Cuenta la leyenda que en un despótico planeta llamado Leg0land, un par de personajes tachados de esquizoides, decidieron rebelarse contra la propia pusilanimidad autodestructiva, es así como construyeron una especie de opereta catártica que relatara el estilo de vida de aquel planeta, un estilo de vida monótono, donde la servidumbre y el silencio eran inculcadas en las escuelas, universidades y centros de trabajo. No había manera de escapar, así que nuestros personajes esquizoides desarrollaron una marcada misantropía que los llevó a recluirse lejos de los de los ciudadanos comunes y corrientes. En las catacumbas de la locura, vieron cómo sus vidas se apagaban, pero uno de ellos exclamó: '¿Nos rendiremos tan fácilmente sin antes haber dado siquiera batalla?'
Es así como decidieron levantarse en contra de su propia obnubilación, sacudieron su letargo, enfilaron sus instrumentos cual herramientas de alguna extraña alquimia, y decidieron musicalizar su historia para así redimir sus heridas, la aflicción de todos los que nos sentimos esquizoides en medio de una jungla de placeres y esclavitud.
Aquel trio de locos concibió un álbum hipnótico pero autocrítico, vehemente y a su vez sensible. Lograron transmitir la ansiedad de una sociedad como la de Leg0land, sometida a constantes conflictos bélicos, eventos circenses, pan, vino y mucho silencio. El silencio que deriva en una mortal permisividad, aquella que encapsula la esencia y te convierte en un numero más, en una simple cédula de identidad andante, que nace, crece, se reproduce y muere.
La Banda Esquizoide fue un power trio de rock progresivo peruano que logró amalgamar de forma magistral diversos géneros como el blues, el funk, la psicodelia, etc., una propuesta que dentro de la escasa escena progresiva de la ciudad del Cusco, brilla por su dinamismo, locura y valentía. La banda como tal, duró de forma intermitente un par de años, desde el 2018 hasta el 2021 aproximadamente, no obstante, nos dejaron un álbum conceptual magnífico, que quizás no ostenta una producción de alto nivel, pero su musicalidad es tan poderosa, que aún con las evidentes carencias a nivel de producción, es un deleite escucharla en su totalidad, desde el minuto cero hasta el final.
El génesis de La Banda Esquizoide se da en la ciudad del Cusco, en torno a tres músicos talentosos, Adrián Eduardo Gastañaga Palomino en el bajo, Pedro Augusto Cruz Boza en la batería y Juan Sebastián Villafuerte Ochoa en la guitarra. En un principio se reunieron para hacer covers y así montar algún show. Pero en uno de sus primeros ensayos, el guitarrista Sebastián Villafuerte llegó con una canción propia y con gran entusiasmo la tocó para el resto de la banda, la canción en cuestión llamada Avispas, generó un impacto en la banda y Adrián Gastañaga en el bajo y Pedro Cruz en la batería empezaron a colorear la canción con sus aportes creativos. Había nacido por lo tanto La Banda Esquizoide, el proyecto inicial de covers pasó a un segundo plano y se dedicaron a componer lo que más tarde fue el álbum conceptual denominado Leg0land.
Una primera impresión al toparse con este álbum es la portada, que desde mi punto de vista personal representa de forma fidedigna la distopía cotidiana, un inminente estilo de vida circense donde todos competimos por algo, donde todos somos simples piezas de alguien (¿quien? vaya uno a saber), donde todos recurrimos en algún punto de nuestras vidas a escapismos para evitar la realidad. Leg0land deja de ser entonces aquel planeta ficticio que mencioné al inicio, y se convierte en un álbum donde uno puede verter sus más profundas alegrías, tristezas, satisfacciones e insatisfacciones, para así hacer catarsis y luchar por ser feliz en medio de la locura. Por lo tanto, Leg0land no es un camino hacia el abismo, es desde mi perspectiva personal, la travesía musical de una persona herida hacia la búsqueda del tan esquivo equilibrio, si, las heridas quizás nunca se irán, pero nadie podrá doblegar las ganas de vivir y de crear, siendo esa constante creatividad quizás el motor de una prístina felicidad.
El álbum empieza con la parte B de la canción Avispas, ¿por qué con la parte B?, según contó el bajista Adrián Gastañaga es porque la canción habla metafóricamente de los aviones de guerra que bombardean un determinado pueblo, y como las guerras nunca tuvieron un claro sentido, ¿por qué la canción debería tener sentido?
