30 dic 2020

Manfred Mann Chapter Three - Manfred Mann Chapter Three (1969)

La historia de este grupo comienza en Londres, fundada bajo el nombre de Manfred Mann y que duró desde 1962 hasta 1969. El grupo recibió su nombre del tecladista sudafricano Manfred Mann quien fue uno de los fundadores del grupo. Fue el mismísimo bajista Jack Bruce quien pasaría por la formación del grupo por un par de años alrededor de los 60s. Después de un período muy exitoso en la década de 1960, el grupo se separa, pero Manfred Mann y Mike Hugg (otro miembro fundador del grupo), siguieron trabajando juntos hasta formar ‘’Manfred Mann Chapter Three’’, nombre bajo el que publicaron dos discos.

Esta reencarnación del grupo bajo este nuevo nombre le dio la espalda a los sencillos pop de tres minutos y las canciones alegres con las que se habían hecho de éxito en la música pop británica, para desarrollar un sonido más fusionado, con aproximación al jazz, pistas largas con extensas sesiones de improvisación, un sonido que no es progresivo pero que por su carácter tan particular y fusionado tranquilamente puede ubicarse cerca de la consideración del género. 

El primer disco de Manfred Mann Chapter Three fue un disco homónimo publicado en 1969, fue uno de los tres primeros álbumes lanzados por el sello discográfico Vertigo. El disco se compone de una serie de canciones, puras y duras, de estructura popular. En principio es un disco de rock, que toma lo estructural del rock para valerse en su sonido, luego lo que se puede apreciar es el llamativo carácter que tiene la música, un estilo como de funk lento, un groove con dejos oscuros, riffs muy atinados, bases bluseras muy contundentes y melodías hipnóticas vocales, elementos que hacen que la escucha, aunque se trate de canciones en su mayoría con la misma forma, sea muy agradable y llevadera. 

Este muy particular sonido de rock está enriquecido por una exquisita sección de vientos que se esparce por todo el disco y nutre y refuerza notablemente el carácter propio con el que cuenta la música, dando una sensación de mayor completitud y de carácter épico. Los vientos, además de las mismas armonías que maneja la banda, denotan también una marcada tendencia hacia el jazz, con armonías típicas, arreglos de viento, además de los solos e improvisaciones que en su totalidad son de corte jazzero: todos estos elementos dejan esa sensación de ‘’fusión’’ en el ambiente. 

Hay varios momentos donde la banda hace uso extensivo de la sección de vientos y construyen piezas instrumentales con roces con lo experimental y algo progresivo, siempre con esas muy buenas bases percusivas y plagados de solos jazzeros. Por otro lado la banda pareciera extender sutilmente un poco la herencia pop de sus comienzos, siendo experta en la creación de melodías y bases pegadizas y muy bien disfrutables por su estilo acertado, reformándose en esta ocasión en un estilo donde el rock, el blues y el jazz convergen en un sonido letal.

Los miembros principales del grupo fueron Manfred Mann y Mike Hugg. Mann tocaba el órgano y actuaba como arreglista musical del grupo, mientras que Hugg manejaba la voz, tocaba el piano y era el principal compositor de canciones. El grupo se amplió con una sección de metales de cinco piezas y varios solistas de jazz distinguidos. Manfred Mann Chapter Three lanzó dos álbumes de estudio y dejó de lado un tercero. Manfred Mann pasó a formar Manfred Mann's Earth Band en 1971.

Cod: #1514

28 dic 2020

Agitation Free - Malesch (1972)

Agitation Free es una banda clásica de la música krautrock alemana, una banda con pergaminos en el género conseguidos a base de muy buenos discos que normalmente son frecuentados por los amantes del género. La banda tiene origen en 1967 por Michael "Fame" Günther (bajo), Lutz "Lüül" Ulbrich (guitarra), Lutz Ludwig Kramer (guitarra) y Christopher Franke (batería). Inicialmente se llamaron Agitación, un nombre que eligieron al azar de un diccionario. La banda tuvo que cambiar el nombre porque ya existía otra banda con el mismo nombre. Agitation Free se eligió en base a un cartel para un espectáculo gratuito que se presentó a principios de la década de 1970 y que decía "Agitation Free" (que significa "concierto gratuito"). 

Lanzaron su primer álbum, ‘’Malesch’’ , en 1972 en el sello Music Factory. El tipo de sonido de este disco es el de una música rock consistente en exploraciones que incurren en la combinación de ambientes electrónicos y atascos rockeros con guitarras eléctricas, el sonido general del trabajo converge en diversos estados que van mutando hacia un lado o el otro entre esos dos aspectos, creado ambientes muy bien construidos, sutilmente desenvueltos, transitando una serie de matices y atmosferas que se desarrollan con cuidado y que fueron creados con maestría. 

El álbum fue creado en base a las experiencias y encuentros culturales que la banda alcanzó en los viajes que hicieron por el Líbano, Egipto, Grecia y Chipre, patrocinados por el Instituto Goethe Alemán, por lo que el sonido deliberadamente cuenta con una dosis considerable de melodías del mundo y ambientes con aires espirituales. Según estas palabras y viendo el nombre y portada del disco podríamos esperar de antemano un sonido mucho más fusionado con distintas músicas y sabores, como sí lo hacen otras bandas contemporanes como Dzyan o Between, pero esto no es del todo estricto Agitation Free. Es verdad que sí hay algunos sabores, atmosferas, elementos, aires exóticos, pero el álbum funciona más especialmente dentro del estilo rockero alemán, en la rama del krautrock que tomó de la contracultura especialmente los viajes trippy psicodélicos y las guitarra acidas, de eso sí que se jactan en el sonido y lo muestran sin temor.

Las piezas son inventos del grupo, que se presenta como maestros creadores de ambientes y desarrolladores de trips místicos por excelencia, esto sumado a toda la carga exótica y de música del mundo que tiene el sonido, y sumado además a las tradiciones y tendencias étnicas y cósmicas del ambiente del rock alemán de la época, da como resultado un sonido muy marcado por ambientes y atmosferas, delirios sonoros que se sumergen en estados cada vez más profundos y espaciales.

Este álbum a menudo sabe a dónde va, no se trata solo de exploraciones improvisadas, el sonido pareciera perfectamente compuesto porque a menudo este mismo varía no solo en intensidades sino también en elementos, matices, estructuras con introducciones, cambios internos y partes finales, hay aquí toda una imaginería y una maquinaria desarrollada y puesta al servicio de la experiencia electrónica con sabor a músicas del mundo. Su sonido es similar a, pero bastante distinguible de, otras bandas de Krautrock contemporáneos como Ash Ra Tempel, Guru Guru , Brainticket, y Kalacakra, así como con un rock psicodélico influenciado por bandas como Grateful Dead y The Allman Brothers.

Más tarde ese año, actuaron en los Juegos Olímpicos de Munich de 1972. Un segundo álbum fue lanzado en 1973, y el guitarrista Schwenke fue reemplazado primero por Stefan Diez, luego Gustl Lütjens. La banda se disolvió en 1974. Varios álbumes de AGITATION FREE fueron lanzados después de la ruptura del grupo, incluyendo "Last" de 1976, "Fragments" de 1995 y "At The Cliffs of The River Rhine" (1998) de los años siguientes. Al año siguiente apareció "River Of Return", con el cuarteto original y los nuevos miembros Johannes Pappert y Bernard Potschka. Su acertadamente titulado "Last" es considerado por muchos como uno de los mejores álbumes espaciales en vivo de la historia. Agitation Free fue incluida en la ''Nurse with Wound list'', una lista que dicha banda creó para compilar a todas las demas bandas y artistas que la influyeron artisticamente.

Cod: #1513

27 dic 2020

Gabor Szabo - Dreams (1968)

Gabor Szabo fue un guitarrista estudioso del jazz pero ante todo se destacó por su estilo autodidacta, creador de fusiones sin nombre, trayendo colores y sabores de todo el mundo para sumarlas a su variado repertorio de jazz para guitarra solista. Sus publicaciones de mediados hasta finales de los 60s tomaron casualmente un tono marcadamente fusionado con estilos espirituales y étnicos con sabores diversos, desde el ‘’Jazz Raga’’ de 1966, hasta pasar por varios discos fusión donde aparece este esplendido ‘’Dreams’’, de 1968.

Su publicaciones de por aquellos años se adecuaron a la búsqueda mística del momento, además de acercarse sutilmente a lo psicodélico, por lo que su sonido se había vuelto un rico vergel en el que convergían sonidos varios, armonías de jazz y melodías exóticas, y es en este ‘’Dreams’’ donde aparecería más de ese repertorio de fusión autodidacta, con piezas creadas desde la visión propia que el guitarrista tenia de su guitarra, por lo que sus composiciones se vuelven ingeniosas invenciones modales que surgen de armonías y arreglos que denotan su interés por escalas y sonidos exóticos, siendo las piezas una plataforma donde descansan no solo sus introducciones y tramas armónicas y melódicas, sino también, por supuesto, sus agregados e improvisaciones varias.

El sonido general es una especie de jazz modal ornamentado con melodías del mundo, plasmada en una colección de reversiones y reinterpretaciones clásicas, donde de alguna manera el pop también tiene su influencia ya que las piezas, aunque fusión y complejas, son modales y de fácil escucha, funcionando dentro de un espectro de bases modales  y estructuras lineales. Su acercamiento a la psicodelia se puede apreciar de alguna manera, no deliberadamente pero de forma sutil aparecen algunos momentos volátiles típicos además de toda la atmosfera general del sonido que es altamente exploratoria y exótica.

