La música no es solo para los críticos o para quienes la estudian formalmente. La música no es solo para los artistas premiados internacionalmente, ni para los tradicionalistas que resguardan con recelo una tradición musical. Hay en la historia de la música, desde siempre, ejemplos de personajes que se abrieron paso en este arte de manera autodidacta, siguiendo sus propias inquietudes, y aprendiendo de acuerdo a sus propias motivaciones, lo que generalmente deja como resultado a personajes que llegan a desarrollar una cosmovisión muy propia, y por ende también el resultado musical de su propio desarrollo llega a ser muy suyo y de nadie más.
La instrucción formal musical es muy necesaria, pero a veces aparecen personajes sin estudios cuya energía creativa es tan fuerte que terminan imponiéndose por sobre la realidad, terminando finalmente de dominar la música, bajo sus reglas, pero dominándola al fin. Ante la mirada ajena que muchas veces recalca que no es posible hacer música sin un estudio académico, estos personajes autodidactas no pueden permitirse una realidad sin la creación y la composición. Impulsados por su creatividad y armados con una cosmovisión interna muy profunda, terminan plasmando sus ardientes visiones artística en creaciones discográficas, o en su defecto, en proyectos musicales de variada índole.
El caso de Vasconcelos Sentimento es llamativo en ese terreno y es un ejemplo más de un músico que con sus propias visiones termina de crear su propio estilo. Vasconcelos Sentimento es el nombre artístico de Guilherme Esteves, un compositor, productor y multiinstrumentista autodidacta, residente en Río de Janeiro. Este artista había creado ya su música de manera propia en su home estudio, experimentado con texturas, armonía, jazz, funk, música mayormente instrumental, entre sampleos, breaks lo fi, y otros condimentos de su experimentación.
Guilherme se considera a sí mismo como un "investigador sonoro eufórico amateur", carece de formación formal en teoría musical o producción, y fue simplemente guiado por su oído y su intuición para crear su propio trabajo musical. Guilherme logra entrar en contacto con el sello discográfico Far Out Recordings, quienes quedaron facinados por su producción sonora y no dudaron el publicar su trabajo en su catálogo discográfico. El disco ‘’Furto’’ se publicaría en vinilo, CD y formato digital el 30 de julio de 2021 a través de Far Out Recordings.
‘’Furto’’ es un disco que resalta por su peculiaridad, se trata de un trabajo de jazz pero que a la vez está elaborado de manera muy casera, de hecho, fue creado en un estudio casero, permitiéndose el autor en experimentar con el sampleo y las sonoridades como forma de expresar sus propias inquietudes. La concepción de un jazz bastante experimental es también una característica aquí, con ambientes, sonoridades y algo de electrónica ambiental que hacen de esta experiencia una exploración por una variante peculiar del jazz más moderno.
Otra característica de este trabajo es que todos sus tracks no superan por mucho los dos minutos de extensión, se trata en su mayoría de piezas cortas, pequeños experimentos, pequeñas experimentaciones, elementos siempre presentados en experiencias de corta duración que hace del disco hacia una dinámica de extraña manufactura, estableciendo así un trabajo fragmentado en veintidós tracks, donde una enorme cantidad de pequeñas cosas ocurren para así construir una totalidad.
Ante tanta presencia de tracks, el trabajo se vuelve hacia una dinámica rápida y de un avanzar ligero. Las ideas se desarrollan en pequeños espacios de tiempo, enorme cantidad de pistas que, por su cantidad y su calibre experimental, llegan a presentar una enorme cantidad de momentos de variada índole, por lo que en este disco hay muchísimo por escuchar. La cantidad de piezas también nos presenta el hecho de que tal vez no haya algo más destacado que lo otro, sino que hay veintidós piezas de índole similar, en la que la riqueza se desparrama.
El disco en su totalidad es un experimento y vale la pena recalar en cada uno de los momentos del mismo. El autor también resalta como un muy buen músico de jazz, que, aunque experimente bastante con lo sonoro y el sampleo, también se hace presente con sus aplicaciones en lo que parecieran ser vientos, teclas, cantos y tal vez percusiones. Algunas baterías parecen hacer sido grabada, según los créditos, por un tal João Vitor "Passarinho" Fontoura. Toda la imaginería instrumental pasó por la mene y finalmente por la interpretación del autor en sus propias concepciones creativas. Mucha de la sustancia sonora del trabajo se sustancia con estas creaciones instrumentales, terminándose de construirse mediante instrumentaciones, sampleos, y experimentaciones sonoras.
La palabra ‘’furto’’ significa ‘’robo’’ en portugués, esto se relaciona con el hecho de que el autor utilizó mucho sampleo de músicas de otros artistas para crear su disco, e incluso también el autor no tiene reparos en admitir que él mismo considera plagio a esta técnica de utilizar fragmentos de otras músicas para crear la suya. Esto de los sampleo es una característica presente en el álbum y que en varios pasajes del mismo se puede escuchar desde voces hasta melodías ajenas, que fueron ‘’tomadas prestadas’’ para enriquecer la experiencia de este trabajo que en su conjunto forma un experimento, y como todo experimento, siempre es más complejo de abordar que un trabajo más convencional.

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