Avispas en sin duda una apertura sensacional para el álbum, tanto la parte B como la A, rebosan de energía, el poder innato que tiene un power trio que alcanzó un gran nivel de compenetración musical, es más que evidente. La maestría de Sebastián Villafuerte en la guitarra es más que solo técnica, estamos ante un guitarrista que transmite algo más que simples acordes, Sebastián sabe cómo contar una historia con la guitarra, por su parte Adrián Gastañaga en el bajo no se queda atrás y añade poderío y precisión, entrando de forma magnífica en la dinámica de un auténtico power trio, por su parte Pedro Cruz en la batería amalgama todo con un talento y versatilidad innegable. Estamos pues ante una banda que por asares cósmicos quizás, logró amasar un nivel de conexión musical luminosa.
Luego de Avispas, viene el primer interludio titulado Desde el Otro Lado_ negocia con tus experiencias, este track de tan solo 42 segundos nos evoca una vía de escape, el personaje enciende una pipa y comienza a divagar en una nebulosa. Estos interludios los considero necesarios para darle a uno, un respiro para así terminar de asimilar lo escuchado y prepararse rápidamente para la siguiente embestida musical.
Llega entonces uno de los puntos altos de álbum, la canción titulada Marcas en el Espacio_(), una especie de blues progresivo y espacial donde se yacen ciertas reminiscencias de aquellos bombardeos acontecidos en la canción Avispas, esa mordaz melancolía que inunda a toda persona que ha perdido algún ser querido en alguna guerra, esa ausencia hiriente e implacable que es representada de forma magistral por la guitarra pulsante de Sebastián y la vigorosa base ejecutada por Adrián y Pedro. En la primera parte de la canción el bajista Adrián nos relata en las voces, una sentida historia, una hermosa metáfora que rememora a aquel que ya no está. Una vez más la versatilidad de la banda alcanza niveles verdaderamente orgásmicos, Adrián, Pedro y Sebastián, conducen la canción con agudeza y sensibilidad. En la segunda parte de la canción vuelve a aparecer la voz de Adrián y cual golpe de realidad, su voz rasposa nos remite al duro asfalto y a los escombros inertes, la banda recrudece el clima y la letra nos dice: ¡gritaré más fuerte para descansar! bajo el manto de su voz... Luego, sube una vez más el torbellino psicodélico y de esta manera se termina de coronar una canción simplemente sensacional.
El segundo interludio del álbum se titula Aún Debemos Seguir Cantando_ criadero de aves crow, al igual que el primer interludio dura 42 segundos, y se puede oír una serie de patrones experimentales del bajo o lo que fuere, con algún tipo de efecto, se percibe también el sonido cavernario de algunos cuervos quizás. Todo ello da paso a la canción Dis_Country_APT_¿cuanto más vas a descubrir?, este tema nos plantea una metáfora más que interesante, la letra dice: ...tienes un problema, sólo ves el cielo y al final se te nublará, las nubes extintas en el firmamento y en mi...
Ciertamente la monotonía de una vida citadina nos hace desarrollar algún tipo de dependencia hacia alguna actividad escapista, ciertas etapas de la vida resultan verdaderamente escabrosas pero eso no debería ser aliciente para evitar a toda costa la realidad, y el hecho de abusar de los escapismos en cierto punto termina constituyendo una forma más de cobardía y derrotismo. Por lo que mi percepción personal de la letra podría referir este hecho, el andar anclado a una alfombra mágica que si bien es cierto, le da algo de color al día a día, no podemos depender únicamente de ello para ser felices, así como buscamos esas dimensiones extrasensoriales que son alcanzadas con algún estimulante, también debemos atrevernos a enfrentar la compleja realidad, una realidad con distintas dimensiones que vale la pena surcar para bien o para mal, no se trata de estar feliz las veinticuatro horas del día, se trata quizás de equilibrar e intentar danzar entre la felicidad y la inexorable tristeza.
Mención aparte merece el desarrollo musical de la canción Dis_Country_APT_¿cuanto más vas a descubrir? la cual transita diversos estadios brillantemente ejecutados por Adrián, Pedro y Sebastián, con la hermosa aparición de una flauta traversa luego de la primera parte de la canción, inundablemente esta canción ostenta una gran magia progresiva, cuya cúspide llega precisamente en el tramo final donde la banda saca a relucir una vez más todo su poderío musical, el bajo y la batería construyen una base sumamente magnética, mientras la guitarra enardecida invade el ambiente de forma liberadora.
