En 1975 se publicó este fantástico trabajo de jazz libre creado por un eventual y fugaz dúo integrado por dos emblemas de la música argentina de época, como lo eran Ara Tokatlián, integrante fundador de la banda Arco Iris, en saxo y flauta, y Enrique "Mono" Villegas, pianista icono del jazz argentino. Tokatlián recordaría con estas palabras la experiencia de trabajar con Villegas: ‘’Al Mono le gustaba nuestra música. Y nosotros moríamos por él. Por su lucidez, su locura creativa, su talento musical. Estábamos ligados por algo mágico". El grupo para la grabación se completa con aportaciones estelares, Guillermo Bordarampe en contrabajo y percusiones, y Dana en voz, estos últimos dos también fueron miembros de Arco Iris.
‘’Inspiración’’ resume las experiencias de Tokatlián y demás miembros de de Arco Iris a lo hora de aportar su misticismo y espiritualidad que tanto habían volcado juntos en las composiciones con la banda, en la que ejecutaban una música algo disimilar a lo hecho en ‘’Inspiración’’, Arco Iris era una banda de rock que fusionaban música folklórica y también jazz, por lo que este nuevo emprendimiento, solista de Tokatlián, era una propuesta diferente y un punto de quiebre en la experiencia del y los músicos.
Y por supuesto, no pueden dejar de aparecer los ambientes espirituales que embeben todo el sonido con momentos de música mística, tan típico de los compositores participantes, misticismo que al ser volcado en este jazz libre vuelve al trabajo en una propuesta única en su tipo, por lo menos en la argentina. Jazz libre, con ambientes cercano a la libre ejecución, con ambientes espirituales, solos libres, y vanguardias e invento dentro del jazz, pocos momentos dentro del jazz argentino de la época se acercan a lo logrado en este disco en cuanto a su estilo, estirpe, misticismo y espiritualidad volcada al jazz.
El rol de Villegas en piano es vital para el sonido del disco, con aportaciones libres entre armonías y acompañamientos de amplitud que se conjugan a la perfección con los solos y melodías de los vientos de Tokatlián y los demás aportaciones. Las armónicas afectan el desempeño del grupo y completan con sensibilidad y hasta dulzura muchos de los momentos del disco, aportando una base que ha captado muy bien el misticismo de la propuesta y la réplica con creces para que los solos de saxo tengan lugar en tiempo y forma y se expresen entre melodías y solos libres.
Aunque no en todas las pistas aparece el piano, algunos tracks consisten solo en un juego de vientos y creaciones afines, como en ‘’Sombra de los dorados budas’’, donde al comienzo de la pieza hay un juego con tres vientos sonando a la vez en un ambiente libre, y por supuesto profundamente empapados por el misticismo de la propuesta, algún agregado vocal e instrumental extra sutil se le suma al track, jazz espiritual. ‘’Logré mi ser’’ es otra pieza en la que solo se aprecian un juego de vientos como principal armonía, sin aparecer el piano y apareciendo otros agregados como percusiones.
Estas palabras provienen de la histórica Revista Pelo, revista argentina emblemática de rock y aledaños, en una tirada de 1975 aparecieron esta palabras reseñando el disco que había sido seleccionado como destacado del año por ellos: ‘’Este álbum se convierte en algo realmente atractivo en los pasajes en que Enrique Villegas, pianistas de sensibilidad poco común, sostiene las tendencias armónicas del integrante de Arco Iris Ara Tokatlian. Es curioso como dos típicos representantes de generaciones bien diferenciadas en el tiempo y preferencias puedan llegar a sentarse juntos en un estudio de grabación. Esa confluencia, y su formidable resultado, es lo destacable de este álbum, algo empeñado cuando Villegas no participa. Los vientos de Tokatlian consiguen una dimensión mucho más amplia de lo que hasta ahora habían dado, la inspiración también es Villegas para él, y probablemente el pianista se haya sentido también atraído por la experiencia.’’
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