Russell era uno de los músicos buscados en su época en la escena inglesa, participaba como músico de sesión en la escena, y también irrumpió en esta con interesantes trabajos con su cuarteto a finales de los 60s. Como guitarrista, y luego como compositor y productor, ha trabajado con artistas como Gil Evans, John Barry, Tina Turner, y con muchos otros grandes, pero primero hizo su fama con intervenciones y publicaciones propias. Al comienzo de su carrera contaba con ese espíritu rupturista típico de la juventud y lo volcó en algunos álbumes de un sonido particular, dentro de las vanguardias y la música improvisada. En el verano de 1970 grabó ’’Rites And Rituals’’, pero este no se lanzó hasta el año siguiente en el sello Columbia, de un sonido que desafiaba los convencionalismos y presentaba a los grandes públicos distintas posibilidades posibles de hallar dentro de la experimentación y el jazz. Este sonido corresponde a una serie de ideaciones y exploraciones compositivas que, dentro del ambiente del jazz libre y la libre improvisación, se vuelcan y revuelcan continuamente en un sinfín de arremetidas en las que pequeños elementos preconcebidos surgen y se entremezclan con la búsqueda de romper con el tiempo propiamente dicho. Rehusándose prácticamente a volverse conservadores o a utilizar elementos de un espectro estándar, se las rebuscan para replicarse en una serie de extensas sesiones de un sonido libre y vanguardista, donde además funciona la fusión, través de líneas funk de bajo y la aparición de momentos de auténtico jazz rock que, insospechadamente, aparecen por momentos y brindan una revitalización y esa esperada ‘’fusión’’.
El álbum consta de tres pistas de improvisación largas y una pista más corta, allí es donde tiene lugar el ‘’desencuentro rítmico’’ y las aproximaciones vanguardistas de la línea de viento que participa en el sonido, además de la guitarra de Russell que es la que se vuelca primordialmente en un desenfreno caótico y rígido que no deja de desperdigar una sensación de rispidez e incomodidad en el ambiente. Momentos de pequeñas composiciones, como introducciones o partes finales de las sesiones, tienen lugar, en medio de cacofonías que van surgiendo y se va acomodando sutilmente entre distintos momentos y distintas improvisaciones de guitarra, bajo, y saxo. Sin duda se trata de vanguardia pura, que surge en las melodías preconcebidas, en los solos desenfrenados de la guitarra de Russell y en las extensas sesiones en las que se sumergen. Durante los años 70, Russell pasó por conjuntos como ‘’Rock Workshop’’ y el combo de jazz-rock de vanguardia ‘’Nucleus’’, y cofundó ‘’Chopyn’’ (con Simon Phillips en la batería) con la tecladista Ann Odell . También tocó con Andy Mackay (de ‘’Roxy Music’’) en la banda sonora de la serie de televisión británica de ‘’Rock Follies’’, y se convirtió en un miembro de ‘’Stackridge’’ por un tiempo. Aunque Russell es mejor conocido por sus habilidades como interprete de jazz, ha trabajado con éxito en una amplia gama de modismos musicales, incluidos R&B, soul y heavy metal. A lo largo de los años se han emitido varias grabaciones bajo su liderazgo, incluidos aspectos destacados de su carrera como ‘’Childscape’’ de 1987 con apariciones de Gil Evans y Mark Isham en la etiqueta ‘’Theta’’.
