Después de la salida de la banda de los miembros Gustavo Santaolalla (principal compositor del grupo) y el baterista Horacio Gianello, Arco Iris afrontaba ahora una nueva etapa, y tras un par de años sin presentarnos nada, aparecen en 1976 el simple Sin Contratiempos / Los del casco de Oro, que marco la transición entre la antigua formación y los nuevos proyectos, muy considerable cambio ya que Santaolalla era un miembro fundador un espíritu fundamental para lo que había sido el grupo hasta entonces.
El simple también vaticinaba la aparición de ‘’Los Elementales (Fuerzas Magicas De La Naturaleza)’’, nuevo lanzamiento discográfico de larga duración aparecido al año siguiente, 1977. Para esta nueva etapa el grupo estaba compuesto por Ara Tokatlian en vientos, teclados, voz, Guillermo Bordarampe en bajo, guitarra acústica, voz, Ignacio Elizabetsky en guitarras electrica, acustica, voz, Jose Luis Perez en bateria, percusion y Dana como guia espiritual y voz femenina.
Las composiciones son enérgicas y guardan en su interior una buena dinámica pese a la complejidad, con aplicaciones de sintetizador que recuerdan a bandas épicas de la década (como ELP, Mahavishnu Orchestra, Return To Forever), y un buen podería rockero que hace de las fusiones algo muy contundente. ‘’Los Elementales’’ no solo representan un cambio de rumbo artístico tras la partida de Santaolalla sino también una evolución a atreves de movimientos internos, capas que se renuevan y se segmentan en nuevo proyecto donde la influencia el estilo progresivo de la década se ve reflejado, marcando una evolución considerable hacia un adelante que marca un paso significativo con lo que habían sido las composiciones de discos pasados de la banda.
La ejecución, interpretación y composición del álbum hace que el estilo del disco resalte dentro de la escena de Argentina, con una performance que sugiere sonidos del mundo hechos rock, ya lejos de la canción en si misma, para presentar una serie de piezas muchas veces instrumentales o con grandes pasajes de ello mismo, todo ejecutado con una soltura propia de virtuosos del mundo que recuerda a grandes bandas de la escena internacional.
Arco Iris es sinónimo de epopeyas musicales, y esta no sería la excepción, una travesía conceptual en la que la banda ostenta su nueva formación y sus dotes musicales ya más rockeros, jazzerros fusión y hasta alcanzando momentos de música progresiva, por lo que el caldo de cultivo en este trabajo está dado para que sea un viaje asegurado por tierras de sofisticación, delicadeza, buenas dosis de buen rock, nunca dejando el sello de elementos y melodías autóctonas típicas del grupo y con la garantía del legado de la banda que le da al disco una plus de mística y magia asegurado.
Ese toque místico no puede faltar en el sonido de la banda y más en un disco conceptualizado en los espíritus elementales de la naturaleza, una conjunción que da un sonido que, al unificarse con las progresiones, deja como resultado una propuesta musical también atípica en ese sentido, con letras alegóricas, pasajes melódicos que se entremezclan por entre las progresiones, todavía momentos de melodías autóctonas, epopeyas instrumentales que remontan a sensaciones ulteriores con épocas pasadas, sensaciones que solo Arco Iris es capaz de despertar en el oyente.
Muchas gracias!
ResponderEliminarSaludos