En Argentina tuvimos algo así como post hipismo, que fue la continuidad del hipismo de finales de los 60s pero traído al país para ser recreado algunos años más durante los 70s, incluso años posteriores también. La psicodelia en los Estados Unidos e Inglaterra comenzó alrededor de 1966, con un desarrollo y ejemplos prototípicos incluso más tempranos, pero en argentina tuvimos algunos de los primeros ejemplos discográficos importantes dentro de estos sonidos recién en 1969, para establecerse más especialmente durante los primeros años de la década de los 70s. En realidad, tampoco era psicodelia propiamente dicha, porque el rock argentino de la época siempre tuvo bastante personalidad como para recrear sus propias visiones y poética y no copiar de molde lo que tomaban del extranjero, sin dejar de lado el hecho de que la obsecuencia a la tendencia es de alguna manera u otra un tópico siempre presente en la psique humana, o por lo menos del artista contemporáneo a la misma.
Por otra parte, sí era psicodelia, a la argentina, pero psicodelia al fin, con un efecto amortiguado por el ambiente cultural local: las influencias culturales regionales, las represiones militares que marcaron las visiones de los artistas del país, y el avanzar mismo del tiempo que hace que la influencia se mueva y modifique de acuerdo a las novedades del momento en la escena artística. Con todo ello, bandas argentinas como, por ejemplo, Billy Bond y la Pesada, recrearon y tomaron mucho de la filosofía hippie, sus discos, con sus letras oníricas, experimentaciones instrumentales y zapadas constantes en blues y rock, dan cuenta de ello.
Color Humano parece haber vivido ese efecto también, con composiciones áureas de rock, entre canciones con buenas melodías y pasajes, letras cósmicas que le hablan al sol, y proyectos musicales muchas veces conceptuales o que responden un motivo artístico común que enarbola toda la producción de la banda bajo un aura de luz rockera. El primer disco de la banda, el homónimo ‘’Color Humano’’, de 1972, es un asunto serio, con búsquedas de un sonido con el que parecen haber encontrado alguna cosa que no puede palparse y abarcarse, pero que está allí, en el sonido del grupo, como viniendo de algún lado y disimulándose entre la instrumentación.
‘’¡Larga vida al sol!’’ proclaman mientras el grupo se pierde dentro de un aura misteriosa, de guitarras provenientes de otro espectro, una evolución estructural que hace de la misma una exploración, letras oníricas, estamentos de luz, búsqueda proto progresivas, o progresivas en sí, y buenas zapadas que dan cuenta que estaban a la altura de los sonidos de la época y que a su vez eran muy buenos músicos. De alguna manera en el disco aparecen algunos motivos comunes de los discos hippies de la época, entre zapadas en temas extensos de 10 minutos mínimo, canciones acústicas, poesía en letras oníricas, experimentación con alucinógenos, experimentación con estructuras, sonidos y texturas. Habían bebido de esa fuente, pero la habían cortado con un poco de cultura argentina, que no dejaba de ser la contracorriente hippie, pero bajo las condiciones sociales, políticas y económicas locales, y bajo los recursos con los que se contaba.
En este primer disco la banda experimenta un poco con la composición en temas de rock bien ornamentados y con desarrollos de elaboración, no se trata de simples canciones sino de piezas de rock que cuentan con búsquedas bastante esmeradas que incluyen muchos elementos en su haber, pasando por varios pasajes internos y progresiones internas. Una de esas piezas es ‘’Humberto Azulado De Azul’’, un tema de rock pesado, psicodélico, extendido con una sesión de improvisación interna, por lo que la pieza alcanza la duración de diez minutos de duración. Otro tema similar en el disco es ‘’Silbame Oh Cabeza’’, que también cuenta con una búsqueda instrumental interna, entre arreglos de bajo y motivos finales que dan fin al tema.
Aunque él momento del disco, el corazón sangrante del disco, es el mítico ‘’Larga vida al Sol’’, una pieza que marca más especialmente este costado áurico del disco, su sentida letra, su composición particular, e incluso el sonido que se obtiene de la guitarra eléctrica, dan cuenta de una pieza única en su época, con mucho carácter místico, mucha estirpe del hipismo argentino de la época que muchas veces hacia referencia a lo invisible en sus canciones y formas de vida, generándose entre los músicos y artistas de la época algo así como cofradías y grupos, agrupaciones que se reunían bajo el aura del arte y las búsquedas espirituales. ‘’Larga vida al Sol’’ comienza con unos rasgueos misteriosos, como anunciando un ingreso hacia algo, o un misterio que busca salir en forma de música, el sonido de la guitarra en el tema aporta gran parte de ese efecto y comanda al trio de músicos, y al oyente, a un viaje como pocos en la época, incluyendo canción, incluyendo viajes progresivos, incluyendo momentos extraños y poesía.
Otra pieza interesante aquí es la ‘’Introducción Polenta’’, una pieza instrumental que paradójicamente por su nombre cierra el disco, y que podría decirse que es ‘’progresiva’’ por su elaboración, ya que no es una canción sino una incursión instrumental con pasajes que avanzada y momentos que progresan y no se detienen en la repetición de alguna estrofa o estribillo. El disco se completa con dos piezas ‘’acusticas’’, la bella ‘’Padre Sol, Madre Sal’’, una bella canción en la que participa la cantante argentina Gabriela. Por otra parte, la pieza ‘’acústica’’ ‘’Después Del Hachazo’’, otro momento solo de guitarra bastante particular y que está al tono de la experimentación del grupo.
Tres son los lanzamientos discográficos que dejó la banda tras sus años de vida. Para el segundo lanzamiento la agrupación había preparado un lanzamiento de doble LP, pero por cuestiones de negocios el disco se dividió en dos, formándose así el ‘’Color Humano 2’’ de 1973 y ‘’Color Humano 3’’ de 1974. La banda para este primer lanzamiento estuvo formada por Edelmiro Molinari en guitarra y voz, coros, piano en "Introduccion Polenta", David Lebon en batería y coros, y Rinaldo Rafanelli en bajo, coros, órgano en "Introducción Polenta".
Cod: #1758
No hay comentarios:
Publicar un comentario