31 jul 2022

John Tchicai & Cadentia Nova Dancia - Afrodisiaca (1969)

Aquí hay una suerte de clásico menor, un trabajo muy ambicioso y visionario para la época, bien ubicado entre las vanguardias jazzeras del momento, tratándose de una obra de jazz libre vanguardista para big band, y como toda vanguardia propone nuevas formas, nuevas estructuras, inventos, nuevos idiomas, momentos de delicioso desconcierto, más las arremetidas del conjunto de la big band que recuerdan a trabajos contemporáneos o incluso posteriores de compositores o creadores vanguardistas como John Coltrane, George Russell, Carla Bley, Keith Tippet, Don Cherry, entre otros.

‘’Afrodisiaca’’ presenta rasgos afro entre percusiones alegóricas y afro ritmos exóticos, con reminiscencias de easy listening exótico, que se combinan con los solos que en oportunidades suelen aparecer y que a su vez están plasmados entre diversas estructuras, que es una característica que marca a la forma del trabajo, las sucesivas estructuras, matices, texturas, o partes que se suceden entre sí, plasmándose en bloques uniformes y heterogéneos que brotan de la big band como en la creación de un nuevo lenguaje con micro tonalidades y formalidades típicas de las vanguardias de big band.

La obra abre con una pieza de veintiún minutos de duración que ocupaba originalmente todo el primer lado del vinilo de época, la homónima ’’Afrodisiaca’’ que es la que eleva a la obra a un nivel de culta, sacándola del free jazz raso y trayéndola hacia el lado de las vanguardias más ambiciosas, big band, cacofónicas en conjuntos masivos, líneas melódicas de vanguardia que rompen con el tiempo entre un caos cacofónico.

Los bloques estructurales y las cacofonías de la orquesta se suceden a lo largo del trabajo, en otras cuatro piezas más cortas que ocupan originalmente el segundo lado del disco original, donde el caos es propiciado por la big band y es motivo y razón suficiente, la excusa perfecta, para que el free jazz más raso brote de las sombras y se una en las típicas arremetidas libres de la improvisación casi sin armonías, aunque esto también ocurre en la libertad del silencio.

El rasgo ''afro'' está marcado desde la concepción étnica de origen de Tchicai, representado especialmente por las percusiones y por la concepsion de la orquesta, la Cadentia Nova Danica, además de por el agregado de instrumentaciones alegóricas, pero es que en realidad no se trata de un sonido afro neto, aquí también hay microtonalidades, vanguardias, lenguajes propias, y tintes de espiritual también por la influencia de la filosófica religiosa de la India.

El saxofonista y compositor danés (de origen congoleño) John Tchicai fue uno de los pocos músicos europeos involucrados en el desarrollo del Free Jazz en los EE. UU. a principios de la década de 1960, donde tocó con Don Cherry, Archie Shepp y John Coltrane. A su regreso a Dinamarca a fines de la década de 1960, Tchicai se convirtió en uno de los líderes del movimiento europeo de free jazz, así como en un precursor visionario de Jazz-World Fusion, dedicando gran parte de su trabajo a incorporar la música africana al jazz.

Las siguientes son algunas de las lineas originales escritas en la edicion original del disco que nos ayudaran a darnos una mejor idea de lo que trata la obra:

''John Tchicai es el personaje principal de este disco. Hugh Steinmetz juega otro papel principal. El elenco es el conjunto de compositores e intérpretes Cadentia Nova Danica. La composición del título de este álbum es de Hugh Steinmetz, quien dirige la pieza él mismo. Dice sobre Afrodisiaca: "El título es una síntesis de afrodisíaco y África. El material tonal de la pieza proviene del balafón, un instrumento africano traído a casa desde Senegal por Giorgio Musoni.

Toda la música escrita en Afrodisiaca está contenida en esa escala. Se abre con la escala completa presentada por dos órganos. Luego sigue el tema tocado por dos trompetas y luego un solo de trompeta por mí mismo. Esta "parte de la trompeta" pretende ser una invitación. El eco se produce al dejar que una trompeta toque cerca de las cuerdas (que se balancean libremente) en un piano, mientras que la otra, interpretada por Theo Rahbek, ¡toca al unísono un poquito retrasada y en una distancia de unos 30 pies.

Luego escuchas el balafón tocado por Giorgio Musoni. Su solo conduce a una parte de platillos para todos los bateristas seguida de otros cuatro solos: Bent Hesselmann en flauta, John Tchicai en saxo alto, Steffen Andersen en bajo y Niels Harrit en un instrumento muy excepcional: la sierra.

Durante las partes de flauta y alto, tres y cuatro flautas tocan (como antes la trompeta) cerca de las cuerdas del piano. Y ahora todos los tambores se unen. El trombón de Kim Menzer toma el relevo. Max Brúel continúa con el saxo barítono y, finalmente, el saxo alto de John Tchicai lleva a toda la orquesta a un tutti de lluvia de ideas”.

El segundo lado del registro es de John Tchicai. No quiere decir mucho sobre la música, sino que prefiere dejarla hablar por sí sola. Y de hecho, si necesita más explicación que el título Heavenly Love On A Planet para elegir el primer número: olvídelo.

Comienza con el conjunto. Luego sigue lo que podría llamarse un "círculo de percusiones". Los percusionistas conducen en un círculo con un tiempo para cada uno de ellos en sucesión. Willem Breuker, solista invitado de Holanda, toma el relevo en el clarinete bajo y después de una parte de conjunto John Tchicai él mismo concluye la pieza en su alto. Fodringsmontage es danés y significa montaje de alimentación. Después de la hermosa introducción larga y sin acompañamiento de John, un solo de soprano que presenta el material básico del tema, cuenta con cuatro solistas, quienes son alimentados por John Tchicai con frases cortas para hacer crecer su música. Usted es lo que come. Michael Schou a la flauta, Willy Jagert a la oficleida, el hermano Mauritz Tchicai al trombón y Pierre Doerge a la guitarra sin duda se convierten en partes integrantes del universo del pastor John Tchicai. El oficleido es un instrumento bajo hecho de metal y que tiene teclas. Fue utilizada por compositores como Berlioz, Mendelssohn y Verdi, pero fue reemplazada a mediados del siglo pasado por la tuba. 