Sus raíces tradicionales húngaras se encuentran con su formación de jazz, con sus investigaciones autodidactas de músicas del mundo como el estilo de la música clásica hindú, además de sumarse sutilmente a las músicas del momento en tanto a pop, folk y psicodelia, a lo que también hay que sumar un aire sutilmente orquestal y clásico que dan a las piezas algunos arreglos orquestales que aparecer por aquí y allá en algunos momentos del disco; el resultado final es una cosa auténticamente propia, un encuentro de visiones plasmadas en una música fusión sutil, con su inconfundible cuota de originalidad, con los arreglos y las ornamentaciones propias de un guitarrista formado y experimentado y experimental, una fusión de tercera corriente volcada en piezas cortas y de fácil acceso para el público pero contando a la vez con sabores étnicos que no se encuentran en cualquier colección de jazz clásico.

Inspirado por la música de jazz que se escucha en las transmisiones de radio de Voice of America, Szabó comenzó a tocar la guitarra a la edad de 14 años. Se escapó de Hungría en 1956 y se mudó a los Estados Unidos, donde asistió a la Berklee School of Music en Boston. En 1958, fue invitado a actuar en el Festival de Jazz de Newport. Szabó luego pasó a actuar con el quinteto del baterista del sur de California Chico Hamilton de 1961 a 1965.

A partir de 1966 grabó una serie de álbumes muy bien recibidos bajo su propio nombre para el sello Impulse!. A finales de la década de 1960 cofundó el efímero sello Skye Records junto con Cal Tjader y Gary McFarland. Posteriormente firmó con Blue Thumb Records y CTI Records. Szabó continuó atraído por la música comercial más popular en la década de 1970. Actuó a menudo en California, combinando elementos de la música gitana e india con el jazz. Regresó a menudo a su país de origen, Hungría, para actuar, y fue allí donde murió poco antes de cumplir 46 años.

Cod: #1512

26 dic 2020

Peter Walker - Rainy Day Raga (1966)

En los orígenes de los sonidos psicodélicos se encuentran varios artistas folk que abandonaron las formas tradicionales del estilo y se adecuaron a las nuevas experiencias que comenzaban a surgir, fomentando e incentivando el estilo experimental siendo promotores de la fusión de sus músicas acústicas con estilos de músicas del mundo, especialmente estilos hindúes, lo que dio como resultado músicas experimentales de marcado aire espiritual que se ubicaron en la época temprana de la era psicodélica y que se encontraban en gran forma para el momento. En ese contexto aparecieron artistas como Robbie BashoA Cid Symphony o Malachi (algunos años más tarde lo haría Wilburn Burchette), quienes plantearon sonidos altamente experimentales denotando una deliberada búsqueda de un sonido nuevo que rompía con la canción popular, enriqueciéndose por culturas milenarias como las de la India, de las que no solo tomaban la influencia musical sino también con las que se enriquecían en aspectos espirituales. Este rumbo espiritual de tomar aspectos religiosos de culturas milenarias de oriente y traerlas a occidente para enriquecer así también a sus producciones artísticas fue comenzado por la generación de poetas beat, siendo la generación de la contracultura hippie la que continuó con esta costumbre.

Peter Walker fue otro de esos artistas folk que se revitalizaron experimentado en estos caminos de fusión espiritual temprana, búsqueda que no solo se despertó en lo musical o espiritual sino que también lo llevó a explorar el mundo, se fue de casa de sus padres a los 14 años para comenzar su proyecto de estudio e investigación musical que duraría toda su vida. Viajó, hizo giras y viajó a dedo por Estados Unidos, México, África del Norte, Argelia, Marruecos y España. 

La espiritualidad pronto lo alcanzaría, como en cualquier viajero que pretende descubrir el mundo, con todos los cambios y movimientos internos que eso implica, tomando esencias y elementos de los lugares que visitaba, pero no fue sino hasta principio de los años 60s cuando volvió a los Estados Unidos para ver a Ravi Shankar actuar en San Francisco lo que despertó su fascinación por la música clásica hindú, sus dos grandes influencias del estilo fueron tanto Ravi Shankar (maestro del sitar) como Ali Akbar Khan (maestro del sarod). 

A mediados de la década de los 60 se incorporó a la escena folk de Greenwich Village, acercándose a Sandy Bull, Karen Dalton, o Joan Baez, y también, a través de conocidos mutuos de Boston, Walker desarrolló una fuerte amistad con el pionero del LSD, Timothy Leary , y fue "director musical" de las "Celebraciones psicodélicas" del Dr. Leary. Sería el mismo Timothy Leary quien declararía lo siguiente sobre la música de Walker: ‘’Peter Walker ejecuta su música con las antiguas cadenas de proteínas del código genético’’. 

Su primer lanzamiento discográfico, ‘’Rainy Day Raga’’, de 1966, se ubica en una época temprana considerando lo experimental de su sonido, denotando la marcada influencia de la música tradicional hindú que ya comenzaba a influenciar su estilo musical, artístico y su vida misma. Este primer trabajo no está tan adentrado en esta música tradicional como lo estaría en su segundo disco, sin embargo la influencia es notoria y decisiva, tanto es así que todas las piezas que componen el trabajo tienen esa forma de raga hindú, con sonidos netamente instrumentales, escalas típicas, eventualmente algunos instrumentos de acompañamiento, y especialmente por el aire místico y volátil que adquiere el sonido, arrancando sutilmente en cada pieza y alcanzando un vuelo creativo muy particular y personal.

El despliegue creativo es una característica particular del sonido, es una música de origen propio, la materialización de visiones propias que fueron enriquecidas por una vida de búsqueda interna y exaltación con encuentros con culturas milenarias, y ese aspecto áureo de su costado creativo se ve inmediatamente reflejado ya desde los primeros segundos del disco. Walker crea lo que se declara en las notas como un "raga estadounidense", el encuentro de dos mundos que en esa época comenzaban a fusionarse, apareciendo un sinfín de alteraciones e inventos.

Este sonido refleja un nivel técnico también muy particular, el sonido no se parece a nada y aunque había otros músicos de folk experimentado con fusiones similares en la época, aun así este sonido cuenta con un estilo propio, un nivel de ejecución propia, surgidos de una técnica particularmente ingeniosa, única y totalmente personal, práctica para desenvolver un sonido cuasi compositivo, cuasi improvisado, desparramado en una serie de varias piezas instrumentales donde su guitarra funciona como conector con mundos milenarios y de exotismo. La ‘’división’’ en el disco es una excusa más para ramificar el sonido en diversas piezas, cuando en realidad es este el que se unifica en un dialogo interno completo, donde las diferencias compositivas entre las diferentes piezas son sutiles y casi imperceptibles.

El LP debut de Walker, Rainy Day Raga, fue lanzado por Vanguard Records en 1966, seguido por el lanzamiento de Second Poem en 1968. Walker desvió su atención de la actuación pública y hacia la vida familiar a principios de la década de 1970, pero mantuvo el compromiso de estudiar su instrumento, centrándose especialmente en el flamenco. En 2000 regresa a España y realiza varios viajes cada año, viviendo en las comunidades gitanas, estudiando en Granada y tocando la guitarra solista en Casa Anselma de Sevilla. En 2007, Walker fue sacado de este semi-retiro por Joshua Rosenthal de ‘’Tompkins Square Records’’, para quien grabó cuatro piezas nuevas que se convirtieron en culto para admiradores más jóvenes, incluidos Jack Rose , James Blackshaw., Steffen Basho-Junghans y Thurston Moore.

Cod: #1511

25 dic 2020

J. K. & Co. - Suddenly One Summer (1968)

Jay Kaye es el creador detrás de esta obra psicodélica más que interesante, un joven de quince años inspirado por los Beatles y por la era psicodélica en general, disco concebido desde Vancouver, Canadá. Jay Kaye hizo un viaje de Las Vegas a Vancouver para grabar el LP con músicos de sesión de primer nivel (entre ellos miembros de la conocida banda de Vancouver Mother Tucker's Yellow Duck). Su madre, Mary Kaye fue realmente famosa en una banda de western en Las Vegas hasta que se trasladó al Norte. Ella fue la quién instó a su hijo a concluir este extraño y único trabajo exuberante y melódicamente superior a la mayoría del pop canadiense en la época. 

‘’Suddenly One Summer’’ de 1968 es una obra de cierto exotismo y de un considerable despliegue en la producción, con algunos momentos experimentales aunque fugaces, consistiendo en su mayoría de agradables canciones psicodélicas pop y folk, donde se puede apreciar directamente la búsqueda de un sonido volátil. Una influencia determinante para el sonido de este disco parece ser la de los Beatles, que en esa época eran la fuerza dominante de la música psicodélica, siendo un faro a seguir por muchos, influencia que se nota en las melodias y armonías de las canciones, y en la búsqueda de una sonoridad en lo posible ‘’original’’ y variada.

