. El grupo estaba formado por músicos destacados: Eduardo Giovinazzo en trompeta, Jaime Prats en saxo, Santiago Giacobbe y Fernando Gelbard en piano y flauta, Héctor Starc en guitarra, Jorge González en bajo, Jorge López Ruiz bajo, Pocho Lapouble en bateria, Norberto Minichillo en percusión. Los dos bajistas del grupo, Jorge López Ruiz y Jorge González, habían tocado con Gato Barbieri. López Ruiz había sido el bajista de un legendario quinteto dirigido por Lalo Schifrin en 1956, cuyo saxofonista era Gato. González había sido el bajista de la sección de ritmo regular de Gato en la década de 1960. Pocho Lapouble, el baterista, además de tocar con la crema de los jazzmen argentinos, había sido percusionista de un sexteto Astor Piazzolla (no registrado) de 1968-1969. Norberto Minichillo, también estaba tocando tango de vanguardia con un quinteto que tenía a Dino Saluzzi en el bandonéon. El tecladista Santiago Giacobbe había tocado muchas veces con Gato Barbieri y luego sería el organista en el 'Grupo eléctrico' de Astor Piazzolla, de mediados de la década de 1970. Fernando Gelbard, un conocido jazzman, había tocado con Gato Barbieri y Chivo Borraro. Héctor Starc, guitarrista de futuras bandas como Aquelarre y Tantor, era un joven e inventivo músico de rock. Eduardo 'Pestaña' Giovinazzo en trompeta y Jaime Prats en alto se habían mudado de Montevideo, Uruguay, a Buenos Aires y seguramente pertenecían a este grupo de músicos de jazz de alto calibre. ‘’Ego’’ combina jazz eléctrico libre en una poderosa declaración progresiva y vanguardista para la época, una obra muy atractiva, muy nutrida y seductora, una autentica declaración de principios jazzeros al puro estilo jazz rock con composiciones muy ambiciosas y sesiones enriquecidas por ejecuciones de músicos de altísimo calibre. Las cuatro piezas del álbum fueron compuestas por Pocho Lapouble, quien fue la fuerza impulsora detrás del proyecto.
Este brillante conjunto de músicos de jazz se juntó en el estudio ‘’Ion’’ para desarrollar una serie de sesiones de las que se desprenderían estas grabaciones que brillan por su carácter improvisado y totalmente eventual, un jazz rock libre de sesión muy al estilo de la época, tipo Ornette Coleman y especialmente tipo Miles Davis, quien en esos años marcaba tendencia con sus nuevos sonidos de jazz fusión en sus nuevos lanzamientos en su época. El lado A del LP original es completado por ‘’Ego, luego existen’’, donde todos tienen la oportunidad de tocar en solitario en una larga excursión de diecinueve minutos de duración que transita por diversos estado y ejecuciones. La pieza es en gran parte improvisada pero está perfectamente reglada, organizada, con sesiones de improvisación divididas para cada instrumentos, nada estpa librado al azar en este sonido. El lado B del vinilo original está compuesto por tres pieza, todas siempre dentro de un estilo fusionado. ‘’Tema de fatiga’’ con ritmos acompasados y un poco más ‘’funky’’ que el resto, una pieza que comienza y termina con una melodias en flauta y que contiene improvisaciones internas. ‘’Ambientex’’, otra pieza de improvisación total que transita por diversos estados, intervalos, agregados, un tránsito por tierras de innovación y visiones de fusión muy profundas. Y tal vez la pieza que más se diferencie del resto en el trabajo sea ‘’Shh.. Bea Duerme’’, una pequeña composición con un estilo espiritual, ambientes calmos y/o de ensueño, con agregados percusivos y un saxo que suena de fondo como desfilando sobre una atmosfera que se ha vuelto mucho más volátil y característica hacia un lema particular. ‘’Ego’’ es una obra que permanece en el under con respecto al conocimiento del bien publico general pero que goza de un poderío creativo que la coloca entre lo más llamativo que supo der el jazz y jazz rock argentino de su época.