Cuando la Cadentia Nova Danica visitó Londres en 1968, Max Brúel compró como regalo a su íntimo amigo John un disco con una vieja canción cantada por Talbot O'Farrell. El sencillo contenido romántico de esta vieja canción está bellamente conservado en la versión de la melodía de Cadentia Nova Danica, que es un conglomerado de amable ironía y nostalgia. Puedes llamarlo campamento, si no es una expresión demasiado cursi para tu gusto.'' - Birger Joergensen

Cod: #1677

30 jul 2022

Anatoly Vapirov - Mysteria (1980)

Nobleza obliga, algunos párrafos para esta reseña fueron tomados literal y directo de este artículo, Redescubriendo... ANATOLY VAPIROV, de la página freeformfreejazz.org

El free jazz comenzó a florecer en la entonces Unión Soviética en la década de 1970. Músicos que venían incursionando en el universo jazzístico desde mediados de la década anterior, como Vladimir Tarasov y Vyacheslav Ganelin –que formarían el mítico y pionero GTCh o Ganelin Trio– estaría en la base del desarrollo de esta música en el país comunista. En la primera ola del New Jazz soviético también estuvo el saxofonista Anatoly Vapirov. Como muchos de sus compañeros generacionales, Vapirov (nacido en 1947 en Berdiansk, Ucrania) fue principalmente un estudiante de música clásica. En 1971 se licenció como clarinetista en el Conservatorio de Leningrado, donde continuó sus estudios y, cinco años más tarde, recibió el título de Maestro en el que sería su principal instrumento, el saxofón. En el mismo conservatorio, trabajó como profesor de jazz y música clásica, entre el 76 y el 81. Paralelamente a su vida académica, Vapirov se involucró en diferentes proyectos musicales underground, en un matrimonio cada vez más intenso con la vanguardia.

El saxofonista creó el “Cuarteto de Jazz Vapirov” en 1976, tiempo durante el cual grabó sus dos primeros trabajos en el sello oficial soviético, Melodia. En esta primera etapa, cuando también comenzaba a comandar su big band, destaca “Mysteria”, grabada en 1977 y editada en 1980. Durante este período, la música de Vapirov (al menos la poca que nos llegaba) llevaba elementos de fusión, en medio de un soplo que ya apuntaba al universo libre, como podemos ver en “Mysteria”. 

“Mysteria” es un misterioso trabajo del under soviético, un trabajo que guarda en sus entrañas una mística que se disuelve en el aire y se funde con los paisajes que el mismo sonido replica a lo largo de las dos extensas sesiones, de alrededor de veinte minutos cada una, que componen el trabajo en su totalidad. Aquí Vapirov en el líder absoluto, especialmente en la primer pieza del álbum, la cual ocupaba todo el lado primero del vinilo original y que lo tiene representado con un solo de saxo que se desparrama a lo largo de gran parte de la suite. Por momentos más jazzero rockero, por momentos pasando por libertades más del free jazz, la ejecusion de Vapirov es intensa, reflejando su técnica y maestria academica, y repreentando una suerte de concepto que el álbum demuestra en su estructura, formas, armoninas, fusiones y su sonido total.

La música es de un estilo experimental siempre encaminada dentro del jazz rock con armonías en guitarra eléctrica limpia y los parafraseos de Vapirov que se replican en exceso. El sonido transita a lo largo de muchos momentos, con estructuras de jazz de sesión donde por momentos, entre medio, la banda se silencia para dar lugar al solo libre del líder creador. El primer track del disco está situado en esa tendencia mencionada, de jazz rock libre de sesión. La segunda pieza, aunque también es un atasco de sesión, está vez aparece algo más de ritmo, acercándose al funky, y siguiendo por esa línea de improvisaciones y solos desparramados a lo largo de extensas sesiones libres. Para la segunda cara es una guitarra eléctrica que, en ritmos agiles y armonías sueltas, sabe desplegar su magia de solos, ligados, yeites y demás técnicas que demuestra poseer el guitarrista en su monologo a lo largo de varios minutos.

Otra curiosidad de este disco es la participación de un coro, lo que remite a cierto espiritualismo eslavo. Una intervención coral que aparece eventualmente que determinadas partes, como al comienzo del disco, o en medio de la segunda parte de este mismo, dotando al sonido de esa dosis de mágica coral, con irrupciones vocales conmovedoras, que dan un toque sutil al sonido, salvándolo de la monotonía de la improvisaciones excesiva, dotando magia y misticismo en una aproximación al estilo espiritual, y presentado una faceta mística coral que se encuentra por ejemplo con momentos funky, un encuentro de elemente disimiles muy interesante. Este elemento es destacable también en ciertos trabajos futuros del artista.

Como todo artista o banda que manifestó su vida creativa en el mundo soviético, se vió envuelto en represiones y sensuras, peor aun por estár en el momento de guerra fría. Acusado de ‘’empresa privada’’, con una sentencia de dos años de prisión y, tiempo después de recuperar su libertad, decidió en 1987 que lo mejor que podía hacer era emigrar a Bulgaria, donde todavía vive hoy. Vapirov, un ciudadano soviético nacido en Ucrania, se convertiría en un símbolo del nuevo jazz en Bulgaria. Allí crearía su sello discográfico, AVA Records, mediante el cual ha lanzado la mayor parte de su producción desde los años 90. También estaría involucrado en la creación del “Festival Internacional de Jazz de Verano de Varna”, siendo su director artístico desde 1992. Vapirov está activo a día de hoy, más de cuatro décadas de historia musical, y cuenta con unas decenas de títulos en su discografía.

