20 jul 2024

Ramses Shaffy - Sunset-Sunkiss (1969)

Esta es una aventura musical de vanguardia, un invento, una innovación que para su época estaba bien ubicada, ya que suele atreverse a decir que incluso también se trata de rock progresivo, es que lo que aquí ocurre implica el surgir sucesivo de partes de rock que aparecen entre ambientes experimentales. De lo que más sabe este lanzamiento es de ambientes, momentos de delirio dentro de los que ocurre todo, como si de un experimento y un sonido conceptual se tratase. Es dentro de ese contexto donde surgen los elementos varios que enriquecen al sonido, entre gritos y voces, recitaciones habladas, y por supuesto esas partes de rock que dan la sensación de lo progresivo y pervierten aún más lo perverso.

Las continuas partes de rock surgidas en un sinfín de momentos, se pierden sucesivamente entre otras partes, con recitaciones, ruidos, delirios, instrumentaciones, fenómeno que deja en el aire esa sensación de que progresiones relacionadas con el rock están ocurriendo. Las partes de rock surgidas tienen que ver con momentos instrumentales, arremetidas acertadas y bien dinámicas entre lo que pareciera ser algo de música rock psicodélica. Las partes instrumentales se vuelven llamativas debido a que las mismas fueron ejecutadas por auténticos músicos de sesión de mucha calidad, entre los que estaban, entre otros, miembros de Focus.

Aunque el elemento que más sobresale por sobre todo lo demás es esa voz masculina que se encarga de recitar, con dotes expresivos y una voz profunda, algunas recitaciones que terminan de desparramarse durante todo el trabajo y vuelven el asunto hacia tierras de recitaciones y palabra hablada. Un sinfín de poemas son recitados con intensidad a lo largo de todo el trabajo.

El álbum fue creado por el conocido cantante holandés Ramses Shaffy, quien también participa en piano y voz en el mismo disco. El cantante y actor holandés-francés Ramses Shaffy se hizo popular durante la década de 1960, especialmente por sus canciones enérgicas y conmovedoras con las que sedujo a los holandeses, quienes, al menos hasta finales de los años 60, eran conocidos por su falta de extravagancia. Se dice que durante los años 60 todo el mundo en Ámsterdam estaba enamorado de él.

El disco puede llegar a no ser sencillo de escuchar debido a la extravagancia del mismo. Dividido en dos extensas partes, de entre 20 y 25 minutos cada una, y que ocupaban cada una un lado original del lanzamiento época en vinilo, se presenta toda una aventura musical en la que no hay canciones sino dos extensas partes de incursión sonora y experimentación instrumental. 

Seguramente se trata del álbum más ‘’extravagante’’ de Ramses Shaffy, o por lo menos en el que experimentó más, saliéndose de los sonidos populares y la canción. En gran medida esto es típico de la época, este tipo de extravagancia que solían surgir en las discografías de las bandas y artista solistas del momento no aparecían por casualidad. Había en la era hippie una fascinación por los vanguardismos, fascinación que encajó a la perfección con la cosmovisión del artista de época que buscaba en la psicodelia una forma de romper con los estándares e instituciones, la vanguardia no tardaría en llegar y complotar con la psicodelia del momento.

Esas vanguardias provenían de las escuelas europeas de música electrónica y concreta, de orquestas vanguardistas, e incluso antes de ello, de vanguardias como los surrealistas, dadaístas y futuristas, todo ello terminó de arribar a la década de los 60s en gran forma, y hacia finales de la década se vieron revitalizadas al encontrarse con la música popular. Este encuentro hacía que muchas veces la música de aquella época dorada no sea tan sencillo de escucha, pero es un buen ejercicio el de escucharla para romper con la estructura eterna del mote del hit cancionero popular que enloquece a las masas sedientas de divertimentos vanos.

En el inconsciente colectivo suele estar instalada la noción de que la música tiene que ser una canción, y si es pegadiza y exitosa se vuelve mucho más atractiva, percepción por la que se llega a despreciar cualquier música que se sale de estos requerimientos morales. Esta tendencia pareciera estar instalada a fuego en la percepción sobre la música, que nace de la percepción humana en sí misma, y que por supuesto se ve reflejada en las elecciones musicales de la mayoría.

