Emil Richards tuvo principalmente una carrera como músico de sesión, llegando a tocar con algunos grandes, pero durante sus jóvenes años lanzó algunas gemas que bien vale la pena repasar, entre las que se encuentran el interesante ‘’New Sound Element Stones’’ de 1966, ya revisitado en este blog. Otra de sus curiosidades trata de sus dos lanzamientos publicados con su ‘’The Microtonal Blues Band’’, una banda direccionada hacia el jazz pero con la que también experimentaría de maneras particulares.
‘’Journey To Bliss’’ de 1968 es uno de esos lanzamientos realizados con dicha banda, un experimento de jazz en el que, como el nombre de la banda lo indica, hay envueltas micro tonalidades en el ejercicio del jazz y sus sesiones. Piezas que no consisten generalmente en cambios de acordes o tonalidades sino en sesiones sobre escalas micro tonales, por supuesto con roces vanguardistas y muy adentrado al mundo psicodélico, con ese delirio típico de la música hippie, entre en caos instrumental, lo psicodélico, lo experimental de tal estirpe, con acercamientos a una jug band por lo orgánico de las ejecuciones y ambientes exóticos que recuerdan a momentos de exactamente eso, exótica de los años 50.
El jazz se hace lugar porque los ejecutantes eran músicos de jazz y parten desde esa base, pero las micro tonalidades aplicadas hacen de la música algo que poco a poco se va diferenciando al jazz, con improvisaciones extrañas al oído, un delirio cacofónico con mucha improvisación, sustentado en la instrumentación y fundamentado por un vibráfono que se vuelve el ejecutante líder de las sesiones.
Obviamente el jazz cumple su lugar, hay alguna guitarra improvisando de fondo y aplicando armonías, hay que sesiones que, aunque caóticas, son de un estirpe extrañamente jazzero, igual que el bajo y los teclados que cumplen un rol de jazz. Son algunas aplicaciones que dotan de esa ‘’microtonalidad’’ tan esperada, las ejecuciones ‘’diversas’’ dela banda, el caos generalizado, el vibráfono, etc.
El primer lado del disco está compuesto por una serie de cuatro piezas ‘’sueltas’’ sin tantos significado conector entre sí pero por supuesto funcionando bajo el aura de la micro tonalidad y experimentos similares, cuatro piezas muy disfrutables que funcionan con agilidad, mucha instrumentación, goce jazzero, improvisaciones y caos microtonal.
El costado psicodélico está presente, desde ya por tratarse de 1968 cuando este no podía faltar, en el caos, el delirio, la experimentación, la búsqueda sonora, los sonidos prototípicos, las búsquedas en improvisaciones, además de que el segundo lado del disco original está conceptualizado en seis partes, en las que aparecen algunas voces que narran epopeyas metafísicas entre la luz y oscuridad, el sol, el ser, la vida y la existencia, típicas inquietudes místicas de los hippies de la época. Estas narraciones son típicas de la tendencia poéticas y el estado de búsqueda de aquella generación que generalmente se envolvía en la poesía y los vanguardismos literarios, sumado a eso la tendencia en hacer trabajos conceptualizados en alguna temática donde solían aparecer narraciones de textos.
Muchas veces las piezas tiene un bueno groove en percusión, son llevaderas y relativamente accesibles para la escucha. Melodías y armonías simpáticas, con dejos de exótica, easy listening, dejos de exotismo tropical, vanguardismo y experimentación.
Hay varios trabajos que Richards dejó de la época, el nombrado ‘’Journey To Bliss’’ es uno de ellos, entre un par más de gemas interesantes que vale la pena repasar. Emil Richards no tuvo una carrera como solista tan llamativa pero su rol como músico de sesión es de resaltar ya que lo llevó a tocar con los mejores, demostrando que era un percusionista angelado. En 1954 Richards se mudó a la ciudad de Nueva York, donde tocó con Charles Mingus, Ed Shaughnessy y Ed Thigpen mientras hacía grabaciones de estudio para Perry Como, Ray Charles y Mitchell Ayres.
Cod: #1710
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