Cod: #1676

24 jul 2022

Paul Bley - The Paul Bley Synthesizer Show (1971)

Aquí hay otro trabajo difícil de encasillar y tildar dentro de una sola cosa, porque es un experimental que combina varios aspectos para dar vida a algo muy particular. El Paul Bley de aquellos años estaba muy metido en las vanguardias, la experimentación con electrónica y sintetizadores, el free jazz, las sutiles fusiones con rock, era que quedaría plasmada en varios trabajos de vanguardia difíciles de abordar para el oído común debido a su extravagancia y libertad artística, así por su profundo encuentro con la electrónica.

Bley tuvo su época de influencia en la historia del jazz en el terreno de la improvisación libre. Las colaboraciones de Paul a lo largo de los años con artistas como Charlie Parker, Pat Metheny , Lester Young y Charles Mingus lo colocaron en los primeros puestos del panteón del Jazz. 

Además, fue Bley quien contactó a un por aquel entonces joven bajista, Charlie Haden, para un concierto en el Hillcrest Lounge de Los Ángeles. Haden trajo a su amigo, Don Cherry, y acompañando a Cherry estaba su amigo, Ornette Coleman. La banda se formó con Billy Higgins en la batería y pronto se mudarían a Nueva York sin Bley, para convertirse en el famoso cuarteto de Ornette que sacudió el mundo del jazz de Nueva York, mientras estaba en el Five Spot.

A fines de la década del 60, Bley fue pionero en el uso de los sintetizadores ARP y Moog, y realizó la primera presentación en vivo con un Moog Modular Synthesizer System en el Philharmonic Hall de la ciudad de Nueva York el 26 de diciembre de 1969. Esta presentación se llamó "Bley-Peacock Synthesizer Show", un grupo a dúo con la cantante y compositora, más cercana al rock, Annette Peacock, quien había escrito gran parte de su repertorio personal desde 1964.

De esa dupla surgiría una fructífera unión artística, apareciendo también ‘’Improvisie’’ de 1971 y ‘’Dual Unity’’ (acreditado a "Annette & Paul Bley") de 1972. ‘’Improvisie’’ fue un lanzamiento francés de dos pistas de improvisación extendidas con Bley en sintetizadores, la voz y los teclados de Peacock y la percusión del baterista holandés de free jazz Han Bennink, quien también había aparecido en parte de Dual Unity.

Estas son algunas palabras de Peacock sobre su trabajo en aquellos tiempos: ‘’En aquel momento el sintetizador era algo nuevo y realmente excitante. Yo trabajaba en esa época con un pianista, Paul Bley, que se limitaba a utilizar el sintetizador con el teclado. Yo tuve la idea de modificar todo el sonido del grupo durante la actuación en directo mediante el sintetizador (aplicado a la batería, la sección de viento, etc.). Pero era muy complicado hacerlo en directo, por la falta de medios; en estudio era más sencillo, puedes oírlo en “I’m The One”. Luego pensé en pasar la voz por el sintetizador e inventé una forma de hacerlo. Entonces colaboré con los fabricantes (Moog) para desarrollar una unidad más accesible. Parecía inevitable que el desarrollo tecnológico afectara la voz. Por supuesto, hoy en día esta puede modificarse notablemente. ’’

De esa andanada de lanzamientos de vanguardia surge este  ‘’The Paul Bley Synthesizer Show’’, un primo cercano del "Bley-Peacock Synthesizer Show", pero ahora liderado exclusivamente por Paul Bley aunque interpretando algunas composiciones de Anette, álbum se grabó en tres sesiones en la ciudad de Nueva York el 9 de diciembre de 1970, el 21 de enero de 1971 y el 9 de marzo de 1971.

El trabajo es un encuentro entre el jazz, cercano al free jazz y el fusión, y la electrónica, proveniente del mundo fantástico de Paul que venía experimentando y ya era un experto en el uso de sintetizadores varios. Por supuesto este encuentro de dos mundo no pudo dar algo más que particular, cuando estos se encuentran generalmente han dado resultados de vanguardia y esta no sería la excepción.

Toda la interpretación del trabajo es enteramente instrumental, a esto sumarle el inframundo de Bley plasmado en todo el repertorio electrónico desde el que presenta sus improvisaciones, sus ambientes de ensueño, sus momentos delirantes y también, por supuesto, su formación de jazz, en este que sería un jazz electrónico muy grato. En conjunto, la formación de jazz acompañante está a la altura de un jazz libre ejecutado casi sin armonías y desde la libre improvisación. Los ambientes de ensueño sobran en el disco, muchas veces totalmente libres y plasmados en momentos sin estructuras fijas, y por momentos aparecen algunas improvisaciones más concretas y estructuradas.

Cod: #1675

20 jul 2022

Hansson & Karlsson - Man At The Moon (1969)

Hansson & Karlsson se ubicó en una época prototípica e hizo una música prototípica, difícil de definir, ya que psicodelia estricta no era, tenían jazz pero tampoco era jazz fusión, rock progresivo no pero en su segundo disco se acercan a estructuras progresivas, lo de ellos es solo de ellos, con sonidos tan alucinantes que hasta al mismo Jimi Hendrix le llamó la atención, llegando a tocar con ellos y llegando a adoptar un tema de esta banda sueca para sumarlo a su repertorio de interpretaciones en vivo. Y más aún particular era el sonido del dúo ya que eran exactamente eso, solo un dúo, con todos los riegos y exigencias que eso implica, hammond y batería, por lo que ambos ejecutantes tenían que estar a la altura y ser exactos en lo que hacían para poder completar el sonido desde las únicas dos vertientes posibles.

Los músicos se conocen entre sí allá por 1966, al ser presentados por amigos en común, rápidamente congenian musicalmente y forman este dúo tan particular que consta de un teclado hammond y una batería, uno sonido que se volvería característico, y que es bastante atípico y arriesgado, pese a que ya hubo gente que hizo parecido en el jazz, como Jimi Smith o tantos otros. Rápidamente llamarían la atención por su sonido fusión, bien jazzero y psicodelica, por lo que conseguirían, ya para 1967, un contrato para Polydor, para el lanzamiento de su primer álbum de estudio. Entre 1967 y 1969 lanzarían en total tres álbums de estudio, volviéndose rápidamente populares en su país y en toda Europa.