Keitaro Miho es un es un compositor, arreglista, pianista de jazz, piloto de carreras, actor y director de cine japonés, nacido el 17 October 1934, en Tokyo . Estuvo activo en los campos de actuación, composición y arreglo, tanto en Japón como en el extranjero. Se hizo conocido como actor, participando en un sinfín de películas, también trabajó en radio, como compositor de bandas de películas, etc. Pero su faceta que más nos interesa en este caso es la de músico y compositor de jazz, faceta bajo la que publicó varios discos dentro del genero. En 1971 publica su ‘’Kokezaru Kumikyoku (Suite)’’, una aventura musical donde la música típica japonesa se funde con el jazz y el rock, pero no de manera concreta sino que las piezas se vuelcan dentro de un ambiente de amplitud y soltura, de ello queda un sonido libre que fluctúa entre pasajes sueltos e inciertos, y otro pasajes más concretos donde se aprecia con mayor claridad la aparición del jazz rock y/o jazz fusión. El principal arquitecto de este proyecto es Keitaro Miho, el compositor y arreglista del conjunto que, sin embargo, musicalmente no se hace presente con algún ejecución de algun intrumento, pero es quien creó este sofisticado cóctel de jazz y psicodelia, con instrumentos japoneses tradicionales, bocetos vocales de vanguardia y música de cine.
Varios músicos de jazz importantes de la tierra de la cereza floreciente tocaron en el álbum. Vale la pena mencionar, sobre todo, como: Masahiko Sato (grandes partes del piano eléctrico), Ryo Kawasaki, quien aporta un aura psicodélica gracias a su guitarra, además de los bateristas: Takeshi Inomata y Akira Ishikawa. Los colores japoneses son proporcionados por los sonidos de koto y la característica soprano Mutsumi Matsuda. El récord está en un nivel bueno y uniforme. ‘’Kokezaru Kumikyoku’’ es la primera composición que aparece en el disco, una pieza dividida en tres partes, una autentica suite fragmentada que demuestra el espíritu del trabajo, con esa aura psicodélica explicita y la fusión antes nombrada. Luego aparece ‘’Kine’’, esta vez se trata de un blues pero para nada estándar, este está profundamente fusionado con el jazz de las mismas características que venía tratando el disco, una fusión sin límites, con buenas improvisaciones, que excede las estructuras convencionales y se erige como una composición jazzera difícil de catalogar. Para terminar el álbum aparece la pieza ‘’Nomen’’, y para hacerle honor al estilo del disco, sigue en la misma línea de jazz descontracturado con una composición que aboca a la libre fusion de elementos, agregados vocales, folk típico japonés, jazz, rock fusion, etc, volcado en un suite compleja que varía entre diversos estados e intensidades.
Joachim Kuhn es un pianista de jazz alemán nacido en 1944, en Leipzig, que ha trabajado con innumerables músicos de jazz. Su carrera en solitario es muy extensa, con varios tonos de jazz, con gran énfasis en jazz rock / fusión. Debutó como pianista de concierto, después de haber estudiado piano clásico y composición con Arthur Schmidt-Elsey. Influenciado por su hermano mayor, el clarinetista Rolf Kühn, simultáneamente se interesó en el jazz. En 1961 se convirtió en músico profesional de jazz. En 1966 dejó el país y se estableció en Hamburgo. ¡Junto con su hermano tocó en el Newport Jazz Festival. Tras mudarse a Francia en 1968, Joachim Kuehn se unió a JeanLuc Ponty para su álbum ‘’Experience’’ (1969) y se quedó con él hasta 1972. En esa época en Francia trabajó con Don Cherry, Karl Berger, Slide Hampton, Phil Woods, Michel Portal, Barre Phillips, Eje Thelin, Ray Lema y Hellmut Hattler. Luego de algunos lanzamientos solistas dentro de un estilo vanguardista o de free jazz, se adentra totalmente en el estilo del jazz fusión con su ‘’Cinemascope’’ de 1974, un álbum de jazz fusión que, con un sonido algo rustico y con algunas composiciones fuera de lo normal, sabe ofrecer una buena dosis de sonido fusión y que además es bastante original y bien logrado. Improvisaciones en teclado, guitarra eléctrica y violín inundan las sesiones sobre las que desfilan estos instrumentos.