Sin dudas la mayor atracción y una de las razones principales de la existencia de este disco se encuentra en una canción en particular, la llamada ‘’Fly’’, una hermosa balada psicodélica plagada de efectos de estudio tipo backwards, con melodías dulces e hipnóticas, una composición psicodélica exquisita que se encuentra en un nivel superlativo para la época y también en comparación del resto del disco que pareciera no contar con una producción tan esmerada, una pieza de sueño psicodélico que pareciera vencer la dirección del tiempo ofreciendo un efecto ralentizador a quien la escuche, una composición de estructura popular pero de un sonido psicodélico de punta que da placer escuchar. Uno de los momentos más destacados del disco y un gran tema, la banda lo sabía, por eso esta canción está ubicada al comienzo del disco. Otro adolescente, Robert Buckley, ayudó a Jay Kaye con muchos de los arreglos y efectos psicodélicos del álbum. Fue él quien creó los efectos de backwards en la magistral "Fly".

Jay Kaye tuvo también un acercamiento a la espiritualidad típica del estilo y de aquellos años en general, experimentado con LSD y volcando todas sus ocurrencias lisérgicas a la producción, el resultado es evidente y palpable en muchas de las canciones del disco que tienen un toque de lisérgia, espiritualidad, misticismo, una búsqueda volátil de la sonoridad que se puede apreciar en piezas como ‘’Magical Fingers Of Minerva’’, ‘’ Nobody’’ u ‘’O.D.’’.

El disco está conceptualizado vagamente y supuestamente representa el viaje de un hombre desde el nacimiento hasta la muerte. Pareciera que la conceptualización no se ramificó en tracks de una música de concepto que en general se sale del estándar. Sin embargo el álbum es una ingeniosa colección de interesantes piezas melódicas que en general están producidas para ofrecer una variada experiencia sonora claramente marcada por la psicodelia. ‘’Christine’’, ‘’O.D.’’ y ‘’Magical Fingers Of Minerva’’ son grandes baluartes de este disco, además de, por supuesto, la mencionada anteriormente, la alucinante ‘’Fly’’.

El álbum de J. K. &  Co. fue un éxito clandestino de tamaño decente en California, lo que llevó al sello discográfico White Whale a lanzar un sencillo para capitalizar la popularidad del grupo. Eligieron la introducción de apertura del álbum de 36 segundos, que en ese momento resultó un gran desastre de marketing. Al final, el terrible error de gestión de White Whale paralizaría la carrera de Jay Kaye y también dañaría la capacidad de la compañía para comercializar a J. K. &  Co. como un grupo serio. Después del lanzamiento del disco, Kaye incluso había formado una banda con su primo John (bajo) y su amigo Rick Dean (batería) para promocionar las canciones del LP en vivo, pero el éxito los eludió. En 2001 Sundazed lanzó este gran álbum de ácido conceptual a través de su sello BeatRocket.

Cod: #1510

24 dic 2020

The Mandrake Memorial - Puzzle (1969)

Aquella fue una era donde las bandas tomaban riesgos mucho mayores que las de hoy, animándose a experimentar hasta con arreglos orquestales, además de las diversas experimentaciones que estaban dando vuelta en el momento, donde aparecía el folk, el rock, el blues, el jazz, comenzaban a aparecer los primeros experimentos progresivos y cada vez se ahondaba más en las diferentes visiones posibles dentro de una música rock compleja, aunque también muchas veces conceptual u operística.

The Mandrake Memorial, formado por Craig Anderton (guitarra, sitar, electrónica), Michael Kac (teclados), John Kevin Lally (batería) y Randy Monaco (bajo, voz principal) en 1967, fue una de las badas más destacadas de la escena rock de Filadelfia de finales de los 60s. Era habitués del club The Trauma, producido por Manny Rubin y ubicado en el medio de Samson Street, donde eventualmente pudieron atraer la atención de Poppy Records, un sello afiliado de MGM. En el otoño de 1967 firmaron con Poppy Records y lanzaron tres álbumes: ‘’The Mandrake Memorial’’ de 1968, ‘’Medium’’ de 1968 y ‘’Puzzle’’ de 1969.

Luego de dos álbumes publicados anteriormente, donde la banda presentó su sonido más convencional dentro de la canción popular de estilo rock típico para la época, en 1969 presentan ‘’Puzzle’’, demostrando que el grupo estaba pasando por un momento de intensa búsqueda y experimentación sonora, ya que lo eventos musicales presentados en esta oportunidad excedían lo esperado, ubicándose el trabajo como un artefacto psicodélico, con roces con lo sinfónico, lo conceptual, y hasta experimental.

Este es un trabajo que funciona muy bien dentro del ámbito psicodélico, presentado de forma similar a una ópera rock o un álbum conceptual ya que aparecen esas típicas salvedades en el sonido que se salen de la canción popular y hacen virar al disco hacia una serie de sketches compositivos muy variados. Toda una aventura implica la escucha de este disco: desde la obertura sinfónica inicial, los temas acústicos cortos también conceptuales, las irrupciones internas, momentos de arreglos corales, los momentos más experimentales, etc., todo un repertorio muy amplio de elementos y variantes que enriquecen la escucha, siendo de principio al fin, el disco, una propuesta de variado interés y de gran goce psicodélico.

Los momentos más experimentales aparecen en los tracks orquestales de influencia clásica y religiosa, como lo es en la reversión que hacen de la oración cristiana ‘’Kyrie eleison’’, en los cortos tracks acústicos, o hasta en el track de catorce minutos de duración llamado ‘’Bucket Of Air’’, una pieza de enorme búsqueda sonora, un collage sonoro de diversas grabaciones que de alguna manera funciona de forma similar al ‘’ Revolution 9’’ que aparece en el álbum blanco de los Beatles, con arreglos orquestales y experimentación sonora de estudio.

También por la sofisticación podría decirse que se encuentra dentro de un ambiente progresivo temprano, las incursiones sinfónicas dan cuenta de ello, y aunque no hay piezas de composición progresiva, es el disco en sí mismo una ingeniosa travesura que transita por un sinfín de diversos estados y parte internas. Las tramas melódicas y armónicas parece ser las misma y típicas de la banda, utilizadas en trabajos anteriores, denotándose en los momentos en que la banda recurre a la forma de canción, pero eso no es tan recurrente en este disco que choca contra muchos estándares y se presenta como una obra sofisticada de arreglos orquestales y experimentaciones varias.

Para la época (y para cualquier época) el álbum es algo largo, con una duración de alrededor de 50 minutos. Hay poca ‘’canción’’ en este sonido, ‘’Earthfriend’’ o la balada psicodélica ‘’Ocean's Daughter’’ destacan siendo un trabajo más especialmente de corte experimental y vanguardista. La canción se rompe con la duración y tipo de las piezas que es notablemente variada. Nótese el detalle de la portada del disco que es un dibujo creado por el famoso artista M. C. Escher, con la particularidad que hay otro disco que lleva la misma portada, son los bolivianos de Climax que para su disco ''Gusano Mecanico'', de 1974, utilizaron el mismo dibujo para ilustrar la portada de su primer disco.

‘’Puzzle’’ no es recomendado para oyentes de música pop porque es un trabajo vanguardista con pocos momentos cómodos o esperables, en su mayoría en un trabajo de marcada e intensa experimentación, por lo que se vuelve impredecible; por momentos es caótico, muy experimental, de influencia clásica y religiosa, impregnado con un aura sonora de innovación y un choque con la concepción convencional popular, que muchas veces no se condice con una buena distribución comercial, lo que significa que la banda tomó mucho riesgos y desafíos a la hora de publicar algo de semejante magnitud, en efecto, poco después del lanzamiento de este disco la banda se separa.

Cod: #1509

23 dic 2020

David Axelrod - Songs Of Experience (1969)

David Axelrod fue un compositor, arreglista y productor estadounidense quien al comienzo de su carrera publicó un serie de discos caracterizados por estructuras conceptuales y arreglos de orquesta, trabajos que surgieron en los últimos años de la década de los 60s (en adelante), es por eso que podemos ubicar su discografía temprana entre los comienzos del estilo progresivo, junto con tantos otros que comenzaron a publicar sus experimentos compositivos tendientes hacia esos lares.

Axelrod nació el 17 de abril de 1931 en Los Ángeles, California, y es un compositor, productor y arreglista estadounidense de diversos géneros musicales. David se crió en Los Ángeles escuchando música R&B y jazz. Después de encontrar un trabajo en un estudio de la industria cinematográfica y de la televisión, y rápidamente fue solicitado como baterista, productor y arreglista. Produjo su primer álbum, The Fox, con el saxofonista Harold Land. En 1967 lanzó Live At the Club, con el que logró uno de los mayores éxitos del jazz en ese momento gracias al sencillo "Mercy, Mercy, Mercy”, escrito por el pianista Joe Zawinul.

El éxito de David Axelrod hizo que Capitol se animara a publicar sus tres primeros álbumes en solitario, es así como en 1968 lanza su primer disco solista, como líder, compositor y productor, llamado ‘’Song of Innocence’’.  Ya para 1969 aparece su segundo álbum, ‘’Songs Of Experience’’, nombre por el que pareciera continuar una línea temática y conceptual que por supuesto también se ve reflejada en la producción musical, siendo un álgido experimentador con grandes orquestas y presentando sonidos inéditos para la época.

‘’Songs Of Experience’’consiste en una aventura sinfónica que fusiona el mundo del pop, especialmente surgiendo desde las percusiones, con el mundo sinfónico, el resultado es un sonido sinfónico temprano dentro del mundo del rock, un sonido prototípico propio de las visiones tempranas del autor que estaba en una etapa de conceptualización y sinfonía deliberadamente marcada, este no sería más que otro eslabón en la cadena conceptual evolutiva que estaba proponiendo.

