jueves, 24 de abril de 2025

Jean Paul "El Troglodita" - Vudú (1972)

Enrique Roberto Tellería tenía aproximadamente 27 años de edad al momento de grabar su álbum más enigmático. Pero primero intentemos definir de quién estamos hablando: Enrique, cantante peruano que adoptó el sobrenombre de Jean Paul “El Troglodita” fue un auténtico baluarte en los inicios del rock peruano, se podría decir que era un auténtico front man, un tipo con un gran carisma y talento que cautivaba a la audiencia.

El Perú nunca fue ni será un país con una cultura rockera masiva, es un hecho, por lo tanto, el alcance que tuvieron figuras como las de El Troglodita, en los inicios del rock peruano, fue un alcance ínfimo, bastante local. Hoy en día figuras como estas se encuentran en el absoluto olvido por la masividad y es que culturalmente esta música nunca alcanzó grandes niveles de popularidad a nivel del país. Los circuitos juveniles entusiastas tuvieron su época, pero nunca se solidificó en una escena musical coherente con perspectiva de futuro. Cada uno tiraba para su lado y así el rock peruano de los 60s y 70s es difícil de agrupar como un movimiento en si mismo, ya que encontramos ejemplos bastante disgregados, por aquí y por allá, sin una línea evolutiva coherente, el cantar en inglés seguía siendo un camino a seguir mientras que cantar en español aún era poco cool.

Quizás esta es una breve pero concisa crítica al rock peruano de los 70s, aunque ciertamente el país nunca tuvo un circuito donde esta música pudiera ser difundida para así tener un mayor alcance, pero también fue responsabilidad de los mismos artistas seguir trazando la brecha del idioma, ya que al seguir cantando en inglés un gran margen de la población iba a asumir de forma diferente la música, en lugar de una comunicación directa, el inglés era como una barrera que condenaba aún más el alcance musical del rock en aquella década en Perú.

Algunos grupos saltaron esa cerca y cantaron en español, e igual no alcanzaron la masividad, es cierto, pero la gente que escucha su música asume con mayor facilidad el mensaje, o incluso se propicia algún tipo de lazo de identidad a través de su música debido a que la barrera del idioma no existe en esos casos.

Por lo tanto, para poder analizar de forma satisfactoria un álbum como Vudú y a un artista como Jean Paul “El Troglodita” debemos entender que, en el Perú, una propuesta de estas características no iba a tener jamás un gran alcance, debido a diversos factores, dentro de los cuales está el hecho de que el rock nunca caló en la masividad, siendo siempre superado por otros géneros musicales, que siempre tuvieron las puertas abiertas con respecto a lugares dónde tocar y posibilidades de promoción.

Por allí se dijo que el álbum Vudú no vendió muchas copias ni tuvo repercusión, a esto sumémosle que por alguna razón Jean Paul “El Troglodita” quien ya había empezado a cantar en español en la década de los 60s, decidió volver a cantar algunos temas en inglés para este nuevo álbum, lo cual para mí es un pequeño retroceso ya que el idioma impide contemplar de forma plena el contenido de canciones como Vudú, que tienen un trasfondo muy inquietante y que incluso nos daría muchas pistas respecto a la personalidad tan incorregible que tenía El Troglodita.

Manifestada esta respetuosa crítica, pasemos entonces a analizar primero la música del álbum Vudú para luego derivar en la persona, en el artista, en el ecléctico enigma llamado Jean Paul “El Troglodita”.

Los datos nos dicen que Vudú se terminó de grabar en el mes de febrero de 1972, contó con la participación de algunos de los integrantes del grupo de rock psicodélico peruano llamado Laghonia, entre estos se encontraba Ernesto Samamé quien tocó la guitarra en las sesiones de grabación (en Laghonia era bajista) y Manuel Cornejo en la batería. Este dato no es menor, ya que podría decir que la música del tema que da el nombre al álbum fue de alguna manera una creación de Ernesto o Manuel, bajo la dirección de El Troglodita. 

