Alrededor de 1977 el trio Invisible integrado por Luis Alberto Spinetta, Héctor "Pomo" Lorenzo y Carlos Alberto "Machi" Rufino se separa luego de haber publicado tres discos de estudio. Se dice que las razones de la separación son varias pero la causa más probable seguramente sea esta idea de que Spinetta era un músico creativo que siempre estaba mirando hacia adelante, lo que hacía que se adelantara al sonido de sus mismos grupos, generando un quiebren y un fin abrupto de sus banda, a las cuales terminaba incluso si las mismas estaban en su momento de apogeo, para encarar nuevos proyectos y sonidos. Su siguiente paso tras la disolución de Invisible tuvo lugar gracias a la influencia del tecladista de jazz Diego Rapoport, quien supo entusiasmar a Spinetta con la idea de hacer música con rumbo hacia el jazz/rock, que terminaría con una fascinación de ambos por bandas del género como la Mahavishnu Orchestra de John McLaughlin, estilo que marcaría a fuego muchas de las composiciones de Spinetta. El encuentro entre estos dos talentosos músicos terminó dando como resultado la formación de un nuevo grupo que se llamó Banda Spinetta, y que en sus comienzos estuvo integrada por los ya nombrados dos músicos, además de Machi Rufino en el bajo (continuando la relación de Invisible) y Osvaldo Adrián López en batería. El proyecto comenzó con el estímulo de una serie de canciones que Spinetta había compuesta para un nuevo proyecto, y fue sobre la base de esas canciones donde se crea el nuevo lanzamiento del músico y de este grupo.
‘’A 18’ del Sol’’ es el disco en cuestión, siendo la décima participación discográfica de Spinetta, ya sea como solista o con alguna de sus bandas, y su tercer disco solista, publicado a finales de 1977 por el sello CBS. El disco marca una bisagra entre la música progresiva de su banda anterior, Invisible, marcando también un cambio de lo que había sido su último disco con Invisible, el llamado ‘’El Jardín De Los Presentes’’ de 1976, hacia el paso de una música marca preferentemente por el jazz (o jazz fusión) y no tan rockera como en sus discos anteriores, y dando pasó también a sus siguientes producciones discográficas con Spinetta Jade, banda que también estaría marcada plenamente por el jazz. El nombre del disco, ‘’A 18’ del Sol’’, tiene origen en el intento de reflejar la distancia entre la tierra y el sol medida en velocidad luz. Se dice que en esto hubo un error involuntario que hizo que se pusieran diez minutos más al cálculo original de los ocho minutos, pero finalmente se decidió dejar de todas formas los dieciocho minutos.
Luis Alberto Spinetta ya había comenzado a demostrar algunas habilidades dentro de terrenos del jazz (o el jazz fusión), reflejándolo, como se dice, en sus armonías y estructuras en los discos publicados con Invisible, o por ejemplo apareciendo el fusión en su ‘’Jugo de Lúcuma’’ publicado también por Invisible, pero es ‘’A 18’ del Sol’’ la primera gran incursión del músico en terrenos de fusión y probablemente el disco en el que más se haya metido en el género, estando todo el trabajo marcado por este estilo, en ese encuentro entre el jazz y el rock, con las típicas armonías y solos utilizados por el autor ya en su salsa por tratarse de un estilo que le sienta muy bien y que puede manejar a la perfección, incluso siendo un músico autodidacta y sin estudios formales sobre teoría musical.
Es un estilo fusión pero plasmado a través de la visión del autor, o sea presentado en su mayoría en forma de canción, con las típicas inquietudes del músico en cuanto a presentar armonías complejas sobre las que desfilan melodía muy accesibles para el oyente de canción. Esa era una de las habilidades características de Spinetta, era capaz de hacer cosas complejas pero accesibles, lo que lo convirtió en uno de los compositores más importantes que la música argentina haya dado. Aunque por otro lado es el estilo del autor un estilo fino, con armonías poco comunes para el rock y la música estándar o popular, lo que a su vez también hizo que parte del público masivo se alejara de su música, el mismo autor decía que su estilo tiene un aura propia que protege su música del ‘’bobero’’.
En la lista de piezas del disco aparece una canción acústica llamada ‘’Canción para los Días de la Vida’’, una pieza que pese a ser acústica y pese a su sencillez instrumental (solo consta de guitarra acústica y voz) está a la altura del disco junto a las demás piezas más complejas y de formato banda, es que se trata de una canción muy conmovedora, con una letra también tan conmovedora como solo el autor sabia escribir diciendo ‘’tengo que aprender a volar entre tanta gente de pié’’, dentro de auras de ensueño y pasajes áureos, una canción acústica dentro de un disco de jazz rock, pero una canción letal por su lírica, poética y armonía, tanto que había pasado a formas parte del repertorio del autor en las presentaciones acústicas que solía dar. Además de la canción aparecen un par de instrumentales ya adentrándose en la música fusión con vistas a un estilo estándar, en ‘’Telgopor’’ y la pieza homónima ‘’A 18 minutos del Sol’’, esta última con unos finos motivos acuáticos a forma de intro y outro.
Las composiciones son en su mayoría, como en todos los trabajos del autor, compuestas por el mismísimo Spinetta, pero además están enriquecidas por un sinfín de arreglos y aplicaciones en teclado, habiendo recobrado un rol primordial el pianista Diego Rapoport, quien era un experto en terrenos del jazz y quien se encarga en este trabajo de los arreglos, las intersecciones, algunos solos y otras aplicaciones, lo que acrecienta la complejidad, refuerza el ambiente jazzero y encaja a la perfección, con sus sutiles y delicadas aplicaciones, con el aura delicada propuesta por el mismo Spinetta desde las armonías y las letras.
Spinetta fue un creador de auras místicas único, como lo es en este disco que en general está presentado y sonando todo dentro de ambientes que producen sensaciones ulteriores, amalgamas jazzeras enraizadas en un estilo místico y ambientes influenciados directamente del jazz y jazz rock espiritual de principios de los 70s. Era declarada la admiración de Spinetta por músicos del género como John McLaughlin, y a esa influencia no dudaba en reflejarla, en sus letras tan poéticas y en este caso hasta místicas, en las amalgamas y sonoridades que lograba arrancar de sus instrumentos, y por supuesto en sus armónicas y melodías, sus canciones siempre han sido tan distintivas y de un estilo personal. Y más particularmente, en muchos casos, la música de este autor, al contener esa fibra intima que transmuta lo innombrable, que presenta al público lo inabarcable, es capaz de servir como puente entre aquello y esto, comunicándose con otras esferas de existencia y sirviendo como carne viva mediante la cual lo invisible se presenta, como utilizando la música del autor como excusa para hacerse presente en este espectro. Solo Spinetta y muy pocos otros han logrado tal revelación con sus composiciones.
Cod: #1604
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