Horatiu Radulescu fue un compositor de vanguardia húngaro nacionalizado francés que tuvo un fuerte vínculo con movimientos experimentales, minimalismo, así también con la música concreta y el vanguardismo. Hacia finales de la década de los 60 se involucró en el desarrollo del ‘’espectralismo’’ rumano, junto con Corneliu Cezar y Octavian Nemescu. En 1969 Radulescu se trasladó a París (se convirtió en ciudadano francés en 1974); aquí, inicialmente inspirado por Stockhausen, comenzó a desarrollar su versión de Spectral Music. A principios de la década de 1970 asistió a clases impartidas por John Cage, György Ligeti, Karlheinz Stockhausen e Iannis Xenakis en la Internationale Ferienkurse für Neue Musik, Darmstadt , y por Luc Ferrari y Mauricio Kagel en la Musikhochschule Köln. De 1979 a 1981, estudió composición asistida por ordenador y psicoacústica en Ircam.
Presentó su propia música en las clases de Messiaen en el Conservatorio de París en 1972-73. Una de las primeras obras que se completó en París (aunque el concepto le había llegado en Rumania) fue ‘’Credo’’ para nueve violonchelos, la primera obra en emplear sus técnicas espectrales. Esta técnica, descripta por el mismo Radulescu, “comprende la distribución variable de la energía espectral, la síntesis de las fuentes de sonido globales, la forma micro y macro como proceso de sonido, cuatro capas simultáneas de percepción y de velocidad, y scordaturae espectral, es decir, filas de intervalos desiguales correspondientes a escalas armónicas”. Estas técnicas se desarrollaron considerablemente en su música de décadas posteriores.
Como todo compositor vanguardista desarrolló sus propias ideas, teorías y visiones las cuales volcó en sus composiciones propias, sumándose a las fructíferas filas de los compositores del siglo XX que crearon su propio espectro musical. Desde sus primeros trabajos, los conceptos musicales de Radulescu y las técnicas que inventó para realizarlos eran poco convencionales. Para sus exámenes finales en Bucarest compuso la obra orquestal Taaroa, que lleva el nombre del dios polinesio; esto disgustó a sus maestros, quienes encontraron la idea mística e incluso imperialista; sólo lo apoyó el compositor Anatol Vieru.
Las técnicas espectrales de Radulescu, a medida que evolucionaron a lo largo de la década de 1970 y más allá, son bastante distintas de las de sus contemporáneos franceses Gérard Grisey y Tristan Murail. Su objetivo compositivo, como se describe en su libro Sound Plasma (1975), era eludir las categorías históricas de monodia, polifonía y heterofonía y crear texturas musicales con todos los elementos en un flujo constante. Para esto fue fundamental una exploración del espectro armónico y, mediante la invención de nuevas técnicas de ejecución para sacar a relucir, ya veces para aislar, los parciales superiores de sonidos complejos, sobre los que se podrían construir nuevos espectros. Las relaciones armónicas en su música se basan en estos espectros y en los fenómenos de tonos de suma y diferencia.
‘’Clepsydra / Astray’’ es de sus primeras publicaciones pero corresponde a su etapa media de composición, y propia de la visión de los compositores vanguardistas que se opusieron a los preceptos básicos de la música clásica popular tal cual la conocemos, lo que le valió salirse de los surcos convencionales y rozar con esferas muy altas de experimentación conceptual, desarrollando sus propias teorías y por ende su propio sonido. Esta clase de vanguardismos es indeterminada y difícil de encasillar en un lugar particular, es más, es imposible, es la creación viva del compositor, la hechura grotesca que desde el exterior se aprecia como un delicioso e inentendible delirio sonoro y que solo puede entenderse desde la visión del autor, el cual, increíblemente, ha signado y clasificado cada uno de estos sonidos bajo especificas notaciones musicales. ‘’Clepsydra’’ es interpretada por la European Lucero Ensemble, y dirigida por Horatiu Radulescu, mientras que ‘’Astray’’ es interpretada por Daniel Kientzy.
Muchas de las obras posteriores de Radulescu derivan su inspiración poética del Tao te ching de Lao-Tsé, especialmente en la versión en inglés de 1988 de Stephen Mitchell: los títulos de su segunda, tercera, cuarta, quinta y sexta sonatas para piano, y de la quinta y Cuartetos de sexta cuerda, se toman de esta fuente. Las sonatas para piano, así como su Concierto para piano The Quest (1996) y otras obras posteriores, hacen uso de melodías populares de su Rumanía natal, integrándolas con sus técnicas espectrales.
Cod: #1722