Esta es una joya de la psicodelia pernambucana, otro producto típico del estilo psicodélico de la región, un estilo post psicodélico, con su dosis contracultural y su acercamiento típico a la música hindú. Satwa fue formado después del regreso de Lula Côrtes y Lailson de sus respectivas excursiones extranjeras, el proyecto duró solo un año. Lailson era de la ex colonia holandesa de Pernambuco, mientras que Côrtes provenía de las salvajes tierras baldías de Paraíba. En 1972 Lailson había vuelto de los Estados Unidos, regresando a su Brasil natal, en el que se encontró con una brutal dictadura. Por su parte, Lula Côrtes también había arribado a Brasil, pero este viniendo desde Marruecos, país del que había traído un sitar consigo.
Lailson era conocido en la comunidad artística under que había en Recife (capital del estado de Pernambuco), su ciudad natal, y cuando el movimiento de estudiantes universitarios decide organizar una feria de artes experimentales, una especie de Woodstock brasilero, deciden convocarlo para que coordine los aspectos musicales del evento; allí es cuando Lula y Lailson se conocen. Con muchas cosas en común, se hacen amigos y pronto comienzan a pasar largas jornadas juntos haciendo música, combinando sus propios estilos y creando un estilo acústico propio. Lula Côrtes con su sitar marroquí y Lailson con su guitarra de doce cuerdas, de lo que saldría una combinación de música folklórica brasilera, música tipo hindú y elementos del mundo de rock & roll que se convertirían en otro aspectos más de la fusión. ‘’Eso era Satwa, el sonido del balance entre dos realidades diferentes’’.
El siguiente paso natural del duo fue grabar su música en un pequeño estudio de grabación local que también tenía un sello discográfico, por lo que podrían financiar y publicar su propio disco por sus propios medios. Grabado en los estudios Rozenblit, en Recife, entre el 20 y el 31 de enero de 1973, el trabajo es una joya que pasó desapercibida en su época pero que hoy es codiciada por los coleccionistas, siendo una pieza de colección prácticamente imposible de hallar. ‘’Teníamos una vaga idea de que lo que hacíamos era algo inusual, pero lo hicimos de forma tan natural que no nos dimos cuenta que estábamos grabando el primer disco independiente de Brasil’’, recuerda Lailson.
Con un estilo pastoral totalmente acústico, aunque armonizado con algunas voces sin letra, el trabajo presenta composiciones de aire místico y de una clara influencia de la música hindú, por lo que las estructuras de las piezas se vuelven hacia formas similares a los ragas típicos del estilo, sesiones que, aunque cortas, transitan por diversas intensidades y diversas texturas en un entrecruce de arreglos acústicos de cuerda.
El disco fue grabado y publicado en un momento en el que los censores militares se encontraban en una álgida situación en el poder, en una dictadura que asolaba a todo Brasil, haciendo uso de su corrupción armada censurando a los periódicos que podría contener algún mensaje ‘’subversivo’’, es por esto que el disco no contiene palabras cantadas, para evitar una posible censura, volviéndose las composiciones instrumentales hacia un lugar preponderante en el sonido y convirtiéndose en un disco de ‘’protesta sin palabras’’, con melodías, armonías y construcciones sonoras que trataban de dar a conocer un mensaje de resistencia por medio del sonido.
La música es una sucesión de composiciones áureas de tipo ragas y/o mantras, con juegos entre guitarras o entre guitarra y sitar. Es un estilo de folk acústico instrumental, de corte espiritual, presentando una serie de diversos motivos compositivos que deambulan en ingeniosas armonías e ingeniosas improvisaciones áureas, recordando mucho al estilo acústico experimental similar del colectivo norteamericano de A Cid Symphony, habiendo tomado ambos muchos elementos y concepciones de estilos de oriente para inspirarse tanto en lo artístico como el espiritual y personal. Lailso daría estas palabras sobre el significado espiritual del disco: ‘’Junto con Raja y Rama, Satwa es una de las tres cualidades de la realidad, o Gunas, si lo decimos de una manera menos compleja de explicar. Raja y Tama están en oposición entre ellas y Satwa es el balance, el ritmo, el espíritu que yace entre el cuerpo y el alma. Sutil y luminoso, es como un cristal líquido que brinda claridad a la mente y organiza la fuerza donde el principio del sonido está incluido.‘’
Muchas gracias! Muchas muchas gracias
ResponderEliminarQuienes sean ustedes detrás de estás pantallas les digo que los siento como mis aliados en estos momentos de caos y enfrente sociocultural.
Los sigo de hace mucho tiempo y siempre encuentro aquí algo más, más de lo que puedo imaginar. Saludos!
hola, gracias por tus palabras, estamos viviendo momentos muy extraños y densos en cuanto a la cultura popular, así que es bueno mantenerse despierto escuchando y recibiendo buenas cosas que no contaminen la mente de estupideces, saludos y estaremos aquí para lo que necesites!
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