Lo que si es de indiscutible autoría de El Troglodita, es la letra de Vudú; en ese sentido, el columnista Arturo Vigil dijo que según El Troglodita, la canción Vudú había sido compuesta para “defenderse de sus demonios internos”. Lamento muchísimo que haya tan poca información sobre la historia de esta canción, su gestación, su significado, etc. Por allí dicen que hubo gente que entrevistó extensamente a El Troglodita antes de que falleciera el año 2004, pero pareciera que a nadie le importó ahondar en el significado de la letra de la canción, ni tampoco hay datos que esclarezcan toda la letra de la canción.

Entonces, según lo que yo puedo llegar a entender de la letra y también tomando en cuenta el contexto en el que posiblemente se encontraba El Troglodita, Vudú estaría hablando sobre los abismos de la locura, el extravío en el que uno ingresa al asumir un estilo de vida salvaje y libre de prejuicios, en otras palabras, como si se tratase de manejar al borde de un acantilado, donde confluyen esa necesidad impía de disfrutar la vida pero a su vez no medir las consecuencias del consumo de psicoactivos, por supuesto, el amor también está, quizás como un antídoto fugaz ante el fuego de la locura, pero aquellas siluetas femeninas parecen tan sólo espejismos ya que después de todo, si no se pisa el freno, nadie más querrá irse al abismo contigo.

Puedo estar equivocado con mi interpretación de Vudú, por supuesto, pero dada la poca data que hay sobre el contenido de la canción, es lo que yo puedo intentar entender. Por supuesto que hubiera querido que estuviera cantada en español, pero nada de eso quita el gran afecto que siento por esta joya del rock psicodélico peruano, el álbum Vudú lo escuché cuando tenía 15 años al sumergirme en mi investigación sobre el rock peruano de los 70s, y la canción que da título al álbum siempre me resultó entrañable, es como una síntesis muy bien lograda de un rock psicodélico bastante crudo, con una magnifica guitarra, una batería sólida, una voz cautivadora y un intermedio muy espiritual, donde el piano y la guitarra te llevan a otra dimensión. Estamos pues ante una magnífica creación, una de las mejores canciones de El Troglodita, sin duda.

Otro importante columnista peruano llamado Hugo Lévano, rescató una entrevista en una revista local de 1972, donde acompañada de un manifiesto, El Troglodita contó un par de detalles interesantes sobre su perspectiva en aquel momento ya que se había publicado recientemente su álbum Vudú. En una de esas respuestas, El Troglodita, alegaba que el público local no tenía la capacidad de conectar con la energía que brotaba de una presentación musical visceral y energética. También decía que había que lograr que “el aura, tu cuerpo astral se proyecte hacia la gente”, y ante la comparación de esa frenética energía con el arrebato por parte del periodista que lo entrevistó, él respondió que no era lo mismo, que el arrebato era en realidad una forma de agresión, una forma de perder la identidad. Curiosa observación ya que precisamente ese fue quizás uno de los dilemas en la vida de El Troglodita, la autodestrucción.

A la canción Vudú, le siguen una serie de covers muy bien ejecutados y bellamente cantados por el Troglodita, lo cual deja notar su enorme talento y versatilidad. Tintes funk y soul acompañan las canciones, asimismo, una magnífica versión de la canción Peace and Love, del grupo mexicano del mismo nombre es cantada con maestría por El Troglodita.

Un par de temas más adelante tenemos una canción en español titulada Te Amo Más, cover de la banda mexicana El Amor, aquí el sonido de la guitarra de Ernesto Samamé vuelve a brillar, acompañada por un órgano, la canción nos retrotrae un poco a los sonidos garageros de los 60s, la voz de El Troglodita cantando en español es solo la cereza al pastel, un tema enérgico y redondo.

La canción titulada Remeber My Love, es una de las canciones más sentidas de El Troglodita, fue compuesta por él y es una balada que al escucharla me es inevitable pensar en los mejores momentos de la vida de este artista, aquella frenética y vitalista juventud que vivió, tan hermosamente sintetizada en esta canción dedicada a algún amor extraviado en alguno de esos veranos, fugaces en la vida real pero imperecederos en la memoria.

