He aquí otro proyecto fugaz, de lo cual no se sabe mucho, de hippies inquietos por las preocupaciones de la época, que dejaron un solo disco, un artefacto perdido, para desaparecer de la escena para siempre, salvo por algunos de sus miembros que continuaron artísticamente en la banda Windfall.
Mientras tanto Children Of One fue un emprendimiento de solo disco, con un sonido de búsqueda psicodélica neta y pura, con pretensiones varias y fusiones principalmente con la música de la India, aunque también podría decirse que hay dando vueltas algunos vanguardismos y música improvisada, por la peculiaridad y sofisticación de algunos momentos, este variopinto de elementos hacen de este un artefacto interesante y una gema rara de encontrar.
En 1969 publican su primer y único disco, un trabajo homónimo que está compuesto por nueve tracks, pero lejos están estos de ser canciones, sino más bien consisten en composiciones, pequeñas piezas de aire místico y de divagues entre composiciones ejecutadas por una nutrida banda de varios músicos. Hay momentos para lo que aparentemente parecen improvisaciones libres que funcionan entre aplicaciones corales femeninas, e instrumentos de cuerdas, flautas, y un piano que aparecen durante muchos momentos del disco.
Hay momentos de aires místicos, con la clara influencia de la música Hindú, incluso llegando a aplicar instrumentos como sitares o tanpuras, por lo que los momentos más psicodélicos no tardan en llegar, demostrando su coqueteo con la psicodelia más pura.
También se dice que los músicos tenían una formación de jazz, no es que este sea un disco de jazz pero se puede apreciar la participación de un contrabajo y un piano que dejan participaciones interesantes y para nada ejecutadas con desconocimiento. A esta formación la utilizan para demarcar al sonido con una clara tendencia hacia la experimentación instrumental, que puede llegar a aparecer en algunas pistas.
La improvisación está muy presente en las composiciones, siendo todo una combinación entre un sutil jazz, psicodelia, música hindú y vanguardismo instrumentales, con un aires místicos y también con cierto amateurismo que le da un color under a lo ya under de la cuestión. En general queda la sensación de que se trata de un artefacto perdido entre la psicodelia de la época, que no tiene que envidiar a nadie por su producción y su ejecución.
Puede gustar o no el disco, pero están a las claras sus profundas incumbencias psicodélicas, sus miras espirituales, sus conocimientos sobre las músicas de la India, su formación académica y sus búsquedas hacia las vanguardias y las fusiones, con instrumentaciones cálidas, muchas veces más agradables cuando se vuelcan hacia momentos tipo ragas. De todos estos elementos funcionando juntos en una misma cosa nace un sonido que aflora por entre las sombras del disco, un dejo melancólico que recuerda a aires de estilos futuros, tal vez neg age temprano. La falta de percusión y electrificación alejan al sonido del rock de la época.
La banda para la grabación del disco estaba compuesta por: Les Grinage en violonchelo y dilruba, Konrad Kaufman en batería y percusión, Bala Krishna en sitar, Lakshmi en tanpura, Leonard Lonergan en saxo soprano, , Lucas Mason en flauta y piano, Paula Mason, Irin Poelliot, Vera Sokolow y Marcella Malmoli en voces y arreglos corales, y Peter Sokolow en clarinete.
Muy poco se sabe de ellos más que sus nombres y de que eran una banda de muchos miembros, por lo menos esos fueron los que participaron dela grabación del disco. Aparentemente provienen de Brooklyn, Nueva York, con orígenes en músicas académicas como el jazz pero con influencias de la psicodelia y la música de la India. Se conoce también que después de este lanzamiento, Lucas Mason, Leonard Lonergan y Peter Sokolow, continuaron con la ya nombrada Windfall, con la que publicaron otro disco, también homónimo, con año de publicación desconocido, bajo el sello discográfico ‘’Bima Records’’.
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