La orquestación no es cerrada, y aunque es intrincada también dibuja melodías y armonías sencillas que se condicen con lo sencillo de las bases y las estructuras, es un sonido sinfónico pero también es un sonido pop. Por otra parte las estructuras también son conceptuales, reflejando las motivo de la obra en general, por lo que a menudo nos podremos encontrar con este álbum ua aventura que se dirige sutilmente hacia formas menos esperables, estructuras conceptuales que fluyen desde la ideaciones propias del compositor. ‘’Songs Of Experience’’ es un homenaje a la obra de William Blake.

Su tercer álbum, ‘’Earth Rot’’ (1970), denunciaba la contaminación y la degradación del medio ambiente. En 1970 dejó Capitol para fundar su propio sello, lanzó varios álbumes en solitario y una versión rock de ‘’El Mesías’’, así como diversos trabajos con Cannonball Adderley en varios álbumes hasta la muerte de éste último en 1975. Su trabajo como compositor y arreglista fue descubierto nuevamente en la década de 1990, cuando artistas como Diamond D y Buckwild de D.I.T.C, DJ Shadow y Lauryn Hill utilizaron samples de varios de sus álbumes. En 1993 grabó su primer álbum en más de diez años Requiem: Holocaust.

Cod: #1508

19 dic 2020

Supersister - Present From Nancy (1970)

Supersister es a menudo citada en los ámbitos progresivos debido a su considerable fama dentro de este género en Europa, siendo una banda pilar para la música progresiva de su Holanda natal, fama que consiguieron debido a su tan particular sonido de rock sofisticado netamente propio y personal, proponiendo, dentro de los pocos años de su corta vida (por lo menos en su primer etapa en la década de los 70s), una serie de mixturas y propuestas progresivas de gran originalidad. A menudo se la relaciona también con la música progresiva de la escena de Canterbury, debido a varios elementos que la emparentan con algunas bandas de ese estilo, como Caravan o Soft Machine, de esta última especialmente se hace familiar el sonido por los típicos sonidos distorsionados de los órganos y por el estilo de arreglos vocales y cantos.

Esta banda holandesa propuso ya desde su primer trabajo, ‘’Present From Nancy’’, de 1970, una conjunción de elementos que rondan lo progresivo y una serie de tramas de variada índole, con un sonido netamente propio y con alto rango de efectividad progresiva, o sea que las progresiones son justas y no se sobrecargan en ningún momento. Hay varios episodios en este disco que se diferencian entre sí, desde la muy particular introducción, algunas piezas con aire de canción, hasta otras que son atascos progresivos instrumentales.

Otro elemento destacado es la clara influencia de la música fusión/experimental temprana de Frank Zappa, con el típico estilo ecléctico y vanguardista, a lo que se le suma también su influencia con esos elementos de sátira musical o humor ácido que se refleja en instrumentaciones abruptas y sonidos agregados, además de otros agregados bizarros con voces; véase ‘’Corporation Combo Boys’’ donde incluso nombra a The Mothers of Invention.

La sofisticación de este disco es cosa particular, podría decirse vagamente que se trata de música progresiva, y definitivamente están influidos por esta, pero hilando fino se puede apreciar un patrón en las composiciones, un carácter como de cierto ‘’minimalismo’’ que hace que las estructuras fluyan dentro de patrones que eventualmente se repiten sucesivamente y que, al ser ejecutados con vertiginosidad, da esa sensación de algo ‘’progresivo’’, pero en realidad se trata de una moción propia de la banda: estructuras con bases repetitivas sobre la que desfilan diversos arreglos e improvisaciones.

El disco, pese a su gran cantidad de tracks, transcurre rápidamente, debido a que muchas piezas son de corta duración, pero debido más especialmente a lo agradable y variada de la propuesta, lo que hace de la escucha algo que fluye entre diversas estructuras y ocurrencias. El primer trabajo de Supersister sigue siendo uno de los mejores álbumes de rock progresivo de Holanda y un clásico del género en todo el mundo, porque cuenta con esa virtud de ofrecer una paleta de variados colores instrumentales y eso hace del sonido una experiencia enriquecedora y reveladora, con sonidos cómodos pese a la complejidad, sonidos suaves del órgano pese a la distorsión.

Párrafo aparte puede hacerse sobre la reinterpretación que hace la banda de ‘’Dona Nobis Pacem’’. Esta composición tradicionalmente se la conoce como ‘’ronda’’,  una composición musical que consiste en la repetición sucesiva de una melodía sencilla, pero que la banda toma y convierte en algo con aire experimental, en un ambiente lúgubre y oscuro predominado por órganos y otros agregados instrumentales pero sutiles y con estilo clásico. La aparición de esta ronda en el final del disco tal vez sea una pista para entender el concepto total del trabajo, que a menudo consiste en repeticiones de estructuras que se suceden en el tiempo.

Supersister se formó originalmente en La Haya, Holanda, en 1967, bajo el nombre de Sweet OK Supersister, una banda escolar con el cantante y compositor Rob Douw, quien poco después se fue. Los miembros restantes continuaron como un cuarteto musical más serio bajo el nombre de Supersister.  Los miembros de la banda más predominantes fueron Robert Jan Stips (teclados, voz), Sacha van Geest (flauta), Ron van Eck (bajo) y Marco Vrolijk (batería). Grabaron cinco discos entre 1970 y 1974, este último año fue cuando se separaron casi definitivamente.

Se volvieron a reunir en 2000, pero en 2001, Sacha van Geest murió de un ataque al corazón que significó el final para Supersister. Luego planearon una reunión como una banda de tres miembros en 2010, pero luego Ron van Eck murió de cáncer en 2011. En 2019, Robert Jan Stips le pidió a un grupo de viejos amigos musicales que hicieran nueva música al estilo de Supersister que llevó a la banda que ahora se llama Supersister Projekt 2019.

Cod: #1507

17 dic 2020

Wara - El Inca (Musica Progresiva Boliviana) (1973)

Algunos párrafos e info para esta reseña fueron tomados de un articulo publicado por la pagina de facebook Años Luz - Tributo al Rock Boliviano

‘’El Inca’’ es una de las obras cumbre de la música progresiva y/o rock bolivianos y una obra referente y obligatoria para cualquier interesado en la música progresiva latinoamericana. Este trabajo se destaca por su sofisticación progresiva orgánica, con sutilezas en los arreglos y en la poética instrumental porque su sonido no es como el de cualquier otro sino que se encuentra sumergido en un mundo de exotismo cultural, apareciendo instrumentos autóctonos típicos de la región, además de estructuras y melodías también típicas de las músicas folklóricas regionales, lo que se fusiona a las visiones de la banda en cuanto a una música rock progresiva con acercamiento a lo sinfónico, el resultado es un encuentro de aúna el pasado cuasi mitológico con el presente de su época, y se pueden escuchar epopeyas que evocan historias de nobleza, de melancolía, de quehaceres históricos y riquezas perdidas.  

La mezcla con el sabor andino es notable, no tanto como se podría esperar viendo de antemano la portada del disco o su nombre, pero ese dejo histórico palpita en cada nota que ejecutan, en cada letra, en cada poesía, en las armonías, y por supuesto en los momentos donde se fusiona esa música de herencia cultural con los estilos de la época en que se grabó el disco, como rock, blues, experimentación progresiva e incluso arreglos sinfónicos.

El estilo del disco es considerado como sinfónico, tal vez el momento en el que más se acerquen a ese mote pueda ser en la primer pieza que presenta el trabajo, la llamada ‘’El Inca (El Señor de la Tierra) ’’, tratándose de una composición totalmente progresiva en el sentido de que avanza en una estructura completamente desplegada y casi sin repetir ninguna parte, donde aparecen realmente arreglos orquestales de cuerda y viento, que se combinan con momentos épicos, arreglos corales y, por supuesto progresiones, combinándose todo esto con ese espíritu mitológico típico del trabajo, sin duda se trata de un encuentro de elementos pocas veces escuchados, un sonido auténticamente propio y singular, una celebración cultural y progresiva de vanguardia.

Aun también vale aclarar que los arreglos orquestales no se hacen tan presentes en el resto de las piezas y si lo hacen se sustentan a estructuras no sinfónicas, siguiendo, a veces más marcadamente y a veces en un grado menor, esa línea de sonido mitológico andino, pero transitando una música progresiva con tendencia hacia la estructura de la canción popular, lo que queda adornado por un considerable entramado de Introducciones, pasajes y finales.

A manera de epilogo, luego de plasmar las letras y el diseño desplegable con fotografías del grupo, se deja ver la inscripción “Este Disco de tu expresión, lo realizamos como una experiencia nueva, dentro de nuestra música para llegar a tu cuerpo, mente y alma“. Ya adentrados en los setenta WARA era el resultado de una evolución musical, por un lado la filosofía indigenista, la cosmovisión andina en las letras eran alicientes para exponer las capacidades espirituales e intelectuales de los músicos; una evolución hacia la “Progresión Andina“; un desenlace de la unión de la música andina, la música sinfónica, el rock progresivo. 

Participaron en este disco los músicos: Nataniel Gonzales en voz principal, Omar León en bajo elétrico, Carlos Daza en guitarra y coros, Jorge Cronembold en bateria y persusión, Pedro Sanjinez en sintetizadores, Zelma Guerra en coros, Walter Alvarez en fagot, Jaime Gallardo y Stefan Rinderknecht en cello, Pablo Vezin en flauta, Gustavo Oroza en oboe, Vicenta Claramount en violín, Freddy Cespedes en primer violin.