El grupo ‘’Firyuza’’, de Turkmenistán, se reunió en 1978 en Ashgabat en torno al baterista multi-instrumentista de origen ruso Dmitry Sablin. Sablin trabajó para ‘’Gunesh’’, otra banda también de Turkmenistán, a principios de la década, y después de su servicio militar formó su propio trío llamado ‘’Sablins’’ con sus dos hermanos. Estos, acompañado de varios cambios de alineación, se expandieron a ‘’Firyuza’’ a fines de la década, nombre bajo el que estuvieron activos por primera vez en junio de 1978. La formación participó en una competencia de bandas soviéticas a finales de año, que finalmente ganaron. El premio consistía en la grabación y publicación de su propio disco. Así es como ese mismo año, Firyuza fue invitada a Moscú para grabar su primer y, desafortunadamente, último álbum. Los músicos comenzaron a grabar con sus propios fondos, las autoridades locales ni siquiera los apoyarían para cubrir sus gastos de viaje y alojamiento. La grabación tuvo lugar en el ‘’All-Unión Estudio’’. Su primer álbum, el homónimo ‘’Firyuza’’ fue lanzado en 1979 por el sello estatal ‘’Melodiya’’. Este álbum consiste en una música fina, delicada, que roza con lo virtuoso, y esto se aprecia inmediatamente desde los primeros instantes, se puede percibir que se trata de algo que se va presentando sutilmente, todo de manera instrumental, para adentrarse en piezas muy complejas, de calidad progresiva, enriquecidas a puro e inconfundible jazz fusión, y enarboladas con un sabor que evoca a melodías folklóricas típicas de la región; es todo un encuentro y una presentación que se pueden hallar en este manifiesto fusión.
El estilo tan complejo y propio que proponen recuerda mucho a las bandas del movimiento de Rock In Opposition, por la sofisticación desenvuelta en piezas extensas que van transitando, casi sin mirar atrás, por nuevas y continuas progresiones nacidas de fusiones y experimentos compositivos. El resultado final no responde ni corresponde a nada, solo es una música propia, creada bajo sus propias reglas, una aventura progresiva que funciona bajo sus propias leyes. En la portada del trabajo se puede apreciar a los músicos posando vistiendo sus telpeks tradicionales (sombreros altos de piel), esto marca que llevaban orgullosamente su pasado y sus raíces y los presentaban sin temor, y esto claramente se releja en el concepto del álbum que está embebido en melodías, motivos y estilos tomados directamente de la música típico turcomana y que desfilan en el disco de forma directa, a veces en forma de melodía y a veces en forma en que lo músicos emulan, con sus instrumentos de rock, a instrumentos típicos de su país, obteniendo un sonido muy particular.
La banda se terminaría separando poco después del lanzamiento de su primer álbum, agobiados por el poco apoyo y las restricciones que pesaban sobre las bandas locales bajo el dictatorial gobierno de la URSS de turno. Su paso no duró mucho pero fue un ejemplo de la subversión de la juventud que, pese a las negativas imperantes, se las arregló para destacar con un sonido de alta calidad, accediendo a un sonido que había sido de turno para el mundo occidental pero que para ellos había sido delegado y restringido casi sistematicamente. A principios de los años 80, las banda se separara, duraron un año y luego se disolvieron.
Alemania es cuna de una serie de cuevas cavernosas del under local de esas tierras, estimuladas por la creciente fiebre por la búsqueda musical experimental y las fusiones con jazz y vanguardias que en esa época supieron surgir, lugares por los que circulaban muchos atrevidos artistas que produjeron interesantes sonidos fusión. Una de esas propuestas la presentó la fugaz banda Dennis, un grupo que nada tenía que envidiarle a sus coterráneos más populares y conocidos para las audiencias, ya que en esta ocasión presentarían un disco de un gran nivel y de un concepto muy atractivo dentro de la visión de la fusión y la experimentación. ‘’Dennis’’ era una especie de grupo de sesión, formado en 1973, que incluía una selección de músicos de diversas bandas alemanas de la época, como ‘’Frumpy’’, ‘’Tomorrow´s Gift’’, ‘’Thirsty Moon’’ y ‘’Xhol’’, y se reunían a tocar free-rock para los entusiastas asistentes de la época. El miembro principal fue el baterista de ‘’Frumpy’’ Carsten Bohn (la banda lleva el nombre de su hijo). Pero el tecladista Manne Rürup (de ‘’Tomorrow´s Gift’’), Michael Kobs y Willi Pape (de ‘’Thirsty Moon’’) eran músicos con los mismos derechos y sin duda grandes habilidades musicales. El grupo existió durante un poco más de 2 años y dio conciertos con frecuencia, con la alineación cambiando constantemente. A finales de 1974 la formación se desmoronó nuevamente. En 1975 publican ‘’Hyperthalamus ‘’, con un sonido prácticamente improvisado, ya que tres de las cuatro piezas que este disco presenta son exactamente eso, sesiones instrumentales improvisadas, dentro de un ambiente de blues/funk/jazz rock, sesiones a pura búsqueda sonora e improvisaciones, con buenos solos en guitarra y ambientes oscuros y psicodélicamente disfrutables; a excepción de la primera pieza, que abre el disco con algunas grabaciones ambientes de lo que parece ser una estación de tren, para terminar volcándose hacia algunos arreglos hipnóticos en guitarra eléctrica.
