Este es el encuentro de dos figuras importantes para el jazz del siglo XX, uno es Bill Evans, que hasta entonces ya era un importante pianista de influencia mundial, por su uso de armonías y innovación en el campo del jazz tradicional, el otro era George Russell, que hasta entonces ya era un compositor y director de orquesta innovador y famoso por sus obra de vanguardia orquestales. Este es un encuentro muy fructífero pero en realidad vale aclarar que Bill Evans es parte del trabajo como interprete y acompañante y no como compositor, esto es más un trabajo muy a la George Russell, es decir, vanguardia, mucha experimentación, fusiones con diferentes estilos, experimentación con orquesta, y puesta en marcha de nociones teóricas innovadoras desarrolladas por él mismo en sus libros y discos, como la creación del jazz modal y el desarrollo de este concepto en tantos trabajos de fusión y experimentación.
Este trabajo está a la altura de lo que Russell estaba desarrollando por aquellos años, y se puede apreciar esa noción que había comenzado a desarrollar en el encuentro de la generación del rock allá por mediados y finales de los 60, apareciendo en sus obras fusiones con rítmicas y elementos de funk, rock y blues.
Russell fue un incansable innovador, compositor y teorista de vanguardia, y sus obras eran reflejo de sus desarrollos teóricos, sus visiones, fusiones, experimentaciones, a tal punto que no era tan tenido en cuenta por el público masivo debido a lo peculiar de sus presentaciones, las vanguardias siempre ha tenido y tendrán un lugar en las sombras y en el under, con fulguraciones e inventos exóticos que no son para muchos ni para el vulgo, sino para los locos quienes quieras acercarse y gozar con estos descubrimientos. Sus obras tal vez fueron usadas también en el terreno de lo académico y lo pedagógico de la formación en el jazz.
Russell ha tenido algunos inventos más sutiles, pero este lanzamiento, ‘’Living Time’’ de 1972, no es el caso, ya que se trata de una obra muy sofisticada dividida en ocho movimientos o, como figura en el disco, ‘’eventos’’, orquestales donde la big band, dirigida por Rusell, transita por un sinfín de formas y florituras siempre manifestándose en las tramas orquestales de movimiento vertical y subducción de capas y sustratos modales que convergen entre sí en una eclosión de movimientos.
Aquí hay iventos de todo tipo para big band, y como es clásico de Russell, aparecen esas piezas cortas con experimentos sub tonales y arrítmicos, como lo es en este disco su ‘’Evento III’’, una pieza con una trama que, aunque sigue la noción colectiva de vanguardia del resto del disco, se diferencia del resto de las piezas con sus propia trama, inventos típicos del autor. Otro condimento importante en este disco es la aparición de las cacofonías colectivas de la big band, o sea la aparición del free jazz, que se combinan con sus inventos teóricos y desarrollos y dan vida a un sonido atípico para la época y para cualquier época en este terreno de vanguardia del jazz.
En este sonido nada está librado al azar, todo, hasta el último detalle, está perfectamente planeado y ejecutado según las notas del autor, en una serie de composiciones para big band complejas pero completamente accesibles para, por ejemplo, la audiencia de jazz fusión, es que este sonido remite a ese género, tratándose de un jazz complejo, ligero y sofisticado, con secciones intrépidas y rápidas y grandes armonías y arreglos.
Es que en realidad sus fusiones con el rock ubican a Russell también entre las figuras que participaron del fusión temprano, tal vez no tan radical, directo o incluso reconocido entre los congéneres de este sub movimiento, pero su aplicación de elementos de la cultura del rock (funk, blues, rock, soul, fusión, etc.) en sus obras de finales de los 60, por ejemplo en su experimental ‘’Electronic Sonata For Souls Loved By Nature’’ de 1969, lo ubican como un impulsor importante en esta vertiente de fusión, aunque lo peculiar de sus creaciones siempre lo mantuvo lejos de las grandes masas.
Este trabajo se compone de una creacion de variadas piezas del repertorio de Russel, presentando varias caras dentro de un sonido vanguardista de jazz, donde hay bases de soul/funk, momentos de atascos con improvisaciones, momentos de experimentación sonora, momentos de innovación, momentos de free jazz o momentos de post bop, todo un repertorio variado y especialmente elegido para la ocasión. Es difícil discernir si se trata de lo mejor del repertorio de Russell hasta aquel entonces, su música en esa época muchas veces consistía en movimientos y experimentos para grandes masas orquestales, y sus frutos fueron varios en ese terreno durante aquellos años.
dos grosos de la gran flauta
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