Esta es otra de las tantas invenciones del prominente compositor francés Jean-Pierre Massiera, músico, compositor, productor, etc., que protagonizó y participó activamente del rock under/experimental de su país, experimentando con géneros como space, disco, art rock, efectos de estudio y experimentación sonora, electrónica, funk, soundtracks, etc., y en este caso, para el disco homónimo Atlantide, que publicaría en 1976, experimentaría con música rock con una deliberada tendencia hacia la progresión y las composiciones sofisticadas, ampliando sus visiones creativas y expandiendo su paleta creativa que se ramificó por un sinfín de expresiones. Este homónimo disco explora una serie de variantes compositivas dentro de un estilo de rock complejo, cinco piezas componen el trabajo y varias de ellas consisten en tratados de rock que transitan por diversas intensidades y progresiones, apareciendo el elemento del folk acústico como una característica que florece entre partes y une los diversos pasajes.
En este estilo progresivo se puede apreciar la clara influencia de la música folk, ya que en muchos momentos este elemento se hace presente, como un elemento fusionado entre el rock y la vertiginosidad progresiva, pero también en otro momentos diversos, como en la canción acústica ‘’Le regard des dieux’’, o en la composición acústica de influencia clásica ‘’Images’’, una pieza exquisita.
La base del álbum fue compuesta por el mismo Massiera, a quien se le encargó un trabajo conceptual elaborado en torno al concepto de la Atlántida y toda su mitología. Massiera compuso los elaborados sketches en guitarra, escribió las letras y se propuso a buscar músicos que participaran del proyecto, los cuales en su mayoría surgirían de la escena local, además de participar algunos amigos y ex compañeros del mismo Massiera, como su medio hermano Bernard Torelli. La producción por supuesto fue llevada a cabo por el mismo Massiera, con un resultado reverberante y fresco, sonidos brillantes y claros para composiciones delicadas que tratan de plasmar una imagen conceptual.
El sonido no es excesivamente complejo, aun sí se las arreglas para presentar por lo menos dos piezas de carácter exploratorio y sofisticado, con elementos orquestales, agregados corales, efectos de sonido, pasajes acústicos y otros momentos de un poderoso rock; todos estos elementos se realzan con una gran frescura gracias a la típica producción de Massiera. El trabajo fue grabado a lo largo de cinco semanas de estudio pero todo el concepto final de lo que resultó el disco fue elaborado a lo largo de mucho más tiempo, con numerosos ensayos en sesiones nocturnas y con participación de una enorme cantidad de usicos y artistas, elaboración de bocetos y arreglos instrumentales y orquestales, y el desarrollo de un concepto inspirado en el enfoque futurista y mitológico del pintor Jean-Claude Perrouin, del cual se tomó una pintura para recrear la portada del disco.
La falta de promoción, conciertos y recepción inmediata coartó el éxito del trabajo y llevó a los artistas a abandonar el proyecto poco después. Sin embargo, la fama que se hizo el trabajo fue por la particular propuesta de un progresivo francés extraño y oscuro. También algo que funcionó en contra de la reputación del trabajo fueron las criticas que detectaban que el sonido progresivo propuesto era similar al sonido de Yes, aunque vale la pena considerar que Massiera deseaba algo en la línea de Vanilla Fudge cuando trabajó por primera vez en el concepto, también se tomaron como referencia a sonidos de bandas francesas como Atoll o Pulsar.
Desde finales de la década de los 70s, en adelante, Jean-Pierre Massiera se encaminaría en el terreno del disco/funk, siempre manteniendo su personalidad experimental. Algunos lanzamientos propios le seguirían de aquí en adelante, Jpm & Co, Herman’s Rockets, Venus Gang, Human Egg, pero esto se reduciría rápidamente, abocándose principalmente a la producción. La leyenda de Massiera concluiría en esa época, y su figura quedaría en la historia grande de los bajos mundos de la música experimental, el progresivo francés y la música de ciencia ficción, que hoy vuelven a la vida con algunas reediciones en cd que rescatan sus trabajos y producciones más destacadas.