El disco está dispuesto originalmente en el vinilo de la época de manera tal que tres de las piezas, más cortas, se ubican en el lado A, mientras que una extensa sesión de casi veinte minutos, también improvisada, es la que ocupa todo el lado B; característica típica de la época, eso de llenar todo un lado del vinilo con una extensa improvisación. Esta extensa improvisación colectiva llamada ‘’Grey Present Tense’’ consiste en una sesión que transita por varios y diversos pasajes y estados de ánimo. Comienza con aires místicos y se va ubicado poco a poco dentro de una base funk-rock que sutilmente va surgiendo hasta alcanzar el protagonismo en el sonido que a plena improvisación de teclas sabe invadir la situación durante vario minutos, hasta que ese envión que habían alcanzado empieza, también sutilmente, a regular hasta comenzar un viaje hacia otro lugar, el sonido vuelca de vuelta hacia un terreno indefinido el cual se conduce hacia una base más lenta que la transitada anteriormente, y la sesión de improvisación encuentra otro camino. Suele ubicarse a este disco entre las producciones salidas del movimiento krautrock, ya que es un disco alemán coterráneo y contemporáneo a dicho movimiento, pero lo cierto es que no presenta tanta incidencia hacia esa corriente, tal vez las grabaciones de ambientes del primer track recuerden un poco a los collages de grabaciones del primer disco de Faust, o también en algunos pasajes se hace presente un misterioso efecto tipo electrónico, que aparece especialmente en el tema ‘’Already’’, que le confiere al sonido un aire cósmico, pero que no tiene mayor eco en el resto del disco.
Bob Downes fue parte de la floreciente escena jazz rock inglesa de principio de los 70s, estuvo allí para presentar algunos discos en su época con los que dio que hablar, impulsando, por lo menos en un principio, la fusión de jazz rock y experimentado aún más, como en discos como ‘’Open Music’’,de 1970, una obra dedicada especialmente a la flauta y creada en base a estructuras atípicas y muy complejas donde tanto el jazz como elementos sinfónicos tienen lugar. Downes es principalmente conocido por sus trabajos como solista y líder, pero primeramente alcanza cierta repercusión al comienzo de su carrera carrera, durante los 60s, trabajando como músico de sesión para muchas bandas reconocidas de la época como Manfred Man, Andwella’s Dreams, John Barry Seven, Mike Westbrook, participando del segundo disco de Egg. El año de 1970 sería muy fructífero para él, ya que publicaría tres discos, uno de ellos sería ‘’Electric City’’, disco que publica bajo nombre de su banda ‘’Bob Downes Open Music’’. Formada en 1968 originalmente como un trío, Open Music se convirtió en un vehículo para muchos de los proyectos y actividades musicales de Downes: solo, tríos, big band, etc.