Cod: #1774

19 jul 2024

Ghost - Ghost (1990)

Este álbum cuenta con una sensación de misterio que lo envuelve y lo protege, en sí la banda misma tuvo ese halo de culto psicodélico a su alrededor, por lo que no eran una banda más de cualquier escena, eran un grupo particular, con sonidos encaminados en mayor parte hacia arreglos acústico, aunque también se codeaban con el rock, y por supuesto con la psicodelia, además de agregar muchas vece a sus composiciones sonidos de instrumentos autóctonos de Japón.

Creada en 1984, la banda Ghost floreció lentamente, tocando al principio solo música improvisada y de forma libre, esencia musical que marca a fuego sus ejecuciones discográficas. Cuando comenzaron a grabar por primera vez en 1988, música ya había virado hacia composiciones pero que nunca perdieron su aura mística y psicodélica.

Su discografía comienza en 1990 con el homónimo ‘’Ghost’’, una bella pieza musical plagada de misterios y bellezas internas, entre predominancia de instrumentación acústica y muchos elementos de lo ritual y místico de la psicodélia. Aunque contiene buena dosis de improvisación, las composiciones no fueron pensadas a la ligera, todo este disco debut es un expendio de momentos delicados, bellos arreglos acústico que se van desenvolviendo en el tiempo y el espacio, sensación por la que suele decirse que este disco es ‘’espacial’’, cuota con la que cuenta realmente. 

El trabajo es variado en su amplitud, desde canciones acústicas, hasta momentos con intervención de batería o momentos de aire ritual donde la canción pasa a un segundo plato y los ambientes y sonidos místicos copan el protagonismo del disco. Lo que fundamenta el sonido del disco son los arreglos de guitarra acústica, estos forman parte del sonido vital de este disco y en general de muchas de sus grabaciones, siendo la base desde donde parecen partir sus miras y desde donde luego surgirán los demás agregados instrumentales, como bajo, batería, flauta, entre otros.

Hay muchos momentos muy auténticos de la banda, los tracks rituales como ‘’Moungod Te Deum’’ o ‘’Moungod Radiant Youth’’ son momentos que intensifican la sensación misteriosa del disco y a la vez le brindan un aire diverso con sonidos que se salen de lo esperado. O la bella ‘’Ballad Of Summer Rounder’’, una pieza de casi diez minutos que comienza con intervención austica y canto pero a lo que en el desarrollo se le suma una batería, una pieza de culto.

El disco comienza con el tema ‘’Sun Is Tangging’’, el cual abre el disco con una gran explosión sónica antes de comenzar la canción, ese detalle marca el comienzo de un estilo, y es un estamento que determina que no va a ser un viaje común y corriente. Aunque el disco presenta canciones, la mayoría se las arregla para estar muy bien condimentadas para sonar a los Ghost y para salirse del cauce corriente de las cosas. Muchos misterios sonoros hay dando vueltas, vientos oscuros, momentos rituales, explosiones, auras de luz y búsquedas articulares en las composiciones.

No es un sonido de virtuosismos, es más bien una búsqueda interna y sentida de exploración musical, con un aura propia, su personalidad, sus misterios, sus búsquedas exploratorias, sus vanguardias, y sus miras hacia desarrollar una música de carácter propio que, desde su escena y hasta el momento de la disolución de la banda, lograron alcanzar sus seguidores y fanáticos. 

Por lo místico del sonido y las remembranzas que se pueden tejer de muchos momentos, la relación con lo psicodélico es directa. También parecen beber de lo ‘’escénico’’ de las vanguardias japonesas, del rock, y el folk. El homónimo ''Ghost'' fue lanzado originalmente por ‘’P.S.F. Records’’ en 1990, y reeditado por Drag City en 1997. La canción Sun is Tangging también apareció en el recopilatorio Tokyo Flashback Vol. 2 de 1992.

Cod: #1773

17 jul 2024

Goldenrod - Goldenrod (1969)


Este artefacto se podría ubicar entre la psicodelia y el rock proto progresivo, en realidad tiene mucho de zapada instrumental, todo el disco es instrumental, pero al recorrer varias partes internas y tratarse tan solo de cuatro extensas piezas, entonces queda una sensación de complejidad en el ambiente. Un sonido pesado de power trio con gran oficio para la zapada bluesera-rockera, por lo que los solos de guitarra no faltan. El rock que manejan es un rock pesado, rockero, rocanrolero, con ejecuciones que funcionan muy bien en la agilidad de sesiones amplias e improvisadas.