La producción y terminación del sonido de este disco no es del todo pulcro, pero esta característica, lejos de restarle méritos, hace que se incremente esa sensación de un sonido ‘’primitivo’’ proveniente de otras eras, el sonido under incrementa la poesía sonora, las mística instrumental, la lírica mitológica, el viaje por tierras de legados místicos y de culturas precolombinas que resuenan en su época (y aun hoy) como un eco imperecedero que se refleja en esta obra. "El Inca" fue grabado desde el 16 abril al 6 de mayo de 1973 en Discos Heriba, grabación que estuvo cargo de Antonio Dueri.

La banda fue formada inicialmente por Dante Uzquiano en voz (ex Beatnicks), Omar León en bajo, Jorge Komori en guitarra, Pedro Sanjines en teclados y George Cronembold en batería, la banda se dió a conocer primero bajo el nombre de Conga, luego de la integración de Carlos Daza, excelente guitarrista e intérprete, el grupo pasaría a llamarse Tabú, con un estilo más direccionado hacia la influencia centroamericana, su popularidad los llevaría a grabar un Ep en el sello ‘’Heriba’’ en 1972 con las canciones "Cafe" y "She is my woman".

En 1973 el grupo pasaría a llamarse Wara, y con una trasmutación completa de sus influencias darían luz a interesantes composiciones, las que comenzaron a trabajar con el aporte fundamental de músicos del Conservatorio Nacional de Música de La Paz, convirtiéndose en una obra de Rock Sinfónico; ese mismo año Dante Uzquiano abandonaba el grupo por motivo de estudios e ingresaría a complementar la vocalización el experimentado vocalista orureño Nataniel Gonzales (Ex Steepen Stones) que también aportaría con dotes compositivos importantes para el cometido de la obra. 

Este estilo es realmente inédito, incluso para la banda que no volvió a producir un álbum de similares características con incursiones y fusiones con estilos progresivos, ya para su segunda publicación virarían hacia un estilo más clásico en la música folklórica regional. Durante la década de los 90s volverían a hacer música fusión pero esta vez con un aire New Age. Hace más de tres décadas que Wara presenta una actividad musical continua habiendo grabado hasta 2004, 16 trabajos con diferentes tendencias musicales. ‘’El Inca’’ fue su primer grabación, de 1972, y se lo puede considerar como el mejor testimonio de la historia del rock boliviano. 

Cod: #1506

16 dic 2020

Ave Rock - Ave Rock (1974)

 Ave Rock fue una banda destacada del progresivo argentino de la década de los 70s, elegidos en su momento como banda revelación y compuestos por músicos de gran nivel. En esa década García y Spinetta predominaban en la escena rock argentina pero a la par brotaron muchas otras bandas que incursionaron y experimentaron en la música progresiva, entre ellas estaban: El Reloj, Espíritu, Orions Beethoven, M.I.A., Alas, etc., bandas entre las que se encontraba Aver Rock. 

La banda se formó a fines de 1972, originalmente integrada por Luis Borda en guitarra, Federico Sainz en voz, Oscar Glavic en bajo y Marcelo Saborido en batería. Al poco tiempo, Daddy Antogna reemplazaría a Saborido y se incorpora el tecladista Osvaldo Calo. Esta sería la formación que participaría de la grabación de su primer disco. La grabación del disco debut comenzó en agosto de 1973, luego de debutar en vivo en el Teatro del Centro, en junio. El álbum se editó en mayo de 1974, cuando la banda se encontraba de gira por el interior del país.

De 1974, el homónimo Ave Rock es el primer disco de la banda, una lanzamiento audaz de música rock con deliberada dirección hacia un estilo progresivo, con un desenlace compositivo plantado en las formas de la canción popular que se ven enriquecidas por un sinfín de florituras y arreglos progresivos de adornan las partes y sub partes e incrementan el potencial de las canciones mismas; se trata de esmeradas composiciones con un gran dejo melancólico y una instrumentación que se codea a menudo con el virtuosismo.

Las pretensiones del sonido parecieran ser las de lograr una música sinfónica prístina con un funcionamiento que intenta adecuarse a las bandas de la época, plantando bandera dentro de un espectro de composiciones con atascos vertiginosos en los que el sonido funciona muy logradamente, con elementos típicos de la influencia del rock setentero, blues, y la evidente influencia de las bandas pilares del progresivo europeo de la época, como Yes o Génesis


La mayor parte de las composiciones rondan entre ambientes de canción progresiva, a excepción de la última pieza del trabajo, ‘’El Absurdo Y La Melodia’’, una composición completamente instrumental, de trece minutos de duración, en la que la banda se regodea en un paseo por un sinfín de progresiones y arreglos con aire sinfónico, una pieza de alto goce progresivo y tal vez el momento más destacado del disco ya que se diferencia decididamente de las demás composiciones presentadas.

Por momentos parecen un grupo de hard rock, con riffs oscuros y arreglos en guitarra eléctrica típicos, característica con la que construyen muchas de las bases para sus estrofas y muchos atascos progresivos, sumado a esto están esas visiones clásicas/sinfónicas donde el sonido se vuelca hacia momentos que se salen de la mera progresión; en ese sentido la banda sabe jugar muy bien con los momentos más rockeros y los momentos más sutiles.

En 1974, Ave rock realiza su primera gira por el interior del país, su disco debut es editado en mayo de ese mismo año. Luego de ello Osvaldo Caló deja el grupo y la banda realiza algunas presentaciones como cuarteto, tiempo después ingresa Alberto Salomone a la formación. Para completar un buen año, el grupo es elegido como "grupo revelación".

En marzo de 1975 encararon la grabación del segundo disco, ‘’Espacios’’, que sería publicado finalmente en 1977, con Jorge Liechstenstein (ex Orions Beethoven) en la batería, reemplazando a Daddy Antogna. Este no sería el único cambio ya que Pancho Arregui, ex guitarrista de Mederos, reemplaza a Luis Borda. La banda se disolvió luego de su segundo disco. Tiempo después Osvaldo Caló se integraría brevemente a "Nito Mestre y los desconocidos de Siempre", para partir luego a Europa (junto a Tommy Gubitsch de "Invisible") e integrarse al elenco de Astor Piazzolla. 

Cod: #1505

14 dic 2020

Franck Dervieux - Dimension ''M'' (1972)

Esta es una joya desafortunadamente poco conocida de la herencia musical de Quebec de la década de 1970,  una propuesta tan curiosa como singular y única en su estilo, pudiendo detectarle alguna reminiscencia hacia alguna otra banda pero presentando esencialmente un sonido propio. La historia de Dimension M comienza naturalmente con el propio Frank Dervieux, un notable pianista francés con estudios académicos que fue descubierto por Jean-Pierre Ferland quien lo invita a unirse a él en una gira por Quebec. Tras esta gira Dervieux terminó emigrando a Norteamérica, Canadá, y fue allí donde comenzó su propio camino como artista solista, desarrollando todo su potencial académico y creativo. 

Tras unas grabaciones de conciertos con Monique Leyrac y Ginette Ravel, Dervieux, afincado en Montreal, se incorpora al estudio de RCA en 1972 y comienza a hacer amistad con los mejores musicos de la zona, entre los que se encontraban Yves Laferrière en bajo, el guitarrista Michel Robidoux, el baterista Christian St-Roch, a los que se suma la etérea voz de Christiane Robichaud. Estos músicos formarían la banda local ‘’ Contraction’’, pero en paralelo se sumarían a Dervieux para formar la banda de apoyo con la que este grabaría en 1972 su primer y único disco, Dimension M.

Este disco presenta una intrépida y sofisticada música de progresiones y esmerados atascos que a menudo no se presentan en estructuras uniformes esperadas sino que la imaginación compositiva se vuelca en un estilo de diversa manufactura: a veces de una sobriedad que roza con lo oscuro, a veces con saltos rítmicos vertiginosos, por momentos con un buen swing rockero para pintar escenas de una gran efectividad, todo un repertorio compositivo plasmado en la búsqueda de realizar la visiones de un Dervieux que estaba en un gran momento y había encontrado una serie de músicos de gran calibre que lo acompañaban.

El aspecto progresivo del disco toma de diversas fuentes para crear su sonido, desde los estilos clásicos de la formación de Dervieux, hasta jazz, blues-rock, funk, el romanticismo, momentos cuasi psicodélicos, y experimentaciones varias dentro de esos términos que dejan como resultado una música progresiva que no se parece a nada en su tierra, pudiendo tenderse tal vez un puente hacia la música de la escena Canterbury, como Soft Machine, o recuerda también por su innovación a la música de Zappa, por su diversidad y variación en las visiones y progresiones presentadas. 

Es una auténtica odisea instrumental de un carácter que estimula el sobrecogimiento por sus líneas suaves, su virtuosismo sutil, sus amplias armonías desplegadas en espectros muy efectivos, sus mociones diversas y variadas que representan en esencia toda la estructura de las seis piezas que componen el disco y que significan una amplia gama de texturas.

Otra de las características de Dimension M radica en su enfoque conceptual basado en el interés de Dervieux por el misticismo, lo milenario, las culturas antiguas y mitológicas, o la etnicidad que por ejemplo se demuestra en la portada del álbum que expresa imágenes precolombinas. Fascinado por los misterios de la humanidad, desde las civilizaciones antiguas hasta las teorías ufológicas, este matiz envuelve esta música como una suave sensación de misterio y de afortunada desazón que se deja sentir sutilmente en la mayor parte del sonido, como recalcando exotismos milenarios de una historia ocultada, especialmente ocurre esto en esos momentos donde las armonías y los tempos se ralentizan y la voz etérea de Christiane Robichaud deja sus suaves y dulces aplicaciones.