En ‘’Electric City’’ Downes presenta un sonido de jazz rock pesado y con arreglos de viento, un sonido potente y contundente desplegado en canciones en general cortas, plagadas de improvisaciones y momentos aguerridos. En cuerpo principal del disco se compone de riffs y bases pesadas pero también ofrece algunas variantes compositivas que le dan frescura al disco y muestran una cara renovada y versátil de la banda. Las bases son muy dinámicas y casi todo el disco transcurre en ese afluente de avanzada de vientos y guitarras pesadas, temas con riffs pegadizos y melodías accesibles, blues/jazz/rock, algunos temas instrumentales y muchos solos improvisados. La improvisación no podía falta viendo la calidad de músicos invitados que participaron en el disco, entre los que se encontraban: Kenny Wheeler, Ian Carr, Chris Spedding, Harry Miller, etc. 1970 seguiría siendo un año muy fructífero para él, llegando a publicar tres disco, además de este presentaría su ‘‘Deep Down Heavy’’. Pronto crearía su propio sello discográfico, ‘’Openian’’, donde continuaría desarrollando su música experimental, publicando más trabajos como ‘’Episodes At 4 AM’’, con su ‘Bob Downes Open Music Trio’. Durante esta década llegaría a ser miembro de la Barry Guy's London Jazz Composers Orchestra y también tocaría con la Mike Westbrook Band y Keith Tippett Band. Lamentablemente, durante las décadas siguiente, su discografía no se vio tan nutrida como en aquellos años, desde entonces se ha ganado la vida como músico, y compositor para compañías de ballet y teatro europeas y norteamericanas.
Esta entrada va especialmente dedicada a Jorge Salvador, quien me recomendó particularmente este disco que ha sido un grato descubrimiento para mí y que ahora tengo el placer de estar recomendándolo en el blog de las delicias, muchas gracias por la recomendación y sigamos por la senda de la buena música! Esta banda canadiense tuvo vida entre 1966 y 1970, años en los que se mantuvo tocando, bajo varias encarnaciones, en mucho locales regionales en la ciudad de Vancouver, junto a otras bandas locales que, pese a no alcanzar la fama en los Estados Unidos, eran lo suficientemente conocidos regionalmente como para abrir a banda más importantes que llegaban a tocar a la escena canadiense, como Fleetwood Mac, BB King, Country Joe & the Fish y Steve Miller Band. El grupo tuvo su primera encarnación bajo el nombre de Joe Mock & No Commercial Potential, encaminados más hacia el folk rock, inspirados por Bob Dylan. Joe Mock fue justamente su fundador y líder, además de ser el guitarrista del grupo. En 1967 la primera formación se disolvió y se formó una segunda versión de la banda, que comenzó como un trio, pero un año más tarde, tras varios cambios en su formación, terminó transformándose en un cuarteto, siendo formado por Joe Mock en guitarra, Glen Hendrickson en batería, Rick Enns en bajo, y Ross Barrett en saxofón, flauta y teclados. En su época no alcanzaron a publicar un disco propiamente dicho, ‘’Test Record’’ fue un acetato que lanzaron en 1968, con solo cinco pistas, entre las que se encontraban una sesión improvisada de diecinueve minutos y cuatro canciones más cortas y convencionales. En su época se dice que solo se lanzaron un puñado de estos acetatos, hoy perdidos en el tiempo y totalmente difíciles de encontrar. En el año 2000 se hizo una reedición en cd de este material rescatado, al que se le sumó otras pistas, más canciones cortas y otra extensa sesión de improvisación. Tal vez lo más significativo que contenga este disco sean las dos extensas sesiones en las que incursionan con un sonido prototípico para la época, una especie de soft rock con aires de jazz, una fusión temprana para la época, un sonido ligero, liviano, fácil de escuchar y con buena prestancia para el oído con buenas arremetidas e improvisaciones en saxo y guitarra eléctrica. Son sesiones grabadas en vivo, como la mayoría de las piezas que presenta el disco, de un jazz rock temprano, propio de las visiones e incursiones de la banda y con buena forma para la época, ya que en ese año recién estaban apareciendo los primeros experimentos entre el rock y jazz que luego concluirían en la aparición del jazz fusión.