Y para fortuna del oyente aparecen algunos elementos más que traen frescura a la ya innovación propuesta, elementos de funk en los ritmos, arreglos de cuerda que aparecen y se intercalan entre las composiciones, y momentos experimentales que brindan al sonido un aire de vanguardia. Esos momentos con arreglos de cuerda alcanzan un punto culmine en la pieza ‘’Black Tears’’, en la que aparecen reflejando los conocimientos clásicos por parte de Kuhn. Las extensas sesiones en las que es presentado el trabajo denotan una investigación compositiva que lleva a las piezas a transitar por algunos cambios, diversas estéticas, variedad de pasajes y sonoridades. Por ejemplo, en la pieza llamada ‘’Travelling Part 1 & 2’’, se presenta un inicio a pura libre improvisación típica del free jazz (que reflejan la formación de Kuhn en los inicios de su carrera) para luego meterse de lleno en una andanada jazz-rockera a puro ritmo y vertiginosidad. Algo similar ocurre en la pieza ‘’Succes’’, donde también, tras un arranque a pura libre improvisación, se adentran en terrenos de fusión. El sonido de este disco, a pura base dinámica y grandes sesiones de improvisaciones, logra erigirse como un artefacto muy bien logrado dentro del fusión de su país, propio de un músico de jazz que es figura mundial y uno de los grandes músicos del género en Alemania; en este caso supo poner todo su cocimiento y su imaginería para producir un trabajo de jazz con varios matices y texturas que le brindan al producto general una revitalización y generan un interés sobresaliente sobre el estándar típico del genero.
Esta historia comienza a finales de los años 60, cuando, el por aquel entonces futuro teclista de Magma, Jean-Pol Asseline, y el baterista Thierry Blanchard, comienzan a tocar con el bajista Gerard Prévost, futuro miembro de Zao, con quien participan de varios conciertos ligados al Jazz. Poco después deciden separarse y reformar la banda. Asseline y Blanchard formaron su propio emprendimiento, ‘’Cigue’’, acompañados por el organista Alain Monier, el bajista Serge Lenoir y el saxofonista Alain Hatot. Lenoir es llamado al servicio militar, por lo que se contrató al bajista Francis Moze, otro futuro Magma, aunque en el momento de las primeras grabaciones Lenoir regresó a la formación. La banda tenía ahora dos bajistas, sumados a estos, Guy Pedersen, otro bajista, esta vez de Funk, que también se unió a ellos. El nombre de ‘’Rhesus O’’ surge en 1971, cuando consiguen un contrato de grabación para Epic records, momento en el que deciden cambiar de nombre al grupo. Parecen seguir las líneas del rock francés de la época, con las típicas influencias de Zappa, de la psicodelia norteamericana, el jazz rock de Soft Machine o Miles Davis, la escena Canterbury y el floreciente rock progresivo de la época, un caldo de cultivo del que parece haberse nutrido casi toda la escena francesa del momento.
Su álbum debut salió en septiembre de 1971 por el sello Epic rocords. Con un muy dulce sonido, ‘’Rhesus O’’ publica un solo disco, homónimo, presentando un jazz-rock melódico con elementos folklóricos y clásicos, basado en la instrumentación de dos tecladistas: Alain Monier en órgano y Jean-Pol Asseline en piano, dos bajistas: Guy Pedersen en contrabajo y Francis Moze en el bajo eléctrico, Thierry Blanchard en la batería, y los arreglos del saxofón y de la flauta de Alain Hatot. El trabajo se fundamenta en el jazz fusión, surgido al fiel estilo francés, con una calidad progresiva e interminables atascos con distintas variantes de jazz rock y jazz, rock psicodélico suave, repleto de solos de saxos y una avanzada de diversos pasajes y progresiones que parecieran estar constantemente sucediéndose a lo largo de todo el trabajo; un estilo a lo Soft Machine, con partes confusas o experimentales, progresiones constantes, partes instrumentales caóticas, y todo aunado en un mismo paquete que termina ofreciendo una amplia gama de la misma ‘’cosa musical’’ que se explora. Una incursión temprana en tierras de jazz rock francés, Soft Machine es la principal influencia que se encuentra en el disco y en menor medida Magma, Miles Davis y Frank Zappa. Un estilo típico del progresivo francés de la época: rupturista, contracultural, experimental, con mucho jazz, influencias psicodélicas, y una búsqueda de avanzada que llevaba a los músicos a transgredir la normalidad para adentrarse en la experimentación sonora y compositiva.