En esencia esto es psicodélico hasta la medula, cuatro piezas instrumentales con accesos internos hacia tierras de volatilidad rockera guitada por una guitarra electrica, con suciedad, ambientes, acercamiento a lo ritual y al delirio. Las cuatro piezas cuentan con pasajes internos, instrumentales e aparentemente improvisados, en los que la banda se vuelca hacia la libre ejecusion rockera, la jam sesión instrumental, en lo que demuestran ser maestros.

Las cuatro piezas que componen el disco cuentan con una característica similar, que es el hecho de que abren y terminan las sesiones con un motivo prefijado, la composición con algún riff o arreglo particular, siendo en el interior de ello, el desenlace en el que viajan hacia momentos de improvisaciones con mucha libertad.

Aunque también en ‘’The Gator Society’’ proponen un sonido que va más allá del rock, con la creación de ambientes misteriosos, donde esa característica tan hippie de lo ritual tiene lugar, cuando lo que comienza como un rock pesado termina siendo un pasaje por algún templo etérico en el espacio. Allí viajan muy lejos del rock insmiscuyendose hacia tierras desconocidas y misticas por naturaleza. El disfrute psicodélico que se puede obtener de muchos pasajes de este disco es absoluto, siendo a banda un grupo de músicos con miras hacia un más allá bastante lejano que los hacía extender sus composiciones de rock hasta lugares insospechados.


Para los amantes del sonido hippie y especialmente los amantes del sonido rock improvisado y las sesiones libres esto puede llegar a ser una perla, todo este trabajo se fundamenta en la improvisaciones, siendo el rock una excusa para liberarse de muchos moldes preestablecidos, para utilizarlo como plataforma desde la cual partir hacia una música que, aunque muy típica de la época, era la música ‘’nueva’’ del momento y ello trajo frutos en forma de influencia a mucho que lo que ocurriría luego en la escena rock y en la ‘’época de oro’’.

Este disco es una perla de rock olvidada en el tiempo y rescatada a veces por el mundillo de los amantes de la psicodélia, un trabajo que es estandarte de su generación en cuanto a reflejar lo que ocurría en ese ambiente creativo de las escenas de rock de la época en todo el mundo, en tanto a mucha improvisación, muchos solo de guitarra eléctrica, sonidos duros de rock & roll, momentos instrumentales, e ingreso a momentos de misticismo musical, rituales de rock. 

''Goldenrod'', fue una banda norteamericana de rock acido/psicodelico de entre mediados y fines de los 60 que estuvo en proyectos donde fueron teloneros o tocaron con Elvis Presley y The Doors, entre otros. Eran provenientes de California y el grupo estaba integrado por Ben Benay en Guitarra, Jerry Scheff en Bajo y Toxey French en Batería. El interés del conjunto en la música pesada y la improvisación dio lugar a la grabación de su primer y único álbum, que se grabó en 1969 en Hollywood, bajo el sello Chartmaker Records. 

Luego de este proyecto todos los músicos se dedicaron a sus asuntos. Ben Benay continuó su carrera guitarrista de sesión. Grabó con Barry McGuire, "Steely Dan", T-Bone Walker, BB King, Barbra Streisand, "Beach Boys", Cher, John Mayall y muchos, muchos más. Jerry Scheff se unió al grupo de Elvis Presley en 1969, donde trabajó hasta 1977. Era el bajista en el álbum "LA Woman" de la banda "The Doors" (y, si no fuera por la muerte de Morrison, incluso podría convertirse en miembro de él). Visto en los discos Ray Manzarek, Bob Dylan, Barry McGuire, Elvis Costello, etc. Toxey French grabado con Patti Dahlstrom, Free Movement, etc. 

Cod: #1772

16 jul 2024

The Animated Egg - The Animated Egg (1967)

Detrás de esta producción estaba el sello ‘’Alshire’’, que se dedicaba a lanzamientos generalmente comerciales, sello asociado a Jerry Cole, un prolífico músico bastante comercial que para la época estuvo detrás de varios lanzamientos psicodélicos. La tarea creativa de Cole para la época, su visión, su prolífica producción y creatividad lo convierten en un artista con material muy amplio, muchísimos lanzamientos bajo su nombre o pseudonimos, incluso él se convirtió en un músico de sesión muy solicitado para la década de los 60s, trabajando con The Byrds, Nancy Sinatra, The Beach Boys, y Paul Revere & the Raiders, entre muchos otros.