‘’Man at the Moon’’ fue el tercer y último álbum del grupo. En las venas de este sonido de dúo corren el jazz, el soul, la psicodelia, el rock, pero ningún de estos elementos resalta más que el resto, solo algunos aventureros se animan a llamar a esto como ‘’jazz’’, pero lejos está de serlo, por lo menos en su forma tradicional. Esto es una música experimental embrionaria propia de su época, una época de extasis donde las bandas de rock del momento experimentaban, y muchas de ellas lo hicieron más de la cuenta, alcanzando sonidos inclasificables. 

‘’Man at the Moon’’ es un disco instrumental plagado de piezas con preponderancia absoluta del órgano Hammond, atascos a pura armonía y solos ejecutados en vertiginosa velocidad. El trabajo está también conceptualizado en la supuesta llegada del hombre a la luna, pero lo que se pueden escuchar momentos de sonidos, momentos experimentales alusivos, grabaciones de narraciones de lo que parecen ser astronautas o voces diciendo sus discursos ‘’existencialistas’’ de dios y la creación y la supuesta alucinación del hombre por haber llegado al espacio y más allá.

De alguna manera exploran una formula ya conocida para ellos, el sonido del dúo ya es bien conocido en sus discos anteriores y de esa forma se vuelve limitado al continuar por esa senda de dúo incluso en un tercer disco, las armonías son similares igual que los arreglos y el sonido mismo que obtienen del Hammond, pero a esto lo compensan con una propuesta algo diferente a la de los primeros dos trabajos. En el primer lanzamiento exploran el jazz y la psicodelia en composiciones embrionarias algo estándar. En su segundo trabajo explotan presentando dos enormes piezas de alrededor de veinte minutos cada una. Y ya para esta tercera presentación exploran las posibilidades de las piezas cortas y pasan por algunos momentos sonoros bastante experimentales.

No se trata del mejor disco de la banda pero es igual de disfrutable que sus anteriores trabajos, especialmente para quien disfrute de los sonidos embrionarios, ‘’proto’’, fusión temprano, psicodelia instrumental, fusiones que parten desde el jazz pero que para esa altura de la banda ya se habían convertido en otra cosa, un experimento bastardo de la propia banda que jugaba y experimentaba explotando al máximo las posibilidades de la formación de dúo. Hansson & Karlsson no puede faltar para los que quieras descubrir los sonidos del ‘’progg’’ sueco, y para los amantes de la música experimental y/o psicodélica de la época.

Cod: #1674

19 jul 2022

Flora Purim - Butterfly Dreams (1973)

Este es otro all star album de la generación de oro del jazz fusión brasilero, grabado en los Fantasy Studios en Berkeley, California, en diciembre de 1973, y ejecutado por enormes músicos del género, comenzando con Flora Purim en voz, su marido Airto Moreira en batería y percusiones, además de George Duke en piano eléctrico y sintetizadores, David Amaro en guitarra eléctrica y acústica, Stanley Clarke en bajo eléctrico y acústico, Ernie Hood en cítara, y Joe Henderson en flauta y saxofón tenor. Una cantidad considerables de genios para engendrar una álbum prominente del fusión con amalgamas, armonías y sabores del folklor brasilero.

Para los amantes del fusion temprano, este disco es ideal, lo que se le suma la dosis del estilo afro que le da un aire diferente al asunto, con Airto en percusiones aportando sabores distintos y Purim cantando en brasilero e interpretando canciones de la MPB como ‘’Dindi’’ de Antônio Carlos Jobim. Esta presencia brasilera se impone en el disco aun teniendo genion como Clarke y Duke participando de las sesiones y que provienen de estilos no tan afros o étnicos.

El estilo es de un fusión ya maduro plasmado en canciones y composiciones muchas en forma de sesión, con atascos con enormes solos de Henderson, exactas armonías en las teclas de Duke y un conjunto que al ser músicos de tanta calidad por supuesto (aunque no en todos los casos esto funciona como un carácter inexpugnable) da como resultado un sonido maduro, fino, con aplicaciones justas y milimétricas de todos los participantes. 

Hay jazz dando vueltas, samba, que se fusiona con bossa, jazz fusion, rock, elementos de funk, elementos étnicos traídos de la cultura brasilera por Airto y todo su repertorio percusivo. En general es un álbum muy amplio que derrocha  calidad y esplendor.

La participación de Purim en voz es elemental para el sonido, muchas veces cantando, en brasilero, aunque muchas otras veces utilizando su voz como un instrumento que se ubica a la altura del virtuosismo del grupo y ofrece otra cuota exótica a la mezcla. Sus intervenciones vocales son impresionantes por varios pasajes del disco.

El disco es concreto, conciso, tal vez peca en algun sentido en la monotonía de que muchas de las composiciones son muy tranquilas y no ocrecen tanta versatilidad en ritmo durante parte del disco. Los puntos altos del disco: todo. Pero para ser más exactos, los atascos ‘’Dr. Jive (part 1)’’ y ‘’Dr. Jive (part 2)’’ ofrecen un poco de aires fresco al sonido, siendo piezas mayormente instrumentales donde la banda se vuelca en atascos con solos y buenas aplicaciones en ritmos rápidos y vertiginosos, un buen acierto del disco.

Otro momento destacado es ‘’Moon Dreams’’, una reversión de un tema de Egberto Gismonti, que Airto también la interpreta en uno de sus discos, y Flora se ve que también lo adopta para este su segundo disco, una interpretación fusión con forma de canción tradicional pero armonizada al nivel del jazz fusion del grupo, por lo que se vuelve también virtuosa y muy dinámica, y hasta psicodélica con alguna experimentación sonora hacia el final de la misma.

