Hansson & Karlsson son escuela de psicodelia y música fusión en su Suecia natal, con una primera publicación discográfica que apareció ya en 1967 y donde presentaban un particular sonido que funcionaban como una amalgama entre la psicodelia, el jazz y la música progresiva temprana, toda una revelación y en especial por tratarse de solo dos músicos la banda, Hammond y batería. Estos sonidos llegaría a oídos del gran Jimi Hendrix, el cual los conoció en plena gira europea, la cual lo llevaría a tocar en Suecia, estancia que le daría la oportunidad de conocer al dúo, tocando con ellos en vivo e incluso llegando a adoptar uno de los temas del dúo para su repertorio personal, el mismísimo ‘’Tax Free’’ que era original de Hansson & Karlsson y que muchas veces Hendrix tocó en vivo y que incluso también dejó grabado en estudio y que fue publicado en ediciones póstumas.
Pero para su segundo disco, este dúo sueco subiría la propuesta e iría mucho más lejos. Ellos habían comenzado con un sonido alucinante presentado en una música fusión sin nombre de amalgama entre la psicodelia y el jazz, funcionando dentro de piezas de duración estándar, pero particular por la fusión presentada y por la innovación de ser solo dos músicos. Pero para su segundo trabajo romperían con esto y experimentarían con sonidos mucho más rupturistas aun, lo cual les significaría la indiferencia del público conocedor de la música de esta época, situación que no limitó ni limita creativamente esta segunda producción aparecida en su discografía. En esta oportunidad, su segundo disco llamado ‘’Rex’’, de 1968, siguen explorando las posibilidades instrumentales posibles obtenidas del dúo de hammond y batería pero esta vez desenvolviendo el sonido en dos muy extensos atascos instrumentales, los cuales en cuanto a duración no eran una novedad pero que en cuanto a la experimentación estructural significaban todo un adelanto para tratarse de un joven 1968, ya que sin duda son sonidos proto progresivos o progresivos tempranos con gran forma para tratase de ese año.
‘’Rex’’ consiste en un disco que originalmente en su edición de época presentaba a cada lado un pequeño track introductorio sumado a una extensa sesión, o sea dos piezas a cada lado. Lo más rico ocurre en esas dos extensas sesiones instrumentales, una de catorce minutos y otra de veintidós, en las que la banda despliega todo su poderío instrumental, su versatilidad creativa, su fuerza y frescura a la hora de improvisar, y toda la dinámica que el dúo había adquirido ya para ese año de tanto tocar juntos, con un nuevo repertorio plasmado en extensas sesiones realmente progresivas que consisten en estructuras que varían continuamente en intensidad, forma y dinámica. Este estilo es propio y único del dúo, recordando a sonidos progresivos similares y también dominados por teclas como lo sería de bandas como Elluffant o SBB, pero con una forma no tan madura en lo progresivo en el caso de Hansson & Karlsson, aunque con gran nivel para tratarse de 1968, realmente unos precursores infravalorados.
‘’I Love, You Love’’ es una de esas extensas sesiones que aparecen en el disco, la más organiza se podría decir ya que está grabada de una sola toma, una pieza muy extensa que recorre con poderío y versatilidad por gran cantidad de partes y estados internos en una avanzada instrumental sorprendente. La segunda de esas extensas piezas sería ‘’Chateau Plaisance’’, esta vez aunque sí consiste también en una extensa sesión, es más que nada un pastiche de varíos fragmentos y sesiones pegadas en una sola, por lo que varias veces en su interior se puede escuchar el traspaso de un fragmento a otro, un experimento interesante.
Un de las grandes hazañas musicales de este dúo era la capacidad que tenía de, siendo solo dos músicos, completar el espacio y funcionar incluso también de manera explosiva, con unos órganos Hammonds que reverberaban y recobraban un brillo propio muy particular y que se volvió un distintivo del grupo, con muchos momentos sonoros que asombran por la explosión e intensidad con la que lograban sonar. Para alcanzar este tope y lograr un sonido tan propio se necesita una versatilidad técnica muy especial para poder completar los espacios y, entre dos, poder dominar el sonido, lo cual por cierto no es algo tan impensado de lograr con un órgano (o teclado), con el cual se pueden ejecutar hasta dos líneas melódicas/armónicas a la vez. Por otro lado también contaban con ese don de haber extraído del hammond un sonido también único y distintivo del grupo, lo cual tampoco es tan fácil de alcanzar pero cuando se logra se pueden alcanzar sonidos de vanguardia para la música progresiva.
La música de Hansson & Karlsson fue siempre muy difícil de definir a ciencia cierta, era una amalgama en la que circulaban nociones de jazz, soul, psicodélica, blues, y ya para su segundo trabajo presentaron sonidos muy complejos en los que tiene lugar un estilo proto progresivo. Toda una mezcla de colores y sabores que convergen en una sola ejecución punzante y convencida de su propio brillo, un convenio experimental que planteó sonidos únicos en la escena de su país y llevó a cabo hazañas sin nombre que fueron la vanguardia en el movimiento psicodelico y ‘’progg’’ sueco. Es música que puede resultar no fácil para muchos, puramente instrumental y con un fuerte contenido de armonías de jazz, nociones de soul, ambientes psicodélicos y peor si a eso se le suma una complejidad embriagante, un combo que no es para cualquiera y que no es muy apreciado en general, pero quien se tome el tiempo de acercarse a estos sonidos no quedará defraudado en absoluto, es que se trata de una banda con un espíritu propio al que manifiesta desde el primer segundo.
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