Detrás de esta producción estaba el sello ‘’Alshire’’, que se dedicaba a lanzamientos generalmente comerciales, sello asociado a Jerry Cole, un prolífico músico bastante comercial que para la época estuvo detrás de varios lanzamientos psicodélicos. La tarea creativa de Cole para la época, su visión, su prolífica producción y creatividad lo convierten en un artista con material muy amplio, muchísimos lanzamientos bajo su nombre o pseudonimos, incluso él se convirtió en un músico de sesión muy solicitado para la década de los 60s, trabajando con The Byrds, Nancy Sinatra, The Beach Boys, y Paul Revere & the Raiders, entre muchos otros.
Muchos emprendimientos precedió Cole, en su mayoría proyectos fugaces con lanzamientos que intentaban explotar los sonidos psicodélicos del momento y convertirlos en artefactos de consumo. Sus producciones, proyectos y lanzamiento psicodélicos incluyen, entre otros, a ''What's Happening!'' de 1967 por The Mind Expanders, ‘’Give Me Some Lovin'’’ de 1967 por The Projection Company, ‘’Are You Experienced’’ de 1968 por T. Swift & The Electric Bag, ‘’Mac Arthur Park’’ por 1968 The Stone Canyon Rock Group, ''Up Up And Away'' de 1968 por The Generation Gap, o los ''Psychedellic Guitars'' y ''More Psychedellic Guitars'' de 1967 publicado bajo nombre de Jerry Cole. Otro de los lanzamientos en los que estuvo involucrado Cole fue ‘’The Inner Sounds Of The Id’’ de 1967 publicado bajo el nombre The Id, aunque con este lanzamiento ocurre aquello de que a veces, entre las chatarras que se lanzaban, solían salir cosas interesantes.
‘’The Animated Egg’’ es otra de las tantas producciones lideradas por Jerry Cole, un proyecto nacido bajo su mano y creado con sus propias composiciones. El disco se compone por todos instrumentales psicodélicos muy a la hippie, beat rock, funky, toques de surf, blues ligero, liderado instrumentalmente en su mayoría por la guitarra eléctrica de Cole caracterizada por el sonido fuzz acido. Si bien no es una obra maestra y está pensado desde la explotación de lo psicodélico, tampoco lo hacen tan mal, con piezas ligeras que reflejan el ambiente hippie del momento, perfectas para musicalizar cualquier baile de la época. El disco cuenta con diez piezas cortas instrumentales, en su mayoría ligeras, fáciles de digerir, con una dosis muy alta de ese estirpe de la música de baile hippie. La guitarra eléctrica lidera con agilidad las piezas del grupo, y aunque el materia haya sido grabado con eficacia en poco tiempo, también es un mérito el sonido limpio y entretenido que resultó de esta empresa psicodélica.
Aunque no estaba seguro del resto del personal cuando se le preguntó a Cole sobre el LP muchos años después, los posibles acompañantes incluyen a Edgar Lamar y Don Dexter en la batería, Tommy Lee y Glenn Cass en el bajo, Billy Joe Hastings y Norman Cass en la guitarra, y Billy Preston en el órgano. El disco ’The Animated Egg fue reeditado bajo el nombre de ‘’Guitar Freakout’’ en formato CD y LP en el 2008, incluyendo el disco de The Animated Egg además de contener algunos tracks de sus tantas otras producciones de época.
Otra particularidad con la que cuenta este disco y la cual se suma a los tantos intentos desesperados del sello por vender refritos psicodélicos a como de lugar, es que para 1968, este disco fue relanzado también bajo otro emprendimiento de la casa como lo era la orquesta 101 Strings. Lo que ocurrió fue que al disco ‘’The Animated Egg’’, sumado a otras pistas tomadas del disco ‘’The Inner Sounds Of The Id’’, se le reimprimieron encima arreglos de cuerda de la orquesta, se cambiaron el orden y los nombres de las pistas, se le buscó una portada diferente y se publicó como una novedad bajo el nombre de ‘’Astro Sounds From Beyond The Year 2000’’ por la orquesta 101 Strings en 1968. Suena descarado pero a la vez es una reversión interesante del material de Cole, ya publicado bajo la 101 Strings, con sonidos psicodélicos que nos recuerdan que de estos aquelarres comerciales a veces solían quedar joyas muy interesantes.
