Aquí hay otra joya salida de la era final del progresivo, un momento en el que las bandas principales estaban declinando y terminando su esplendor, pero afortunadamente todavía sobrevivían entes progresivos que, diseminados por todo el mundo, mantenían vivo el género. Es el caso de Akasha, una extraña banda proveniente del under noruego que con su uso de mellotrones y sintetizadores a la máxima potencia revivían los sonidos de principios de la década y traían sabores de todo tipo, reminiscencias de muchos lugares que corren por las venas de este sonido.
Con letras de ciencia ficción, que parecieran haber sido creadas especialmente para la ocasión, y épicas electrónicas distribuidas por todo el disco, esta banda se las arregla para crear un trabajo progresivo extraño, con partes armónicas y cantos que muchas veces se lo compara con los psicodélicos Moody Blues, psicodelia que también parecen revivir y degustar en sus muchos ambientes delirantes del trabajo y en su uso del mellotrón, aunque la diferencia con estas bandas psych es la notable complejidad que Akasha manejaba, como un credo que se desplegaba de principio a fin, en lo que parece ser una puesta artística que no solo se manifestaba en la música sino también en las letras, sonido, efectos, además de las puestas en escena en vivo con juegos de luces.
Este es también un sonido oscuro, carácter que se acrecienta con la baja calidad del audio obtenida de la grabación original, grabado en un TEAC cuatro pistas, en un oscuro sótano de un hotel local, y editado originalmente por el pequeño sello BAT Records. Esto incrementa la leyenda, aumenta la oscuridad, le otorga el riesgo de ser un registro pobre, cosa que no lo es porque la oscuridad de la música acompaña su baja calidad y se conjugan, en este caso, de manera formidable en una puesta total lúgubre. De todas formas, el sello sueco Ad Perpetuam Memoriam se encargó de reeditarlo y mejorarlo para una tirada limitada en cd en 1995.
Sabores de sinfónicos con mellotrón a lo King Crimson, complejidad a lo Genesis, momentos eclécticos delirantes y voces tipo Van Der Graaf Generator, momentos de arreglos clásicos electrónicos a lo Emerson, Lake & Palmer, electrónica espacial a lo Hawkwind, etc., todo un repertorio de sabores, reminiscencias, elementos y aplicaciones se conjugan para dar vida a este experimento oscuro que es más que particular por sus atmosferas electrónicas, que incluso bien podría tratarse de influencia del space o del krautrock mismo, y sus momentos de delirio que renuevan la propuesta musical y la hacen algo muy propio.
La puesta es muy ecléctica y cambiante, lo que comienza como un ajetreado atasco sinfónico termina como cancion electrónica, u otros momentos como la pista primera ‘’ Isle Of Kawi’’, nos muestra un terrenos de alta complejidad onde la banda se florea con un sinfín de momentos sinfónicos y electrónico especiales. Ya para ‘’Light And Darkness’’ aparece una guitarra eléctrica sucia y pesada y la banda toma tintes rockeros puros, aunque sin perder el sabor prog.
El disco tuvo una tirada corta y fue lanzado por un pequeño sello local con seguramente también una tirada local y de poca repercusión, la magia de los años, el internet y el sonido han hecho el resto, añejando un disco extraño que merece al menos algo de reconocimiento en su era. Se dice que la versión original del vinilo de este álbum es ahora un artículo de coleccionista, codiciado por muchos y figurando a altos valores en el mercado clandestino.
El grupo estaba formado por el vocalista Sverre Svendsen, el baterista Kjeil Evensen, el bajista Arild Andreassen y el tecladista/guitarrista Jens Ivar Andreassen. También tienen a Tor-Jonny Hansen por la letra de "Death Hymn", e incluso le dan crédito a Bjørn Hugo Gjøen por el espectáculo de luces psicodélicas.
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