El dúo australiano de Cybotron hizo su camino a partir de 1976 con cuatro discos que funcionaban dentro de una electrónica de punta, con aproximaciones al rock y a la música espacial, pues fue previa a esta experiencia cuando uno de los integrantes del dúo, Steven Maxwell von Braund, publicó, en 1975, un artefacto previo al sonido de la banda y con el que ya comenzaría a explorar esos sinuosos terrenos por las tierras fértiles de la experimentación espacial.
El trabajo está compuesto por cuatro extensas piezas de alrededor de diez minutos de duración cada una y que son la excusa perfecta para desplegar el sonido en extensos viajes electrónicos de demarcada experimentación y consistente desarrollo, siempre dentro de ambientes perversos que incitan a una placida incomodidad mientras el internauta creador conduce las sesiones hacia tierras de mayor perversión aun, con agregados también oscuros con los que se conjugan las voces electrónicas que surgen en las pistas, formando así una combinación que está entre las delicias de la música under de su Australia natal.
De las cuatro piezas presentadas solo una presenta algo de instrumentación con acercamiento al rock, lo es en el caso de ‘’Moster Planet’’, la pieza introductoria del disco que le hace honor a su lugar de iniciadora con un desenlace de notable desarrollo progresivo, apareciendo una voz que canta algunas estrofas (que no se trata del mismo Von Braund sino de Jim Keays, cantante principal de Master Apprentice), la cual se fusiona con una batería y un saxo, para terminar apagándose en una andanada de inventos electrónicos siempre oscuros.
También ocurre en la pieza ‘’Crystal Forest’’, donde aparece el sonido de un violín somado a la mezcla oscura y dotándole a sonido general una característica muy particular, con dicho instrumento aplicando algunas líneas melódicas pero funcionando de manera cómo entendiendo muy bien el estilo de los sintetizadores y acoplándose a ellos en ese cometido tan distintivo de ofrecer una entidad sonora perversa.
Von Braund grabó este álbum predecesor al sonido de Cybotron cuando regresó a Australia en 1973, después de empaparse de los sonidos psicodélicos que encontró en su estancia en el Londres de los sesenta, donde se cruzó con Hawkwind, The Soft Machine y Graham Bond. También desarrolló una fuerte admiración por la música krautrock alemana, como de bandas como Amon Duul, Popol Vuh o Ash Ra Temple. Esta combinación de visiones y admiraciones resultó en este Monster Planet que es un experimento mutante y bastardo del under vanguardista australiano.
Su fuerte acercamiento al estilo kosmic krautrock alemán, con una intensa búsqueda sonora electrónica experimental, le confirió el favor de que los fanáticos del género tildaran a su música como mismísimo krautrock, y no es para menos ya que todo lo que ocurre en este trabajo está puramente pulido bajo una visión que surge estrictamente de inventos, ambientes y aplicaciones electrónicas varias.
Puede que las texturas sean algo monótonas o poco variadas, debido al uso del único sintetizador utilizado en el álbum, un Korg-700, lo que puede explicar esta tendencia a recaer en atmosferas similares en todas las piezas, las nombradas apariciones instrumentales de otros instrumentos es lo que le da un poco de aire creativo al trabajo y lo salva un poco de la monotonía total. No hay secuencias y aplicaciones típicas de otros sintetizadores utilizados en la época, la masa sonora electrónica propiamente dicha que compone el cuerpo de los ambientes electrónicos de este trabajo consisten casi exclusivamente en la estática y los ambientes espaciales que el creador del sonido le arranca a su sintetizador, y demás inventos sonoros que le puedan llegar a ocurrir.
El siniestro de su propuesta musical seguramente tenga que ver con ese planeta monstruoso del que hace referencia, esa visión de ciencia ficción que parece terminar con la tierra (o el sol), lo que a su vez es presenciado por una flotilla de naves galácticas que sobrevuelan el ambiente y observan (o propician) el atentado galáctico que da vida al nacimiento del planeta monstruoso post apocalíptico.
Mucha calidad.
ResponderEliminarMuchas gracias.