Luego de estudiar guitarra clásica, pasa a formar parte del grupo de jazz rock ‘’Association P. C.’’ (que también incluye al bajista Sigi Busch , al baterista holandés Pierre Courbois y al tecladista Jasper van't Hof y Joachim Kühnpertenecía) apareció en numerosos festivales (incluido el Berlin Jazz Days de 1971) y lanzó una serie de discos a principios de la década de 1970, incluido también con el flautista Jeremy Steig.
Luego trabajó con Joachim y Rolf Kühn, Randy Brecker, Jan Akkerman y en dúo con Philip Catherine. En 1975 Blanke grabó su primer disco "Spiders Dance" junto a un elenco destacado, Joachim Kühn en piano, Charlie Mariano en saxo y flauta, John Lee en bajo (futuro Return to Forever) y Gerry Brown en batería. ‘’Spider’s Dance’’ es el disco solista debut de Blanke, lanzado en 1975 por el sello discográfico Vertigo.
Esta una elegante combinación de música fusión combinada al jazz, las progresiones, los solos e improvisaciones en sesiones consecutivas típicas del jazz, lideradas por la guitarra poderosa de Blanke que por momentos es un genio creativo que discurre por entre sonidos típicos setenteros para traerlos a su terreno de fusión rabiosa, virtuosa.
El estilo de esta fusión tiene un aire a jazz rock que, pese a las armonías y progresiones, es también, más bien rockero y duro, recordando mucho, con los virtuosos solos de la guitarra eléctrica de Blanke, al estilo de John McLaughlin y sus fusiones duras y también rockeras. También tintes de Return to Forever o Weather Report son evidentes por momentos.
El disco es raro y de él se dice que carece de originalidad debido a la proximidad con estilos clásicos como el de la Mahavishnu Orquestra, el parecido es evidente ya desde los primeros segundo, pero lo cierto es que para sonar como la maldita Mahavishnu Orquestra hay que ser un jodido genio para poder replicar semejantes ejecuciones y Toto Blanke está muy a la altura para ello.
Bases álgidas, muy dinámicas, se establecen entre las progresiones en forma de intro, intermedio y final que plantea la banda, en medio los solos virtuosos de la guitarra eléctrica y el teclado predominan las sesiones con solos de poder.
Una buena salvedad es la aparición de un par de piezas acústicas en el disco, especialmente la destacada ‘’Rocbaron’’, que salvan al sonido de la electrificación total, dan un aire distinto y siguen demostrando le virtuosismo de Blanke, ya que prácticamente si se dijera que es el mismísimo McLaughlin el que está tocando en esas grabaciones tranquilamente podría creerse la idea; Blanke ha encontrado la manera de volverse y poderoso ejecutante y estas piezas virtuosas son el ejemplo de su poderío.
La carrera de Blanke por supuesto es mucho mayor y más extensa que este primer disco, desconocido y algo extraño, el cual, además de ser un interesante artefacto del fusion Europeo de mediados de los 70, es también un ejercicio de iniciación perfecto para el guitarrista y todo y halo de talento, creatividad e influencias en su país.
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