Larry Young (también conocido como Khalid Yasin) fue un organista de jazz estadounidense y pianista ocasional. Joven pionero del Hammond B-3, también tocó soul jazz, entre otros estilos. Grabando para Prestige desde 1960, Young hizo una serie de discos de soul jazz, Testifying, Young Blues y Groove Street. Cuando Young firmó con Blue Note alrededor de 1964, su música comenzó a mostrar la marcada influencia de John Coltrane. En este período, produjo su obra más duradera. Grabó varias veces como parte de un trío con el guitarrista Grant Green y el baterista Elvin Jones. La mayoría de estos álbumes fueron lanzados bajo el nombre de Green, aunque Into Somethin ' (con Sam Rivers en el saxofón) se convirtió en el debut de Young para Blue Note. Unity, grabado en 1965, sigue siendo su álbum más conocido; Presenta una primera línea de Joe Henderson y el joven Woody Shaw . Desde el año 1964 hasta 1975 fue difícil predecir qué estilo tocaría Larry Young. Durante ese período de once años tocó casi todos los estilos imaginables, jazz moderno y fusión, así como el rock psicodélico y progresivo. Después de comenzar como un organista de hard bop blues, Larry se mudó al post bop cerebral de ‘’Unity’’ de 1965, y en 1966 decidió encaminarse en la vanguardia con el álbum ‘’Of Love and Peace’’. En 1973 publicaría su enigmático disco ‘’Lawrence Of Newark’’, es el debut de Young para el sello ‘’Perception Records’’, una publicación suya hecha por un sello que no era el ‘’Blue Note’’ luego de muchos años bajo este. Este lanzamiento no gozó de éxito comercial y sufrió de una lamentable distribución, ya que ‘’Perception Records’’ cerró poco después de su lanzamiento, por lo que no ha estado ampliamente disponible en su época.
Este trabajo presenta una autenticar incursión sonora rustica, con un sonido disonante y pedregoso, y de una dudosa producción que eleva el carácter bruto del sonido a niveles mas impensados aun; al final de todo brilla como una conjunción de percusiones estilo africanas, pasajes instrumentales experimentales tipo psicodélicos, y el tan particular sonido brillante y raspado del hammond B3, del cual Young logra extraer sonido pocas veces escuchados antes utilizando diversas reverberaciones y distorsiones aplicadas. El estilo transita por diversos estados siempre dentro de un jazz de vanguardia (surgido como producto de su incursión dentro del free jazz y la experimentación dentro de ese ámbito ), por momentos con un ritmo funky, por momentos dentro de ambientes desconocidos, pero el sonido siempre se mantiene en un devenir instrumental que surge en forma de una serie de sesiones y piezas de extraña manufactura y elaboración, sin duda experimentales, agresivas y orgánicas. Las piezas aparecen como una serie de sesiones donde brilla el atasco jazzero y la improvisación, tres sesiones extensas y otras dos piezas cortas, todas ensalzadas por el mismo espíritu de rusticidad instrumental, jazz vanguardista, búsqueda sonora, improvisación constante, un sonido que nace originariamente de las experiencias previas de Young con el free jazz pero que también refleja sus inquietudes y búsquedas sonoras comenzadas algunos años antes junto a John Mclaughlin y Tony Williams, formando el mitico trio ‘’The Tony Williams Lifetime’’, grupo que se sumergiría en incursiones tempranas dentro del jazz fusión. Después de un comienzo tan brillante como interprete estrella de hammond B3 para Blue Note, su carrera parecía caer en la oscuridad, a pesar de que estaba trabajando con algunos de los nombres más importantes del jazz-rock. Fue miembro de la última banda de Hendrix, y se benefició de la exposición masiva y el dinero que le daría cuando Jimi falleciera repentinamente. Larry murió en 1978 a la edad de 38 años cuando ingresó en un hospital con dolores de estómago y no recibió tratamiento por un caso grave de neumonía.