El disco es variado y ofrece composiciones de todo tipo, color y textura, el sonido en general es fino, menos no se podría esperar de semejantes músicos tocando juntos. El trabajo no fue grabado en Brasil peor cuenta con esas cuota afro que no pueden dejar de ubicar al disco entre lo más excelso del genero fusión estilo brasilero de la época.

Cod: #1673

16 jul 2022

Hermeto Pascoal - Hermeto (1970)

Este extraño personaje concibió algunos de los mejores discos de jazz, o jazz fusión, de su Brasil natal, siendo parte de una generación de músicos de jazz brasileros (Airto, Vasconcelos, Gismonti, Purim, etc) que supieron hacer pie en la escena internacional de la época, llegando a colaborar con grandes y a participar de grandes obras. 

Después de una buena carrera de su país natal, como compositor, arreglista e instrumentista con grupos como Sambrassa Trio, Quarteto Novo y Brazilian Octopus, Pascoal se traslada a los Estados Unidos donde se hace conocido en primer lugar por haber participado como compositor e intérprete del disco de Miles Davis ‘’Live Evil’’ de 1970, al mismo tiempo en el que comienzan sus publicaciones solistas, entre ellas el homónimo ‘’Hermeto’’ de 1970. En Estados Unidos también se codea con figuras como Edu Lobo, Antonio Carlos Jobim, Donald Byrd, Airto Moreira, etc.

En este primer disco comienza con todo un poderío de grande orquesta, un jazz de big band, carácter que involucra a todas las pistas del mismo trabajo, con finas orquestaciones de metales y cuerdas desparramados por doquier, en un jazz que circula por entre el big band tradicional, un estilo proto fusión, vanguardismo, experimentación. Aunque el estilo es difícil de encasillar en una sola cosa, es un disco muy a lo Pascoal, con su sello de atípico y poco común, un inconformista que creó paisajes sonoros en el jazz con sabores siempre de su cultura natal, partiendo de la tradición de la música folklórica del nordeste brasilero (frevo, baiao) para introducirlos en la experimentación y crear así un estilo propio bajo la fusión de diversos estilos de jazz.

Los dejos culturales heredados los deja reflejar, por momentos, en las líneas melódicas y armónicas de la orquesta, que retratan casi como canciones típicas desde lo instrumental, embebiendo al jazz en ese sabor exótico del folklor de su país. La propuesta en este disco parte desde una libertad de composición, donde fragmentos de big band se entrecruzan con partes de jazz más clásicos, de corte post bop, aunque siempre al estilo libre de Pascoal.

La propuesta es variada, diversas desde lo compositivo, aquí hay mucho para escuchar. El encuentro con la orquestación muchas veces hace las delicias en el sonido con algunas apariciones esporádicas y más sutiles, y no tan determinante como en otros momentos. También el disco ‘’rivaliza’’ con algunos de los mejores discos de MPB de la época, debido a estar tan fusionados con el estilo local de su país.

En toda la propuesta del disco, y especialmente para los amantes de lo más experimental, destaca “Velório (Luto)”, una pieza inidentificable creada con voces, sonidos, ruidos, y experimentación para crear así una cosa bastarda deliciosa y de gran potencia en lo experimental.

La portada de su primer disco solista no es una casualidad estilística, Pascoal es un multiinstrumentista muy talentoso, llegando a tocar teclados, cuerdas, viento, percusión, de todo tipo y color. Con su genio musical natural y un sentido incesante de libertad creativa, Hermeto es ampliamente conocido además por usar objetos no convencionales para hacer música. En las notas de la carátula del álbum, Airto destaca la canción “Velório (Luto)” explicando cómo Heremto llenó 36 botellas de jugo de manzana con diferentes cantidades de agua y las afinó en tonos precisos para crear las seductoras armonías escuchadas.

Grabado en 1970 en los estudios A&R de Nueva York, el álbum presenta a titanes norteamericanos certificados como Ron Carter, Hubert Laws, Joe Farrel y Googie Coppola, y las estrellas brasileñas Airto Moreira y Flora Purim (que también produjeron el álbum).

Hermeto Pascoal es un músico irrepetible y poco convencional, por su importancia en la escena del jazz de la época, su influencia, y por sus creaciones discográficas que fusionan el folklor brasilero con sus idiosincrasias propias, de ello quedó un estilo totalmente propio, además de sus presentaciones en vivo de una vertiente teatral y abiertas a la sorpresa y la improvisación del momento.

Cod: #1672

10 jul 2022

Arco Iris ‎- Los Elementales (Fuerzas Magicas De La Naturaleza) (1977)

Después de la salida de la banda de los miembros Gustavo Santaolalla (principal compositor del grupo) y el baterista Horacio Gianello, Arco Iris afrontaba ahora una nueva etapa, y tras un par de años sin presentarnos nada, aparecen en 1976 el simple Sin Contratiempos / Los del casco de Oro, que marco la transición entre la antigua formación y los nuevos proyectos, muy considerable cambio ya que Santaolalla era un miembro fundador un espíritu fundamental para lo que había sido el grupo hasta entonces.

El simple también vaticinaba la aparición de ‘’Los Elementales (Fuerzas Magicas De La Naturaleza)’’, nuevo lanzamiento discográfico de larga duración aparecido al año siguiente, 1977. Para esta nueva etapa el grupo estaba compuesto por Ara Tokatlian en vientos, teclados, voz, Guillermo Bordarampe en bajo, guitarra acústica, voz, Ignacio Elizabetsky en guitarras electrica, acustica, voz, Jose Luis Perez en bateria, percusion y Dana como guia espiritual y voz femenina.

Las composiciones son enérgicas y guardan en su interior una buena dinámica pese a la complejidad, con aplicaciones de sintetizador que recuerdan a bandas épicas de la década (como ELP, Mahavishnu Orchestra, Return To Forever), y un buen podería rockero que hace de las fusiones algo muy contundente. ‘’Los Elementales’’ no solo representan un cambio de rumbo artístico tras la partida de Santaolalla sino también una evolución a atreves de movimientos internos, capas que se renuevan y se segmentan en nuevo proyecto donde la influencia el estilo progresivo de la década se ve reflejado, marcando una evolución considerable hacia un adelante que marca un paso significativo con lo que habían sido las composiciones de discos pasados de la banda.

