Aquí hay una suerte de clásico menor, un trabajo muy ambicioso y visionario para la época, bien ubicado entre las vanguardias jazzeras del momento, tratándose de una obra de jazz libre vanguardista para big band, y como toda vanguardia propone nuevas formas, nuevas estructuras, inventos, nuevos idiomas, momentos de delicioso desconcierto, más las arremetidas del conjunto de la big band que recuerdan a trabajos contemporáneos o incluso posteriores de compositores o creadores vanguardistas como John Coltrane, George Russell, Carla Bley, Keith Tippet, Don Cherry, entre otros.
‘’Afrodisiaca’’ presenta rasgos afro entre percusiones alegóricas y afro ritmos exóticos, con reminiscencias de easy listening exótico, que se combinan con los solos que en oportunidades suelen aparecer y que a su vez están plasmados entre diversas estructuras, que es una característica que marca a la forma del trabajo, las sucesivas estructuras, matices, texturas, o partes que se suceden entre sí, plasmándose en bloques uniformes y heterogéneos que brotan de la big band como en la creación de un nuevo lenguaje con micro tonalidades y formalidades típicas de las vanguardias de big band.
La obra abre con una pieza de veintiún minutos de duración que ocupaba originalmente todo el primer lado del vinilo de época, la homónima ’’Afrodisiaca’’ que es la que eleva a la obra a un nivel de culta, sacándola del free jazz raso y trayéndola hacia el lado de las vanguardias más ambiciosas, big band, cacofónicas en conjuntos masivos, líneas melódicas de vanguardia que rompen con el tiempo entre un caos cacofónico.
Los bloques estructurales y las cacofonías de la orquesta se suceden a lo largo del trabajo, en otras cuatro piezas más cortas que ocupan originalmente el segundo lado del disco original, donde el caos es propiciado por la big band y es motivo y razón suficiente, la excusa perfecta, para que el free jazz más raso brote de las sombras y se una en las típicas arremetidas libres de la improvisación casi sin armonías, aunque esto también ocurre en la libertad del silencio.
El rasgo ''afro'' está marcado desde la concepción étnica de origen de Tchicai, representado especialmente por las percusiones y por la concepsion de la orquesta, la Cadentia Nova Danica, además de por el agregado de instrumentaciones alegóricas, pero es que en realidad no se trata de un sonido afro neto, aquí también hay microtonalidades, vanguardias, lenguajes propias, y tintes de espiritual también por la influencia de la filosófica religiosa de la India.
El saxofonista y compositor danés (de origen congoleño) John Tchicai fue uno de los pocos músicos europeos involucrados en el desarrollo del Free Jazz en los EE. UU. a principios de la década de 1960, donde tocó con Don Cherry, Archie Shepp y John Coltrane. A su regreso a Dinamarca a fines de la década de 1960, Tchicai se convirtió en uno de los líderes del movimiento europeo de free jazz, así como en un precursor visionario de Jazz-World Fusion, dedicando gran parte de su trabajo a incorporar la música africana al jazz.
Las siguientes son algunas de las lineas originales escritas en la edicion original del disco que nos ayudaran a darnos una mejor idea de lo que trata la obra:
''John Tchicai es el personaje principal de este disco. Hugh Steinmetz juega otro papel principal. El elenco es el conjunto de compositores e intérpretes Cadentia Nova Danica. La composición del título de este álbum es de Hugh Steinmetz, quien dirige la pieza él mismo. Dice sobre Afrodisiaca: "El título es una síntesis de afrodisíaco y África. El material tonal de la pieza proviene del balafón, un instrumento africano traído a casa desde Senegal por Giorgio Musoni.
Toda la música escrita en Afrodisiaca está contenida en esa escala. Se abre con la escala completa presentada por dos órganos. Luego sigue el tema tocado por dos trompetas y luego un solo de trompeta por mí mismo. Esta "parte de la trompeta" pretende ser una invitación. El eco se produce al dejar que una trompeta toque cerca de las cuerdas (que se balancean libremente) en un piano, mientras que la otra, interpretada por Theo Rahbek, ¡toca al unísono un poquito retrasada y en una distancia de unos 30 pies.
Luego escuchas el balafón tocado por Giorgio Musoni. Su solo conduce a una parte de platillos para todos los bateristas seguida de otros cuatro solos: Bent Hesselmann en flauta, John Tchicai en saxo alto, Steffen Andersen en bajo y Niels Harrit en un instrumento muy excepcional: la sierra.
Durante las partes de flauta y alto, tres y cuatro flautas tocan (como antes la trompeta) cerca de las cuerdas del piano. Y ahora todos los tambores se unen. El trombón de Kim Menzer toma el relevo. Max Brúel continúa con el saxo barítono y, finalmente, el saxo alto de John Tchicai lleva a toda la orquesta a un tutti de lluvia de ideas”.
El segundo lado del registro es de John Tchicai. No quiere decir mucho sobre la música, sino que prefiere dejarla hablar por sí sola. Y de hecho, si necesita más explicación que el título Heavenly Love On A Planet para elegir el primer número: olvídelo.
Comienza con el conjunto. Luego sigue lo que podría llamarse un "círculo de percusiones". Los percusionistas conducen en un círculo con un tiempo para cada uno de ellos en sucesión. Willem Breuker, solista invitado de Holanda, toma el relevo en el clarinete bajo y después de una parte de conjunto John Tchicai él mismo concluye la pieza en su alto. Fodringsmontage es danés y significa montaje de alimentación. Después de la hermosa introducción larga y sin acompañamiento de John, un solo de soprano que presenta el material básico del tema, cuenta con cuatro solistas, quienes son alimentados por John Tchicai con frases cortas para hacer crecer su música. Usted es lo que come. Michael Schou a la flauta, Willy Jagert a la oficleida, el hermano Mauritz Tchicai al trombón y Pierre Doerge a la guitarra sin duda se convierten en partes integrantes del universo del pastor John Tchicai. El oficleido es un instrumento bajo hecho de metal y que tiene teclas. Fue utilizada por compositores como Berlioz, Mendelssohn y Verdi, pero fue reemplazada a mediados del siglo pasado por la tuba.
Cuando la Cadentia Nova Danica visitó Londres en 1968, Max Brúel compró como regalo a su íntimo amigo John un disco con una vieja canción cantada por Talbot O'Farrell. El sencillo contenido romántico de esta vieja canción está bellamente conservado en la versión de la melodía de Cadentia Nova Danica, que es un conglomerado de amable ironía y nostalgia. Puedes llamarlo campamento, si no es una expresión demasiado cursi para tu gusto.'' - Birger Joergensen
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