"Hay triángulos que no van más allá de sus propias tumbas. Lo que se piensa en un minuto de existencia y lo que sucede a cada instante solo nosotros lo vivimos. El triángulo, como conjunto, está más allá de la vida de un pensamiento deslizándose delante nuestro. Hay una historia fácil de comprender si la observamos." - Pappo
Norberto Aníbal ‘’Pappo’’ Napolitano fue uno de los mejores y más influyentes guitarristas que haya dado el rock argentino y especialmente el blues, con un sinfín de canciones pesadas que se volvieron himnos cantados a coro por sus seguidores en sus conciertos, y habiendo creado toda una escuela de rock con un estilo particular que muchas bandas de barrio procuran imitar. Ha sembrado el rock nacional de discos legendarios con ejecuciones que se volvieron icónicas en sus tantas creaciones cancioneras.
Sus producciones discográficas están plagadas de temas legendarios que marcaron a fuego el inconsciente colectivo musical del rock argentino, pero en este caso, para este disco llamado ‘’Triángulo’’, también conocido como ‘’Volumen 5’’, que publicaría en 1974, haría una excepción a su estilo cancionero y se sumergiría en estructuras y formas que por momentos se acercan a lo conceptual, con algunas excursiones instrumentales tipo zapadas de una performance cuasi virtuosa de Pappo en guitarra eléctrica que desenvaina una nueva faceta de su repertorio técnico y creativo, las formas en extensas sesiones cuasi improvisadas y las proyecciones con visiones del mundo más profundas que se dejan ver en la particulares letras cantadas en este disco.
Sin dudas aquí Pappo tomas sus riesgos y se sale de los causes convencionales para su estilo y para el rock más estándar, ya que de él se esperaba lo que bien ya hacía, las canciones populares que bien las sabía hacer, pero en esta oportunidad, aunque sí presenta algunos cortes cancioneros, se destacan un par de sesiones instrumentales, algo extensas, particularmente ‘’Nervioso Visitante’’ y ‘’Hubo Distancias En Un Curioso Baile Matinal parte II’’, en las que se vuelca de lleno en zapadas mayormente instrumentales e improvisadas, atascos pesados de un poderío llamativo, un gran despliegue técnico de la guitarra eléctrica, una buena conjunción en la función del trio, con momentos que parecieran ser conceptuales con algunos leves cambios y formas sutilmente progresivas, a lo que además hay que sumarle el tema ‘’Malas Companias’’que no está ejecutado con acordes en guitarra sino que es toda una improvisación continua con la que se abre el trabajo y que continua brindando esa sensación de que en este disco están sumergidos en una sesión improvisada cuasi conceptual total.
El estilo sigue siendo el fiel retrato de un Pappo que llevaba en la sangre el blues y el rock, sus arremetidas son típicas de su repertorio, con las que completa hasta el último segundo con su fiereza en guitarra, maestría blusera por excelencia, y unos dones con habilidades excepcionales para sucederse en un continuo de improvisación interminable, una habilidad para construir las estructuras de las canciones con fraseos y solos, habilidad única del guitarrista y muy difícil de imitar para el resto de los guitarristas mortales de cualquier región. Sus solos son de ensueño, con una justeza directa, una practicidad para deambular entre escalas mayores y menores, una maestría en tipos de blues, una estilo propio y mítico para improvisar con una habilidad muy alta, y todo su repertorio de construcción de canciones blues-rock letales que de alguna manera se continúan en este disco.
Aquí se puede escuchar el quehacer de la banda en sus fibras más íntimas, en sus momentos de ensayo, de improvisación, de zapada volcada al servicio de una construcción improvisada y cuasi conceptual del sonido. Es un sonido crudo donde se vuelcan en algunos atascos instrumentales dejándose llevar por los momentos de variaciones y cambios que se puedan ir presentando en el clima en el que se sumergen. Tal vez uno de los momentos más particulares del disco sea la última pieza, la extraña ‘’Buzo’’, que es un desconcierto sonoro para cualquiera que esté embebido en el estilo de Pappo y que de pronto escuche esto que es incomprensible, con Pappo mostrando su faseta acústica y/o clásica, con voces oscuras y ambientes de delirio y oscuridad, nadie sabrá jamas qué intentaron hacer en esa pieza porque inéditamente se puede escuchar a un Pappo como nunca jamás se lo ha escuchado, en una sonoridad netamente experimental, con roces barrocos y clásicos.
A fines de 1974 Pappo's Blues entró al estudio para grabar Triángulo/Volumen 5, el quinto disco de Pappo's Blues, lanzado en 1974. Esta vez acompañaban a Pappo, Daniel Eduardo "Fanta" Beaudoux en bajo y Eduardo Garbagnati en la batería. Tras la grabación de este disco, Pappo se fue nuevamente hacia Inglaterra, donde se quedó por dos años. En Londres trabajó de lava copas y descubrió un sótano que servía para ensayar. Aunque no tenía plata para alquilarlo se hizo del mismo tras acordar con la dueña hacer el mantenimiento del lugar.