La última canción del álbum titulada Pórtense Bien, es un cover sobre el cual El Troglodota le añadió una letra cantada completamente en español, una letra que yo asumo como crítica e irónica, ya que el “pórtense bien” podría referirse a un posible juicio “celestial” al que todos se verán sometidos según ciertas religiones o también podría ser una burla a las directrices sociales conservadoras de aquella década en el Perú, donde bajo el juicio de “pórtate bien” los adultos pretendían imponer cierta moral a la juventud. La música de este último tema del LP, ronda entre el pop y el rock, aunque la aparición estelar de la guitarra de Ernesto Samamé le da mayor solidez e intensidad a la canción.

Vudú en líneas generales es un álbum bastante ecléctico musicalmente, con temas en inglés, y otros en español. También cabe mencionar que este álbum fue desde mi punto de vista el mayor acercamiento que Jean Paul “El Troglodita” tuvo hacia la contracultura de aquellos años, entendiendo primeramente que él provenía del rock and roll con cierto toque glam. Ciertamente muchos rockeros vinieron de allí pero El Troglodita era un caso diferente.

Jean Paul “El Troglodita” fue el front man más visceral y rockero que tuvo el Perú. Algunos dirán “pero también cantaba baladas”, si claro, pero en su esencia, El Troglodita siempre fue rockero, tan rockero que su actitud ante la vida quizás fue la del eterno adolescente, crítico, rebelde pero autodestructivo. Aunque, también se podría decir que la contracultura influyó en su personalidad en cierta medida, evidencia de esto se puede encontrar en las referencias religiosas que tiene la letra de la última canción del álbum Vudú, o en la misma contratapa del LP, que contiene un collage hecho por el mismo artista donde se pueden ver referencias al budismo.

Situémonos pues en el contexto de un joven como El Troglodita, quien provino de un colegio militar, con una educación anticuada que evidentemente fue uno de los alicientes de una naciente rebeldía. Rebeldía bien o mal canalizada, pero que marcó profundamente la personalidad de un artista que, en un país como Perú, lamentablemente nunca iba a tener acogida, a pesar de que tuvo una época donde le fue muy bien, pero luego de esa explosión que significó la llegada del rock al Perú en los 60s, todo se fue aquietando y reacomodando al punto que cuando El Troglodita lanzó el álbum Vudú, pareciera que muy pocos estaban en esa misma sintonía.

Los años 70s terminaron y con el mismo muchos sueños se esfumaron, la realidad hizo acto de presencia y de repente había que trabajar para poder comer y solventar demás gastos corrientes, ¿cómo sostener entonces una vida artística tan caótica como la de Jean Paul “El Troglodita”? Algunos se amoldaron y dieron vuelta a la página, El Troglodita no, su estrella interior siempre lo llamó a cantar, a pisar el acelerador de un vitalismo por momentos salvaje, por momentos lúcido. No estamos aquí pues para juzgar la forma en que terminó sus días este talentoso cantante, autodestructivos somos muchos y me resulta ambiguo juzgar la vida de alguien sabiendo lo complicado que es vivir en un contexto tan despiadado para un artista como lo es el Perú.

Vudú es por lo tanto el álbum que resume una parte de lo que musicalmente era capaz de interpretar un front man brillante y visceral como Jean Paul “El Troglodita”, su parcial acercamiento a la contracultura le añade un condimento particular a este álbum, pero en esencia el Troglodita fue una estrella prendida en llamas mientras en su interior intentaba proteger su conciencia, no fue hippie, fue más un espíritu vitalista y hedonista que asumía la vida el día de hoy sin medir quizás las consecuencias del mañana.

Pero el hecho de que fuera capaz de parar al menos un momento en su loca carrera y componer una canción como Vudú, para así dejar el testimonio de esa lucha interna en la que muchos al menos una vez en la vida nos hemos visto envueltos; ese sólo hecho de mirar un poco para adentro, me invita a pensar que después de todo Jean Paul “El Troglodita”, fue un artista valiente frente a un contexto que únicamente se preocupa por sumarle ceros a su cuenta bancaria.

Cod: #1803

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