El resto de las pistas se compone de una extensa serie de canciones más bien convencionales, con un carácter no tan nítido ya que surgen de la fusión entre el rock y el jazz, con elementos funky, soul y blues, de esto brota una mermelada sonora embrionaria, que por momentos es más lenta, por momentos más melódicas, siempre dentro de un ambiente soft, y con los vientos encargados mayoritariamente de los solos, improvisaciones y acompañamientos. La listas de tracks es de un carácter ambivalente, por un lado parecen haber encontrado una senda y todo lo que produjeron transita por ella, con un aire que caracteriza a todo lo que interpretan, pero por otro lado presentan un repertorio variado, sacando de lado las dos extensas sesiones que contiene el disco, entre los demás temas aparece el blues, algo de funky, soul, canciones inspiradas en el R&R de la época, y hasta en una canción incursionan en un sonido más pesado que se acerca a lo psicodélico, piezas en general dinámicas y entretenidas capaz de mantenerse en un dinamismo y brindar una sensación muy agradable. La mayoría de las piezas fueron grabadas en vivo, a excepción de unas pocas que aparecen al final de la lista y fueron grabadas en estudio; párrafo aparte se podría hacer para dos de esas piezas de estudio que aparecen en esta reedición, se trata de ‘’Easter Dog’’ y ‘’Do-Re-Mi’’, dos piezas en las que inéditamente aparece el teclado, como nunca lo había hecho en el resto de temas, además de incursionar en sonidos un poco más pesados y hasta psicodélicos, con momentos muy interesantes en los que se acercan a lo lisérgico. Alcanzaron una fama local y llenaron los locales como The Village Bistro, Retinal Circus y Big Mothers. Tocaron junto a otras bandas populares de la época, incluyendo Spring, Papa Bears Medicine Show. Hoy, Joe Mock, Rick Enns, Ross Barrett y Glen Hendrickson todavía están muy involucrados en la escena musical y, con la excepción de Joe, que ahora vive en Francia, todavía viven en el área de Vancouver y sus alrededores.
’’…en la casa de mi padre hay muchas moradas. ’’ (Juan 14:2).
¿a qué ‘’casa de mi padre’’ se refería el maestro Jesús, sino al universo y a la inmensidad del infinito? ¿y las ‘’muchas moradas’’ de mil millones de mundos serían solamente globos siderales que el padre puso a navegar en el océano cósmico del infinito, completamente vacíos para servir de regalo a los ojos de los habitantes de nuestro pequeño planeta?’’
(estas palabras figuran en la contra portada del vinilo original)
‘’Arco Iris’’ fue una de las bandas fundacionales da la etapa del rock argentino surgido entre finales de los 60s y principio de los 70s, ellos estuvieron allí en los primeros años de esta generación para dejar una fuerte huella en el rock de dicho país, siendo una de las encarnaciones más místicas y espirituales del mismo, tal era el caso que incluso tenían un guía espiritual, Dana (Danais Winnycka), una mujer misteriosa nacida en Ucrania en 1939, que se dice era pionera en el uso de técnicas alternativas provenientes de la filosofía oriental. Dana en su infancia había viajado junto a su padre por la India y el Tibet, en ese viaje adquirió los primeros conocimientos de yoga, vegetarianismo y técnicas curativas. Se radicó con su familia en Villa Ballester (una ciudad ubicada en el centro del partido de General San Martín, provincia de Buenos Aires, Argentina), y siguió desarrollando una filosofía espiritual que poco tiempo después atraparía a unos jóvenes músicos entusiastas llamados Gustavo Santaolalla, Ara Toklatián, Alberto Cascino y Guillermo Bordarempé, músicos de unos 16, 17 años, por aquel entonces. Este encuentro marcó para siempre la vida y el camino de ellos y la influencia que Dana volcó sobre estos músicos fue fundamental para su desarrollo humano y artístico, tanto fue así que juntos se reformaron como una nueva banda, Arco Iris, viviendo en forma de comunidad, instalados en una casa en Boulogne, donde llevaban a cabo con fuerte disciplina una serie de reglas que incluían meditación, lectura, naturismo, cero drogas, yoga y una vida ascética en general. Gustavo Santaolalla recuerda: "Conocemos a Dana y nos abre el coco en montones de cosas. Fue la primera persona que me dijo: ‘’Lo tuyo vale’’. Yo, al margen y no tan al margen porque tiene muchísimo que ver, me enamoré totalmente de ella."