Incluso en la era de la revolución juvenil, el mercado regia, los jóvenes compraban, y las empresas aprovecharon ese fenómeno de la psicodelia y el rock para vender aún más. Aprovechando esta moda pasajera del rock, e incluso cuando muchas veces este rock demostró que no era moda por su producción de obras impresionantes, las compañías incluso también aprovechaban el momento. Álbumes enteros eran creados por músicos de sesión en pocas horas y a bajo precio, se publicaban rápidamente, y se arrojaban a las estanterías de las disquerías emulando el estilo predominante por el gusto popular juvenil del momento, en este caso en la era hippie el estilo era la psicodelia. A veces, la portada colorida y la pretensión de querer pertenecer por fuerza, hacían creer al consumidor desprevenido que el contenido era de un artista popular y/o talentoso, cuando muchas veces no lo era.
Esta explotación de la psicodelia llevó a las compañías a producir grandes chatarras musicales buscando así aprovechar la moda y vender discos. Muchos fueron los casos, incluso se conoce al psychsploitation como ese fenómeno de discos generalmente comerciales, cuadriculados, con sonidos obsecuentemente aburridos, con canciones que buscaban descaradamente el hit pegadizo, emular los sonidos de época, o generalmente también eran refritos instrumentales de temas conocidos de artistas muy populares, como The Bealtes, Rolling Stones, Jimi Hendrix, etc.
Aunque ese fenómeno no termina allí, muchas veces esos discos eran de baja calidad y poca creatividad, aunque a veces, pese a las condiciones en las que eran concebidos, se lograban crear sonidos bastante interesantes, y de allí salían perlas de la psicodelia que suelen sorprender. Artistas solistas, bandas de rock, proyectos comerciales fugaces, músicos de jazz, y hasta algunas orquestas terminaron haciendo refritos instrumentales de hits de la época o se volcaban a la psicodelia de manera comercial, buscando la popularidad, obsecuencia y éxito comercial.
También ocurría que esas incursiones comerciales descaradamente buscadoras de éxito, finalmente lograban el éxito comercial, tal vez con todo un disco o tal vez con alguna melodía que se volvía pegadiza en un lanzamiento. Muchas veces un refrito instrumental se volvía un éxito, lo cual generaba problemas legales con la banda dueña de la melodía. Aunque no tiene nada que ver con Jerry Cole, pero es un caso interesante, es lo que hizo The Andrew Oldham Orchestra, una orquesta que en 1965 publicó un disco con refritos instrumentales de temas de The Rolling Stones llamado ‘’The Rolling Stones Songbook’’.
El ‘’problema’’ comenzó cuando esta orquesta tomó el tema ‘’The Last Time’’ de dicha banda, pero reversionándolo de manera muy creativa, convirtiendo el tema original en una cosa instrumental nueva e interesante, y con una melodía innovadora y mucho más excitante que la canción original. The Rolling Stones pronto tomaron acciones legales y se quedaron con los derechos de autor de esta reinterpretación. Esta historia ultra conocida se corona ya en la década de los 90s, cuando la banda de rock inglesa The Verve ‘’toma prestada’’ esa melodía creada por The Andrew Oldham Orchestra para componer su himno de rock ‘’Bitter Sweet Symphony’’. Luego hubo problemas legales y demandas por parte de The Rolling Stones para con The Verve, hasta que The Rolling Stones terminaron cediendo los derechos. Pero lo más interesante de esto es ver como una orquesta de refritos instrumentales creó algo original a partir de una reversión y con ello cambiaron el curso de la historia de la música, incluso el gran mérito de todo esto lo merece The Andrew Oldham Orchestra, que creó algo hermoso a partir de un tema de The Rollings Stones, e incluso The Verve lo único que hizo fue robar esa melodía inconclusa y crear su canción. Pero el gran mérito de esa pequeña historia lo merece la orquesta de refritos The Andrew Oldham Orchestra.
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