Algunos misterios y exotismos tiñen la historia de este disco, por lo particular de su creador, sus visiones e inquietudes volcadas que tiñen el sonido,  los grandes músicos de sesión que lo acompañaban, y por ser además parte de la cultura progresiva de Quebec, siendo uno de los discos menos conocidos del ‘’movimiento’’. Grabado en Montreal y lanzado originalmente en 1972, 'Dimension 'M' es el único álbum realizado por el pianista francés Frank Dervieux antes de su prematuro fallecimiento en 1975. 

“Para que pudiéramos tocar, ver, una música hecha de transparencias de colores y ritmos, encontrar e imaginar en sus diferentes planos, lo que sabemos, lo que creemos y lo que pudo ser o haber sido; música que uniría las resonancias de viejos y nuevos universos; una música que sería, que es una proyección de mundos paralelos. ”, Franck Dervieux.

Cod: #1504

13 dic 2020

Bo Hansson - Magician's Hat (1973)

‘’Magician's Hat’’ publicado en 1972, es una excelente continuación discográfica de lo que había sido su primer trabajo conceptual, ‘’Lord Of The Rings’’, de 1970. En esta nueva ocasión Bo Hansson continua explorando las temáticas de una música compleja enriquecida: por sus miradas personales, por acompañantes de lujo, por fusiones y experimentos, y por acercamientos a un sonido art cuasi conceptual que refleja desde sus fibras más íntimas un dejo mágico, una fábula sonora que cuenta una historia de hadas y criaturas fantásticas, y pinta pasajes legendarios de ensueño; es un sonido dotado de una personalidad puramente propia que nace de las invenciones auténticas del autor.

Su estilo es el de una música compleja que pareciera no responder deliberadamente a influencias del mainstream progresivo sino que se adentra a las partes y progresiones desde un ámbito puramente personal, pareciera una música pastoral enriquecida con visiones de complejidad y exploración, con un sabor muy marcado por la música tradicional sueca y/o elementos de música folklórica tradicional que se reflejan en las melodías y las armonías y dotan al sonido de ese sabor tan particular con el que cuenta.

El sonido responde a los estilos de su época pero también responde a texturas de su contexto en el rock sueco, un rock disuelto en sabores exóticos típicos varios, carácter que se incrementa por las inclusiones y arreglos acústicos, la sobriedad de los arreglos en sintetizador, y las estructuras particularmente propias que propone el autor.  

Sus habilidades multi-instrumentales y su amplia gama de ideas de composición son bien evidentes en este álbum, presentando una serie de variadas escenas instrumentales, progresivas, y que parecieran conceptuales debido a ese carácter que funciona como una suerte de estilo inspirado en mitologías y texturas regionales. Ese carácter personal de la música vuelve difícil de determinar al sonido dentro de algún particular sub estilo progresivo, más bien la música responde a sus propias leyes compositivas.

La música expresa distintos sabores y estimular imágenes mágicas: los aromas del bosque, las cabañas, los pastizales, el espíritu pastoral pero expresado en composiciones de un alto grado de complejidad, incluso en las piezas de menor duración, por lo que el sonido se vuelve una aventura de ensueño por algunos rincones y sabores del mundo.

Bo Hansson, fue un mítico músico, multiinstrumentista y compositor sueco de rock que dejó huella en la música psicodélica temprana de su país, para luego dejar algunos trabajos de música progresiva muy interesantes. Sus primeros ruedos en la música tienen lugar a finales de los cincuentas, siendo parte de la banda The Merrymen como guitarrista. Pronto dejaría este grupo cuando, en 1966, vio actuar al organista de jazz estadounidense Jack McDuff en el club Gyllene Cirkeln de Estocolmo, lo que representó una revelación para él, que no solo abandonó la banda sino que decidió comprar su propio órgano Hammond con dinero prestado.

Por intermedio de Bill Öhrström, un colega de su antigua banda, Hansson fue presentado a otros músicos, entre los cuales estaba el baterista Janne Karlsson. Hansson & Karlsson cuajaron inmediatamente, tanto así que formaron una banda en dúo, la mítica Hansson & Karlsson, con la que innovaron en un sonido de ‘’’power duo’’ jazzero, con acercamiento a la psicodelia, grabando varios discos desde finales de los 60s en adelante.

Por su trabajo pionero y el misterio que rodeó el auge y caída de Hansson & Karlsson, Hansson recibió la consideración de leyenda viva entre la comunidad musical independiente de Suecia. En sus últimos años, actuó ocasionalmente con elorganista Eric Malmberg, que ha citado frecuentemente el trabajo de Hansson como una de sus inspiraciones. Finalmente Bo Hansson fue encontrado muerto en la habitación de hotel en la que se alojaba en Estocolmo el 23 de abril de 2010, cuando contaba 67 años de edad.

Cod: #1503

12 dic 2020

Travelling - Voici La Nuit Tombée (1973)

Travelling fue un power-prog-trio francés compuesto por el bajista Jacques-Edmond Gouré, el baterista Roger Gremillot, y liderado por el teclista y cantante Yves Hasselmann. El grupo forma por primera vez con el nombre de Le Point, pero cambian de nombre porque había otro grupo que lo usaba. Dos miembros de Travelling habían tocado anteriormente en Introversión, pero pronto se reorganizarían en este nuevo proyecto y presentarían un primer y único lanzamiento publicado por el ahora legendario sello discográfico Futura.

‘’Voici La Nuit Tombee’’, de 1973, es su único lanzamiento, consistiendo en una música progresiva de amalgama que parece haber tomado elementos de la escena Canterbury para desarrollar sus estructuras, con lo que pareciera una sutil influencia del Soft Machine temprano, con estructuras cambiantes y sofisticadas y la presencia radiante del jazz para cohesionar las ideas presentadas. En ese aspecto, el sonido puede rondar entre estructuras cantadas o entre bases de un jazz con buenas improvisaciones; todo este desenvolvimiento jazzero y el acercamiento completamente tendencioso al estilo Canterbury se presenta especialmente en la primera cara del vinilo, que estaba ocupada íntegramente por una sola pieza de diecinueve minutos de duración, en el que todo estos elementos hablados anteriormente convergen en una piezas de gran sofisticación y delicada elaboración.

La segunda cara del vinilo continúa en una travesía progresiva sin concesiones, apareciendo el piano como instrumento de mayor preponderancia y colocando al teclista Yves Hasselman en un lugar de preponderancia en las construcciones sonoras. En esta segunda cara aparecen algunos atascos progresivos puntillosos y frenéticos, típicos de la influencia del estilo rabioso de Keith Emerson. La segunda cara es mucho más ecléctica, desperdigada en composiciones cortas pero no de menor manufactura progresiva, la que ya no se vuelve una suite sino fragmentos más cortos que a menudo están conectados entre sí.

Trazas de Canterbury, trazas progresivas, trazas de fusión, trazas de jazz: todos estos componentes convergen en un encuentro progresivo, la mayor parte del tiempo instrumental, que se las arregla para demostrar una gran inventiva y una frescura para deambular entre diversos tipos de influencia, creando un sonido propio pero a la vez emulando otros estilos; recuerda a Soft Machine, Moving Gelatine Plates, Supersister, Egg, Keith Emerson, etc., o sea bandas y artistas de un calibre progresivo complejo y no fácil de emular.

Yves Hasselmann, tecladista y cantante, es el protagonista del espectáculo en el sentido de que sus actuaciones son por lejos las más destacadas, puede emerger en atascos frenéticos en piano, sublimarse en sonidos inéditos arrancados de su órgano Hammond, y estructurar todos los pasajes con una versatilidad y pseudo virtuosismo, desplegando arreglos, subducciones de capas diversas en teclas, además de aportar su voz, emulando o denotando el tono de voz de Robert Wyatt, de ahí las analogías tendidas con el sonido de Soft Machine. Algunos sonidos están alterados, el bajo con fuzz u órganos distorsionados, distorsiones que contrastan con la limpieza de un piano jazz que se presenta en todo el disco, este aspecto puede verse reflejado en el momento más ‘’experimental’’ de la suite que abre el disco, con una serie de acoples y disonancias que cortan el interior de la pieza primera y la dotan de una frescura mayor.

El teclista Yves Hasselman trabajaría más tarde con Daniel Haas de ‘’Ange’’ y otras colaboraciones, mientras que el bajista Hervé Gouré tocará con Troisieme Rive, mientras que el baterista Tissot estaría más tarde en Guidon, luego en Edmond & Clafoutis.

Cod: #1502

11 dic 2020

Sui Generis - Pequenas Anecdotas Sobre Las Instituciones (1974)


‘’Yo crecí con sonrisas de casa,
cielos claros y verde el jardín.
Y qué estoy haciendo
acá en esta calle con hambre.
Cuántas veces tendré que morir para ser siempre yo?’’

Este disco representa un salto cuántico respecto de lo que había sido la música de Sui Generis hasta entonces, con dos publicaciones previas dentro del mundo de la canción popular de corte folk, con melodías radiales, cortes pegadizos que hablaban de la vida y el quehacer de los jóvenes, canciones que se marcaron fuertemente en el inconsciente popular argentino y que no pueden faltar en algún fogón o reunión hippie; de alguna manera el público de Sui Generis sabía con qué se iba a encontrar en esa época, hasta que aparece este disco ‘’maldito’’ que generalmente no es tan recordado por los seguidores de Sui Generis y e incluso por los seguidores del mismísimo Charly (García), quienes se abocan más a sus publicaciones posteriores, especialmente valorando sus canciones más populares dentro del ambiente pop radial neto.