El desarrollo musical que llevan a cabo estuvo marcado evidentemente por esta presencia espiritual de Dana, y se puede apreciar en las letras y sonidos típicos del grupo a pleno misticismo hippie, con elementos religiosos, filosóficos y cósmicos, pero también se caracterizaron por una búsqueda sonora que los llevó a fusionar varios elementos a su música rock, como música progresiva y jazz, aunque especialmente fue característica su fusión con ritmos folklóricos e indoamericanos, este sello caracterizó fuertemente su estilo a seguir y marcó una fuerte distinción respecto a las demás bandas de rock contemporáneas como Los Gatos, Almendra, Manal o Vox Dei. En el verano de 1970 ganan el "Festival Beat de la Canción Internacional" en la ciudad de Mar del Plata, con el tema "Blues de Dana". Entre 1969 y 1974 Arco Iris publicó siete discos, muchos de ellos imprescindibles para el desarrollo del rock argentino. En 1972 publican su opera rock "Sudamérica O El Regreso A La Aurora", un disco doble y uno de los trabajos más importantes en la historia del grupo, la banda mostraba con su música un profundo trabajo de fusión con ritmos folklóricos.
‘’ ’’…en la casa de mi padre hay muchas moradas. ’’ (Juan14:2). ¿A qué ‘’casa de mi padre’’ se refería el maestro Jesús, sino al universo y a la inmensidad del infinito? ¿y las ‘’muchas moradas’’ de mil millones de mundos serían solamente globos siderales que el padre puso a navegar en el océano cósmico del infinito, completamente vacíos para servir de regalo a los ojos de los habitantes de nuestro pequeño planeta?’’. Estas palabras están ubicadas en el interior del arte de portada del vinilo doble que publicaron en 1974, el llamado ‘’Agitor Lucens V’’, trabajo en el que el grupo volcaba todo su repertorio típico pero que además se adentraba en una temática especial, la temática cósmica y los conceptos de ovnis y razas extraterrestres. De esta manera desarrollan un trabajo conceptualizado dentro de estos temas, esto se refleja desde la portada que contiene claramente un ovni como imagen central, además de los títulos de las canciones, las letras de las mismas y las composiciones instrumentales completamente misteriosas y experimentales. La música de este disco contiene un carácter extraño, muy particular, se podría decir que es cósmico, místico, con referencias a lo cosmológico desde una mirada religiosa y espiritual; las letras hacen eco de epopeyas celestiales y razas intergalácticas.
