5 ene 2020

Barney Wilen - Moshi (1972)

Barney Wilen fue un saxofonista soprano francés y compositor de jazz. Nació en Niza; su padre era un dentista estadounidense convertido en inventor, y su madre era francesa. Comenzó a actuar en clubes en Niza después de ser alentado por Blaise Cendrars, que era amigo de su madre. Permaneció en los Estados Unidos desde 1940 hasta 1946 y, a su regreso a Francia, estudió el saxofón tenor. En 1953, con dieciséis años, fue a París y se codeó con los grandes músicos estadounidenses en el escenario de Tabou como Thelonious Monk. Su carrera se impulsó en 1957 cuando trabajó con Miles Davis en la banda sonora ‘’Ascenseur pour l'Échafaud’’. 

En 1959, Wilen escribió sus dos bandas sonoras ‘’Un témoin dans la ville’’ y ‘’Jazz sur scène’’ con Kenny Clarke. Escribió una banda sonora para la película de Roger, ‘’Vadim Les Liaisons Dangeureuse’’, dos años después, trabajando con Thelonious Monk. Wilen volvió a componer para películas francesas en las décadas de 1980 y 1990. También actúa con estrellas be-bop como Dizzy Gillespie, Art Blakey y Bud Powell. Fue uno de los primeros europeos invitados al festival de Newport. Después de un primer eclipse en 1962, reapareció a mediados de la década de 1960 con ‘’Dear Prof Leary’’ de 1968, (un álbum dedicado a Timothy Leary) como precursor del free jazz europeo, también abierto a la influencia de la música pop, definiendo así los principios del free jazz-rock. 

A principios de 1970, Wilen comenzó a mirar más allá, reuniendo finalmente a un equipo de cineastas, técnicos y músicos, que viajaron a África para documentar y grabar la música aborigen del continente. De los dieciséis viajeros iniciales, solo tres seguirían hasta el final: Barney, Caroline de Bendern, su pareja por aquel entonces, y Didier Léon. Los otros gradualmente regresaron a París. “Fue al escuchar música interpretada por pigmeos que decidimos ir a África. Tuvimos visiones locas de jungla, desiertos y arbustos, leones, serpientes, cocodrilos y negros moviéndose y cantando”.


Este viaje duraría dos años, en esta expedición Wilen realizaría diversas grabaciones en diversos parajes (Magreb, el Sahara y África); ‘’Moshi’’ es el resultado conceptual de ese viaje, un álbum doble publicado por el sello Saravah en 1972 que presenta un collage entre jazz funk y grabaciones de campo de cantos y rituales aborígenes, una encrucijada entre jazz y música tradicional. "Moshi es la forma de los Borogis de deshacerse del blues, un estado similar al trance que implica la posesión de un demonio especial llamado Moshi". 

A través de sus cuatro lados, este disco doble presenta una serie de particulares piezas entre las que aparecen algunos cantos y voces en un idioma aborigen, canciones, y composiciones instrumentales extrañas. Aunque no se podría decir que se trata de una autentica ‘’fusion’’ (más que fusión es una superposiciones de diversas grabaciones), aun así la música interpretada cuenta con un aire alegórico que  retrata, con cierta intencionalidad, las culturas con las que tuvieron aproximación.

Aunque incorpora grabaciones de campo realizadas durante los viajes de Wilen, colocadas en conexión y asociación con los esfuerzos del saxofonista y su conjunto (muchos de los cuales eran de África), el álbum se entiende mejor como un grupo de sonidos diversos: un tejido de ideas, donde la música de África, a veces literal y a veces conceptualmente, entra en la música de Europa y América, e igualmente la música de Europa y América entra en la de África. Un híbrido complejo. Una sopa de humanidad. Una colcha de retazos donde el hilo es África, pero el material está tejido de fuentes e ideas infinitamente diversas.

Cod: #1404

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