Le sigue el tercer interludio titulado El Cantar del Mío Esquizoide_traident sabor sandía, dura 39 segundos y se acontecen una serie de experimentaciones sonoras sombrías que nos remiten a algún tipo de delirio mental del cual quizás, estamos próximos a salir. Posteriormente llega la canción principal que da nombre al álbum: Leg0land, cuya duración ronda los 14 minutos, está dividido en once pasajes, esto no lo planteo yo, lo hizo la propia banda en un afiche donde explicaban el contenido de las canciones del álbum. A mi entender, cada uno de esos pasajes que componen Leg0land, representan la última travesía por los confines de la conciencia atormentada de un personaje Lego (entiéndase como personaje Lego a un ser que vive en un mundo de Legos, aquellos famosos juguetes construidos a partir de bloques de construcción); un personaje con tendencias esquizoides, que se enfrenta contra su propia resignación y pusilanimidad, y que en lugar de rendirse, decide dar batalla, abrir los ojos e intentar sonreír, ¿o es que acaso también permitiremos que nos quiten aquellos simples motivos que nos hacen felices?
La canción Leg0land, es quizás una gran alegoría contra el auto abandono, contra la renuncia total ante lo que nos hace felices, es indudable que debemos subsistir en medio de toda esta maquinaria, pero, y aquí reside una gran cuestión, queda en cada individuo el poder luchar por buscar algún resquicio de tiempo en medio de tanta monotonía, y en esos pequeños pero valiosos momentos de libertad, hacer lo que a uno en verdad le hace feliz, sea cual fuere esa actividad, nunca renunciar a la poderosa energía creativa que redime muchas heridas, y es que el arte también está para sanar, y en líneas generales eso es Leg0land, un álbum catártico y sanador, un álbum donde puedes liberar tus más hondas tristezas y encumbrar tus más prístinas alegrías, porque no se trata de llegar a un punto fijo e inmutable, la travesía vital nunca se aquieta, hoy caminas por un campo de algodón, mañana será un campo de espinas y viceversa, encontremos entonces, las herramientas que nos permitan sostener el corazón sin perder totalmente la cabeza.
Musicalmente la canción Leg0land es la más progresiva del álbum, tiene melodías preciosas, pasajes conmovedores, la inclusión una vez más de la flauta traversa, ejecutada por el músico invitado Hugo Gonzales del Castillo, que acompaña la melodía de uno de los primeros pasajes de la canción, es una amalgama precisa y hermosa. La sensibilidad melódica del inicio deriva luego en causes rockeros y bluseros, perfectamente canalizados por los tres integrantes, bajo, batería y guitarra parecen tener un romance cósmico. Posteriormente irrumpen unos coros liberadores, cual grito en forma de purga o purificación, para luego volver al pasaje donde la letra nos dice: tardaste en reaccionar, mudo de tanto gritar, planeando el encierro con tu luz... Luego de este pasaje llega, sin lugar a dudas, el punto más alto del álbum y es cuando aparece Sebastián emulando la melodía de la letra con la guitarra, Adrián y Pedro acompañan este pasaje de una forma tan armónica que se crea un clima completamente psicodélico, progresivo, espiritual y sanador, concluye así una canción preciosa y conmovedora con mayúsculas.
El álbum como tal culmina con una especie de posludio titulado Acto final_ balcón y ventana, es el broche final que nos remite una tarde cualquiera en medio de los ruidos de una ciudad, en el balcón de alguna sala de ensayo con los amigos, ya los fantasmas se han ido y sopla un viento de paz, al menos hasta la próxima batalla.
Mis más sinceros agradecimientos a Adrián, Pedro y Sebastián, por atreverse a crear una obra que quizás nunca goce de popularidad pero que, por el contrario, sé que impactó y seguirá impactando de forma sanadora en todos los que escuchamos a corazón abierto cada una de las secciones y pasajes de Leg0land.
El álbum ya no está en Spotify, si resulta factible ojalá en algún momento los ex integrantes de la banda puedan resubir el álbum a las plataformas digitales donde ya no está disponible, no obstante el álbum completo está en youtube y puede escucharse clickeando en este enlace.
Cod: #1810
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