También aparece la presencia de la cultura andina, la fusión con la música folklórica típica con instrumentos típicos como el charango y el bombo, y las referencias a la resistencia de la cultura andina con frases como ‘’si el señor me dio estas manos para trabajar también son para hoy luchar’’, como una forma de resistencia frente al mal, tal vez no tanto desde un costado político sino desde un sentir religioso profundo que los lleva a levantarse contra las injusticias de la modernidad. Musicalmente el disco es una obra conceptual que no deja de estar plagada de detalles, desarrollos y experimentos atípicos, desde la fusión con el folklor andino presente en algunas canciones como ‘’Sendero del Marcahuasi’’, hasta la aparición de una pieza introductoria al disco como ‘’La Divina Madre’’, momentos instrumentales oscuros y misteriosos como ‘’Vientos celestiales’’ o ‘’Lucens V’’, piezas progresivas instrumentales como ‘’Un tiempo y tiempos y la mitad de un tiempo’’, jazz fusion en ‘’La nave madre’’, o la pieza final del disco que es más que experimental, el alucinante ‘’Salmo a Cristo’’. El tema ''Salmo a Cristo'' fue grabado por Héctor Zeoli en el órgano de la Basílica del Santísimo Rosario, Convento de Santo Domingo. Musicalmente el disco es muy amplio y es muy difícil aburrirse con él, ya que tiene mucho que ofrecer, transita desde el rock, piezas instrumentales, temática ovni y mucha fusión.
Y más allá de todo lo dicho aún queda una sensación no descrita que el disco deja flotando en el aire con todo esto, que es parte del misticismo volcado en el concepto artístico del sonido y que recala en los huesos como un eco misterioso que se presenta en los momentos internos más personales, de revelaciones cósmicas, presencias omnipresentes etéreas y experiencias innombrables, sensaciones que no se pueden poner en palabras pero que musicalmente este disco contiene y las refleja con un sello característico a las cuales es capaz de presentar y dar lugar como un transmisor a través del cual lo innombrable y misterioso tiene lugar.
Después de involucrarse en bandas de folk y rock de garage de los años 60 en Michigan, como ‘’The Shillelaghs’’ y ‘’Peter & The Prophets’’, Bixby comenzó a tocar la guitarra acústica y a experimentar con el LSD. Después de un año de abuso de drogas, sintió que tocó fondo. Comenzando un viaje de búsqueda espiritual, escribió "Ode a Quetzalcóatl" y la mayor parte del material para su segundo álbum, "Second Coming", de Harbinger, en solo un mes y medio. Con la ayuda del músico compañero Brian MacInness, quien tocó algunas partes de guitarra en el álbum, Dave grabó "Quetzalcoatl" usando una máquina de cuatro pistas cargada de eco en la sala de estar de su departamento. El título evoca la mitología azteca, pero en el creador de la serpiente voladora Quetzalcóatl, Bixby encuentra una figura parecida a Cristo, y sus letras y mensaje están decididamente en esa línea. "Ode a Quetzalcóatl" es un álbum con un sonido crudo, por la calidad de la grabación y por las particulares letras que contiene, se trata de una muestra de sentimientos puramente personales e íntimos que Bixby refleja en sus composiciones y que no hacen más que recrudecer al oyente. Un sonido oscuro, intimo, revelador y por demás místico.
Este trabajo es la respuesta de Bixby tras un año de adicción a las drogas, descargando sus momentos más oscuros y revitalizándose en forma de respuesta por haber encontrado una senda mística o religiosa en su vida que lo hizo resurgir de alguna manera del estado en el que se encontraba. La fuerza del álbum es su capacidad de sumergir al público en el oscuro estado de ánimo que Bixby seguramente estaba experimentando en ese momento. Esta puesta folk acústica es rustica y la calidad de la grabación también es bastante limitada, pero esto es solo un condimento que enaltece la poética oral y acústica. Con solo una guitarra Bixby se las arregla para presentar una serie de pasajes muy emotivos y profundos, canciones melancólicas, algunas oscuras, temas sencillos pero con buenas melodías y que con la escucha se van volviendo cada vez más llamativos al oído. No deja de ser una propuesta musical totalmente particular y oscura, refleja estados oscuros, adicción, tal vez desorden mental, estados íntimos, místicos, viajes internos, visiones psicodélicas, representa el principio del fin de la era psicodélica que comenzaba a declinar tan rápido como comenzó y que ya a principio de la década de los 70s dejó varios compositores y cantautores que, perturbados por los excesos con psicodélicos, se dedicaron a la música folk como los restos quemados de la era hippie.