Muchos emprendimientos precedió Cole, en su mayoría proyectos fugaces con lanzamientos que intentaban explotar los sonidos psicodélicos del momento y convertirlos en artefactos de consumo. Sus producciones, proyectos y lanzamiento psicodélicos incluyen, entre otros, a ''What's Happening!'' de 1967 por The Mind Expanders, ‘’Give Me Some Lovin'’’ de 1967 por The Projection Company, ‘’Are You Experienced’’ de 1968 por T. Swift & The Electric Bag, ‘’Mac Arthur Park’’ por 1968 The Stone Canyon Rock Group, ''Up Up And Away'' de 1968 por The Generation Gap, o los ''Psychedellic Guitars'' y ''More Psychedellic Guitars'' de 1967 publicado bajo nombre de Jerry Cole. Otro de los lanzamientos en los que estuvo involucrado Cole fue ‘’The Inner Sounds Of The Id’’ de 1967 publicado bajo el nombre The Id, aunque con este lanzamiento ocurre aquello de que a veces, entre las chatarras que se lanzaban, solían salir cosas interesantes.

‘’The Animated Egg’’ es otra de las tantas producciones lideradas por Jerry Cole, un proyecto nacido bajo su mano y creado con sus propias composiciones. El disco se compone por todos instrumentales psicodélicos muy a la hippie, beat rock, funky, toques de surf, blues ligero, liderado instrumentalmente en su mayoría por la guitarra eléctrica de Cole caracterizada por el sonido fuzz acido. Si bien no es una obra maestra y está pensado desde la explotación de lo psicodélico, tampoco lo hacen tan mal, con piezas ligeras que reflejan el ambiente hippie del momento, perfectas para musicalizar cualquier baile de la época. El disco cuenta con diez piezas cortas instrumentales, en su mayoría ligeras, fáciles de digerir, con una dosis muy alta de ese estirpe de la música de baile hippie. La guitarra eléctrica lidera con agilidad las piezas del grupo, y aunque el materia haya sido grabado con eficacia en poco tiempo, también es un mérito el sonido limpio y entretenido que resultó de esta empresa psicodélica.

Aunque no estaba seguro del resto del personal cuando se le preguntó a Cole sobre el LP muchos años después, los posibles acompañantes incluyen a Edgar Lamar y Don Dexter en la batería, Tommy Lee y Glenn Cass en el bajo, Billy Joe Hastings y Norman Cass en la guitarra, y Billy Preston en el órgano. El disco ’The Animated Egg fue reeditado bajo el nombre de ‘’Guitar Freakout’’ en formato CD y LP en el 2008, incluyendo el disco de The Animated Egg además de contener algunos tracks de sus tantas otras producciones de época.

Otra particularidad con la que cuenta este disco y la cual se suma a los tantos intentos desesperados del sello por vender refritos psicodélicos a como de lugar, es que para 1968, este disco fue relanzado también bajo otro emprendimiento de la casa como lo era la orquesta 101 Strings. Lo que ocurrió fue que al disco ‘’The Animated Egg’’, sumado a otras pistas tomadas del disco ‘’The Inner Sounds Of The Id’’, se le reimprimieron encima arreglos de cuerda de la orquesta, se cambiaron  el orden y los nombres de las pistas, se le buscó una portada diferente y se publicó como una novedad bajo el nombre de ‘’Astro Sounds From Beyond The Year 2000’’  por la orquesta 101 Strings en 1968. Suena descarado pero a la vez es una reversión interesante del material de Cole, ya publicado bajo la 101 Strings, con sonidos psicodélicos que nos recuerdan que de estos aquelarres comerciales a veces solían quedar joyas muy interesantes.

Incluso en la era de la revolución juvenil, el mercado regia, los jóvenes compraban, y las empresas aprovecharon ese fenómeno de la psicodelia y el rock para vender aún más. Aprovechando esta moda pasajera del rock, e incluso cuando muchas veces este rock demostró que no era moda por su producción de obras impresionantes, las compañías incluso también aprovechaban el momento. Álbumes enteros eran creados por músicos de sesión en pocas horas y a bajo precio, se publicaban rápidamente, y se arrojaban a las estanterías de las disquerías emulando el estilo predominante por el gusto popular juvenil del momento, en este caso en la era hippie el estilo era la psicodelia. A veces, la portada colorida y la pretensión de querer pertenecer por fuerza, hacían creer al consumidor desprevenido que el contenido era de un artista popular y/o talentoso, cuando muchas veces no lo era.

