Las miras de esta producción brillan por un quehacer que se refleja en una búsqueda creativa que llama la atención inmediatamente. Aunque con pocas pistas, arreglos solo instrumentales y nada de voces, se las arreglan para crear todo un mundo muy creativo instrumentalmente hablando, de fusiones, inventos y vanguardias. Un sonido que está a la altura de su época, discos que llaman la atención por lo profundo de su visión creativa y que eran el reflejo del caldo de cultivo creativo que se estaba gestado en el momento y que darían como resultado una enorme cantidad de producciones discográficas extremadamente virtuosas y creativas.
El flautista Jeremy Steig había tenido hasta entonces una muy prolífica producción discográfica, especialmente ligada al jazz, y para su disco ‘’Legwork’’, de 1970, esto no sería la excepción, siendo un trabajo muy ligado al jazz y a su ejecución líder de la flauta traversa, aunque en este caso el artista se encamina más hacia la experimentación abstracta instrumental, tal vez de estilo free jazz, además de encontrarse hacia el camino de las fusiones típicas de por aquellos años, como elementos de blues o funk.
El trabajo tiene mucho en su interior, mucho estilo, grooves pegadizos, muchas improvisaciones, mucha visión de búsqueda y experimentación, incluso The Beasty Boys llegaron a samplear algo de este disco, más especialmente de la pieza ‘’Howling For Judy’’. Dicho track se encarga de abrir el disco y está compuesto por un riff pegadizo interpretado en flauta sumado a la ejecución unísona de otras dos o tal vez tres flautas más que funcionan en una creación única en su gama, para cualquiera que tenga oído y algo de gusto por la música de la época sería imposible no quedar fascinado con esta pieza maestra, es un groove que ya desde 1970 anuncia mucho de lo que vendría a futuro.
Este trabajo es muy amplio aunque haya voces y sea aparentemente improvisado, que de improvisaciones tiene mucho, mucha buena zapada, aunque también mucha idea y planeación hay aquí para que todo este proyecto funciona y sus innovaciones salgan a la luz. No es tan común, incluso para la época, que una flauta lidere el sonido total de un disco, y que no solo lo lidere, sino que lo protagoniza, lo improvisa, lo dirige y moviliza con una fuerza creativa inagotable. Jeremy Steig demuestra ser un incansable creativo y un hábil ejecutante de su instrumento, con un el cual crea nuevos mundos.
Hay mucho en el disco por explorar, desde la agradable ‘’ Hot-Head’’ con aire de blues, y forma de blues, toda una sesión blusera en la que participa una guitarra eléctrica pero sigue siendo la flauta la protagonista, una buena jam sesión de blues es todo lo que necesita un disco de la epoca para completarse hacia su perfección posible, y aquí liderado por una flauta, mucho mejor aún.
‘’Alias’’ comienza con unas baterías funk y se mantiene por esa línea durante toda la pista, otra pista que si no fue sampleada debería serlo porque tienen mucho en su interior y tiene mucho momento que tranquilamente podría ser parte de una creación aparte. Esta pieza de cuatro minutos es, al igual que la ya nombrada ‘’Howling For Judy’’, momentos de un groove de adelantos y sonidos que reverdecen en su presencia, revitalizan al disco y tienen miras hacia el futuro con sonidos funk groove pegadizos. Más de los momentos que reflejan el fino trabajo que hizo el compositor para entrelazar varios arreglos de flauta a la vez.
Hasta allí ya hay mucho explorado sobre el disco pero todo ese mundillo del funk no es lo único que caracteriza al disco. Tal vez ‘’Howling For Judy’’ es lo que llame la atención del disco por su vinculación con los The Beasty Boys, peor lo cierto es que hay mucho más que explorar aquí en cuanto a sonidos y experimentos. Algo que caracteriza a varios de los discos de Jeremy Steig es lo amplio de sus miradas y su alcance con las composiciones, y por supuesto esta no sería la excepción, ya que en este trabajo hay lugar también para la vanguardia y la experimentación no solo ‘’pop’’ sino también hacia momentos oscuros.
Ya en ‘’Nardis’’ tenemos un sonido de un estirpe totalmente diferente a lo que se espera del disco, con Steig haciendo gala de más de sus habilidades, recursos, técnicas, imaginería, y búsquedas sonoras, en una pieza de once minutos de duración que explora hacia terrenos de jazz de vanguardia, en una pieza de estructura estándar y sonido en el que aparecen únicamente contrabajo y flauta. Aquí cada instrumento tiene su momento para lucirse y sacar de la galera su improvisación, para terminar con los motivos de composición que sonaban al comienzo de la pieza.
Otros momentos de experimentación en el disco, con ‘’Permutations’’ con el trio completo haciendo de las suyas pero en modo más libre y no tanto dependiendo de un patrón percusivo particular, allí parece que las líneas de batería se abrieron comenzando con un sonido casi indeterminado para recaer sobre momentos de jazz. O también aparece la pieza ‘’Piece Of Freedom’’ con la que cierra el disco, otro momento de amplitudes y búsquedas, esta vez si ya de mayor vanguardia y búsqueda sonora indeterminada. Toda este producción está ligada profundamente, entre otras cosas, al jazz, estilo que determina a fuego toda su producción sonora general.
Tal como en este disco se refleja, hay mucha tela que cortar en las producciones proto fusión psicodélicas de Jeremy Steig, epoca predilecta para el artista creador que dejaría varios trabajos en esa línea, aportando muchísimo al arte de por aquellos años. Desde sus comienzos con ‘’Piece Of Freedom’’ de 1964, el ya nombrado en este blog ‘’Jeremy & the Satyrs’’ de 1968, o siendo parte del trio de Bill Evans en ‘’What’s New’’ de 1969, entre tantísimos lanzamientos posteriores.