Este álbum fue publicado por el grupo de respaldo de Herbie Hancock poco después de la inesperada popularidad masiva del disco ‘’Head Hunters’’ del susodicho Hancock; esto es lo que sucede cuando la banda soporte se separa del fenómeno y toma su propia dirección, obviamente siguiendo prácticamente los mismo lineamientos conceptuales de origen pero manifestando algunos aspectos propios e intensificando otros, lo que los diferencia de su tutor y protector y los coloca en la vanguardia del jazz/funk del momento. ‘’The Headhunters’’ se formó en 1973, compuesta y liderada artísticamente por Hancock (teclados), e integrada además por Bennie Maupin (saxofón, clarinete), Harvey Mason (batería), Paul Jackson (bajo) y Bill Summers (percusión). Su primer álbum, ‘’Head Hunters’’, vendió más de un millón de copias. Para el siguiente álbum, ‘’Thrust’’, Mike Clark asumió el cargo de baterista. Tanto Mason como Clark contribuyeron con la batería al álbum de 1975 de Hancock, ‘’Man-Child’’, que contó con 18 músicos, incluido Stevie Wonder tocando la armónica en la canción "Steppin 'in It". Para 1975, Herbie Hancock se había interesado por otras cosas y la gente de ‘’The Headhunters’’ decidieron seguir actuando sin él grabando ‘’Survival of the Fittest’’ en 1975, su primer álbum sin Hancock. El álbum contenía un éxito, "God Make Me Funky", que fue sampleado por los Fugees y otros. ‘’Survival of the Fittest’’ es la continuación de un concepto creado, la prolongación de la fusión jazz/funk que por momentos es más fiel al estilo fusión típico del jazz negro norteamericano, pero que en otros pasajes ahonda mucho más es visiones étnicas experimentales. La falta de un teclado marca la clara diferencia con el funk-fusión de Hancock, volviéndose las guitarra eléctrica las protagonistas en los aspectos armónicos y rítmicos, tomando un papel realmente preponderante en las canciones propiamente dichas como ‘’God Make Me Funky’’ y ‘’If You've Got It, You'll Get It’’, en ese sentido el sonido de este álbum está mucho más cerca del funk de Funkadelic que del fusión de Miles Davis.
Por otro lado el estilo no deja de contener una cuota muy alta de trascendentalidad ritual y misticismo étnico enraizado en las melodías, en los momentos de misterio instrumental, en los agregados instrumentales como percusiones alusivas y en la aparición del instrumento típico brasilero Birimbao. Es especialmente en las piezas ‘’Mugic’’ y ‘’Rima’’ donde se adentran en la experimentación y lo que se puede escuchar son ambientes de ritual étnico, instrumentaciones afro y elementos psicodélicos flotando en un aura etérea de misterios y delicias sonoras. Armados con todo un repertorio instrumental étnico, las piezas se vuelven vergeles con un gran dejo étnico, batucadas afro con buenas percusiones, un sinfín de instrumentos percusivos agregados; estos elementos conforman la idiosincrasia cultural propia del grupo, idiosincrasia que funciona y funcionó independientemente de la cercanía con Hancock. Un ejemplo de esto son las voces con las que comienza la pieza ‘’Mugic’’, uno quejidos vocales inciertos sumados al sonar de una flauta, son exactamente los mismo elementos con los que comienza la versión de ‘’Watermelon Man’’ que aparece en el disco ‘’Head Hunters’’ de 1973, es uno de los tantos detalles que demuestran el aporte de las visiones propias de la banda al concepto de ese disco, elementos que en ‘’Survival of the Fittest’’ funcionan independientemente, en su caldo de cultivo étnico propio. Este disco puede sumarse tanto a colecciones de jazz como a colecciones de funk, alcanza un gran nivel en cualquiera de los dos aspectos y representa un experimento de dio buenos réditos creativos aunando estos dos elementos bajo una sola mirada, especialmente los ritmos y armonías del funk y las improvisaciones del jazz. A menudo etiquetado como un disco de ‘’space funk’’ por esos momentos étnicos desconocidos ya nombrados anteriormente, donde experimentan y se vuelcan hacia una instrumentación indefinida.
La música de este periodo de Don Cherry es capaz de transportarte tanto a la selva a amazónica, como a un templo budista, o al Tíbet, porque es tal la conjunción de elementos y etnias que explora y fusiona a su estilo, que los sabores que emana su arte dejan muchas sensaciones en el aire. El ritual se fusiona con el misticismo oriental, sumado al jazz y a la sutil libre improvisación, y a todo esto vale la pena resaltar también la aparición de la influencia de la música minimalista, lo que dota a todo el combo étnico aún más una sensación de fusión, experimentación, delirio general, una búsqueda sonora casi sin límites que se explaya en la fusión absoluta y propiamente dicha. Esa presencia minimalista en algunas piezas tal vez tenga que ver con el concepto reflejado en el título del álbum, un ‘’presente eterno’’ sucediéndose en esas líneas que se perpetúan incesantemente en bucles polifónicos, atascos de mínimas posibilidades pero de un origen y desenlace desconocido y por lo tanto de posible eternidad. Esto sucede justamente en la pieza ‘’Bass Figure for Ballatune’’, en la que no hay comienzo ni final sino una trama que aparece y concluye pero que pareciera ser un fragmento de algo mucho mayor e irrefrenable. Esta noción de ‘’presente eterno’’ también tiene que ver, por supuesto, con toda la influencia del misticismo oriental que emana Don Cherry con su música, provenida del budismo y de las concepciones generales de los maestros espirituales de esa región y sus visiones de ‘’percepción del ahora como manera de conocer lo imperecedero’’. Con este trabajo se podría tender una analogía con otro de sus trabajos, el llamado ‘’Ritmo Eterno’’, de 1968, ya que ambos manifiestan en su título ese concepto de ‘’lo eterno…’’, algo eterno que se sucede, que se presenta en la música, algo que utiliza estos experimentos compositivos como una manera de hacerse presente en el ámbito material, para llegar a los oyentes y transmitirle esa sensación de algo imperecedero, continuo, irrefrenable, como un rio que avanzan intempestivamente con su cauce.