Esta explotación de la psicodelia llevó a las compañías a producir grandes chatarras musicales buscando así aprovechar la moda y vender discos.  Muchos fueron los casos, incluso se conoce al psychsploitation como ese fenómeno de discos generalmente comerciales, cuadriculados, con sonidos obsecuentemente aburridos, con canciones que buscaban descaradamente el hit pegadizo, emular los sonidos de época, o generalmente también eran refritos instrumentales de temas conocidos de artistas muy populares, como The Bealtes, Rolling Stones, Jimi Hendrix, etc.

Aunque ese fenómeno no termina allí, muchas veces esos discos eran de baja calidad y poca creatividad, aunque a veces, pese a las condiciones en las que eran concebidos, se lograban crear sonidos bastante interesantes, y de allí salían perlas de la psicodelia que suelen sorprender. Artistas solistas, bandas de rock, proyectos comerciales fugaces, músicos de jazz, y hasta algunas orquestas terminaron haciendo refritos instrumentales de hits de la época o se volcaban a la psicodelia de manera comercial, buscando la popularidad, obsecuencia y éxito comercial.

También ocurría que esas incursiones comerciales descaradamente buscadoras de éxito, finalmente lograban el éxito comercial, tal vez con todo un disco o tal vez con alguna melodía que se volvía pegadiza en un lanzamiento. Muchas veces un refrito instrumental se volvía un éxito, lo cual generaba problemas legales con la banda dueña de la melodía. Aunque no tiene nada que ver con Jerry Cole, pero es un caso interesante, es lo que hizo The Andrew Oldham Orchestra, una orquesta que en 1965 publicó un disco con refritos instrumentales de temas de The Rolling Stones llamado ‘’The Rolling Stones Songbook’’. 

El ‘’problema’’ comenzó cuando esta orquesta tomó el tema ‘’The Last Time’’ de dicha banda, pero reversionándolo de manera muy creativa, convirtiendo el tema original en una cosa instrumental nueva e interesante, y con una melodía innovadora y mucho más excitante que la canción original. The Rolling Stones pronto tomaron acciones legales y se quedaron con los derechos de autor de esta reinterpretación. Esta historia ultra conocida se corona ya en la década de los 90s, cuando la banda de rock inglesa The Verve ‘’toma prestada’’ esa melodía creada por The Andrew Oldham Orchestra para componer su himno de rock ‘’Bitter Sweet Symphony’’. Luego hubo problemas legales y demandas por parte de The Rolling Stones para con The Verve, hasta que The Rolling Stones terminaron cediendo los derechos. Pero lo más interesante de esto es ver como una orquesta de refritos instrumentales creó algo original a partir de una reversión y con ello cambiaron el curso de la historia de la música, incluso el gran mérito de todo esto lo merece The Andrew Oldham Orchestra, que creó algo hermoso a partir de un tema de The Rollings Stones, e incluso The Verve lo único que hizo fue robar esa melodía inconclusa y crear su canción. Pero el gran mérito de esa pequeña historia lo merece la orquesta de refritos The Andrew Oldham Orchestra.

Cod: #1771

9 jul 2024

The Electric Flag - The Trip (Original Motion Picture Soundtrack) (1967)

El primer disco de la banda estadounidense The Electric Flag es a la vez la banda sonora de la película homónima ‘’The Trip’’ de 1967 como también uno de los primeros discos en contener el sonido del sintetizador Moog en su haber. El trabajo es una muestra de la música de la película que representa, una colección de pasajes sonoros instrumentales que reflejan a las claras la idiosincrasia hippie en cuanto más pueden hacerlo. Una buena colección de tracks psicodélicos, en su mayoría cortos, de no más de un par de minutos cada una, que son pequeños trips de delirio sonoro.

En sí no es un gran disco, es más bien un muestrario de lo que pasa en cuanto a lo musical en la película, no parece haber una idea cohesiva que unifique todos los tracks más allá de que todos son pequeños viajes sonoros conglomerados en un disco que musicaliza una película llamada ‘’El Viaje’’. Tal vez podría tenerse una referencia de a donde se quiere llegar conceptualmente con este disco más allá de que sea un intento comercial en su época. 