‘’Pequenas Anecdotas Sobre Las Instituciones’’ es tan crudo como descarnado, descaradamente progresivo y experimental, es la búsqueda de una nueva identidad que significó un despegue de la música ‘’cancionera’’ del hasta entonces Sui Generis, para embarcarse en una aventura progresiva influenciada por los ‘’nuevos sonidos’’ de la década, sublimada por las ‘’nuevas tecnologías’’ (entre ellos un piano eléctrico Fender Rhodes, un sintetizador de cuerdas ARP String ensemble y un Mini Moog) que García había traído de Estados Unidos, y armado con un poder moral y político punzante que chocó sin ton ni son con el poder militar que regía en la Argentina de aquellos años, que ya venía mostrando sus cruentas represiones y que desembocaría en una sangrienta dictadura militar instaurada en 1976. Este disco, aunque tenga liricas agiles que funcionan contra la crueldad militar, aunque hable deliberadamente de la descarnada censura de la época (incluso este disco mismo fue censurado, dos o tres temas se le fueron deliberadamente retirados), aunque se oponga contra el status quo, aun así es un disco no tan escuchado incluso por el mismo público ‘’progresista’’ que espera de los ‘’ídolos morales’’ un hit radial que hable de la revolución, pero ‘’Instituciones’’ no era (solo) eso, ‘’Instituciones’’ representó un salto que significó un efecto parecido a la electrificación de Dylan, similar al salto progresivo de los chilenos de Blops para su disco ‘’Locomotora’’, o sea, significó un salto hacia un adelante inesperado, un choque con el público que al principio se había acomodado al antiguo estilo del grupo y que no entendió qué es lo que estaba ocurriendo con esta nueva propuesta.

Sui Generis se formó en 1969, cuando los dos jóvenes Charly García (piano, guitarra acústica y voz) y Nito Mestre (flauta, guitarra acústica y voz), congenian en un mismo proyecto. Si bien a lo largo de su carrera contaron con músicos de apoyo, fue esa formación esencial la que determinó el estilo y arreglos de sus composiciones. La banda surgió de la fusión de dos grupos acústicos juveniles que se hacían escuchar en los colegios del barrio porteño de Caballito. Mientras cursaba la escuela secundaria en el Instituto Social Militar Doctor Dámaso Centeno, Charly García conoció a Carlos Alberto Mestre, «Nito». El dúo junto a Carlos Piégari, Beto Rodríguez, Juan Belia y Alejandro Correa formó Sui Generis. Sin embargo, tras sufrir varias deserciones en vísperas de una actuación importante, el grupo quedó convertido en dúo. La fama y popularidad alcanzada por Sui Generis durante la primera mitad de la década de 1970, lo consolidó como uno de los grupos más importantes en la historia del rock argentino, siendo el primero cuyas presentaciones convocaron a miles de espectadores. 

Durante el segundo semestre de 1974, Sui Generis se instaló en los Estudios Phonalex para registrar las nuevas composiciones. Para ese entonces la banda esta conformada por un cuarteto, ademas de Charly y Nito, se habían sumado a la formación, el experimentado baterista Juan Rodriguez, y el, tambien experimentado, bajista Rinaldo Rafanelli, quien venia de tocar en Color Humano. El material estaba destinado al tercer álbum del grupo, denominado Instituciones. Mientras los músicos pulían las piezas, Argentina atravesaba un período oscuro. El 1º de julio murió el presidente Juan Domingo Perón. La desaparición del líder agudizó la lucha interna entre las diversas facciones que cobijaba su movimiento. En el ala izquierda se enrolaban los Montoneros, quienes pasaron de la mera militancia política al secuestro de empresarios, atentados a sindicalistas ortodoxos y a conspicuos represores como el jefe de la Policía Federal, Alberto Villar. El ala derecha contratacaba con una organización paramilitar cuyo objetivo era eliminar a la “infiltración marxista”. La Alianza Anticomunista Argentina, liderada por el ministro de Bienestar Social José López Rega, ametrallaba unidades básicas y ejecutaba a militantes rasos y a reconocidas personalidades como el diputado Rodolfo Ortega Peña y el ex comandante en jefe del Ejército de Chile Carlos Prats. Por su parte, el Ejército Revolucionario del Pueblo, brazo armado del Partido Revolucionario de los Trabajadores, se lanzaba a la guerrilla rural. Por aquellos días, copaba la localidad tucumana de Acheral y asaltaba cuarteles del ejército en Córdoba y Catamarca. El país se desangraba y Charly, con lucidez, retrataba la tragedia en una de sus canciones: “El show de los muertos”. (Este parrafo fue tomado del articulo ''Y al final, las instituciones terminaron ganando la partida'')

Dialécticamente el disco es un encuentro de concepciones que convergen bajo una misma mirada oscura y poética que casualmente cohesiona todo, sin esfuerzo, en una expresión única. Desde el choque moral hacia muchas convenciones (o también llamada ‘’instituciones’’) sociales comúnmente aceptadas por todos, con letras como ‘’les contaste un cuento sabiéndolo contar y creyeron que tu alma andaba mal, la mediocridad para algunos es normal, la locura es poder ver más allá’’ que denotan ese escepticismo hacia ‘’el bien común’’, hacia la vida moderna, con un mensaje que rompe con el dejo del ciudadano común que está más interesado en vivir lo más cómodamente posible y lo más lejos posible de cualquier planteamiento que lo saque del conformismo y lo ubique en un lugar de incertidumbre o de ‘’peligro de inexistencia’’.  Ese extracto pertenece al tema ‘’El Tuerto y Los Ciegos’’, y habla de una tal ‘’Casandra’’, y justamente Casandra, en la mitología griega, era una de las princesas de Troya, hija de Príamo y Hébuca. Según las leyendas, era una mujer hermosa que fue bendecida con el don de ver el futuro, sin embargo, esta habilidad estaba acompañada con la maldición: nadie la creía, de ahí la relación con la letra que dice ‘’ ’les contaste un cuento sabiéndolo contar y creyeron que tu alma andaba mal’’. También, por supuesto, el disco apunta directamente contra la represión militar que se vivía en la época, la censura y el auto obsecuencia de quienes estaban el poder y que no permitían expresiones fundamentales en el arte. ‘’Instituciones’’ fue víctima de este proceso de represión, dos temas tuvieron que ser retirados del disco original por contrariarse deliberadamente contra el sistema militar, ‘’Botas locas’’ y ‘’Juan represión’’, que hablaban con desprecio contra el adoctrinamiento moral que las facciones militares pretendían para la sociedad. Además, las letras originales de varios temas del disco tuvieron que ser modificadas de acuerdo con la conveniencia del discurso del poder imperante, pero, y pese a todo esto este control, el álbum se publicó y el mensaje logró su cometido, por momentos más directo, por momentos disimulado en sutiles pero elucubradas metáforas, el mensaje se dio a conocer con un sonido recrudecido por un poderío rockero aplastante. Charly García y Nito Mestre, los dos miembros fundadores del grupo, habían dejado de ser los jóvenes adolescentes del comienzo, para encaminarse en una poética oscura que evidenciaba los discursos perversos de poder.

Y de alguna manera la complejidad presentada en esta música es una continuación de esa búsqueda contestataria. Ellos ya no estaban envueltos en agradables pero concisas canciones folk, ahora se volcaban a la elaboración progresiva y sus composiciones se volvían exploraciones que entre estrofas y fragmentos instrumentales complejos demostraban todo un poderío lirico y armónico monstruoso, una maquinaria inspirada en la música progresiva de la época y acrecentada por los conocimientos académicos de García, y además vale resaltar el rol del Charly en una faceta muy electrónica, con un uso impecable de sintetizadores Moog, que hacía poco tiempo atrás le eran totalmente desconocidos pero que de un momento a otro comenzó a utilizar y lo hizo de manera maestra: el resultado final fue volcado en una serie de composiciones de diversa manufactura, con origen en la canción pero con miras hacia una música que ya no era para fogón. Es un disco en el que es agradable y fácil perderse, desde el comienzo se desata esa maquinaria y ya no se detiene, comienzan las progresiones, los fragmentos, las invenciones, las visiones, las metáforas instrumentales, las contestaciones sonoras, y es fácil detectar que la música misma está dotada del mismo carácter que las letras, es un silogismo que se auto converge en un mismo caudal, donde hablan los instrumentos, funcionando la banda en un nivel exquisito en el que se cohesionan los músicos de manera formidable.

Hay varios momentos donde la música se pervierte y el sarcasmo se vuelve un lema de lo más ácido que puede haber en la época. Es, por ejemplo, en ‘’Las Increíbles Aventuras del Señor Tijeras’’ donde se puede escuchar un momento tenebroso con gritos y mucha tensión, o el grito de ‘’uh que lindísima gente!’’ que acompañado con palmas y diálogos sarcásticos aparecen en el tema ‘’El show de los muertos’’, para amerizan el final de un track netamente simbólico y analógico. Era un momento muy efervescente para la banda, especialmente para el mismo Charly García, quien estaba pasando por uno de los momentos de mayor lucidez (musical y moral) de su carrera. Podía ver lo que no muchos podían, decía cosas y se manifestaba con profundidad y sarcasmo con respecto de situaciones e instituciones que estaban perfectamente mecanizadas en la conciencia popular. Se expresaba con rabia contra convenciones morales e instituciones que hacían fuerza para instalarse en el poder. Esta música representó el quehacer de dos genios que habían visto los mecanismos de la gran maquinaria y los habían expuesto a las aclaras en sus metáforas pero que no muchos quisieron o pudieron ver. 

