Este extraño personaje concibió algunos de los mejores discos de jazz, o jazz fusión, de su Brasil natal, siendo parte de una generación de músicos de jazz brasileros (Airto, Vasconcelos, Gismonti, Purim, etc) que supieron hacer pie en la escena internacional de la época, llegando a colaborar con grandes y a participar de grandes obras.
Después de una buena carrera de su país natal, como compositor, arreglista e instrumentista con grupos como Sambrassa Trio, Quarteto Novo y Brazilian Octopus, Pascoal se traslada a los Estados Unidos donde se hace conocido en primer lugar por haber participado como compositor e intérprete del disco de Miles Davis ‘’Live Evil’’ de 1970, al mismo tiempo en el que comienzan sus publicaciones solistas, entre ellas el homónimo ‘’Hermeto’’ de 1970. En Estados Unidos también se codea con figuras como Edu Lobo, Antonio Carlos Jobim, Donald Byrd, Airto Moreira, etc.
En este primer disco comienza con todo un poderío de grande orquesta, un jazz de big band, carácter que involucra a todas las pistas del mismo trabajo, con finas orquestaciones de metales y cuerdas desparramados por doquier, en un jazz que circula por entre el big band tradicional, un estilo proto fusión, vanguardismo, experimentación. Aunque el estilo es difícil de encasillar en una sola cosa, es un disco muy a lo Pascoal, con su sello de atípico y poco común, un inconformista que creó paisajes sonoros en el jazz con sabores siempre de su cultura natal, partiendo de la tradición de la música folklórica del nordeste brasilero (frevo, baiao) para introducirlos en la experimentación y crear así un estilo propio bajo la fusión de diversos estilos de jazz.
Los dejos culturales heredados los deja reflejar, por momentos, en las líneas melódicas y armónicas de la orquesta, que retratan casi como canciones típicas desde lo instrumental, embebiendo al jazz en ese sabor exótico del folklor de su país. La propuesta en este disco parte desde una libertad de composición, donde fragmentos de big band se entrecruzan con partes de jazz más clásicos, de corte post bop, aunque siempre al estilo libre de Pascoal.
La propuesta es variada, diversas desde lo compositivo, aquí hay mucho para escuchar. El encuentro con la orquestación muchas veces hace las delicias en el sonido con algunas apariciones esporádicas y más sutiles, y no tan determinante como en otros momentos. También el disco ‘’rivaliza’’ con algunos de los mejores discos de MPB de la época, debido a estar tan fusionados con el estilo local de su país.
En toda la propuesta del disco, y especialmente para los amantes de lo más experimental, destaca “Velório (Luto)”, una pieza inidentificable creada con voces, sonidos, ruidos, y experimentación para crear así una cosa bastarda deliciosa y de gran potencia en lo experimental.
La portada de su primer disco solista no es una casualidad estilística, Pascoal es un multiinstrumentista muy talentoso, llegando a tocar teclados, cuerdas, viento, percusión, de todo tipo y color. Con su genio musical natural y un sentido incesante de libertad creativa, Hermeto es ampliamente conocido además por usar objetos no convencionales para hacer música. En las notas de la carátula del álbum, Airto destaca la canción “Velório (Luto)” explicando cómo Heremto llenó 36 botellas de jugo de manzana con diferentes cantidades de agua y las afinó en tonos precisos para crear las seductoras armonías escuchadas.
Grabado en 1970 en los estudios A&R de Nueva York, el álbum presenta a titanes norteamericanos certificados como Ron Carter, Hubert Laws, Joe Farrel y Googie Coppola, y las estrellas brasileñas Airto Moreira y Flora Purim (que también produjeron el álbum).
Hermeto Pascoal es un músico irrepetible y poco convencional, por su importancia en la escena del jazz de la época, su influencia, y por sus creaciones discográficas que fusionan el folklor brasilero con sus idiosincrasias propias, de ello quedó un estilo totalmente propio, además de sus presentaciones en vivo de una vertiente teatral y abiertas a la sorpresa y la improvisación del momento.
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