Esta interesante mermelada psicodélica contiene algunos buenos temas de rock acido junto a uno de los aspectos que más destaca del lanzamiento que es una imaginativa elaboración y una esmerada producción de estudio que hace de las canciones unas buenas piezas que van entre intros, interludios, atascos y otros agregados, acercándose al lugar progresivo que pronto por esos años estaría por instalarse de lleno en la escena rockera por excelencia.
El elemento del jazz, que se convierte en jazz rock al acercarse a las canciones del disco, es el ingrediente que realza la propuesta y la ubica en un lugar con mas colores, apareciendo especialmente esto en algunos solos de guitarra que aparecen por aquí y allá con escalar alegóricas por parte de guitarras distorsionadas, una buena combinación. La música no es estrictamente de rock progresivo como se la conocería luego en grupos más virtuosos, pero la propuesta gira en torno a una composición que van hacia tema muy bien ornamentados y que hacen de la experiencia un viaje de buenos atascos.
Aquí hay rock, bases Funky, elementos progresivos en la producción, agregados de jazz, además de las buenas guitarras fuzz que aun para ese año estaban funcionando y que quedan muy bien en la mezcla final de las canciones, la psicodelia está servida con una buena ración de fusiones y el sonido final suena muy interesante. ‘’Electric Holy Man’’ es el tema principal del disco, una pieza entre canción y atascos de fuzz jazz rock que llega a alcanzar buen groove en algunas partes, una pieza bien nutrida y agradable como todo el disco. Incluso la reversion que hacen del clásico ‘’Dear Mr. Fantasy’’ la convierten con armonías de jazz y buenos solos internos, unos hermosos atrevidos.
Los primeros cuatro discos van dentro de la misma cosa cuasi progresiva, rockera, con buenos atascos eléctricos y agregados de jazz. Aunque para los últimos dos temas del disco la cosa cambia un poco, apareciendo un tema acustico llamado ‘’Lady Of Day’’, que entre guitarra y bajo solamente se las arregla para dejar un bello momento, solemne y tranquilo, bajando de la dosis rockera del resto del trabajo, un bello tema. Para cerra el trabajo otro tema de rock pero ya con aires country, el interesante ‘’Penfield Town’’.
No es un disco esencial, pero es un esfuerzo destacable entre muchos otros discos de la época que solían ser cuadriculados y que salían bajo una fórmula de memoria, en cambio el trio Henry Tree hizo de las suyas y arriesgo un poco para ofrecer una propuesta no solo entretenido, y típica del rock sesentero, pero con buenas miras hacia adelante, buenas elaboraciones y con la psicodelia como sustancia cohesiva en todo su sonido.
Más allá de un simple lanzado anteriormente, este ‘’Electric Holy Man’’, publicado el 1 de enero de 1968, es el único intento discográfico de este grupo de corta vida proveniente de Cleveland, Ohio, habiendo sido grabado por el trio compuesto por Charles McLaughlin en bajo, Carmen Castaldi en batería, y Leroy Markish en voz y guitarra, además de Bob Shad como productor del trabajo. El disco contó también con un guitarrista fantasma de jazz no acreditado en el lanzamiento pero llamado Bill DeArango, el encargado de aportar esa cuota tan fantástica de jazz en las canciones y muchos de los buenos arreglos con los que cuentan estas.