Funcionando entre un lanzamiento de explotación comercial y una publicación bastante groovy que refleja el acontecer de la era hippie, este artefacto tiene su gracia y, pese a su condición de expresamente comercial, contiene algunos sonidos que aun así son disfrutables desde el lado psicodélico y hasta experimental. No encontraremos aquí un trabajo cósmico del krautrock, pero sí un sonido con bases de funk y groovy y algunas guitarras de distorsión, que a su vez construyen piezas muchas veces instrumentales que recorren suavemente algunos momentos entre las sonoridades, agregado de efectos, solos de guitarra y otros elementos de una psicodelia ‘’suave’’.
Claramente aquí la temática que se intenta retratar es la parte más erótica de la época y de la psicodelia, y especialmente esta música fue utilizada para musicalizar tres películas clásicas de clase B de 1970 dirigidas por el cineasta español Jess Franco: ‘’Vampyros Lesbos’’, ‘’The Devil Came From Akasava’’ y ‘’She Killed In Ecstasy’’. Al provenir de una industria de explotación comercial, con música que le hace honores a dicha condición, y al tratarse de composiciones utilizadas preferentemente para musicalizar films eróticos, no podremos esperar de esto grandes experimentaciones que no funcionen más allá del formato easy listening entre composiciones de ritmos pegadizos y simples, piezas cortas, agradables y escuchables a primera escucha, y momentos más que nada para seducir y agradar al público, mas que para ponerlo en un aprieto.
Aun así la psicodelia está presente y hay muchos momentos aquí que nos puede regalar un gran goce psicodélico y si se quiere algo ‘’experimental’’. Todas piezas mayormente instrumentales en las que se pueden llegar a escuchar solos de guitarra, solos de órgano, agregados sonoros, búsquedas instrumentales variadas, e incluso la aparición de varias piezas denominadas como ‘’People's playground versión’’, que funcionan como una suerte de conectores entre algunas piezas y suelen presentarse como momentos intermedios entre la musica, y por ende gozan de un pequeño don de ‘’libertad expres’’ lo que nos puede dejar algún momento interesante, también instrumentalmente variado.
Este artefacto de la psicodelia de explotación tuvo un hermano discográfico llamado ‘’Psychedelic Dance Party’’ y que fue publicado bajo el nombre de The Vampires' Sound Incorporation. En realidad ambos lanzamientos fueron concebidos por los mismos creadores, los compositores alemanes Manfred Hübler y Siegfried Schwab. Ambos colaboraron juntos tanto en ‘’Psychedelic Dance Party’’ como en ‘’Sexedelic’’, y ambos discos fueron utilizados para musicalizar las películas eróticas nombras anteriormente.
Aunque ambos músicos tuvieron destinos distintos y por separados luego de estas producciones. El trabajo de Manfred Hübler, puede encontrarse al haber hecho bandas sonoras para varias otras películas y series de televisión desde 1966 hasta 1969, entre ellas ‘’Intercontinental Express’’ (serie de televisión, 12 episodios en 1966), Code Name Is Kill (1967), Polizeifunk ruft (serie de televisión, 6 episodios en 1968), Der Partyphotograph (1968) y The Butterfly (1970). Siegfried 'Siggi' Schwab, por otro lado, tiene una extensa carrera con cientos de grabaciones, incluyendo bandas sonoras y discos, y especialmente tuvo un lugar participando en bandas importantes del krautrock alemán como lo fueron Et Cetera (de Wolfgand Dauner) o Embryo.
Ahí se podría encontrar una conexión de esta psicodelia de explotación alemana con el krautrock local, habiendo sido producida Sexedelic por un futuro miembro de bandas de krautrock, y tal vez varios momentos puedan atesorarse ya que atestiguan dicha conexión, pocos y concisos, y sublimados en piezas cortas y de fácil escucha, pero presentes al fin.
La psicodelia de explotación suele tener su gracia y suele dejar momentos interesantes, incluso discos considerados muchas veces de culto, o por lo menos considerados así por algunas personas, además de que se trata de ‘’psicodelia cool’’, ‘’música moderna’’ de la época, o la ‘’música joven’’ del momento, y al contenerse en un envase comercial y de fácil escucha muchas veces puede haber llegado a más personas e impactado en ellas como algo interesante por lo menos. No es psicodelia que vaya de la mano con grandes obras de experimentación profunda, pero si puede tener su culto por ser concebida, como en este caso, como música de bandas sonoras, lo que hizo que haya sido creado con la seriedad que lo amerita.
La psicodelia tuvo un encuentro con el mainstream durante algunos años, y su llegada a la palestra pública hizo que la vibra multicolor apareciera no solo como un fenómeno juvenil musical, sino también que repercutiera en la moda, la vestimenta, la televisión, etc., y en este caso también el cine. Cientos de películas de explotación también fueron rodadas, y más allá del fenómeno comercial que supo tener alrededor, este fenómeno acercó la fibra experimental a las grandes masas, generalmente opuestas por valores a esto de ‘’experimentar’’, el efecto que esto causó en la cultura universal está a las claras y ayudó de alguna u otra manera a terminar de romper algunos valores cuadriculados de las sociedades del gran sueño americano y de las sociedades que negaban o subestimaban la juventud.
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