Este disco de fusión que en parte replica los sonidos vanguardistas de la época funk de Miles y la época electrónica de Hancock, y ha bebido muy bien de esa tradición setentera pero la ha replicado a la era moderna, por lo que los ritmos se ha vuelto más estrechos y directos, los sonidos más limpios, pero por suerte la experimentación se redobló, en este caso, con el uso de las nuevas tecnologías y las miras hacia pasados donde verse reflejados, por lo que la experimentación cumple un rol importante en este sonido.
El trabajo abre con unas palabras en inglés que perjuran un ‘’sonic trance, sonic trance…’’, como anunciando un viaje prometedor en el que las funciones de los músicos serán las de estar en un trance o, en su defecto, generar un trance en el oyente, en todo caso ese trance ya no será con una vanguardia cósmica, o con un libre albedrío cacofónico, o con una sesión instrumental orgánica afro futurista. ‘’Sonic Trance’’ se acerca a una visión moderna donde se le injerta un barniz de hip-hop, por lo que a menudo en el disco hay algunos sampleos o insinuaciones y guiños hacia otras piezas históricas del jazz o voces en algún especie de improvisación vocal.
El ‘’Trance’’, por lo tanto, sigue estando allí, entre búsquedas experimentales, sampleos, algunas percusiones agregadas, el virtuosismo de los ejecutantes que vuelven a las improvisaciones en proezas a degustar cuidadosamente, una búsqueda de estilos muy amplia que hace que las dieciocho piezas que componen el disco, un viaje de más de una hora, sea una aventura completa que desfila por un sinfín de tramas e inventos de variada manufactura y textura fusión.
El disco está lejos de ser un disco promedio en un discografía de jazz básico, este trabajo es un experimento en sí mismo, con melodías abstractas de vanguardia, momentos de yeites a tradiciones con mezclas de fusion, sampleos, guiños al hip-hop, instrumentaciones virtuosas, impecables, Payton soplando sobre ritmos comprimidos e irregulares, cuando otros momentos son más relajados, conmovedores y suaves.
Hay también una sensación de uso expansivo de la instrumentación, entre trompetas y teclados de época, el sonido puede volverse deliciosamente desordenado entre las improvisaciones modernas, los guiños hacia los hitos, y los sampleos sintéticos que se mezclan entre tanto. Si buscan hip-hop jazz lo encuentran más especialmente en la loca pieza ‘’Stinkie Twinkie [Remix]’’, que a su vez se conecta con las siguientes en una combinación de experimentaciones deliciosas. Este es un disco doble, ya hacia la segunda parte del mismo se hacen presentan algunos momentos hip-hop más marcados, con percusiones jazz adecuadas a tempos pegadizos, armonías en teclados, y líneas de viento que juegan entre vanguardias dispersas en el aire, logrando generar el conjunto un sonido múltiples formas en una sin perder las cadencias rítmicas hipnóticas del hip-hop, un invento muy agradable.
A lo largo del comienzo de su carrera, el trompetista Nicholas Payton ha estado en estilos sobre las tradiciones de su ciudad natal de Nueva Orleans. Sin embargo para ‘’Sonic Trance’’ de 2003, ha dado a conocer un nuevo enfoque, un cambio radical que se salta varias décadas al deslizarse hacia la era moderna, renovando su repertorio, adicionando estilos modernos para esa época, y enfocando la instrumentación de su conjunto para adecuarlas a fusiones más amplias pero estrictas y virtuosas.
Aquí algunas palabras de Payton sobre sus nuevos sonidos en aquellos años: ‘’Como siempre, mi deseo es llegar a la mayor cantidad de gente posible. Independientemente del tipo de disco que haya hecho, siempre he tenido eso en mente. Siempre traté de crear lo que pensé que era música buena, algo que se sintiera bien, algo que los inspirara a bailar o reflexionar, si querían. Ese siempre fue el objetivo, por lo que el nuevo álbum es algo en lo que he estado trabajando durante bastante tiempo. Para mí, no es una sorpresa. Parece la progresión natural desde donde quería ir. Si miras ciertos elementos de mis discos, en términos de mi amor por el R&B en el pasado, he grabado canciones y hecho versiones de canciones dentro del idioma. He incluido muchas texturas diferentes en mis discos. Para mí, esta es la progresión natural desde donde me dirigí durante un tiempo. Es una música muy orientada al ritmo, sensual y para sentirse bien. Puedo ver que la idea de que no sea un llamado "disco de jazz" puede ser discordante para algunos, pero creo que está dentro de la tradición de los discos de Nicholas Payton.’’
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