Este disco es un trip total, un viaje de principio a fin en el que prácticamente no hay mucho de canción como la conocemos, salvo por algo de góspel o soul, o algo de rock psicodélico, mientras que el resto consiste en pura experimentación de estudio caracterizada por las típicas inquietudes de la época: la incorrección sonora, el delirio, la psicodelia, el desconcierto, la desfachatez, la irreverencia, la búsqueda de chocar contra muchos estándares siendo la experimentación un vehículo para buscarlo y lograrlo a las claras.
Es un trabajo con una concepción muy amplia y deliberadamente experimental, apareciendo una pieza de góspel, otra con un estilo soul, algo de rock psicodélico, aunque el núcleo sonoro de este álbum proviene de voces habladas, especialmente de entrevistas realizadas por Johnny Marks para su libro que también fue llamado ‘’Rock And Other Four Letter Words’’ y que también fue lanzado en 1968, publicado antes de que se publicara este disco con el mismo nombre. De alguna manera los autores del disco quisieron hacer una continuación sonora reflejando la idiosincrasia del libro pero plasmándola en sonido, el resultado sería este, todo un aquelarre hippie contracultural. En este disco se incluyen numerosos extractos recortados y procesados de dichas entrevistas en las que aparecen muchas estrellas de rock jóvenes del momento, incluidos Pete Townshend, Jimmy Page, Brian Wilson, Grace Slick, etc., enorme lista de colaboradores invitados, incluidos los músicos de jazz Alan Silva, Andrew Cyrille, Roswell Rudd y Burton Greene.
Y por supuesto no podía faltar el misticismo tan típico de la época, manifestado especialmente en un track en particular, otra pieza que representa un viaje, en este caso un viaje por alguna galaxia lejana, la pieza llamada ‘’Essence of It’s Own’’, segundo track del disco, que plantea una nueva forma de hacer psicodélia acercándose a una experimentación vanguardista en un ambiente de ensueño que parece adentrarse en un mundo de delirio y exotismo ritual cósmico que seguramente habrá sido la delicia para algún psiconauta de la época.
Hay por aquí también algo de electrónica dando vuelta, con un acercamiento a la música concreta, se puede apreciar a las claras las sutiles implementaciones sonoras electrónicas que aparecen en varios pasajes del disco. E incluso estas palabras aparecen en la contraportada del disco original: "Este álbum está dedicado a Karlheinz Stockhausen, que nos destrozó los oídos para que pudiéramos oír". Es difícil creer que este disco es el resultado de la primera vez en un estudio de estos dos artistas, Johnny Marks y Shipen Lebzelter, un dúo con sede en Nueva York, y también es el primer y único trabajo discográfico que publicarían.
Esto es todo un pastiche de diversa manufactura, creado por jóvenes entusiastas que seguramente contaban con el dinero suficiente para costear y producir este experimento. La producción fue llevaba a cabo gracias a la ayuda de los ingenieros internos, y de John McClure, quien ha trabajado por ejemplo con Harry Partch, y sin duda que el resultado de este disco tuvo una producción muy trabajosa y esmerada, todo un experimento de estudio donde se congregan voces, entrevistas, irreverencias corales e instrumentales, algo de música, electrónica, psicodélia y quehaceres hippies varios.
El sonido es una real capsula de tiempo que captura mucho de lo de su época y lo atrae a los oídos de los futuros/actuales psiconautas que puedan interesarse en la psicodelia, para los cuales este trabajo será una delicia para su escucha. Realmente no hay tantos momentos musicales especialmente memorables en el trabajo, la canción casi no se hace presente como la conocemos, convirtiéndose todo el trabajo en una exploración por terrenos desconocidos, utilizando muchos elementos no necesariamente musicales para crear así una música experimental, música concreta, experimental, un real extracto de ambientes, guiños y yeites de la época. En los oídos de un oyente más convencional esto tal vez pueda parecer extraño e incómodo, pero quienes gusten de la psicodelia y el freak out típico de la época, esto entonces será perfecto para amenizar sus trips lisergicos y existenciales.
Bufff!!! Un trip total si je je!
ResponderEliminarDemasiado para mis oidos...
Gracias de todas maneras
jaja si, creo que puede ser demasiado para el que no esté acostumbrado a algo tan experimental
Eliminar¡¡Alucinante!!
ResponderEliminarMuchas gracias.
Un fuerte abrazo.