Una de las razones de ser del hippismo es la tendencia hacia la espiritualidad y la introspección, tendencia estimulada por el uso de alucinógenos y originada en la puesta en boga de filosofías espirituales orientales en occidente. Este fenómeno fue tomado e impulsado por los jóvenes de la época que adoptaron una posición de pacifismo, introspección, inquietud por la amplitud de la percepción, y búsqueda de Dios o lo sagrado.
Esta tendencia se vio reflejada en la irrupción de algunos personajes de la India en los Estados Unidos, como la aparición de Pandit Pran Nath en Nueva York, la lectura de apertura del Festival de Wodstock por el gurú Sri Swami Satchidananda, o en todo caso también el partir de personas, entre ellos algunos iconos de la cultura como George Harrison, hacia la India en búsqueda de instrucciones espirituales por más maestros gurúes.
El hipismo se apoyó también en las lecturas de algunos autores que aportaron las bases para el pensamiento espiritual del movimiento. Desde poetas de la generación Beat como Allen Ginsberg, Jack Keruac y William Burroughs, el escritor y psicólogo Timothy Leary precursor en el uso de alucinógenos, otro escritor y precursor como Ken Kesey, etc. Y entre las figuras que llamaban la atención a los jóvenes de la época apareció el nombre de Alan Watts.
Alan Wilson Watts (1915-1973) fue un filósofo, escritor, orador, poeta y estudiante británico de religiones. Su mayor insignia fue la de ser intérprete y divulgador de las filosofías asiáticas para el público occidental. Watts fue un orador con fama internacional, pero lejos de eso también tuvo intentos de hacer música, que en realidad no era más que seguir promulgando la cultura oriental, en trabajos de estilo ‘’spoken word’’ con recitaciones filosóficas y relajante música hindú de fondo tipo tampuras o percusiones.
La mayor parte de sus trabajos consistieron en eso y aunque en ‘’This Is It’’ de 1962 también haría lo mismo, sería en este trabajo en el que presentaría algunos aspectos que se reunirían como precursores importantes en la cadena evolutiva prototípica que se conduciría hacia el arte hippie y/o psicodelia alguno año posteriores.
Aquí Watts se reúne con algunos amigos para este trabajo autoproducido en el que se encargan de propiciar el delirio aún más, aquí hay resabios de lo que habían sido y serían los lanzamientos espirituales de Watts, con alguna recitaciones e instrumentaciones, aunque más allá de eso consiste especialmente en el delirio en si mismo y nada mas como medio de expresión. Como todo intelectual bohemio que no hacía música, Watts se dedicó a la libre ejecución y la libre interpretación de la aleatoriedad sonora en sí misma, por lo que aquí no hay canciones ni melodías, solo caos, gritos, instrumentaciones aleatoria, elementos orientales sintetizados en el delirio, y tal vez algo de vanguardia intelectual.
Sin duda ‘’lo oriental’’ de su estilo e influencia están volcados en este emprendimiento, por lo que todo el desempeño y presentación de los tracks tienen un aire de ritual místico, con nombres extraños y ascendencias hacia el entendimiento de alguna cuestión filosófica particular, tipo poesía o predica filosófica hablada.
Este disco tiene un vínculo evolutivo, en cuanto a lo prototípico respecta, con discos psicodélicos tempranos como ‘’Eden's Island’’ de Eden Ahbez de 1960, ''Rebirth'' de 1961 por Gerald Heard, o ‘’The Seal Of The Blue Lotus’’ de 1965 por Robbie Basho, todo de corte temprano, prototípico, filoofico peudo new age, probablemente creados bajo efectos de alucinógenos, y que se cuentan entre la historia temprana del género.
Por otro lado ‘’This Is It’’ tiene un parecido con discos creados por intelectuales o artistas que no eran necesariamente músicos pero que de pronto se toparon con el delirio creacionista de la época y decidieron aportar su cuota de delirio al caos caomun, entre otro discos como ‘’Hapshash And The Coloured Coat’’ de 1967 por los artistas dieñadores Nigel Waymouth y Michael English, o ''Dedicato a...'' de 1967 liderado por el pintor Mario Schifano.
‘’This Is It’’ presenta algunos delirios tempranos bastante adelantados para lo que implicó la experimentación de por aquellos años y especialmente la experimentación delirante de estilo hippie, y es que lo que presenta en este disco, más allá de que guste o no, coincide en mucho en lo que serían los aquelarres sesenteros más delirantes. Alan Watts tenia, por lo menos, opiniones que no coincidían del todo con lo que era el hipismo y su cultura, habiéndose manifestado algunas veces siendo crítico con el movimiento, aunque irónicamente, con este trabajo, hizo aportes tempranos al género.
Las siguientes son las palabras que venían en la contraportada del álbum original en forma de explicación del mismo:
''ESTE disco no pretende ser arte, música o incluso terapia. Simplemente estamos escuchando a un grupo de amigos, que en ese momento no tenían pensado actuar para un público. Simplemente lo estaban disfrutando, pero no tanto en la medida en que les parecía una lástima no darles a los demás la oportunidad de disfrutar del júbilo que ellos experimentaron. Si se plantea alguna explicación, podríamos citar el último libro de Alan Watts, "The Joyous Cosmology" (Pantheon):
“Nadie está más peligrosamente loco que alguien que está cuerdo todo el tiempo; es como un acero sin flexibilidad, y el orden de su vida es rígido y quebradizo. Las modas y costumbres de la civilización occidental nos imponen esta perpetua cordura hasta un grado extremo, porque no hay ningún rincón aceptado en nuestras vidas para el arte del puro disparate. Nuestro juego nunca es un juego real porque casi invariablemente está racionalizado: lo hacemos con el pretexto de que es bueno para nosotros y nos permite volver a trabajar renovados. No existe ninguna situación protegida en la que realmente podamos dejarnos llevar. Día tras día, debemos funcionar obedientemente como relojes, y los pensamientos "extraños" nos asustan tanto que debemos correr al médico más cercano.
"Para que nuestra cordura sea fuerte y flexible, debe haber períodos para la expresión de movimientos completamente espontáneos, para bailar, cantar, aullar, balbucear, saltar, gemir, en resumen, para seguir cualquier noción a la que el organismo en su conjunto parece estar inclinado. Esta es la razón por la que la asociación libre es una técnica tan valiosa en la terapia de pago; su limitación es que es puramente verbal. La función de los intervalos para las tonterías no es simplemente una salida para las emociones reprimidas o la energía psíquica no utilizada, sino poner en movimiento un modo de acción espontánea que, aunque al principio parezca una tontería, eventualmente puede expresarse en formas inteligibles".
Extraoficialmente, pero en este registro, Alas Watts admite que incluso estos comentarios son todavía demasiado cuidadosos en cuanto a la racionalización, y que nunca puede suceder mientras se convierta en una rutina o se justifique directamente en el mismo ámbito de la salud mental. , integración social, liberación de tensiones, o lo que sea. Sólo se puede hacer para la propia seguridad de uno mismo; cualquier cosa útil para la curación que surja como resultado es siempre un subproducto, no buscado ni intencionado.
Hace más de trescientos años, el gran vidente y místico alemán Jacob Bohme lamentó que "ya ningún pueblo entiende el lenguaje sensual, los pájaros en el aire y las bestias en el bosque sí lo entienden según su especie. Por lo tanto, él debe recuperarse". en el segundo nacimiento. Porque en el lenguaje sensual todos los espíritus hablan entre sí; necesitan otro lenguaje, porque es el lenguaje de la naturaleza.'' ''
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