‘’Osorezan / Dou no Kenbai’’ es el primer álbum de Geinoh Yamashirogumi, que más que una banda de rock, o una banda en sí, fue toda una compañía artística con coro y músicos de rock, entre otro músicos. Sus desempeños no era solo musicales sino también escénicos, realizando performances escénicas en vivo con una gran compañía de personas, mientras ejecutaban su música en vivo también. Este primer lanzamiento y representa un pináculo artístico creativo que marcó precedentes en Japón y fue muy aclamado en el país al momento de su lanzamiento en 1976. El estilo de este disco es difícil de definir en algún género y difícil de imaginar de antemano, sumándose a la ínfima lista de grandes obras que son imposibles de encasillar en algún lugar particular.
Geinoh Yamashirogumi grabó este disco con coro y músicos del grupo, aunque para las partes de rock recibió el apoyo de miembros de la banda Inoue Takayuki Band, que aportaron las partes de rock experimental. El trabajo está dividido en dos partes que ocupaban originalmente cada lado del vinilo original de época, alcanzando una duración de veinte minutos aproximadamente cada pieza, siendo a su vez un trabajo conceptual cuyos lados representan imágenes diferentes, siempre dentro del mismo lema artístico y motivo creativo.
El primer lado del disco es el denominado como ‘’Osorezan’’. Osorezan está ubicado en la ciudad de Mutsu, de la península de Shimokita en Aomori. Osorezan se traduce como ‘’Mountain of Fear’’ y es conocido como el monte del terror y las almas perdidas. Es uno de los tres montes más sagrados de Japón y está considerado como la puerta al mundo de los muertos. Allí los médiums evocan el espíritu del otro mundo y hablan con el cliente por la voz de la familia, amigos y familiares fallecidos. Esta pieza del disco representa este lugar a través de la música.
El lado uno comienza con un grito escalofriante, que avisa, y no traiciona, declarando simbólicamente el horror del lugar representado y el terror de lo que va a representar la pieza, llena de tensión, quejidos de voces en pena, caos, oscuridad, vanguardismo escénico, y una complejidad musical pocas veces vista pero plasmada desde una concepción particular, más bien escénica y grupal, casi teatral, con un rol fundamental de la compañía coral, de hecho las voces son el elemento principal de esta pieza, aunque hacia la mitad de la misma aparece la música más ‘’reconocible’’ y la banda de rock toma su lugar, aportando una incursión rock con sintetizadores de fondo y buenos solos, muy agradable de escuchar. Pasando por muchos estamos, el primer lado del vinilo es una aventura sin precedentes, igualable solo a creaciones colectivas también de compañías corales u orquestas de vanguardia.
Ya para el lado segundo del disco, el llamado ‘’Dou no Kenbai’’, traducido como ‘’Danza de la espada de cobre’’, tenemos una intervención vocal coral pura y duradera a lo largo de la pieza, de hecho la misma está compuesta en su totalidad por cantos corales. Comenzando algunos minutos voces masculinas con un estilo similar a algún canto religioso milenario oriental, para luego pasar a una parte de cantos y diálogos con voces femeninas y voces masculinas funcionando como un fondo armónico. La pista prosigue con algunas partes internas más, entre cantos, juego en intensidades y cambios de roles.
Esta segunda parte ya no cuenta con el rock y aparece de hecho muy poca instrumentación, por lo que el desafío se vuelve mucho más grande en la escucha de una intervención coral vanguardista experimental y sin aire de canción alguno, con una concepción artística creada en base a una progresión de sucesos corales en base también a noción muy particulares que poco tienen que ver con la canción o el rock progresivo, mucho menos con el rock, por lo menos para este segundo lado del disco.
El disco se grabó igual que su interpretación habitual en el escenario, con los artistas moviéndose aquí y allá, por lo que el sonido y la voz varían de acuerdo al movimiento de los artistas que no permanecen en una posición estable. Este efecto tiene el propósito de dar una sensación de asistencia y está inspirado en el canto tradicional indonesio kecak.
‘’Osorezan/Dou no Kenbai’’ es un artefacto de creación de punta del vanguardismo japonés, con la típica alusión a elementos tradicionales e históricos japoneses, típico de muchos discos de vanguardia de dicho país, y con concepciones que sacan al oyente de su lugar habitual incluso para mucho de lo que consideramos como ‘’experimental’’, siendo una creación que invita a buscar apropiarse de nuevas formas de arte con implicancias no solo artísticas, sino también morales, filosóficas y hasta científicas, nacionalistas y tradicionalistas.
El estilo de esta música recuerda a otros creadores vanguardistas japoneses de la época, como la orquesta New Herd de Toshiyuko Miyama, la compañía J. A. Seazer, o a creaciones orquestales o con tintes de vanguardia tradicionalista de otros genios japoneses como Minoru Muraoka, Yamash'ta o Masahiko Satoh.
Estas son algunas palabras que aparecen en la página oficial de la agrupación y que demuestran la profundidad de su quehacer artístico:
‘’Geino Yamashirogumi es más que un grupo de artes escénicas, es un grupo experimental que busca y verifica el estilo de vida original de los seres humanos prometido por el ADN genético, buscando una base para la "acción crítica de la civilización".
Su historia comenzó en 1968 con la aparición del coro de mujeres búlgaras por su predecesor, el Hato no Kai Chorus. Después de eso, el grupo logró interpretar el coro masculino de Georgia y el Kecak en Bali, realizando la primera ‘’multimusicalidad’’ del mundo. El grupo ha presentado actuaciones de 80 estilos diferentes a lo largo de todo el mundo, y sus actividades creativas que combinan tradición y modernidad basadas en estas actuaciones no tienen paralelo en el mundo.
Sin embargo, estas actividades son solo un aspecto de la crítica civilizatoria activa de la Europa occidental moderna. Aprender de la sabiduría de la comunidad tradicional, la constante y sincera "creación grupal" y la "creación humana" que elimina la especialización y la monofuncionalización es el verdadero valor de la comunidad de desempeño múltiple ‘’Geino Yamashiro-gumi’’.
Una característica importante de la crítica de la civilización de Geino Yamashiro-gumi es que toman con avidez la ciencia y la tecnología, el arma más grande de la civilización occidental, a la que apuntan, y la usan para atacar a la propia Europa occidental moderna como una medicina de fabricación propia. Entre los diversos miembros de educadores, periodistas, ingenieros y estudiantes, más de 10 tienen doctorados en campos como ciencias de la vida, ciencias del cerebro, ciencias matemáticas, psicología e ingeniería de la información. El jefe de esta poderosa investigación científica de la civilización es el científico Tsutomu Ohashi, también conocido como Shoji Yamashiro, el jefe del grupo.
Una serie de actividades creativas que se adelantan a los tiempos puede decirse que es una de las manifestaciones concretas de tan inigualable vitalidad, y son nada menos que un impactante mensaje de crítica a la civilización dirigido a la Europa occidental moderna por parte de Geino Yamashiro-gumi.’’
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