Ray Russell ha publicado una buena cantidad de disco dentro del terreno del jazz y las bandas de sonido pero seguramente lo más rupturista e influyente de su carrera se encuentre entre sus primeros álbumes, ubicados entre finales de los 60 y principio de los 70, cuando su sonido había tomado un cariz hacia el free jazz más radical y clásico, aunque ejcutado por su guitarra distorsionada y rockera, por lo que su sonido era una interesante fusión embrionaria de elementos que terminaban en sonido sucio, roto, desprolijo y descontrolado.
Russell era uno de los músicos buscados en su época en la escena inglesa, participaba como músico de sesión en la escena, y también irrumpió en esta con interesantes trabajos con su cuarteto a finales de los 60s. Como guitarrista, y luego como compositor y productor, ha trabajado con artistas como Gil Evans, John Barry, Tina Turner, y con muchos otros grandes, pero primero hizo su fama con intervenciones y publicaciones propias. Al comienzo de su carrera contaba con ese espíritu rupturista típico de la juventud y lo volcó en algunos álbumes de un sonido particular, dentro de las vanguardias y la música improvisada.
En el verano de 1970 grabó ’’Rites And Rituals’’, pero este no se lanzó hasta el año siguiente en el sello Columbia, de un sonido que desafiaba los convencionalismos y presentaba a los grandes públicos distintas posibilidades posibles de hallar dentro de la experimentación y el jazz.
Un camino similar tomaría en su ‘’Live at the I.C.A’’, grabado en vivo y publicado ese mismo año de 1971. Aquí en guitarrista emprende un viaje desde su guitarra hacia la construcción de piezas de sofisticación en el terreno del free jazz, ya que buena parte del trabajo consiste en piezas muy extensas y de exploración en tiempo, espacio y sonido, que emprenden un camino y se construyen en la caos pero también en el desarrollo de un sonido elaborado artesanalmente en las distintas partes que logra alcanzar.
Las piezas se construyen entre el caos cacofónico, que a su vez transita por lo diversos instrumentos que participan de las sesiones, entre flautas, saxos, trompetas, baterías, y la guitarra eléctrica por supuesto, pero también aparece un costado melódico que brotan entre momentos muy específico y le da un aire diferente al asunto, que se construye entre el caos y lo unifica. En su estilo de ejecutar la guitarra estaba brotando el elemento del rock, elemento que no lo abandonaría jamás en sus producciones personales.
A la par de innovadores contemporáneos a su época y dentro del terreno del free jazz y la música improvisada, como Derek Bailey, Terje Rypdal, Masayuki Takayanagi o Sonny Sharrock, Russell también jugó con el estilo de libre improvisación, aunque tomando un rol importante en la transición entre el rock psicodélico y las vanguardia, casi uniéndolas en una sola y misma expresión, ya que su sonido era libre pero manteniendo el estilo sucio típico de la guitarra rockera. Con este elemento se las arregla para tejer campos de sonoridad libre obteniendo de su instrumento todo tipo de rasgueos libres, sonidos, quejidos etc, además de los tan esperado y ejecutados ‘’solos libres’’, que no tienen escala alguna o que tal vez parten de muchas a la vez ejecutadas al azar.
Durante los años 70, Russell pasó por conjuntos como ‘’Rock Workshop’’ y el combo de jazz-rock de vanguardia ‘’Nucleus’’, y cofundó ‘’Chopyn’’ (con Simon Phillips en la batería) con la tecladista Ann Odell . También tocó con Andy Mackay (de ‘’Roxy Music’’) en la banda sonora de la serie de televisión británica de ‘’Rock Follies’’, y se convirtió en un miembro de ‘’Stackridge’’ por un tiempo.
Aunque Russell es mejor conocido por sus habilidades como interprete de jazz, ha trabajado con éxito en una amplia gama de modismos musicales, incluidos R&B, soul y heavy metal. A lo largo de los años se han emitido varias grabaciones bajo su liderazgo, incluidos aspectos destacados de su carrera como ‘’Childscape’’ de 1987 con apariciones de Gil Evans y Mark Isham en la etiqueta ‘’Theta’’.
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