La ejecución, interpretación y composición del álbum hace que el estilo del disco resalte dentro de la escena de Argentina, con una performance que sugiere sonidos del mundo hechos rock, ya lejos de la canción en si misma, para presentar una serie de piezas muchas veces instrumentales o con grandes pasajes de ello mismo, todo ejecutado con una soltura propia de virtuosos del mundo que recuerda a grandes bandas de la escena internacional.

Arco Iris es sinónimo de epopeyas musicales, y esta no sería la excepción, una travesía conceptual en la que la banda ostenta su nueva formación y sus dotes musicales ya más rockeros, jazzerros fusión y hasta alcanzando momentos de música progresiva, por lo que el caldo de cultivo en este trabajo está dado para que sea un viaje asegurado por tierras de sofisticación, delicadeza, buenas dosis de buen rock, nunca dejando el sello de elementos y melodías autóctonas típicas del grupo y con la garantía del legado de la banda que le da al disco una plus de mística y magia asegurado.

Ese toque místico no puede faltar en el sonido de la banda y más en un disco conceptualizado en los espíritus elementales de la naturaleza, una conjunción que da un sonido que, al unificarse con las progresiones, deja como resultado una propuesta musical también atípica en ese sentido, con letras alegóricas, pasajes melódicos que se entremezclan por entre las progresiones, todavía momentos de melodías autóctonas, epopeyas instrumentales que remontan a sensaciones ulteriores con épocas pasadas, sensaciones que solo Arco Iris es capaz de despertar en el oyente.

Cod: #1671

9 jul 2022

Soft Machine - Third (1970)

Política, dadaísmo, patafisica y vanguardia, experimentación, jazz rock temprano, psicodelia, hipismo, contracultura, invención de nuevos géneros, etc., todos estos aspectos y más componen el universo de la banda inglesa Soft Machine, universo tan influyente en la historia del rock progresivo como para ubicarse entre los grandes del estilo. 

La banda fue un producto de la escena Canterbury que generó fenómenos de culto como Caravan y Hatfield and the North. Soft Machine fue el extravagante combo de art-rock cuyos integrantes eran capases de hazañas instrumentales, armados con ambiciosas ideas musicales puestas a prueba constantemente, así como una interpretación lucida en su delirio. Cuando comenzaron a publicar albums, Soft Machine ya era una sensación en el rock underground británico, gracias a sus ahora legendarias actuaciones en clubes londinenses como el UFO, el Speakeasy y Middle Earth, donde compartían escenarios con los como Pink Floyd y Tomorrow.

El primer lanzamiento de Soft Machine es todo un auténtico experimento que sin duda comprende el jazz y la psicodelia pero difícilmente pueda definirse estrictamente bajo estos términos, porque la combinación de estos elementos, aunados al rock, al pop y a la experimentación, dan como resultado una música de rock vanguardista con una identidad estrictamente propia y un lenguaje de vanguardia donde el rock se expresa bajo visiones poco comunes, aun aunque contengan elementos conocidos para la época. Lo mismo ocurre con su segundo disco, ya con piezas más cortas, siendo un trabajo experimental, de similar estilo al primero, tomando influencia supuestamente de ‘’Absolutely Free’' de The Mothers of Invention, con muchas piezas de muy corta duración en un delirio generalizado con sarcasmo y vanguardismo.

Aunque para la ocasión de su tercer lanzamiento la banda emprende un viaje de improvisación y experimentación no de menor calibre experimental pero si de distinta manufactura, ya alejándose poco a poco de la psicodélica más pura aunque siempre con el jazz presente, para esta vez encaminarse a un trabajo doble dividido en cuatro extensas piezas de aire progresivo y que entran también en la era prototípica del jazz fusión más propiamente dicho. Aunque esta extensas excursiones son difíciles de consignar bajo una sola cosa, solo bandas como Soft Machine pueden lograr semejantes sonidos, semejantes experimentaciones, alcanzando un sonido propio con el que lograron influir a toda la escena del mundo, especial a la del fusión y prog. 

Estas cuatro piezas que componen el disco son hartas el complejidad, divididas y subdivididas en pasajes internos, progresiones, mucha improvisación y solos, siendo básicamente uno de los pináculos de la banda. Aquí converge también todavía el estilo psicodélico que estaba dando sus últimos coletazos en la influencia de las bandas de la época, viéndose reflejado en la instrumentación, los sonidos de los instrumentos y la experimentación instrumental propiamente dicha.

Muchas veces la complejidad de las mismas piezas no se logra mediante un atasco continuo sino mediante la superposición de pasajes varios que terminan conformando un pastiche enorme entre los que circulan muchos momentos de desosiego experimental el cual funciona como un caldo de cultivo para el fusión temprano y propicia aún más ese carácter de pastiche, superposición y experimentación, incluso donde podría detectarse algo de free jazz en el sonido.

Esto representa un salto cuántico de lo que había sino el sonido de la banda hasta entonces, habiendo publicado anteriormente dos discos de corte experimental dentro del jazz fusion pero de duración de temas más corta, acercándose a lo convencional pero siempre con la tan característica manufactura de progresivo temprano del grupo, pero aquí para el tercer disco, la banda se encamina a composiciones hartas y muy complejas, ya asumiendo un rol de jazz o jazz fusión temprano bien demarcado, es uno de los hitos de la banda (uno de tantos), una de sus obras maestras, asentándose en buen lugar y tiempo en el momento, mismo año en el que aparecería el ‘’Bitches Brew’’ de Davis, Tony Williams Lifetime haría lo suyo también en el terreno temprano del fusión ya desde 1969, y algunos o670tros ejemplos tempranos, aunque no mucho más.