Esta es una música intimista, sutil, delicada, con un profundo dejo místico, religioso, ritual, que no pierde jamás el vanguardismo, la bohemia, la búsqueda de trascender obstáculos culturales, una forma de expresión que, al igual que con otros artistas del jazz espiritual, encarna en cuerpo propio eso mismo que intenta transmitir, por lo que nos encontramos casi con una música de ritual, casi como transportándose al interior de un templo, con sus sonoridades y armonías inquietantes, sus ambientes de ensueño ritual, la búsqueda de ‘’lo divino’’, etc. En esa inquietud por experimentar artísticamente otras culturas Cherry incursiona en la implementación y uso de diversos instrumentos, cuencos y flautas, diversos instrumentos de cuerda, con los que pinta una serie de variadas tramas plasmadas en las cinco piezas que componen el álbum. Esta es otra característica del Cherry de esa época, presenta álbumes que, aunque sí transitan por un mismo estilo fusión experimental, aun así se las arregla para que cada piezas del trabajo sea única e irrepetible, que transite por una idiosincrasia sutil pero concretamente diferente a las demás, presentando una paleta creativa muy amplia. Hay algunos momentos más meditativos y relajados, otros, como ‘’Love Train’’, con sus tramas en saxo más tensas y tal vez con reminiscencias a lo urbano, pero sin perder el misticismo, o piezas donde aparece, como se dijo antes, el minimalismo; la colección de sonidos es variada y en ella podemos descubrir varios momentos en los que encontrarnos, en general tendiente a la relajación y la contemplación, pero también se presentan como una oportunidad de experimentar la vanguardia, las visiones experimentales, las ocurrencias y extravagancias sonoras, etc., todo un repertorio imaginario de un músico con miras hacia un más allá artístico.
Paul Bley fue un gran impulsor del jazz de vanguardia norteamericano, estuvo muy activo a principio de los 70s dentro de ese estilo, experimentando con el jazz libre, la libre improvisación, el vanguardismo y la electrónica. Él junto a Annette Peacock formarían una unión artística notable que quedaría plasmada en varios discos dentro de los géneros nombrados anteriormente. De esa unión surgiría el notable trabajo experimental ‘’Dual Unity’’, título que hace referencia a esa unión artística donde, en conjunto, explorarían profundamente las posibilidades sonoras extraídas de sintetizadores y aparatejos electrónicos. También trabajarían en conjunto para crear el disco ‘’Revenge: The Bigger The Love The Greater The Hate’’, otro notable trabajo de jazz-rock vanguardista donde ambos aportarían sus visiones para crear un sonido netamente experimental, aunque en este caso experimentando más dentro de la canción. De esta fructífera unión también saldría el disco del que hablaremos en esta ocasión, el sorprendente ‘’Improvisie’’, el cual, como su nombre lo indica, es, a excepción de algunas eventuales partes, plenamente improvisado, transitando una libre ejecución y experimentación dentro de un jazz que es tan retorcido y electrificado que no se lo reconoce como tal, sino que el resultado final es una cosa libre indefinida,que parte desde el jazz y la electrónica pero tiene rumbo desconocido.
Este trabajo brilla por su experimentación, presentado en dos extensas suites de catorce y veinticuatro minutos correspondientemente cada una, en ellas se encargan de desasnar su estilo, volatilizar sus visiones vanguardistas más íntimas, ramificándose en una serie de sesiones libres repletas de disonancias, acoples electrónicos, solos inentendibles, cantos indefinidos, armonías jazzeras por excelencia, creando así mundo oscuros de ensueño vanguardista Estas son algunas palabras de Peacock sobre su trabajo en aquellos tiempos: ‘’En aquel momento el sintetizador era algo nuevo y realmente excitante. Yo trabajaba en esa época con un pianista, Paul Bley, que se limitaba a utilizar el sintetizador con el teclado. Yo tuve la idea de modificar todo el sonido del grupo durante la actuación en directo mediante el sintetizador (aplicado a la batería, la sección de viento, etc.). Pero era muy complicado hacerlo en directo, por la falta de medios; en estudio era más sencillo, puedes oírlo en “I’m The One”. Luego pensé en pasar la voz por el sintetizador e inventé una forma de hacerlo. Entonces colaboré con los fabricantes (Moog) para desarrollar una unidad más accesible. Parecía inevitable que el desarrollo tecnológico afectara la voz. Por supuesto, hoy en día esta puede modificarse notablemente.’’