Cod: #1501

8 dic 2020

Jordi Sabatés - Ocells Del Més Enllà (1975)

Jordi Sabatés es un pianista y compositor de jazz, además de  estar licenciado en física. Sabatés ha combinado a lo largo de su trayectoria propuestas musicales de todos los tipos de géneros y estilos, del jazz al rock, pasando por la canción, el lied, canciones sobre textos de los trovadores provenzales, música de cámara, música sinfónica, música para teatro y cine, cuentos infantiles orquestados, flamenco, cinema en concierto, conferencias didácticas, etc.; todo ello con un grado de calidad y excelencia que lo han hecho valedor de un crédito internacional.

Sabatés inició su carrera con la banda de pop de los años 60 Pic-Nic , agrupación en la que también se encontraba el guitarrista Toti Soler , con quien colaboraría frecuentemente. Después de la ruptura de Pic-Nic, Sabatés y Soler fundaron la banda Om, con la que lanzaron un muy interesante álbum homónimo de jazz rock, posterior a haber acompañado a Pau Riba en su álbum de 1969 ‘’Dioptria’’.  A principio de la década de los 70s Sabatés dirigió el conjunto de jazz Jarka , que editó dos álbumes durante ese tiempo. También volvió a colaborar con Soler en un álbum de jazz en 1973 antes de embarcarse en una larga carrera en solitario. También ha colaborado con muchos músicos de renombre del panorama musical catalán a lo largo de los años.

En 1975 Sabatés presenta su álbum en solitario ‘’Ocells Del Mes Enlla’’ (Pájaros del más allá, en catalán), producido por el sello Edigs. El sonido general de este trabajo es sofisticado y fino, delicadamente elaborado, con el sello típico del flamenco que se vuelca en algunas melodías y armonías y especialmente por la participación estelar de Toti Soler, guitarrista junto al cual Sabatés había realizado anteriormente varios proyectos. Especialmente esta dupla es la que coordina el sonido total del trabajo, funcionando en una dualidad progresiva muy cohesiva que se las arregla para entretejer una serie de pasajes progresivos con sabor mediterráneo, donde destacan las armonías de Sabatés y la gran destreza de Soler para acompañar vertiginosos atascos fusión con su guitarra criolla. 

El primer track que aparece en el disco es una extensa composición de corte progresivo y con un deliberado acercamiento al fusión a la catalana, con un comienzo rabioso y muy acertado y unos aires de rock muy agradables, luego, el elemento flamenco que surge en forma de guitarra criolla cuasi virtuosa dejando una buenas improvisaciones alrededor de la mitad del tema, pieza que luego, hacia el final, gira un poco el timón, apareciendo inéditamente sonoridades y elementos de la música típica brasilera, transformándose la pieza en un cruce étnico de sabores y especias de diferentes costas.

Luego aparecen algunos cortes diversos, la vertiginosa ‘’Gingers’’, de métricas punzantes, la guitarra criolla siempre presente dejar sus sabores un wha-wha que marca el tempo constante de muchas partes de la composición. O también se destaca ‘’Acuario’’, una pieza sauve y volátil donde la banda abandona momentáneamente su estilo vertiginoso, para recaer en un vector de estilo místico donde pareciera que el tiempo se detuviera para dar rienda a esa atmosfera solvente de misterios luminosos. Algunos sabores de blues surgen en la pieza ‘’Tema para el Richmond's’’, con una guitarra eléctrica dibujando algunos yeites típicos, junto al rol del teclado que crea una amalgama interesante.

Refiriéndose a ese sabor mediterráneo, de melodías exóticas típicas, la brisa, las gaviotas, la dulce melancolía de la vida en libertad que ofrece la orilla del mar, tal vez ‘’Tryada’’ es la que refleja mejor ese aspecto, marcado con los elementales y siempre presentes arreglos de Soler, el sonido fusión con el flamenco, y ese atasco borrascoso del sintetizador con el que se abre la pieza, que carcome internamente dejando sabores típicos y especias de un enorme misticismo proveniente ‘’del más allá’’.  Es un álbum de gran nivel y despliegue que conjuga diversos sabores para enaltecerse como una obra importante para la música progresiva catalana.

Cod: #1500

6 dic 2020

Arthur Brown's Kingdom Come - Kingdom Come (1972)

 Arthur Brown había sido el dios del fuego en los 60s, con bailes y presentaciones típicas, ropajes alegóricos y puestas en escena con mismísimo fuego sobre su cabeza; todo este repertorio formaba parte del espíritu artístico que emanaba de la esencia misma de Brown. Después del colapso de ‘’The Crazy World Of Arthur Brown’’, en 1970, cuando el teclista Vincent Crane y el baterista Carl Palmer abandonan la banda para formar Atomic Rooster, Brown trabajó con un grupo variado de músicos en distintos proyectos llamados ‘’Strangelands’’, ‘’Puddletown Express’’, y (brevemente) ‘’Rustic Hinge,’’, antes de encontrar los músicos que conformarían Kingdom Come. El principal de ellos fue el guitarrista Andy Dalby, compañero constante del mismo Brown. Además incluyeron Julian Brown (no familiar de Arthur) en voz (no participaría de este segundo disco), Phil Curtis en bajo, Michael Harris en teclado, y Martin Steer en batería.

Kingdom Come publicaría tres trabajos, Brown declaró en una entrevista con una revista musical inglesa que los tres álbumes fueron destinados a presentar una progresión temática. La primera se centró en la situación de la humanidad en la actualidad, la segunda en el propio animal humano y la dicotomía entre la el cuerpo y la mente, y la tercera se centró en asuntos cósmicos y espirituales. Tras haber hecho algunos intentos creativos con otros proyectos, y trayendo todo su repertorio e imaginería no solo musical sino también cuasi teatral y vanguardista, Brown da vida a su Kingdom Come, sumándose a las tendencias progresivas de la época, pero, como siempre lo ha expresado, haciéndolo desde su particular estilo, con esos elementos nombrados anteriormente.

Las puestas en escena del grupo estaban marcadas no solo por la música sino también por representaciones escénicas, analogías y referencias que se manifestaban desde la ropa y maquillaje de la banda hasta incluso las escenificaciones del mismo Brown; generalmente estas era puestas delirantes que sacaban al público del lugar común y lo ubicaban frente a un estado de desazón e incertidumbre, y es que el mismo Brown ha expresado, tanto en las letras de sus canciones como en sus declaraciones públicas mismas, esa crítica al conservadurismo popular, critica al escepticismo de las grandes masas para con todo aquello que las saque del lugar conocido y cómodo en el que están ubicadas, sus puestas en escena y vanguardismo rupturista no era más que su manera de intentar romper con lo establecido y traer caos, terror, y nuevas concepciones espirituales y metafísicas.

Para su segundo disco, el homónimo ‘’Kingdom Come’’, de 1972, Brown y su grupo continúan por la senda del rock de la época, acentuando ese costado progresivo  que habían manifestado en menor medida en su primer disco y que ahora manifestaban casi como un credo, ya que todo este segundo disco consta de un sinfín de invenciones y progresiones sucesivas. También continúan e incluso acentúan esa característica (como se dijo antes) teatral y vanguardista, todo un repertorio de sonidos, voces, quejas, arremetidas y experimentos sonoros, búsquedas compositivas que surgían de las ideaciones del grupo y que dotaban a las progresiones de un carácter vanguardista muy particular y distintivo típico del buen Brown.

‘’Kingdom Come’’ ofrece toda una aventura experimental de rock que funciona como un quehacer sucesivo de diversas ideaciones y ocurrencias combinadas con un rock de punta, vertiginoso; desde el principio al fin el disco avanza en una sucesión de escenas vanguardistas con roses con la poesía, la filosofía, y el ya nombrado delirio de voces, roces, agregados sonoros y otros delirios instrumentales. Entre la lista de tracks nos podemos encontrar algunas melodías pegajosas y estribillos agradables, otras piezas como ‘’City Melody’’ que consisten prácticamente en auténticos experimentos sonoros a puro delirio y collage sonoro, o piezas como ‘’A Scientific Experiment’’ donde se experimenta con fragmentos progresivos entre los que aparecen un sinfín de otro fragmentos.  

El rock de estilo experimental y corte progresivo de Arthur Brown no fue tan icónico como sí lo ha sido sus sonidos con The Crazy World Of Arthur Brown, pero eso no detuvo el espíritu de Brown que, como siempre, fluyo hacia la innovación sin concesiones, siempre experimentando, innovando, chocando,  desafiando los limites, creando, fusionando y trayendo experiencias musicales excitantes. Varios factores contribuyeron al final de la banda Kingdom Come, incluidas las ventas mediocres de álbumes, el desdén crítico, la membresía de la banda en la puerta giratoria y la frustración de Brown con el negocio de la música en general. La banda se disolvió en lugar de separarse oficialmente, con Brown citando el deseo de tocar música más simple y optar por un estilo de vida más simple en general en entrevistas posteriores.

Cod: #1499