Para el momento del lanzamiento de ‘’Third’’, su justamente tercer disco, la banda ya no contaba con los iniciáticos bajista Kevin Ayers y el guitarrista Daevid Allen. Para esta ocasión el grupo consistía en un cuerteto formado Mike Ratledge en órgano, Hugh Hopper en el bajo, Elton Dean en saxo, y el mítico, por entonces todavía baterista, Robert Wyatt. La formacion también contó con el apoyo de Lyn Dobson, Nick Evans y Jimmy Hastings en los vientos y Rab Spall en el violín.

Cod: #1670

3 jul 2022

Toto Blanke - Spider's Dance (1975)

Luego de estudiar guitarra clásica, pasa a formar parte del grupo  de jazz rock ‘’Association P. C.’’ (que también incluye al bajista Sigi Busch , al baterista holandés Pierre Courbois y al tecladista Jasper van't Hof y Joachim Kühnpertenecía) apareció en numerosos festivales (incluido el Berlin Jazz Days de 1971) y lanzó una serie de discos a principios de la década de 1970, incluido también con el flautista Jeremy Steig. 

Luego trabajó con Joachim y Rolf Kühn, Randy Brecker, Jan Akkerman y en dúo con Philip Catherine. En 1975 Blanke grabó su primer disco "Spiders Dance" junto a un elenco destacado, Joachim Kühn en piano, Charlie Mariano en saxo y flauta, John Lee en bajo (futuro Return to Forever) y Gerry Brown en batería. ‘’Spider’s Dance’’ es el disco solista debut de Blanke, lanzado en 1975 por el sello discográfico Vertigo.

Esta una elegante combinación de música fusión combinada al jazz, las progresiones, los solos e improvisaciones en sesiones consecutivas típicas del jazz, lideradas por la guitarra poderosa de Blanke que por momentos es un genio creativo que discurre por entre sonidos típicos setenteros para traerlos a su terreno de fusión rabiosa, virtuosa.

El estilo de esta fusión tiene un aire a jazz rock que, pese a las armonías y progresiones, es también, más bien rockero y duro, recordando mucho, con los virtuosos solos de la guitarra eléctrica de Blanke, al estilo de John McLaughlin y sus fusiones duras y también rockeras. También tintes de Return to Forever o Weather Report son evidentes por momentos. 

El disco es raro y de él se dice que carece de originalidad debido a la proximidad con estilos clásicos como el de la Mahavishnu Orquestra, el parecido es evidente ya desde los primeros segundo, pero lo cierto es que para sonar como la maldita Mahavishnu Orquestra hay que ser un jodido genio para poder replicar semejantes ejecuciones y Toto Blanke está muy a la altura para ello.

Bases álgidas, muy dinámicas, se establecen entre las progresiones en forma de intro, intermedio y final que plantea la banda, en medio los solos virtuosos de la guitarra eléctrica y el teclado predominan las sesiones con solos de poder.

Una buena salvedad es la aparición de un par de piezas acústicas en el disco, especialmente la destacada ‘’Rocbaron’’, que salvan al sonido de la electrificación total, dan un aire distinto y siguen demostrando le virtuosismo de  Blanke, ya que prácticamente si se dijera que es el mismísimo McLaughlin el que está tocando en esas grabaciones tranquilamente podría creerse la idea; Blanke ha encontrado la manera de volverse y poderoso ejecutante y estas piezas virtuosas son el ejemplo de su poderío.

La carrera de Blanke por supuesto es mucho mayor y más extensa que este primer disco, desconocido y algo extraño, el cual, además de ser un interesante artefacto del fusion Europeo de mediados de los 70, es también un ejercicio de iniciación perfecto para el guitarrista y todo y halo de talento, creatividad e influencias en su país.

Cod: #1669

2 jul 2022

Caldera - Caldera (1976)

Caldera fue una banda que funcionó hacia la segunda mitad de la década del 70, ya establecida en los Estados Unidos pero integrada por miembros que provenían de todas partes del mundo para formas esta banda internacional, carácter diverso que se vería reflejado en la música que harían, jazz fusion, con fusiones con lo latino y/o afrocubano.

Liderados por tecladista argentino Eduardo del Barrio y el guitarrista costarricense Jorge Strunz, a quienes se sumaba también el bajista Dean Cortez y el saxofonista Steve Tavaglione, ambos nacidos en USA, el percusionista brasileño Mike Azevedo y el baterista cubano Carlos Vega, una multiplicidad de etnias y nacionalidad que sin duda se refleja en su estilo artístico y musical.

En el año 1976 Caldera firmó con la discográfica Capitol, con la cual terminaría publicando cuatro discos, el primero de ellos sería el homónimo ''Caldera'', publicado ese mismo 1976. Aquí el grupo se sumerje en el fusion, con demarcada e intencional influencia de bandas del género de la época como Weather Report o Return to Forever, o sea de una estilo fusion virtuoso que no es fácil de imitar para nada, predominantemente instrumental y repleto de virtuosos solos e improvisaciones.

También hay sabores varios provenientes de funky, con ritmos movidos, bailables pese a la complejidad, tal vez de influencia de bandas como Wind & Fire. Y por otro lado las presencias internacionales aportan más sabores, latinos, percusiones, abro cuban, se puede escuchar una cuica brasilera en la mezcla o ritmos de samba también de dicha cultura. Es todo un experimento del jazz fusión que tomó cosas y estilos ya hechos y los fusionó, refrescándolos y dándoles nueva vida y oportunidad.

Las composiciones son agiles, totalmente instrumentales, y que por la velocidad y agilidad con la que se presentan exigen a los ejecutantes una prestancia para funcionar en velocidad y con justeza, requerimiento cumplido a las claras y sin esfuerzos por estos músicos de elite fusión.

El álbum es una reconstrucción de sus influencias fundamentales representadas a lo largo de un trabajo instrumental que bien podría funcionar como obra conceptual ya que las pistas se mimetizan entre sí, lo que da esa sensación de que el trabajo es una enorme pistas funcionando de principio a fin o la sensación de que todo está unido. Esto es bueno o mal? no queda claro, pero lo cierto es que los instrumentales varían, se mesclan, se fusionan, ofrecen una aventura fusión total.