La película a la que refiere este disco es la homónima ‘’The Trip’’ de 1967, un film hippie y de ''psychsplotation'' por excelencia, censurada en algunas partes del mundo,  escrita por Jack Nicholson, y dirigida por Roger Corman, un especialista en hacer cine con poco y en aprovechar la tendencias del momento, por lo que para finales de los 60s esta producción tenía que salir a la luz aprovechándose la oleada psicodélica. El film trata de un joven, interpretado por Peter Fonda, que experimenta con un trip acido, y básicamente todo ocurre en esa perspectiva. Muchos momentums y estados transita en protagonista en su viaje hacia lo interno. Y tal vez podría tenderse esa relación de paralelismo con la música de este ‘’disco’’, que pasa por momentos de misterio, momentos gratos, momentos divertidos, pero también momentos de mal viaje y desazón.

Al tratarse de piezas cortas, el álbum cuenta con buena cantidad de tracks, dieciocho en total, por lo que hay una diversa cantidad de inventos sonoros para escuchar. Pequeñas melodías, improvisaciones, delirios, alguna referencia a la música raga, malos viajes, entre otros. Algunos momentos interesantes del disco son, ‘’Fine Jung Thing’’ como una zapada blusera con ritmo de funk y muy buenas intervenciones eléctricas por la guitarra solista de Mike Bloomfield, o ‘’Peter Gets Off’’ otra pieza que también parece una improvisación pero esta vez liderada de forma solista por un saxo. O los pequeños trips sonoros como en piezas como ‘’Joint Passing’’, ‘’Inner Pocket’’ o ‘’Flash, Bam, Pow’’, o sino la blusera ‘’Gettin' Hard’’, una improvisación lenta de blues con solos de guitarra eléctrica.

Para 1967 había tan solo un puñado de discos en los que aparecía el Moog en su sonido, y lo que resalta de esos trabajos es lo muy bien ejecutado que estaba siendo ya para esa época este sintetizador, viéndoselas en trabajos muy experimentales de psicodelia, entre otros lanzamientos comerciales varios de tipo ‘’moogsploitation’’. Para ser una tecnología que recién estaba surgiendo es llamativo lo bien utilizado que está el sintetizador en muchos discos primarios del momento, aun sumergidos en el ambiente psicodélico, aunque vale aclarar que, pese a que el Moog sí aparece en este disco ‘’The Trip’’, no tiene una intervención preponderante sino más bien aparece como detalles en varios momentos sueltos. 

El encargado de las aplicaciones electrónicas en ‘’The Trip’’ fue Paul Beaver, un entusiasta promotor de esta nueva tecnología del sintetizador Moog, como músico, y con colaboración de Bernie Krause, se convirtió en promotor comercial de Moog en la Costa Oeste de los EE. UU. Su promoción especialmente en el mundo de las bandas de rock hippie sirvió de enlace para llevar la música electrónica incluso también a otros de los primeros álbumes, todos psicodélicos, en contener el sonido del sintetizador en su haber, como ‘’Psychedelic Percussion’’ de 1967 por Hal Blaine, ‘’New Sound Element Stones’’ de 1967 por Emil Richards, ‘’Pisces, Aquarius, Capricorn & Jones Ltd.’’ de 1967 por The Monkees, ‘’The Notorious Byrd Brothers’’ de 1968 por The Byrds, entre otros.

The Electric Flag fue una banda estadounidense de rock pero con mucha intención hacia el blues, creada y  liderada en 1967 por el gran guitarrista Mike Bloomfield, quien venía de la experiencia de ser parte de The Paul Butterfield Blues Band. Bloomfield, junto al tecladista Barry Goldberg y el baterista Buddy Miles, y con otros músicos como el vocalista Nick Gravenites y el bajista Harvey Brooks, tuvo la ambicion de crear algo así como él llamo "música americana", tomando inspiraciones del blues de big band de BB King, T-Bone Walker y Guitar Slim (Eddie Jones), sino también en los sonidos soul contemporáneos de Otis Redding, Steve Cropper, Booker T. & the MG's y otros. También se inspiró en las formas tradicionales del country, el gospel y el blues. 

Inicialmente la banda se llamaría American Music Band, pero Bloomfield organizó la banda que se conocería como The Electric Flag en la primavera de 1967, buscando un sonido propio al incluir instrumentos de viento. La banda alcanzó su apogeo con su segundo disco, el lanzamiento de 1968 ‘’A Long Time Comin' ’’, una fusión de estilos de rock, jazz y R&B que se ubicó bien en la lista de álbumes pop de Billboard. 

