Brian Auger estuvo allí como gestor de fusiones tempranas y fue parte de la corriente que experimentó y llevó a la psicodelia hacia terrenos de mayor sofisticación, armando con su versatilidad técnica en teclados con la que fusionó el rock y el jazz. Por su parte, Julie Driscoll fue una exitosa cantante que también funcionó durante esos años de contracultura y prototipos progresivos, teniendo gran acercamiento a la psicodélica, y al jazz rock mismo. A banda para esta ocasión se completaba con David Ambrose en bajo y Clive Thacker en batería.
Los músicos de aquella época a menudo manejaban varios estilos a la vez, siempre dentro de lo que sonaba en el momento, fusionando jazz, rock, funk, blues, soul, entre otros, por lo que muchas veces los discos que publicaban presentaban varias facetas, explorando fusiones o estilos diversos. ‘’Streetnoise’’, de 1969, es uno de esos trabajos con buenas miras hacia una propuesta de variado índole, también acercándose hasta el mote de trabajo conceptual u operístico, o por lo menos en su estructura es lo que insinúa, siendo un disco doble, con un sinfín de composiciones que van desde lo que parece ser algo de progresivo temprano, jazz-rock, elementos acústicos, pop rock, y muy buenos atascos con improvisaciones obviamente de la mano del órgano de Auger.
Al tratarse de un disco doble ofrece la posibilidad de encontrar un repertorio muy extenso, liderado siempre por hammonds y pianos, contando además con un par de canciones más pegadizas como ‘’Indian Rope Man’’ o ‘’Let the sunshine in’’, donde las melodías movidas no se dejan de esperar; también hay una reinterpretación del ‘’Light my Fire’’, de The Doors, aunque reinventada de forma particular, casi progresiva, con un desenlace que la quita lejos de su versión original. El disco en realidad cuenta con gran cantidad de reinterpretaciones de temas de otros artistas, incluyendo versiones de: "Take Me To The Water" de Nina Simone, "Save the Country" de Laura Nyro, "All Blues" de Miles Davis, "Indian Rope Man " de Richie Havens, y "Let The Sunshine In" y "I Got Life" del musical Hair
La obra ya desde sus cimientos y su portada insinúa ser algo fuera de lo común, lo cual se confirma en el sonido, con lo que parecieran ser implicancias socio-politicas en su concepto, y con una interpretación y elaboración muy esmeradas y centradas, presentando formas que se salen de lo común, momentos muy significativos desde lo instrumental y lo creativo, para cimentar un sonido que llama la atención de inmediato y que debió tener más suerte en cuanto a su repercusión, no es un disco más de la época, es una obra que se destaca del resto.
La grabación es nítida, equilibrada en una idiosincrasia artística propia que los llevó a salirse de los surcos del mote de disco de rock estándar para ubicarse en un sonido puramente creativo, reinterpretado todo bajo la particular visión del sonido de Hmmond B3 de Auger, reafirmado bajo una fulguración creativa muy particular que se presentan y asombra con un sonido excitante y muy significativo a todo momento, el disco es extenso pero nada de lo que ofrece está de más. El sonido cuenta con la virtud de Julie Driscoll, un cantante que puede llegar a unas notas muy altas con una facilidad notable y una gran potencia, con un estilo de voz dulce pero también con buena dosis de blues y rock.
La extensa desenvoltura de la obra puede llevar a la desazón, es una obra muy extensa y significativa, por lo que exige una escucha atenta, exige y demanda tiempo para dedicarle especialmente a su escucha y a la apreciación de cada detalle y momento porque la elaboración los ha llevado a la creación de una música que transita por diversos pasajes que varían en intensidad y sofisticación, porque todo lo ofrecido pareciera conectarse artísticamente bajo un halo de lo unifica en una misma cosa, funcionando como un álbum conceptual.
Los oscuros surcos que este sonido alcanza provienen de un lugar donde yacen posando los frutos tempranos de una generación ávida en andanzas y movimientos y ávida en innovación, que ya desde el comienzo de sus carreras comenzarían transitar y los cuales no tardarían en madurar en formas mucho más elaboradas de fusión, comenzando a trazas el camino desde formas tempranas de R&B y soul, pasando por la psicodelia hasta llegar a formas prototípicas de un progresivo que ya estaba dando qué hablar entre sus contemporáneos.
La carrera tanto de Driscoll como de Auger tuvo fuertes conexiones con la música progresiva y el jazz-fusion y de vanguardia. Driscoll se casó con el músico compositor Keith Tippet, por lo que desarrolló un fuerte vínculo con la música de vanguardia, además de ser requerida como vocalista de sesión. Por su parte Auger también tuvo mucha relación con el jazz-fusion con su Oblivion Express, y también sería un música de sesión muy requerido en su época, llegando a tocar con músicos como Rod Stewart, Tony Williams, Jimi Hendrix, John McLaughlin, Sonny Boy Williamson, Led Zeppelin, Eric Burdon, entre otros.