Jazz, virtuosismo, afro cuban, funk, latin, brasilero, rock, samba, en fin, todo un combo de sabores y enriquecimientos que nutren este jazz fusión instrumental hasta el final y ejecutado por un plantes de una variedad y gran cantidad de músicos internacionales. El elenco estaba integrado por Jorge Strunz en guitarras y percusión, Eduardo del Barrio en piano, sintetizadores, percusiones y voz, Steve Tavaglione en saco, flauta y bajo, Mike Azeredo en congas y percusion, Carlos Vega en batería y percusión, Dean Cortez en bajo, Raul De Souza en trombón, Roberto da Silva en percusión y Carolyn Dennis en voz.

A su álbum debut homónimo, le siguieron los albumes ‘’Sky Islands’’ en 1977, ‘’Time and Chance’’ en 1978 y ‘’Dreamer’’ en 1979. Lamentablemente y aunque la creatividad del grupo era alta, sus cuatro trabajos con Capitol no se vendieron mucho (solo el primero de los cuales se reeditó en CD después del cambio de milenio) y la banda se retiró en 1979.

Cod: #1668

1 jul 2022

Area - Caution Radiation Area (1974)

Area, para este segundo trabajo, da un giro hacia el vanguardismo electrónico, el cual se combina con todo su poderío rockero y jazzero, de esto queda un cruce muy interesante de no solo ‘’avant prog’’, sino de atrevimientos en la vanguardia mayores. En el jazz rock ya es conocido el grupo, su poderío, sus fusiones étnicas, sus momentos aplastantes, el virtuosísimo de sus ejecutantes, los experimentos con progresiones y la asertividad de sus composiciones que hacen de esta una banda de temer. 

Pero ahora, para su segundo lanzamiento, aparece en la escena de su arte sonoro el mundo de la experimentación electrónica, en forma mayormente ambiental y con un acabo de vanguardista bastante elevado y experimental. Estos elementos aparecen en forma de introducciones, pasajes, ambientes, que se van entremezclando con el poderoso muy fusión de la banda, y como resultado queda una cosa deliciosa que une mundos con una facilidad asombrosa y con una asertividad que hacen la delicia para la escucha.

Esta fusión se hace carne durante algunos de los primeros tracks del disco, pero no es hasta cuando se llega al track ‘’Mirage’’, una pieza de diez minutos donde el jazz, al comienzo, se difumina, se sueltan las líneas, los solos enloquecen, las vanguardias florecen, y el grupo se vuelca a la experimentación pura. Habían madurado del jazz rock más raso a una experimentación donde convergían todo tipo de elementos en una sola cosa misteriosa,  y donde por supuesto, al ambiente alcanzado, vuelve a recaer al jazz rock bien potente, típico del grupo. Finalmente la pieza vulve a estados alterados, para transcurrir por varias otras partes internas.

La fusión entre bases de estirpe rock con elementos de experimentación electrónica (u otras vanguardias sonoras nihilistas) dan vida a una música que se vuelve tan compleja que deja de estar al alcance de los facilistas, deja de estar al alcance de los detractores del rock que dicen que este es fácil de tocar, y deja de estar al alcance de los parámetros de lo que supuestamente, para los académicos, debe ser la música compleja. La experimentación y las vanguardias da a la música un nivel profundo de complejidad que dota a la misma de un estado difícil de definir por las convenciones, es un estado excitante de creatividad donde se trocan los polos de lo inverso, caen muchas de las barreras impuestas por el inconsciente y su carga cultural, para nacer así sonidos únicos e irrepetibles.

Aquí, en el concepto, hay un juego entre el caos del vanguardismo, la peligrosa radiación, y el ‘’orden’’ que son los momentos más concretos de rock y jazz, que de todas formas no son ‘’ordenados’’ pero que representan el costado más ‘’entendible’’ del disco. lo creado aquí es una fuerza de convulsiones que se eclosiona en sí misma y desafía al oyente a entre en mundos inexplorados aun donde el universo Area tiene lugar como una cosa única y que no suena a nada en su época salvo a ellos mismos. Todo el álbum es experimental, apenas algunos momentos dentro de un jazz rock estándar, unos dejos del jazz, pero el resto del trabajo es un experimento en sí mismo.

Al nombrar a ‘Area’ no referimos a un famoso grupo italiano de jazz rock progresivo, formado en 1972 por el cantante Demetrio Stratos y el baterista Giulio Capiozzo. Tras su nacimiento, el grupo fue creciendo y escalando en calidad hasta convertirse en una de las más respetadas bandas de la escena de su país.

El grupo estuvo riginalmente integrado por Demetrio Stratos, un cantante egipcio, el cual estaba acompañado en un principio por Giulio Capiozzo en batería y percusión, Eduardo "Eddie" Busnello en saxo y flautas, Leandro Gaetano en piano, Johnny Lambizzi en guitarra, Patrick Djivas en bajo y Patrizio Fariselli en teclados.

Desde un principio se destacaron por su enorme calidad musical y virtuosismo compositivo, elaborando un jazz fusión muy bien nutrido y poderoso, un sonido extraño que nacía de la mezcla de jazz, influencias árabes, y progresiones pesadas y contundentes.

En 1973, Johnny Lambizzi dejó la banda y fue reemplazado por Paolo Tofani, en guitarra y sintetizador. En ese mismo año, 1973, grabaron su primer álbum de estudio, ‘'Arbeit Macht Frei (Il Lavoro Rende Liberi)’', que los colocó en un gran lugar en su pais, por el gran nivel musical que despliegan, generalmente considerado como un clásico del progresivo de su país. En 1974 aparece su segundo trabajo, ‘’Caution Radiation Area’’, demostrando que la evolución es posible y que la experimentación va de la mano con el mundo del rock progresivo.

Cod: #1667