Cod: #1770

3 jul 2024

Rotary Connection - Rotary Connection (1967)


Este álbum de pop y rock hippie cuenta con mucho arreglo sinfónico, lo que lo ubica entre los álbumes ambiciosos de la época, entre los trabajos conceptuales del momento, y además lo acerca a los orígenes del rock progresivo por sus ideas innovadoras y sus búsquedas compositivas, junto a álbumes tempranos del género como ‘’Days of Future Passed’’ de 1967 por The Moody Blues, ‘’Vanilla Fudge’’ de 1967 por Vanilla Fudge, o ‘’The Thoughts Of Emerlist Davjack’’ también de 1967 por The Nice. Todos estos álbumes tempranos, aunque con propuestas diversas entre sí, comenzaron a dejar entrever que una nueva música estaba surgiendo en el rock y se estaba desprendiendo del rock hippie, una nueva música de rock que continuaría mucho de la psicodelia pero ahora con otros elementos y sofisticaciones.

‘’Rotary Connection’’ de Chicago se propuso hacer algo muy ambicioso desde el ámbito del rock de época, aunque en realidad el disco no es tan rockero en cuanto a guitarras sucias y riffs pesados, esto es más bien un invento que va por entre el pop y el soul, con inventos propios y reversiones de algunas canciones de Bob Dylan, The Rolling Stones y Sam & Dave, a las cuales estiraron y convirtieron en cosa propia de la banda, hasta tal punto en que las convirtieron en algo totalmente diferente a lo original, irreconocibles.

Todo el disco es un auténtico experimento en el que desfilan trazas de góspel, electrónica, raga, psicodelia, jazz, música clásica, baladas, ubicadas en el entorno de la canción pero estas estando ornamentadas con arreglos de cuerda y voz y siendo estiradas de manera que funcionan muchas veces con introducciones, desenlaces, partes álgidas y finales, todo una esmerada visión proyectada hacia la producción y composición. Su ambición y extravagancia  supieron dar inspiración a los progresivos de la primera ola. El disco es una gran experiencia, no de rock pero de la psicodelia más ambiciosa, uno de esos típicos delirios creativos de la era hippie en la que músicas de distintos estirpes culturales que combinan con orquestas, coros y mucha experimentación. Pequeñas piezas que sirve como conectores, experimentación de estudio, fusiones y mucha experimentación, son más características que desfilan en esta producción de grandes visiones. 


El trabajo es todo un experimento, y como tal puede que a muchos no les guste, pero este tipo de arremetidas prototípicas siempre son importantes para la evolución y el no estancamiento de la música popular, permitiendo los productores de época muchos inventos que hoy en día serían imposibles, por lo menos para el ámbito de la música masiva y popular, ya que en el ámbito del under y las vanguardias eso ya existe y sigue existiendo hoy en día.

Rotary Connection fue una banda estadounidense de soul psicodélico, formada en Chicago en 1966. La banda, altamente experimental, fue ideada por Marshall Chess, hijo de Leonard Chess, fundador de la discográfica ‘’Chess Records’’. Marshall fue el director e ideólogo de la etiqueta Cadet Concept Records, y estaba interesado en desarrollar música experimental que fuera más allá del blues y el rock que habían hecho popular a ‘’Chess Records’’. Esto lo llevó a centrar su atención en el floreciente movimiento psicodélico de la época. El productor y tecladista Charles Stepney (posteriormente productor de Earth, Wind & Fire ) también estuvo a cargo de la producción.

Marshall reclutó Charles Stepney, un vibrafonista de formación clásica, arreglista y productor. También reclutaría a los Bobby Simms, Mitch Aliotta , y Ken Venegas, músicos que participarían del primer disco del proyecto. Sidney Barnes, un compositor dentro de la organización de Records Chess, también se unió al proyecto, al igual que Judy Hauff. También contaron con un elenco de cantantes que alternaban entre el soul y el celestial (incluida una joven artista también de ‘’Chess Records’’, llamada Minnie Riperton). Además de unirse el guitarrista Phil Upchurch y el baterista Morris Jennings.

El grupo lanzó seis álbumes durante su tiempo de vida, producidos y arreglados por Charles Stepney para ‘’Chess Records’’. Su primer album, el homónimo ‘’Rotary Conecction’’, puede parecer un experimento incomprendido pero es apenas el comienzo discográfico de una banda que publicaría más artefactos en los siguientes años.

Cod: #1769