El estilo artístico que Terje Rypdal mostró al principio de su carrera discográfica solista dejó entrever un decisivo acercamiento hacia las vanguardias y la experimentación temprana con el jazz fusión, y aunque presentó, por ejemplo en su primer disco, una de las primeras formas escuchadas en su época de fusión entre el vanguardismo jazzero y el rock experimental, aun así esos serían momentos tempranos y prototípicos de su carrera porque ese representaría nomás el comienzo de un estilo personal que pronto iría mutando y evolucionando, sofisticándose, diversificándose, estilizándose, mutando en su técnica personal y en sus visiones del uso del espacio y el tiempo, que pronto comenzaría a dar nuevos frutos.
Para 1971 Rypdal ya había reunido la experiencia suficiente en el campo del vanguardismo, participando en el disco ‘’The Esoteric Circle’’ del mismo año, producido por George Russell, su mentor musical, además de haber formado parte de formaciones lideradas por uno de sus compatriotas y otro icono del jazz noruego, Jan Garbarek. Con todo esto, sumado a sus visiones particulares que habían comenzado a re direccionarse e intensificarse hacia terrenos de mayor riesgo conceptual, siempre impulsándose por la influencia de las vanguardias de la época, publicaría en 1971 su segundo trabajo discográfico como solista y líder, conformando otro eslabón en la cadena evolutiva que estaba transitando y que lo tendría concerniente a expresiones y fulguraciones en el terreno del jazz rock y el jazz vanguardista.
Su estilo había mutado hacia deliberados momentos de pura significancia conceptual, brotando las fibras de la influencia de la música clásica en varios pasajes de este trabajo, como estando sintetizada bajo una mirada fusión de solemne expansión expresada en ambientes vanguardistas calmos, misteriosos, con instrumentaciones sutiles sobre las que brotan algunas líneas de viento entre flautas, saxos y clarinetes; esa es una noción sutilmente sinfónica aplicada al espacio y sincronizada con sus innovadoras visiones de vanguardia.
El comienzo del disco se presenta dentro de un terreno de construcción extensa en el tiempo, con implicancias especialmente del jazz rock donde brilla la guitarra de Rypdal, hacia el final de la primera pieza, en un solo abrazador de una potencia fusión muy personalista y una visión que se estaba expandiendo, estilizándose su particular técnica en ejecución de solos e improvisaciones. No se podría entender al estilo del Rypdal de esa época sin tener en cuenta la influencia rock acida de Jimi Hendrix, del cual tomó la distorsión y la fiereza que queda notoriamente reflejada en la distribución de las notas sostenidas en un monologo que no decae en intensidad a lo largo de las estructuras temporales que transita.
Tampoco podría entenderse a Rypdal sin la influencia del vanguardismo de George Russell, es que dicho compositor había comenzado a plantear vanguardismos de calibres similares pero en formas orquestales mucho mayores, siendo un impulsor temprano del fusión. Esas maneras de incluir líneas orquestales sutiles e insinuantes sobre terrenos de jazz fusión modal que plantea Rypdal en este disco, como en la pieza ‘’Electric Fantasy’’, parecen haber sido inspiradas sutilmente por los trabajos del Russell de esa época, como ser trabajos como ‘’Electronic Sonata For Souls Loved By Nature’’ de 1969 o ‘’Trip To Prillarguri’’ de 1970, trabajos en los que Rypdal participó en la grabación y presentación en público, experiencia que muy probablemente marcó a fuego las visiones por aquel entonces tempranas del guitarrista Rypdal.
Es en ‘’Rainbow’’ o ‘’Lontano II’’ donde Rypdal se oscurece volcándose hacia un sonido netamente vanguardista, con disonancias, aplicaciones de instrumentos diversos y ambientes decididamente oscuros, es un sonido que resalta en el disco por su particularidad y demuestra lo lejos que estaba dispuesto a llegar el autor en su experimentación.
Las estructuras se destilan hacia una concepción ‘’minimalista’’ en el sentido de que la instrumentación nunca es virtuosa o vertiginosamente cambiante, sino que funciona siempre dentro de ambientes calmos, de misterio, de hechuras artísticas sin nombre que provienen de algún oscuro lugar que las colocó allí por alguna extraña razón y circunstancia, y si es que alcanzan algún punto culmine o álgido en la instrumentación, momentos en los que aparecen generalmente los impresionante solos de Rypdal, es por que llegaron a ellos por medio de extensos pasajes de desarrollo que evolucionaron lentamente hasta alcanzar un limbo particular y eclosionar en los mismo, véase la pieza ‘’Electric Fantasy’’ para ejemplificar esta situación. Las estructuras representan grandes área de juego que propician la aparición de diversas texturas, armonías, instrumentaciones varias, diversos momentos y estados, siendo un estilo fusión en plena fusión, valga la redundancia, con influencias de estilo de la música clásica.
Este es un disco capaz de satisfacer a gustos por el fusión, pero también se adentra en terrenos vanguardistas, por lo que el producto final cuenta con esa amplitud de visiones, estilos e influencias. La evolución del autor para este disco es notable con respecto a su primer lanzamiento, demostrando una búsqueda de vanguardia total y una fusión de diversos elementos y estilos aunados en una misma cosa de vanguardia que se manifestaba hacia la búsqueda de una identidad propia dentro de un estilo que se estaba desarrollado y que continuaría desarrollándose a lo largo de toda su discografía que se extiende hasta hoy en día.
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